1.
(La quinta advertencia: corred la carrera y no os apartéis de la gracia)
12:1-29
He 12
:1
12:1
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande
1anube de
2testigos, despojémonos de todo
3peso y del
4bpecado que tan fácilmente nos enreda, y
ccorramos con
dperseverancia la
5carrera que tenemos por delante,
He 12
:2
12:2
1puestos los ojos
aen 2Jesús, el
3bAutor y
4Perfeccionador de nuestra fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la
ccruz, menospreciando el
doprobio, y se
5esentó a la diestra del
ftrono de Dios.
He 12
:3
12:3
aConsiderad a Aquel que sufrió tal
bcontradicción de pecadores contra Sí mismo, para que no os canséis ni
1desfallezcan vuestras almas.
He 12
:4
12:4
Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el
1pecado;
He 12
:5
12:5
y habéis olvidado por completo la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: “
aHijo mío, no menosprecies
1la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por Él;
He 12
:6
12:6
porque el Señor al que ama,
1adisciplina, y
bazota a todo hijo que recibe”.
He 12
:7
12:7
Es para
vuestra1disciplina que soportáis; Dios os trata como a
ahijos. Porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
He 12
:8
12:8
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
He 12
:9
12:9
Además, tuvimos a nuestros padres carnales que nos
1disciplinaban, y los
arespetábamos. ¿Por qué no nos someteremos mucho mejor al
2bPadre de los espíritus, y
cviviremos?
He 12
:10
12:10
Porque ellos, por pocos días nos disciplinaban como les parecía, pero Él para lo que es provechoso, para que participemos de Su
1asantidad.
He 12
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12:11
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser
causa de gozo, sino de tristeza; pero después da
1afruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados.
He 12
:12
12:12
Por lo cual,
1enderezad las
amanos caídas y las rodillas paralizadas;
He 12
:13
12:13
y haced
1sendas aderechas para vuestros pies, para que lo cojo no se
2disloque, sino que sea
bsanado.
He 12
:14
12:14
aSeguid la paz con todos, y la
1bsantificación, sin la cual nadie verá al Señor.
He 12
:15
12:15
Mirad bien, no sea que alguno
1acaiga de la
bgracia de Dios; que brotando alguna
2craíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
dcontaminados;
He 12
:16
12:16
no sea que haya algún
afornicario, o profano, como
bEsaú, que a cambio de una sola comida entregó su
1primogenitura.
He 12
:17
12:17
Porque ya sabéis que aun después,
adeseando heredar la bendición, fue desechado, y
1no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque lo procuró con lágrimas.
He 12
:18
12:18
Porque no os habéis acercado
al 1amonte que se podía
bpalpar, y que ardía en
cfuego, a la
doscuridad, a las
etinieblas y al torbellino,
He 12
:19
12:19
al asonido de la trompeta, y a la
bvoz que hablaba,
debido a la cual los que la oyeron
crogaron que no se les hablase más,
He 12
:20
12:20
porque no podían soportar lo que se ordenaba: “
aSi aun una bestia toca el monte, será apedreada”;
He 12
:21
12:21
y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: “Estoy
aaterrado y temblando”;
He 12
:22
12:22
sino que os habéis acercado al
1monte aSion y a la
2bciudad del
cDios vivo,
dJerusalén la celestial; y a
emiríadas de ángeles, la
3asamblea universal;
He 12
:23
12:23
y a la
aiglesia de los
1bprimogénitos que están
2cinscritos en los cielos; y a Dios, el
dJuez de todos; y a los espíritus de los justos hechos perfectos;
He 12
:24
12:24
y a Jesús, el
aMediador del
1bnuevo pacto; y a la
2csangre drociada que
3habla mejor que
la de eAbel.
He 12
:25
12:25
Mirad que no rehuséis a Aquel que
ahabla. Porque si no
bescaparon aquellos que rehusaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos
cescaparemos nosotros, si nos apartamos de Aquel que
amonesta desde los cielos.
He 12
:26
12:26
La voz del cual
aconmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: “
bAún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo”.
He 12
:27
12:27
Y esta
frase: “Aún una vez”, indica con claridad la
aremoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que
bqueden las inconmovibles.
He 12
:28
12:28
Así que, recibiendo nosotros un
1areino inconmovible,
2tengamos la
bgracia, y mediante ella
csirvamos a Dios
dagradándole con piedad y
etemor;
He 12
:29
12:29
porque nuestro Dios es
1afuego consumidor.