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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Lucas»
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Mensaje 78

LA ASCENSION DEL SALVADOR-HOMBRE

(3)

  Lectura bíblica: 10, Ef. 1:22; Col. 1:18; Ef. 1:23; 3:19b; He. 4:14; 22, 7:26; 8:6; 9:15-16; Ap. 1:13; 2:1

  En este mensaje llegamos al aspecto subjetivo de la ascensión del Salvador-Hombre. No es tan fácil hablar del aspecto subjetivo como del objetivo, y siento que carezco de las palabras adecuadas para expresar lo que el Señor nos ha mostrado al respecto.

UNA TRASMISION QUE VA DEL CRISTO ASCENDIDO A LA IGLESIA

  Vimos que Cristo en Su ascensión fue coronado de gloria y de honra, y fue entronizado para ejecutar la administración de Dios. Esto significa que el hecho de que El comparte el trono de Dios, lo capacita para ser el administrador único en el universo. Cristo, mediante Su ascensión, también fue investido de Su cargo celestial y designado el Señor que ha de poseerlo todo y el Cristo que lleva a cabo la comisión de Dios. Puesto que todos estos asuntos son objetivos, ¿cómo podemos demostrar que la ascensión de Cristo está relacionada con nosotros de manera subjetiva? La prueba se halla en el hecho de que hay una trasmisión que va del Cristo ascendido a nosotros. Hace veintidós años, al dar un mensaje usé por primera vez la palabra “trasmisión” en relación con la ascensión de Cristo al intentar explicar Efesios 1:19-23. El versículo 22 dice que Dios dio a Cristo “por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. La frase “a la iglesia” indica una trasmisión que va del Cristo ascendido a la iglesia, a Su Cuerpo.

COMO CABEZA SOBRE TODAS LAS COSAS A LA IGLESIA

  La segunda parte de Efesios 1:22 que dice: “Y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia” planteó un problema para los traductores de la Biblia. Hay principalmente tres maneras de traducir esta cláusula. La primera es la que se encuentra en dos versiones notables, y también en la Versión Recobro. Una de estas versiones mencionadas dice: “lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”, y la otra: “lo dio [por] cabeza sobre todas las cosas a la asamblea”. La Versión Recobro dice: “lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”.

Un don que Dios da a Cristo

  Conforme a esta traducción, Dios lo dio a Cristo por ser algo a la iglesia. Esto no quiere decir que Dios dio a Cristo como don a la iglesia. Al contrario, Dios dio a Cristo un don, a saber: la posición de ser Cabeza sobre todas las cosas. Según este entendimiento, Dios dio a Cristo un gran don, el cual es ser Cabeza sobre todas las cosas.

“A la iglesia”

  El don que Dios dio a Cristo por Cabeza sobre todas las cosas, es a la iglesia. La frase “a la iglesia” tal como ya dijimos, indica una trasmisión. Lo que Dios dio a Cristo es para la iglesia, es decir, es trasmitido a la iglesia. La iglesia participa en ella. Esto concuerda con la frase “Su poder para con nosotros” mencionada en el versículo 19. Las palabras “para con nosotros” es la clave, puesto que también indica una trasmisión. El poder de Dios en los cielos es para con nosotros; es decir, Su poder es trasmitido a nosotros.

  La trasmisión de la electricidad que va de la central eléctrica a nuestros hogares ejemplifica la trasmisión del poder de Dios que va de los cielos a la iglesia. La corriente de electricidad se trasmite desde la central eléctrica por medio de los cables hasta nuestros hogares. Esta corriente es en sí la trasmisión. Cuando encendemos la luz, sabemos que la electricidad se está trasmitiendo. Si miramos el contador eléctrico, veremos un indicio claro de que la corriente de electricidad está fluyendo, que hay una trasmisión de electricidad que va desde la central hasta nuestros hogares.

  Del mismo modo, hay una trasmisión de la corriente celestial de la electricidad divina que va de “la central eléctrica”, que se halla en el tercer cielo, a la iglesia. Nosotros, la iglesia, somos el “edificio” al cual la electricidad divina es trasmitida. Por lo tanto, el poder de Dios es para con nosotros. Esto significa que la electricidad divina es trasmitida de los cielos a nosotros.

  Efesios 1:19 dice que Dios trasmite Su poder a nosotros “según la operación del poder de Su fuerza”. La palabra “según” indica que se necesita una vía en la cual trasmitir la electricidad divina. Se puede comparar esta vía con la vía férrea sobre la cual corre un tren. Sin la vía férrea un tren no puede mover adecuadamente. Igualmente, la electricidad divina y celestial es trasmitida en nosotros según una “vía”.

  La palabra “según” usada en el versículo 19, también indica un modelo, un patrón, que nos demuestra cómo se nos trasmite este gran poder. El poder de Dios se trasmite según la operación del poder de Su fuerza. Aquí Pablo parece agotar el vocabulario griego, hablando del poder, de la operación y de la fuerza. Pablo usa todas estas palabras para describir cuán vasto es el poder de Dios para con nosotros. Su poder nos es trasmitido según una operación, y ésta proviene del poder de Su fuerza.

El poder que Dios hizo operar en Cristo

  En Efesios 1:20 Pablo añade: “Que hizo operar en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a Su diestra en los lugares celestiales”. ¿A qué se refiere la palabra “que”? Se refiere al “poder” mencionado en el versículo 19. En el versículo 20 Pablo habla del poder que Dios hizo operar en Cristo.

  De este versículo al versículo 22 vemos que Dios hizo operar este poder en Cristo en cuatro pasos: primero, le resucitó de entre los muertos; segundo, le sentó a Su diestra en los lugares celestiales; tercero, sometió todas las cosas bajo Sus pies; y cuarto, le dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. El último paso que Dios dio en Cristo con Su gran poder fue darle por Cabeza sobre todas las cosas, y esto para la iglesia.

LAS OTRAS DOS TRADUCCIONES

  Conforme a la segunda manera de traducir Efesios 1:22, no se usa la palabra “por”, y como resultado el versículo diría: “Lo dio a Cristo, cabeza sobre todas las cosas, a la iglesia”. Este versículo, entonces querría decir que Dios ha dado algo a la iglesia. ¿Qué es lo que Dios dio a la iglesia? Dios dio a iglesia Cristo quien es la Cabeza sobre todas las cosas. Una de las versiones que traduce este versículo de esta manera, dice: “Lo da, como Cabeza sobre todo, a la ekklesía”. Wuest en su traducción amplificada como Dean Alford también interpretan este versículo dando a entender que Dios dio a Cristo como Cabeza a la iglesia, y esta Cabeza es sobre todas las cosas. Esta segunda manera de traducir este versículo indica que después de que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos, lo sentó en los lugares celestiales y sometió todas las cosas bajo Sus pies, luego dio a Cristo como Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. Conforme a la secuencia esto no sería lógico. Los tres pasos —resucitar a Cristo, sentarle en los lugares celestiales y someter todas las cosas bajo Sus pies— son pasos notables. Conforme a esta segunda traducción de este versículo, estos pasos notables son seguidos por uno menor, a saber: dar Cristo a la iglesia.

  La tercera manera de traducir Efesios 1:22 dice que Dios dio, designó, hizo a Cristo la Cabeza sobre todas las cosas “para” o “por el beneficio de” la iglesia. Esta traducción aparece en la versión en chino y en la Berkeley Version. Conforme a ella, Dios resucitó a Cristo de entre los muertos, le sentó en los lugares celestiales, sometió todas las cosas bajo Sus pies, y luego, le designó Cabeza sobre todas las cosas para la iglesia.

  El significado de la tercera traducción de dicho versículo es más elevado que la segunda pero menos que la primera. De las tres traducciones de Efesios 1:22, la segunda es la más incompleta.

  Después de estudiar este asunto cuidadosamente, aún prefiero la primera traducción. Dios resucitó a Cristo de entre los muertos, le sentó en los lugares celestiales, sometió todas las cosas bajo Sus pies, y finalmente, le dio un gran don. Vincent dice que la palabra “dio” mencionada en el versículo 22 no significa designar o hacer; quiere decir dar algo como regalo. Por lo tanto, este versículo dice que Dios dio a Cristo algo. ¿Qué le dio Dios? Dios le dio la posición de cabeza sobre todas las cosas. Después de resucitar a Cristo de los muertos, sentarle en los lugares celestiales, y someter todas las cosas bajo Sus pies, Dios le dio el gran don de ser Cabeza sobre todas las cosas.

  Esta manera de traducir Efesios 1:22 es lógica, significativa y correcta. El hombre condenó a Cristo y le dio la sentencia de muerte. Sin embargo, Dio lo resucitó, le sentó en los lugares celestiales, sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas. La posición de cabeza sobre todas las cosas era un don que Dios dio a Cristo.

LA TRASMISION QUE VA DEL CRISTO ASCENDIDO A LA IGLESIA

  La mejor traducción en cuanto a la segunda parte de Efesios 1:22 dice: “Lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. Si Pablo hubiera concluido Efesios 1 con que Dios dio a Cristo por Cabeza sobre todas las cosas, la ascensión de Cristo no habría tenido nada que ver con la iglesia. Sin embargo, Pablo añadió una frase crucial a la iglesia. Tal como hemos indicado, esta frase implica una trasmisión. Todo lo que Cristo, la Cabeza, ha logrado y obtenido es transmitido a la iglesia, Su Cuerpo.

  Necesitamos ver que la frase a la iglesia indica que todo lo que Cristo es en Su ascensión es transmitido a la iglesia. Porque la trasmisión divina no se lleva a cabo de una vez para siempre, la iglesia debe recibirla continuamente. Es posible que la electricidad esté instalada permanentemente en un edificio, pero la electricidad es transmitida continuamente. De la misma manera, Dios resucitó a Cristo, le sentó en los lugares celestiales, puso todo bajo Sus pies, y le dio la gran ofrenda de ser la Cabeza sobre todas las cosas. Ahora, todo lo que Cristo es en Su ascensión está siendo transmitido a la iglesia. Esta es la trasmisión continua a la iglesia del Cristo ascendido junto con el significado completo de Su ascensión.

  Si hay un problema con la trasmisión eléctrica que va de la central eléctrica a un edificio, normalmente el problema no se halla en la central eléctrica, sino en el edificio, o sea, en el receptor. De la misma manera, nunca hay problema con la central eléctrica celestial; sin embargo, con frecuencia hay problema en la iglesia en cuanto a la recepción de la trasmisión divina. También es posible que tengamos problemas que frustran la trasmisión de la electricidad divina. Hoy en día esta trasmisión no llega a muchos cristianos. En realidad, muchos de ellos que no están dispuestos a recibir abiertamente esta trasmisión continuamente.

Sentados con Cristo en los lugares celestiales

  Mediante la trasmisión divina que va del Cristo ascendido a la iglesia, la ascensión del Salvador-Hombre ciertamente tiene que ver con nosotros. No hay duda de que estamos conectados a El en Su ascensión. Por esta razón Efesios 2:6 nos dice que estamos sentados en los lugares celestiales en Cristo Jesús. Por muchos años no pude entender cómo podemos estar sentados en los lugares celestiales, según lo que dice Efesios 2:6. He hallado que el ejemplo de la electricidad es una ayuda excelente para entenderlo. La electricidad que tenemos en nuestros hogares también se encuentra en la central eléctrica. Esto significa que la electricidad se encuentra tanto en la central eléctrica como en nuestros hogares. De la misma manera, mediante la trasmisión divina estamos unidos a Cristo en los lugares celestiales. Esto no es algo supersticioso; al contrario, es un hecho maravilloso. El poder que se origina en la central eléctrica se encuentra también en nosotros.

La realidad de la trasmisión divina

  Aunque no podemos ver este poder, ciertamente es una realidad. No podemos ver el poder que mantiene los planetas en su lugar en el sistema solar, pero es, sin duda, un hecho. No debemos decir: “La ascensión de Cristo es algo que está alejado de mí. No lo entiendo y no puedo ver la trasmisión divina”. Usted tampoco puede ver el poder que mantiene los planetas girando alrededor del Sol, sin embargo usted lo cree. Tenemos que creer que hay en la esfera divina y espiritual un poder que nos trasmite todo lo que Cristo ha logrado y obtenido en Su ascensión. Lo que Cristo ha logrado y obtenido en Su ascensión es inmensurable y ahora, todo esto está siendo transmitido a la iglesia. Mientras que seamos recipientes limpios y estemos dispuestos a abrir nuestro ser, recibiremos continuamente esta trasmisión.

Experimentar la trasmisión divina

  Ahora debemos ver la conexión, la relación, que hay entre nosotros y la ascensión de Cristo. Hay un poder, una corriente divina, que fluye del Cristo ascendido a la iglesia, así como la electricidad que fluye de la central eléctrica a un edificio. No sólo debemos creer en la trasmisión divina, sino también experimentarla todos los días. Puedo testificar que por el hecho de que experimento esta trasmisión, nada puede derrotarme, frustrarme ni suprimirme. La luz, la vida, el suministro y el poder sostenedor me llegan continuamente debido a esta trasmisión divina.

  ¿Sabe usted dónde debe estar la iglesia hoy? La iglesia debe estar en la trasmisión del Cristo exaltado y ascendido. Cristo fue levantado de entre los muertos y está sentado a la diestra de Dios en los lugares celestiales. Todas las cosas están sometidas bajo Sus pies y se le ha dado a El la posición de cabeza sobre todo el universo. Ahora, todo lo que El ha logrado y obtenido en los cuatro pasos que Dios ha tomado con respecto a El es trasmitido a la iglesia. La frase para con nosotros los que creemos en Efesios 1:19 y la frase a la iglesia en el versículo 22 indican esta trasmisión. En ella la iglesia participa de todos los logros de Cristo: Su resurrección de entre los muertos, el sentarse en Su transcendencia, la sujeción de todas las cosas bajo Sus pies, y Su autoridad como Cabeza sobre todas las cosas. ¡Alabado sea el Señor porque El Cristo que está en resurrección y ascensión se ha trasmitido a nuestro ser!

  No solamente Cristo está en nosotros, sino también Su resurrección y Su ascensión. Cristo, quien es el Espíritu procesado y todo-inclusivo que mora en los creyentes, habita en nosotros hoy junto con Su humanidad, divinidad, vida humana, la muerte, la resurrección y la ascensión. Todo esto es trasmitido a nosotros.

  Las enseñanzas distorsionadas de la teología tradicional nos ha impedido experimentar la trasmisión divina. Muchos creyentes nunca han oído de lo relacionado con la ascensión de Cristo. En particular, no tienen ni la menor idea de que existe la trasmisión divina. Las enseñanzas tradicionales nos han educado a muchos de nosotros inadecuadamente, y esta clase de educación nos ha impedido en nuestra experiencia de Cristo en Su resurrección y Su ascensión. Le exhorto a usted a que vacíe su ser a fin de recibir algo nuevo y profundo de la revelación divina en las Escrituras.

  El Nuevo Testamento revela que nuestro Cristo está en resurrección y en ascensión. Todo lo que El ha logrado y obtenido en Su resurrección y Su ascensión es ahora trasmitido a nosotros por el Espíritu vivificante y todo-inclusivo. Simplemente tenemos que abrir nuestro ser y decir: “Señor, aquí estoy. Te amo y me entrego a Ti. Señor, por Ti vacío todo mi ser”. Si usted ora así, experimentará y disfrutará esta trasmisión divina.

LA META DE LA TRASMISION DIVINA: HACER QUE EN CRISTO SEAN REUNIDAS BAJO UNA CABEZA TODAS LAS COSAS

La administración eterna de Dios

  La trasmisión divina revelada en Efesios 1 tiene una meta principal: hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas. Al respecto Efesios 1:10 dice: “Para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. La palabra griega traducida economía también puede traducirse “dispensación”. La economía o dispensación, la cual Dios se propuso en Sí mismo, es que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas en la plenitud de los tiempos. La expresión los tiempos aquí se refiere a las edades. La plenitud de los tiempos será cuando el cielo nuevo y la tierra nueva vengan después de que se cumplan todas las dispensaciones de Dios en todas las edades.

  Hemos recalcado contundentemente el hecho de que Dios hizo a Cristo Cabeza sobre todas las cosas. Por todas las dispensaciones de Dios en todas las edades, todas las cosas serán sometidas a Cristo como Cabeza en el cielo nuevo y en la tierra nueva. Esto será la administración y la economía eterna de Dios.

  Actualmente el universo está corrompiéndose y deteriorándose. Mire la condición del linaje humano. Nadie puede someter las naciones a una sola autoridad. Sin embargo, Dios hace que en Cristo, la única Cabeza, sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas. No obstante, para esto necesitamos saber que la única Cabeza necesita un Cuerpo, y éste es la iglesia. La iglesia es el Cuerpo por el cual Dios hace que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas.

Mediante un hombre universal

  Efesios 1:10 habla de una economía en la plenitud de los tiempos. Esto indica que en la plenitud de la economía de Dios todas las cosas, por fin, serán reunidas bajo la autoridad de Cristo, la Cabeza. Dios realizará esto por medio de un hombre universal, pues la Cabeza de este hombre es Cristo, y el Cuerpo de este hombre es la iglesia. Este hombre universal, que tiene Cabeza y Cuerpo, es el medio por el cual y la esfera en la cual Dios reúne todas las cosas que se encuentran en el universo.

  Dios reúne todas las cosas por medio del hombre universal, constituido de Cristo, la Cabeza, y la iglesia, el Cuerpo, y por eso, nosotros los miembros del Cuerpo necesitamos guardar la unidad bajo la autoridad de la Cabeza. La sutileza del enemigo es dividir los miembros del Cuerpo de Cristo. No obstante, nos mantenemos firmes y apoyamos con todo nuestro ser el testimonio de la unidad de los creyentes. En el recobro del Señor somos uno. ¡Le alabamos porque aquí hay un testimonio de la unidad! Esta unidad es el medio, el canal y la esfera que Dios usa para que en Cristo, la Cabeza, sean reunidas todas las cosas.

Los gemidos de la creación

  Con respecto a que en Cristo, la Cabeza, y mediante la iglesia, son reunidas todas las cosas, me gustaría pedirle a usted que examine Romanos 8:19-22: “Porque la creación observa ansiosamente, aguardando con anhelo la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a la vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó, con la esperanza de que también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Aquí vemos que toda la creación gime, suspira, debido a su corrupción. La creación espera, aguarda con anhelo la manifestación de los hijos de Dios. Cuando llegue ese momento, todas las divisiones y separaciones serán anuladas y todas las cosas, no solamente el linaje humano, serán reunidas bajo Cristo, la Cabeza.

  Primero, Cristo pone a los creyentes bajo Su autoridad. Luego, por medio de Su Cuerpo todas las cosas serán bajo Su autoridad. Esto es maravilloso. Aunque no podemos entender que todas las cosas son reunidas bajo la autoridad de Cristo, la Cabeza, por medio de la iglesia, de todos modos es un hecho. Por lo tanto, tenemos que creer que tarde o temprano Dios llevará esto a cabo.

No es imposible para Dios

  Algunos al oír del hecho de que finalmente en Cristo serán reunidas bajo una cabeza todas las cosas por medio de la iglesia, Su Cuerpo, tal vez pregunten: ¿cuándo será esto? Nosotros, por supuesto, no lo sabemos, ya que la Biblia sólo nos dice “para la economía de la plenitud de los tiempos” (Ef. 1:10).

  Conforme a la perspectiva del hombre, parece imposible que el universo se someta a una cabeza. Alguien quizás diga: “¿Usted habla de que todas las cosas sean reunidas en una sola cabeza? Esto es imposible”. Esto es imposible para el hombre, mas no es imposible para Dios. Para Dios, nada es imposible (Mr. 10:27).

  Aunque no sabemos cuánto tiempo más se necesitará para que se complete la economía de la plenitud de los tiempos, cuando todas las cosas hayan sido reunidas bajo una cabeza en Cristo, sí estamos seguros de que Dios realizará esto. Todo lo que Dios diga, sucederá. El nos dijo que en Cristo, la Cabeza de la iglesia, reunirá todas las cosas, y así lo hará.

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