II.
La segunda lamentacion: una lamentacion por causa de la destruccion de la ciudad santa
2:1-22
A.
La destruccion de la ciudad santa efectuada por Jehova el Senor
vs. 1-10
Lm 2
:1
2:1
¡Cómo el Señor en Su furor
ha cubierto con nube a la hija de Sion!
Ha arrojado del cielo a la tierra
la gloria de Israel,
y no se ha acordado del
aestrado de Sus pies
en el día de Su furor.
Lm 2
:2
2:2
El Señor ha devorado todas las moradas de Jacob,
no ha perdonado
ninguna; ha derribado en Su ira desbordante
las fortalezas de la hija de Judá.
Las ha echado por tierra;
ha profanado el reino y a sus príncipes.
Lm 2
:3
2:3
Cortó con el ardor de Su ira
todo el cuerno de Israel.
Ha hecho retroceder Su diestra
ante el enemigo.
Se ha encendido en Jacob como llama de fuego
que consume todo en derredor.
Lm 2
:4
2:4
Ha entesado Su arco como enemigo;
ha afirmado Su diestra como adversario
y ha matado todo cuanto era agradable al ojo.
En la tienda de la hija de Sion
ha derramado como fuego Su ira.
Lm 2
:5
2:5
El Señor ha venido a ser como
aenemigo:
ha devorado a Israel,
ha devorado todos sus palacios,
ha destruido sus fortalezas
y ha multiplicado en la hija de Judá
el duelo y la lamentación.
Lm 2
:6
2:6
Como a un huerto ha quitado con violencia Su
1pabellón y ha destruido el lugar de Su asamblea.
Jehová ha hecho olvidar en Sion
la fiesta señalada y el Sábado,
y en la indignación de Su ira ha menospreciado
al rey y al sacerdote.
Lm 2
:7
2:7
Ha desechado el Señor Su altar,
ha despreciado Su santuario;
ha entregado en manos del enemigo
los muros de sus palacios.
Ellos han hecho resonar
sus voces en la casa de Jehová
como en día de fiesta señalada.
Lm 2
:8
2:8
Jehová determinó destruir
los muros de la hija de Sion;
ha extendido el
acordel,
y no ha retirado Su mano de la destrucción;
ha reducido a duelo el antemuro y el muro;
languidecen juntamente.
Lm 2
:9
2:9
Sus puertas se han hundido en la tierra;
Él ha destruido y quebrantado sus cerrojos;
su
arey y sus príncipes están entre las naciones
donde no hay ley; sus
bprofetas tampoco hallan
visión de Jehová.
Lm 2
:10
2:10
Los ancianos de la hija de Sion
se sientan en tierra; están callados.
Han echado polvo sobre sus cabezas
y se han ceñido de cilicio.
Las vírgenes de Jerusalén
bajan sus cabezas a tierra.
B.
El lamento del profeta
vs. 11-19
Lm 2
:11
2:11
Mis ojos se consumen por las
alágrimas,
mis entrañas hierven,
y mi hígado se derrama por tierra
a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo,
pues los pequeños y los que maman
desfallecen en las calles de la ciudad.
Lm 2
:12
2:12
Dicen a sus madres:
¿Dónde están el grano y el vino?,
mientras desfallecen como heridos
en las calles de la ciudad,
mientras derraman su alma
en el regazo de sus madres.
Lm 2
:13
2:13
¿Qué he de testificarte? ¿A qué te asemejaré,
oh hija de Jerusalén?
¿A qué te compararé, para consolarte,
oh virgen hija de Sion?
Porque grande como el mar es tu quebrantamiento.
¿Quién te sanará?
Lm 2
:14
2:14
Tus aprofetas vieron para ti
vanidad e insensatez,
y no descubrieron tu iniquidad
para hacerte volver de tu cautividad,
sino que vieron para ti cargas
de vanidad y de
motivos de destierro.
Lm 2
:15
2:15
Todos los que pasan por el camino
baten las manos contra ti;
sisean y menean la cabeza
contra la hija de Jerusalén,
diciendo: ¿Es ésta la ciudad que llamaron:
ala perfección de la hermosura,
el gozo de toda la tierra?
Lm 2
:16
2:16
Todos tus enemigos
han abierto contra ti su boca;
sisean y crujen los dientes
y dicen: La hemos devorado.
Ciertamente éste es el día que esperábamos;
lo hemos hallado, lo hemos visto.
Lm 2
:17
2:17
Jehová ha hecho lo que se
apropuso;
ha cumplido Su palabra,
la cual había mandado desde los días antiguos.
Ha derribado y no ha perdonado;
ha hecho que el enemigo se regocije sobre ti
y ha exaltado el cuerno de tus adversarios.
Lm 2
:18
2:18
El corazón de ellos clamaba al Señor:
Oh muro de la hija de Sion,
que corran las
alágrimas cual arroyo
día y noche;
no te des sosiego,
ni cese la niña de tu ojo.
Lm 2
:19
2:19
Levántate, clama en la noche
al comenzar las vigilias.
Derrama como agua tu corazón
ante el rostro del Señor;
aalza tus manos hacia Él
implorando por la vida de tus pequeñitos,
que desfallecen de hambre
en las cabeceras de todas las calles.
C.
Ella ora a Jehova
vs. 20-22
Lm 2
:20
2:20
Mira, oh Jehová, y observa,
¿a quién has tratado así?
¿Han de comer las mujeres sus frutos,
a los pequeñitos criados
por ellas?
¿Han de ser muertos el sacerdote y el profeta
en el santuario del Señor?
Lm 2
:21
2:21
El joven y el viejo
yacen por tierra en las calles;
mis vírgenes y mis jóvenes
han caído a espada.
Los has matado en el día de Tu furor;
has hecho matanza y no has perdonado.
Lm 2
:22
2:22
Has convocado, como si fuera día de fiesta señalada,
de todas partes mis terrores,
y en el día del furor de Jehová
no hubo quien escapase ni quedase vivo;
a los que crié y mantuve,
mi enemigo los consumió.
