B.
En cuanto a los placeres
2:1-11
Ec 2
:1
2:1
Dije yo en mi corazón: Ven ahora, probaré el placer;
1goza, pues, del disfrute. Pero he aquí, esto también es vanidad.
Ec 2
:2
2:2
De la risa dije: ¡Locura! Y del placer: ¿Qué logra esto?
Ec 2
:3
2:3
Busqué con mi corazón cómo alegrar mi carne con el vino, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, y cómo asirme de la insensatez, hasta ver cuál es el bien en el que los hijos de los hombres se ocupan
adebajo de los cielos durante los pocos días de sus vidas.
Ec 2
:4
2:4
Engrandecí mis obras: me
aedifiqué casas; planté viñas para mí;
Ec 2
:5
2:5
me hice jardines y parques, y planté en ellos árboles de toda clase de fruto.
Ec 2
:6
2:6
Me hice estanques de aguas, para regar con ellos el bosque donde crecían los árboles.
Ec 2
:7
2:7
Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve muchas vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén.
Ec 2
:8
2:8
Amontoné también para mí
aplata y oro, y los tesoros de reyes y de provincias; me proveí de cantores y cantoras, y de los deleites de los hijos de los hombres,
1concubina tras concubina.
Ec 2
:9
2:9
Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que me
aprecedieron en Jerusalén; también mi sabiduría permaneció conmigo.
Ec 2
:10
2:10
Y no negué a mis ojos ninguna cosa que desearan; no privé a mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo, y ésta fue la porción de todo mi trabajo.
Ec 2
:11
2:11
Entonces me volví a todas las obras que habían hecho mis manos y al trabajo con que me había afanado para hacerlas, y he aquí que todo era vanidad y
acorrer tras el viento; y no había ventaja alguna debajo del sol.
C.
En cuanto a ser una persona sabia o necia
2:12-26
Ec 2
:12
2:12
Y me volví a considerar la sabiduría, la locura y la insensatez; porque ¿qué hará el hombre que venga después del rey?
Sólo lo que ya ha sido hecho.
Ec 2
:13
2:13
Vi que la sabiduría sobrepasa a la insensatez, como la luz a las tinieblas.
Ec 2
:14
2:14
El sabio tiene los ojos en su cabeza, y el necio anda en tinieblas; pero también percibí yo que un mismo
adestino alcanzará a todos.
Ec 2
:15
2:15
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, fui tan sabio? Y dije en mi corazón: Esto también es vanidad.
Ec 2
:16
2:16
Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado. ¡Y cómo muere el sabio lo mismo que el necio!
Ec 2
:17
2:17
Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y
acorrer tras el viento.
Ec 2
:18
2:18
Asimismo aborrecí todo mi trabajo con que me había afanado debajo del sol, porque lo he de
adejar a otro que vendrá después de mí.
Ec 2
:19
2:19
Y ¿quién sabe si será sabio o necio? Mas él se enseñoreará de todo mi trabajo con que yo me afané y en que ocupé mi sabiduría debajo del sol. Esto también es vanidad.
Ec 2
:20
2:20
Volví, por tanto, y entregué mi corazón al desaliento respecto a todo el trabajo con que me afané
adebajo del sol;
Ec 2
:21
2:21
porque hay un hombre que se ha afanado con sabiduría, con conocimiento y con destreza, y da su hacienda al que no se ha afanado en ella. Esto también es vanidad y un gran mal.
Ec 2
:22
2:22
Porque, ¿qué obtiene el hombre de todo su trabajo y de la fatiga de su corazón con que se afana debajo del sol?
Ec 2
:23
2:23
Porque todos sus días son dolores, y su tarea, molestia; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
Ec 2
:24
2:24
No hay cosa mejor para el hombre que
1acomer y beber, y que su alma disfrute de su trabajo. Esto también he visto, que esto procede de la mano de Dios.
Ec 2
:25
2:25
Porque, ¿quién comerá, o quién se alegrará
1sin Él?
Ec 2
:26
2:26
Porque al hombre que es grato a Sus ojos, Él le da sabiduría, conocimiento y gozo; mas al pecador le da la tarea de recoger y amontonar para que le sea dado a quien agrada a Dios. Esto también es vanidad y
acorrer tras el viento.
