36.
Salva a Zaqueo
19:1-10
Lc 19
:1
19:1
Habiendo entrado
Jesús en
1aJericó, iba pasando por la ciudad.
Lc 19
:2
19:2
Y he aquí
habÍa un varón llamado Zaqueo, jefe de los
1recaudadores de impuestos, y rico.
Lc 19
:3
19:3
Y procuraba
aver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Lc 19
:4
19:4
Y corriendo delante, subió a un árbol
1asicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Lc 19
:5
19:5
Cuando Jesús llegó al lugar, mirando hacia arriba, le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me quede en tu casa.
Lc 19
:6
19:6
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Lc 19
:7
19:7
Al ver
esto, todos
amurmuraban, diciendo: Ha entrado a posar con un hombre pecador.
Lc 19
:8
19:8
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la
1mitad de mis bienes doy a los
apobres; y si en algo he
2defraudado a alguno, se lo devuelvo
3cuadruplicado.
Lc 19
:9
19:9
Jesús le dijo: Hoy ha venido la
asalvación a esta casa; por cuanto él
1también es hijo de
bAbraham.
Lc 19
:10
19:10
Porque el Hijo del Hombre vino a
1abuscar y a salvar lo que se había
bperdido.
37.
Enseña en cuanto a la fidelidad
19:11-27
Lc 19
:11
19:11
Oyendo ellos estas cosas,
1prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de
aJerusalén, y ellos pensaban que el
breino de Dios
2aparecería inmediatamente.
Lc 19
:12
19:12
Dijo, pues:
1Un hombre de noble estirpe se
2fue a un país lejano, para recibir un reino y
3volver.
Lc 19
:13
19:13
Y llamando a
1adiez esclavos suyos, les dio diez
2minas, y les dijo: Negociad
3hasta que yo vuelva.
Lc 19
:14
19:14
Pero sus
1aconciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo:
2No queremos que éste reine sobre nosotros.
Lc 19
:15
19:15
Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos esclavos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían negociado.
Lc 19
:16
19:16
Se presentó el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
Lc 19
:17
19:17
Él le dijo: Bien
hecho, buen esclavo; por cuanto en lo poco has sido
afiel,
1tendrás autoridad
bsobre diez ciudades.
Lc 19
:18
19:18
Vino el segundo, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
Lc 19
:19
19:19
Y también a éste dijo: Tú también sé sobre
1cinco ciudades.
Lc 19
:20
19:20
1Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido
2guardada en un
apañuelo;
Lc 19
:21
19:21
porque tuve miedo de ti, por cuanto eres
1hombre severo; tomas lo que no depositaste, y siegas lo que
ano sembraste.
Lc 19
:22
19:22
Entonces él le dijo:
aMal esclavo, por tu propia boca te
1juzgaré. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no deposité y que siego lo que no sembré;
Lc 19
:23
19:23
¿por qué, pues, no pusiste mi dinero
1en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?
Lc 19
:24
19:24
Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas.
Lc 19
:25
19:25
Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Lc 19
:26
19:26
Pues yo os digo que a todo el que
atiene,
más se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Lc 19
:27
19:27
Pero a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y
1adegolladlos delante de mí.
IV.
El Salvador-Hombre se entrega a la muerte para efectuar la redención
19:28—22:46
A.
Entra en Jerusalén triunfalmente
19:28-40
Lc 19
:28
19:28
Dicho esto, iba delante
1subiendo a
aJerusalén.
Lc 19
:29
19:29
1Y aconteció que llegando cerca de
aBetfagé y de
bBetania, al
cmonte que se llama de los Olivos,
denvió dos de los discípulos,
Lc 19
:30
19:30
diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual
aningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo.
Lc 19
:31
19:31
Y si alguien os pregunta: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.
Lc 19
:32
19:32
Fueron los que habían sido enviados, y
ahallaron como les dijo.
Lc 19
:33
19:33
Y cuando desataban el
apollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?
Lc 19
:34
19:34
Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
Lc 19
:35
19:35
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima.
Lc 19
:36
19:36
Y a Su paso
1tendían sus
amantos por el camino.
Lc 19
:37
19:37
Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a
aalabar a Dios a grandes voces por todas las obras poderosas que habían
bvisto,
Lc 19
:38
19:38
diciendo: ¡Bendito el
aRey que viene en el
bnombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las
calturas!
Lc 19
:39
19:39
Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le
adijeron: Maestro, reprende a Tus discípulos.
Lc 19
:40
19:40
Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las
apiedras clamarían.
B.
Se lamenta sobre Jerusalén
19:41-44
Lc 19
:41
19:41
Y cuando llegó cerca, al ver la ciudad,
alloró sobre ella,
Lc 19
:42
19:42
diciendo: ¡Si aun tú misma supieras, en este día,
alo que es para
tu1paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Lc 19
:43
19:43
Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con
avallado, y te
bsitiarán, y por todas partes te estrecharán,
Lc 19
:44
19:44
y te
1derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti
apiedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu
2bvisitación.
C.
Purifica el templo y enseña allí
19:45-48
Lc 19
:45
19:45
Y aentrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían,
Lc 19
:46
19:46
diciéndoles: Escrito está: “Mi
acasa será casa de oración”; mas vosotros la habéis hecho cueva de
bladrones.
Lc 19
:47
19:47
Y aenseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban
bmatarle.
Lc 19
:48
19:48
Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba pendiente de Él, oyéndole.