32.
Enseña en cuanto a la oración persistente
18:1-8
Lc 18
:1
18:1
También les dijo
Jesús una
aparábola sobre la necesidad de
borar siempre, y
cno desmayar,
Lc 18
:2
18:2
diciendo: Había en una ciudad un juez, que
ani temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Lc 18
:3
18:3
Había también en aquella ciudad una
1viuda, la cual venía a él, diciendo:
2Hazme justicia de mi
3adversario.
Lc 18
:4
18:4
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
Lc 18
:5
18:5
sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote.
Lc 18
:6
18:6
Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el
ajuez injusto.
Lc 18
:7
18:7
¿Y acaso Dios no hará
ajusticia a Sus
bescogidos, que claman a Él
cdía y noche aunque
1los dhaga esperar?
Lc 18
:8
18:8
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando
1avenga el Hijo del Hombre, ¿hallará
2fe en la tierra?
33.
Enseña en cuanto a entrar en el reino de Dios
18:9-30
a.
Humillarse
vs.9-14
Lc 18
:9
18:9
A unos que
aconfiaban en sí mismos como
bjustos, y menospreciaban a los otros,
1dijo también esta parábola:
Lc 18
:10
18:10
Dos hombres
asubieron al templo a orar: uno era
bfariseo, y el otro recaudador de impuestos.
Lc 18
:11
18:11
El fariseo,
apuesto en pie, oraba esto para sí: Dios, te doy gracias porque
1no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este recaudador de impuestos;
Lc 18
:12
18:12
1aayuno dos veces a la
2semana,
bdoy diezmos de todo lo que gano.
Lc 18
:13
18:13
Mas el recaudador de impuestos, estando lejos,
ano quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
bgolpeaba el pecho, diciendo: Dios,
1sé propicio a mí,
cpecador.
Lc 18
:14
18:14
Os digo: Éste descendió a su casa
ajustificado en lugar del otro; porque todo el que se enaltece, será
bhumillado, pero el que se humilla será enaltecido.
b.
Ser como niños
vs.15-17
Lc 18
:15
18:15
Le traían también los
aniños para que los tocase; pero al verlo los discípulos, les
breprendieron.
Lc 18
:16
18:16
Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a Mí, y no se lo
1aimpidáis; porque de los tales es el
2breino de Dios.
Lc 18
:17
18:17
De cierto os digo: El que no recibe el
areino de Dios como un
1bniño, no entrará en él.
c.
Renunciar a todo y seguir al Salvador-Hombre
vs.18-30
Lc 18
:18
18:18
1Un hombre principal le preguntó,
adiciendo: Maestro bueno, ¿
2qué he de hacer para
bheredar la
cvida eterna?
Lc 18
:19
18:19
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno, Dios.
Lc 18
:20
18:20
Los mandamientos sabes: “
aNo adulteres; no mates; no hurtes; no digas falso testimonio;
bhonra a tu padre y a tu madre”.
Lc 18
:21
18:21
Él dijo:
aTodo esto lo he guardado desde
mi juventud.
Lc 18
:22
18:22
Jesús, oyendo
esto, le dijo: Aún te falta una cosa:
avende todo lo que tienes, y repártelo a los
bpobres, y tendrás tesoro en los
ccielos; y ven,
dsígueme.
Lc 18
:23
18:23
Entonces él,
aoyendo esto, se puso muy triste, porque era sumamente rico.
Lc 18
:24
18:24
Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que tienen
ariquezas!
Lc 18
:25
18:25
Porque más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una
1aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
Lc 18
:26
18:26
Y los que oyeron
esto dijeron: ¿
1Quién, pues, podrá ser salvo?
Lc 18
:27
18:27
Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es
aposible para Dios.
Lc 18
:28
18:28
Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos
adejado nuestras posesiones y te hemos
bseguido.
Lc 18
:29
18:29
Y Él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o
ahermanos, o padres, o hijos,
1por el
breino de Dios,
Lc 18
:30
18:30
que no haya de recibir mucho más en
1este tiempo, y en el siglo
avenidero la
bvida eterna.
34.
Revela Su muerte y Su resurrección por tercera vez
18:31-34
Lc 18
:31
18:31
Tomando aparte a los
adoce,
Jesús les dijo: He aquí
bsubimos a
cJerusalén, y se
dcumplirán todas las cosas escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.
Lc 18
:32
18:32
Pues será
1aentregado a los gentiles, y será
bescarnecido, y afrentado, y
cescupido.
Lc 18
:33
18:33
Y después que le hayan
aazotado, le matarán; mas al
btercer día resucitará.
Lc 18
:34
18:34
Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era
aencubierta, y no entendían lo que se les decía.
35.
Sana a un ciego cerca de Jericó
18:35-43
Lc 18
:35
18:35
Aconteció que
1aacercándose Jesús a
bJericó, un
cciego estaba sentado junto al camino mendigando;
Lc 18
:36
18:36
y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.
Lc 18
:37
18:37
Y le dijeron que pasaba Jesús
anazareno.
Lc 18
:38
18:38
Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús,
1aHijo de David, ten misericordia de mí!
Lc 18
:39
18:39
Y los que iban delante le
areprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Lc 18
:40
18:40
Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a Su presencia; y cuando llegó, le preguntó:
Lc 18
:41
18:41
¿
1Qué quieres que te
ahaga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.
Lc 18
:42
18:42
Jesús le dijo: Recíbela, tu
afe te ha
1sanado.
Lc 18
:43
18:43
Y al instante recibió la vista, y le seguía,
aglorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio
aquello, dio
balabanza a Dios.