B.
Su función y su competencia
3:1-6
2 Co 3
:1
3:1
¿Comenzamos otra vez a
arecomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de
bcartas de recomendación para vosotros, o de parte vuestra?
2 Co 3
:2
3:2
1Nuestra acarta sois vosotros, escrita en
2nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres;
2 Co 3
:3
3:3
siendo manifiesto que sois
1carta de Cristo
2redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino
3con el
aEspíritu del
bDios vivo; no en
ctablas de piedra, sino en tablas de
4dcorazones de carne.
2 Co 3
:4
3:4
Y tal
aconfianza tenemos mediante Cristo para con Dios;
2 Co 3
:5
3:5
no que seamos
1acompetentes por nosotros mismos para
2considerar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
3competencia proviene
bde Dios,
2 Co 3
:6
3:6
el cual asimismo nos hizo
aministros bcompetentes de un
cnuevo pacto,
ministros no de la
1letra, sino del
2dEspíritu; porque la
3letra mata, mas el
4eEspíritu vivifica.
C.
Su gloria y su superioridad
3:7-11
2 Co 3
:7
3:7
Ahora bien, si el
1ministerio de
amuerte grabado con letras en
bpiedras 2vino en
3cgloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se desvanecía,
2 Co 3
:8
3:8
¿cómo no con mayor razón estará en
1gloria el
2aministerio del
bEspíritu?
2 Co 3
:9
3:9
Porque si hay gloria con respecto al ministerio de
1acondenación, mucho más
2abunda en gloria el ministerio de la
3bjusticia.
2 Co 3
:10
3:10
Porque también lo que fue
1glorificado 2en este respecto,
3no fue glorificado a causa de la gloria supereminente.
2 Co 3
:11
3:11
Porque si aquello que
1se desvanecía
fue dado2por medio de
agloria, cuánto más lo que permanece estará en
bgloria.
III.
Los ministros del nuevo pacto
3:12—7:16
A.
Constituidos por el Señor y de Él, Aquel que es el Espíritu vivificante y transformador
3:12-18
2 Co 3
:12
3:12
Así que, teniendo tal
1esperanza, usamos de mucha
2afranqueza;
2 Co 3
:13
3:13
y no como Moisés, que ponía un
avelo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista
1en el fin de aquello que se desvanecía.
2 Co 3
:14
3:14
Pero las
1amentes de ellos se
bendurecieron; porque hasta el día de hoy, les queda el mismo velo cuando
cleen el antiguo pacto,
2no siéndoles revelado que en Cristo
el velo es quitado.
2 Co 3
:15
3:15
Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a
1Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.
2 Co 3
:16
3:16
Pero cuando
1su corazón se vuelve al Señor, el
avelo es quitado.
2 Co 3
:17
3:17
1Y el
2Señor es el
3aEspíritu; y donde está el
4bEspíritu del Señor, allí hay
5clibertad.
2 Co 3
:18
3:18
1Mas,
2nosotros todos, a
3cara descubierta
4amirando y reflejando como un
5bespejo la
6cgloria del Señor,
7somos dtransformados 8de gloria en
egloria en la
9misma fimagen, como
10por el
11Señor Espíritu.