7.
Quebranta el precepto sabático distorsionado, para satisfacer y librar al pueblo
6:1-11
Lc 6
:1
6:1
1Aconteció 2un aSábado, que pasando
Jesús por los sembrados, Sus discípulos arrancaban
bespigas y comían restregándolas con las manos.
Lc 6
:2
6:2
Y algunos de los
afariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que
bno es lícito hacer en el Sábado?
Lc 6
:3
6:3
Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo
aDavid cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban;
Lc 6
:4
6:4
cómo entró en la casa de Dios, y tomó los
apanes de la Presencia, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?
Lc 6
:5
6:5
Y les decía: El
aHijo del Hombre es Señor del Sábado.
Lc 6
:6
6:6
1Aconteció también otro Sábado, que Él entró en la
asinagoga y
2enseñaba; y estaba allí un
bhombre que tenía seca la mano derecha.
Lc 6
:7
6:7
Y le
aacechaban los escribas y los fariseos,
para ver si en el Sábado lo sanaría, a fin de hallar de qué
bacusarle.
Lc 6
:8
6:8
Mas Él
aconocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.
Lc 6
:9
6:9
Entonces Jesús les dijo: Os pregunto: ¿Es
alícito en el Sábado hacer bien, o hacer mal? ¿salvar una
1vida, o destruirla?
Lc 6
:10
6:10
Y amirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo, y su mano fue restaurada.
Lc 6
:11
6:11
Pero ellos se llenaron de
1afuror, y
bhablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
8.
Designa a doce apóstoles
6:12-16
Lc 6
:12
6:12
En aquellos días Él fue al monte a
1aorar, y pasó toda la noche
2orando a Dios.
Lc 6
:13
6:13
Y cuando era de día,
1allamó a Sus
bdiscípulos, y escogió a doce de entre ellos, a los cuales también llamó
capóstoles:
Lc 6
:14
6:14
a aSimón, a quien también llamó
bPedro, a
cAndrés su hermano,
dJacobo, Juan,
eFelipe, Bartolomé,
Lc 6
:15
6:15
aMateo, Tomás, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,
Lc 6
:16
6:16
aJudas 1hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
9.
Enseña a Sus discípulos la moralidad más elevada
6:17-49
Lc 6
:17
6:17
Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano; y había una
agran multitud de Sus discípulos y una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de
bTiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
Lc 6
:18
6:18
y los que habían sido atormentados de
aespíritus inmundos eran sanados.
Lc 6
:19
6:19
Y toda la multitud procuraba
atocarle, porque
bpoder salía de Él y sanaba a todos.
Lc 6
:20
6:20
Y aalzando los ojos hacia Sus discípulos,
bdecía:
1Bienaventurados vosotros los
2cpobres, porque vuestro es el
3dreino de Dios.
Lc 6
:21
6:21
Bienaventurados los que ahora
atenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora
blloráis, porque reiréis.
Lc 6
:22
6:22
Bienaventurados seréis cuando los hombres os
aaborrezcan, y cuando os aparten
de sÍ, y os
bvituperen, y
cdesechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Lc 6
:23
6:23
aRegocijaos en aquel día, y saltad de gozo, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los
bprofetas.
Lc 6
:24
6:24
1Mas ¡
aay de vosotros,
bricos! porque ya habéis
2crecibido todo vuestro consuelo.
Lc 6
:25
6:25
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque
atendréis hambre. ¡Ay
de vosotros, los que ahora
breís! porque lamentaréis y lloraréis.
Lc 6
:26
6:26
¡Ay
de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos
aprofetas.
Lc 6
:27
6:27
Pero a vosotros los que oís, os digo:
1Amad a vuestros
aenemigos, haced bien a los que os aborrecen;
Lc 6
:28
6:28
abendecid a los que os maldicen, y
borad por los que os injurian.
Lc 6
:29
6:29
Al que te
ahiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.
Lc 6
:30
6:30
A todo el que te pida,
adale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
Lc 6
:31
6:31
Y como queréis que
ahagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Lc 6
:32
6:32
Si aamáis a los que os aman, ¿qué
1mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman.
Lc 6
:33
6:33
Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.
Lc 6
:34
6:34
Y si
aprestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
Lc 6
:35
6:35
Amad, pues, a vuestros
aenemigos, y haced bien, y
bprestad,
1no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis
chijos del
dAltísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.
Lc 6
:36
6:36
Sed, pues, compasivos,
acomo también vuestro Padre es
bcompasivo.
Lc 6
:37
6:37
1aNo juzguéis, y no seréis juzgados;
bno condenéis, y no seréis condenados;
2cperdonad, y seréis
2perdonados.
Lc 6
:38
6:38
aDad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida
y rebosando darán en vuestro
1regazo; porque con la misma
bmedida con que medís, se os volverá a medir.
Lc 6
:39
6:39
Y les decía una parábola: ¿Acaso puede
1un 2ciego aguiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?
Lc 6
:40
6:40
El adiscípulo no está sobre el maestro; mas todo el que sea perfeccionado, será como su maestro.
Lc 6
:41
6:41
¿Por qué
1miras la
apaja que está en el ojo de tu hermano, y no consideras la viga que está en tu
bpropio ojo?
Lc 6
:42
6:42
¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo?
1Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás claro para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Lc 6
:43
6:43
aNo es buen árbol el que da malos frutos, ni tampoco árbol malo el que da buen fruto.
Lc 6
:44
6:44
Porque cada árbol se
aconoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.
Lc 6
:45
6:45
El hombre bueno, del
abuen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque
bde la abundancia del corazón habla la boca.
Lc 6
:46
6:46
¿Por qué me llamáis,
aSeñor, Señor, y no hacéis lo que Yo digo?
Lc 6
:47
6:47
1Todo aquel que viene a Mí, y
aoye Mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
Lc 6
:48
6:48
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba bien construida.
Lc 6
:49
6:49
Mas el que oye y no hace, semejante es al hombre que edificó una casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, e inmediatamente
acayó, y fue grande el derrumbe de aquella casa.