I.
Introducción
1:1-2
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1Pablo,
aapóstol de Cristo Jesús
bsegún el
2cmandato de
3dDios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra
4eesperanza,
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a 1aTimoteo, verdadero
bhijo en la
2fe: Gracia,
cmisericordia y paz, de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
II.
La economía de Dios en contraste con las enseñanzas diferentes
1:3-17
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Como te exhorté, al
1irme a
aMacedonia, a que te quedases en
bÉfeso, para que mandases a
2algunos que no enseñen
3ccosas diferentes,
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ni presten atención a
1amitos y
2bgenealogías interminables, que acarrean
cdisputas más bien que la
3deconomía de Dios que se funda en la
4efe.
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Pues el propósito de esta
1orden es el
2aamor nacido de un
3bcorazón puro, una buena
cconciencia y una
dfe no fingida,
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de las cuales cosas algunos,
1ahabiéndose desviado, se apartaron a
2bvana palabrería,
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queriendo ser
1amaestros de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que
2bafirman con tanta seguridad.
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Pero sabemos que la
aley es buena, si uno la usa legítimamente
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y sabe esto, que la
aley no fue dada para el justo, sino para los
1inicuos e
bindomables, para los
cimpíos y pecadores, para los
dirreverentes y
eprofanos, para los que
2levantan la mano contra su padre y contra su madre, para los homicidas,
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para los fornicarios, para los
ahomosexuales, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la
1bsana enseñanza,
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asegún el
1bevangelio de la gloria del Dios
cbendito, que a mí me ha sido
dencomendado.
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Doy gracias al que me
1areviste de poder, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por
bfiel,
cponiéndome en el
dministerio,
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habiendo yo sido antes
1blasfemo,
aperseguidor e
2injuriador; mas me fue concedida
3bmisericordia porque lo hice por
4cignorancia, en
dincredulidad.
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Y la
1agracia de nuestro Señor
bsobreabundó con la
2cfe y el amor que están en Cristo Jesús.
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aPalabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús
1vino al mundo para salvar a los
bpecadores, de los cuales yo soy el primero.
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Pero por esto me fue concedida
amisericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda Su longanimidad, y quedara yo como
1modelo para los que habrían de
bcreer en Él para
2cvida eterna.
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1:17
1Por tanto, al
aRey de los siglos,
bincorruptible,
cinvisible, al
dúnico Dios, sea
2ehonor y
fgloria por los siglos de los siglos. Amén.
III.
La fe y una buena conciencia son necesarias para guardar la fe
1:18-20
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Timoteo,
ahijo mÍo, te confío este
1bencargo en conformidad con las
2cprofecías que se hicieron antes en cuanto a ti, para que por ellas
3dmilites la buena milicia,
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amanteniendo la
1bfe y una buena
cconciencia, desechando las cuales
2naufragaron en cuanto a la
3dfe algunos,
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:20
1:20
de los cuales son
1aHimeneo y
2bAlejandro, a quienes
centregué a Satanás como
3castigo para que aprendan a no
dblasfemar.
