Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de 1 Samuel»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 3

LA HISTORIA DE SAMUEL

(2)

SU RELACION CON EL CADUCADO Y DECADENTE SACERDOCIO AARONICO

(1)

  Lectura bíblica: 1 S. 1:25; 2:11-17, 22-25, 27-36; 3:4-18; 4:1-22

  Los libros históricos del Antiguo Testamento contienen muchas lecciones valiosas con relación al disfrute que tenemos de Cristo para cumplir la economía de Dios. Ni siquiera el Nuevo Testamento contiene lecciones tan detalladas al respecto. La relación de Samuel con el sacerdocio aarónico decadente tiene algunas de estas lecciones para nosotros hoy.

I. BAJO LA CUSTODIA DEL VIEJO ELI

  Samuel creció bajo la custodia del viejo Elí, el último sacerdote del decadente sacerdocio aarónico (1:25), lo cual muestra la sabiduría de Dios. Ya que la intención de Dios era usar a Samuel para reemplazar el decadente sacerdocio, fue necesario que éste fuera adiestrado bajo la custodia de Elí. Samuel se daba cuenta de que Elí era un fracaso en el sacerdocio, pues tenía la capacidad de entender lo que miraba en él, y esto le servía de advertencia para su futuro servicio.

II. APRENDE DE ELI A MINISTRAR A JEHOVA COMO SACERDOTE

  Samuel aprendió de Elí a ministrar a Jehová como sacerdote (2:11b).

III. OBSERVA COMO SE DETERIORABA EL DEGRADADO SACERDOCIO AARONICO

  Mientras Samuel aprendía, observaba cómo se deterioraba el degradado sacerdocio aarónico (2:12-17, 22-25). Esto no debilitó a Samuel para su futuro sacerdocio; antes bien, le sirvió de advertencia continua durante todo su servicio sacerdotal.

A. Los dos hijos de Elí menosprecian las ofrendas de Jehová

  Los dos hijos de Elí menospreciaban las ofrendas de Jehová y tomaban por la fuerza la mejor carne de las ofrendas del pueblo (vs. 12-17). Esto debe haber dejado una profunda impresión en Samuel, lo cual le sirvió de advertencia para su futuro servicio como sacerdote.

B. Los hijos de Elí cometen fornicación con las mujeres que servían

  Los hijos de Elí también cometían fornicación con las mujeres que servían (v. 22). ¡Qué terrible! La historia nos cuenta como esto mismo se ha repetido entre los siervos de Dios. Cuando servimos al Señor, no podemos evitar relacionarnos con personas del sexo opuesto; no obstante, debemos aprender la lección de guardar siempre nuestra distancia. Nunca debemos quedarnos con un miembro del sexo opuesto en una habitación privada cuya ventana esté cubierta y la puerta cerrada. Esto da lugar a que el maligno nos tiente a caer en pecado. Los dos hijos de Elí cayeron en este pecado. En cuanto a ello, debemos aprender de José, quien huyó de la tentación (Gn. 39:7-12), y de Booz, quien fue elogiado en gran manera por la elevada norma de moralidad que manifestó en su relación con Rut (Rut 3:1-14).

C. Los hijos de Elí no escuchan la exhortación de su padre

  Los hijos de Elí no quisieron acatar la exhortación de su padre (1 S. 2:22-25). Elí intentó decirle algo a sus hijos, pero evidentemente él era algo negligente y su exhortación no fue lo suficiente firme, fiel, urgente ni determinante.

D. Elí honra a sus hijos más que a Jehová

  El versículo 29 dice que un varón de Dios habló a Elí, y le dijo: ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?” En 3:13 vemos que los hijos de Elí trajeron sobre sí maldición, y Elí no los restringió.

IV. COMPRENDE EL SEVERO JUICIO DE DIOS SOBRE LA CASA DE ELI

  Samuel comprendió que el juicio severo de Dios había caído sobre la casa de Elí (2:27-36; 3:4-18; 4:1-22). No debemos pensar que Dios simplemente está sentado en los cielos y que no le interesa hacer nada respecto a la situación que vive Su pueblo en la tierra. El está bastante involucrado en la disciplina que le imparte a Su pueblo.

A. Primero, es profetizado por un varón de Dios

  El juicio de Dios sobre la casa de Elí fue profetizado primeramente por un varón de Dios (2:27-36).

B. En segundo lugar, es confirmado por la palabra que Jehová habló por medio de Samuel

  Segundo, este juicio severo fue confirmado por la palabra que Jehová habló mediante Samuel (3:4-18). El propósito de Dios, creo yo, al usar a Samuel para hacer saber a Elí acerca del juicio venidero, fue dejar una impresión inolvidable en el joven sacerdote. Esto muestra la sabiduría de Dios.

C. En tercer lugar, es ejecutado por Dios mediante los filisteos

  En tercer lugar, el severo juicio de Dios fue ejecutado por medio de los filisteos (4:1-22).

1. El pueblo de Israel es derrotado por los filisteos

  El pueblo de Israel fue derrotado por los filisteos, quienes mataron a treinta mil soldados (v. 10). Durante el reinado de Ezequías, Judá pidió protección al Señor, y una noche El envió a un ángel para que matara a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios (2 R. 19:35). Esto muestra que si el Señor hubiera querido, habría derrotado a los filisteos fácilmente. Pero en esta ocasión el Señor había entregado a Israel.

2. El arca de Dios es capturada

  En la degradación en la que estaba, el pueblo de Israel actuó insensatamente al no confiar en Dios. En lugar de confiar en El, Israel puso su confianza en los sistemas que Dios había establecido. En vez de arrepentirse, hacer una confesión exhaustiva de sus pecados y volverse de los ídolos a Dios, confió en el arca de manera supersticiosa. En el pasado, cuando el arca de Dios se movía, Israel obtenía la victoria (Nm. 10:35; Jos. 6). Pero en esta ocasión, él no estaban bien con Dios; se habían degradado y habían ofendido a Dios a lo sumo, y El lo había abandonado. Por ello, en lugar de que el arca salvara a Israel, ésta fue capturada (1 S. 4:11a).

3. Los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, son muertos

  Los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, quienes habían huido con el arca, fueron muertos por no haber hecho caso a Dios (v. 11b). Esto muestra que debemos aprender la lección de no ser negligentes en el servicio de Dios.

4. Elí muere al recibir la noticia de que el arca había sido capturada

  Elí había estado sentado en su silla vigilando junto al camino; “porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios” (v. 13a). Cuando llegó a él la noticia de que el arca había sido capturada, Elí cayó hacia atrás de la silla, se desnucó y murió (vs. 17-18).

5. La gloria de Dios se aparta de Israel

  Cuando la esposa de Finees, quien estaba en cinta y cercana al alumbramiento, supo que el arca había sido capturada y que su marido y su suegro habían muerto, se inclinó y dio a luz un hijo (vs. 19-20). Ella nombró al niño Icabod (v. 21), que significa: sin gloria, lo cual indica que la gloria se había apartado de Israel. La gloria es el propio Dios; así que, cuando Dios se apartó, la gloria se retiró de Israel.

  Samuel observó todas estas tragedias, las cuales le sirvieron de lecciones, de advertencia y de recordatorio durante todo el servicio que le rindió a Dios. De este modo, el hecho de que Dios en Su sabiduría lo haya puesto bajo la custodia de Elí, le sirvió mucho, pues aprendió muchas lecciones positivas y observó muchas cosas negativas. Esto ayudó a Samuel a permanecer puro en el servicio que rindió a Dios durante toda su vida. Cuando estaba a punto de morir, él pudo recordarle al pueblo de Israel que él nunca los había defraudado, oprimido ni tomado algo de mano de ningún hombre (12:3-4).

  Mientras Samuel estuvo bajo la custodia de Elí, Dios lo instruyó de manera detallada, lo edificó y lo estableció como un sacerdote íntegro. Como tal, Samuel llegó a ser un juez que juzgó a Israel, un profeta que profetizó por Dios y uno que introdujo el reinado, por el cual se estableció el reino de Dios en la tierra. Esto constituye un cuadro vívido de lo que debe ser nuestra experiencia hoy. En primer lugar, debemos ser un Samuel, y luego un David; uno que disfruta a Cristo a tal grado, que ese disfrute llega a ser el reino, el cual es la iglesia.

  En Mateo 16:18-19 vemos que la iglesia y el reino son idénticos. El reino hoy es la iglesia, y dentro de la iglesia se halla la esencia intrínseca, a saber, el Cuerpo de Cristo. La iglesia es visible, mientras que el Cuerpo de Cristo, como esencia intrínseca, es invisible. En la iglesia visible se encuentra también el reino, el gobierno, de Dios. En la iglesia visible está también la esencia intrínseca, la cual es el contenido, la realidad, de la iglesia. Nuestro cuerpo humano es visible, pero la vida que está en él es invisible. Este mismo principio se aplica a la iglesia y al Cuerpo de Cristo. El Cuerpo es la vida intrínseca de la iglesia.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración