II.
El hombre cae al ser corrompido por Satanás
3:1—11:32
A.
La primera caída del hombre: de la presencia de Dios a ser regido por su conciencia
3:1-24
1.
La tentación por parte de la serpiente (Satanás) y la primera caída del hombre
vs. 1-7
Gn 3
:1
3:1
Ahora bien, la
1aserpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho. Y dijo a la
2mujer: ¿
3Es cierto que Dios ha dicho:
bNo comeréis de ningún árbol del huerto?
Gn 3
:2
3:2
La mujer
1respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
Gn 3
:3
3:3
pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios:
aNo comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.
Gn 3
:4
3:4
Entonces la serpiente dijo a la mujer: ¡
aCiertamente no moriréis!
Gn 3
:5
3:5
1Antes bien, sabe Dios que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos, y seréis
acomo 2Dios, conocedores del bien y del mal.
Gn 3
:6
3:6
Y cuando la
amujer vio que el árbol era bueno para comer y que era
bdeleitoso a los ojos, y árbol deseable para alcanzar la sabiduría,
1tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, con ella, y él
ccomió.
Gn 3
:7
3:7
1Entonces fueron
aabiertos los ojos de ambos, y
2conocieron que estaban desnudos; y cosieron
3hojas de higuera y se hicieron delantales.
2.
Dios toma medidas con respecto a la primera caída del hombre
vs. 8-24
a.
Busca al hombre
vs. 8-13
Gn 3
:8
3:8
Y 1oyeron a Jehová Dios que se paseaba en el huerto a la hora de la
2brisa; y el hombre y su mujer se
aescondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Gn 3
:9
3:9
Y 1Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿
2Dónde estás?
Gn 3
:10
3:10
Él respondió: Te oí en el huerto y tuve miedo, porque estoy
adesnudo; por eso me escondí.
Gn 3
:11
3:11
Y Dios le dijo: ¿
1Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual Yo te mandé que no comieses?
Gn 3
:12
3:12
El hombre le respondió: La mujer que me diste
para que estuviera conmigo, ella me dio del árbol, y comí.
Gn 3
:13
3:13
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
aserpiente me engañó, y comí.
b.
Juzga a la serpiente
v. 14
Gn 3
:14
3:14
Y Jehová Dios dijo a la serpiente:
Por cuanto esto hiciste,
1maldita eres, más que todo el ganado
y más que todos los animales del campo. Sobre tu
2vientre andarás,
y
apolvo comerás
todos los días de tu vida.
c.
Hace una promesa con relación a la simiente de la mujer
v. 15
Gn 3
:15
3:15
Pondré enemistad
entre ti y la
1mujer,
y entre tu
2simiente y la
3simiente suya;
él te
4aherirá en la cabeza,
pero tú le herirás en el calcañar.
d.
Disciplina al hombre mediante los sufrimientos
vs. 16-19
Gn 3
:16
3:16
A la mujer dijo:
Multiplicaré en gran manera
el dolor en tus
1aembarazos;
con dolor darás a luz los hijos.
Y tu deseo será para tu marido,
y él te
bgobernará.
Gn 3
:17
3:17
Y a Adán dijo: Por cuanto escuchaste la voz de tu mujer y comiste del árbol del que te mandé diciendo: No comerás de él,
amaldita es la tierra por tu causa;
con
1bfatiga comerás de ella
todos los días de tu vida.
Gn 3
:18
3:18
aEspinos y cardos te producirá,
y comerás la hierba del campo;
Gn 3
:19
3:19
con el sudor de tu rostro
comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues
apolvo eres,
y
bal polvo volverás.
e.
Muestra el anticipo de la redención
vs. 20-21
Gn 3
:20
3:20
Y el hombre llamó el nombre de su mujer
1Eva, porque ella era madre de
atodos los vivientes.
Gn 3
:21
3:21
Y Jehová Dios hizo a Adán y a su mujer túnicas de
1pieles y los
2avistió.
f.
Cierra el camino al árbol de la vida
vs. 22-24
Gn 3
:22
3:22
Luego dijo Jehová Dios: He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno de
aNosotros, conocedor del bien y del mal; ahora, pues,
1que no alargue su mano y tome también del
bárbol de la vida, y coma y viva para siempre…
Gn 3
:23
3:23
Y lo echó Jehová Dios del huerto del Edén, para que labrase la
atierra de la cual fue tomado.
Gn 3
:24
3:24
Expulsó, pues, al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén los
1aquerubines y una espada llameante que giraba en toda dirección para guardar el camino al
bárbol de la vida.