D.
Hostigados por Balac y Balaam
22:1—25:18
1.
Las malas intenciones de Balac
22:1-40
Nm 22
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aPartieron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab al otro lado del Jordán, a la altura de Jericó.
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Y vio
aBalac, hijo de Zipor, todo lo que Israel había hecho a los amorreos.
Nm 22
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Y Moab tuvo gran temor del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.
Nm 22
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Y dijo
1Moab a los ancianos de
1Madián: Ahora lamerá esta multitud todos nuestros contornos, como lame el buey la hierba del campo. Y Balac, hijo de Zipor, era entonces rey de Moab.
Nm 22
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Envió mensajeros a
1aBalaam, hijo de Beor, en Petor, que está junto al
2Río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra y se ha establecido frente a mí.
Nm 22
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Ahora pues, ven, te ruego,
amaldíceme este pueblo, porque es más poderoso que yo. Tal vez yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas queda bendito, y el que tú maldigas queda maldito.
Nm 22
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Fueron, pues, los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con el precio de adivinación en sus manos, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.
Nm 22
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Él les dijo: Pasad la noche aquí, y os responderé según
1Jehová me diga. Y los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
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Y vino Dios a Balaam, y dijo: ¿Quiénes son estos varones que están contigo?
Nm 22
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Balaam respondió a Dios: Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado
a decir:
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aUn pueblo salió de Egipto y cubre la faz de la tierra. Ven pues, ahora, y maldícemelo; quizás podré pelear contra él y echarlo.
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Entonces dijo Dios a Balaam: No irás con ellos; no
1maldecirás al pueblo, porque
abendito es.
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Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Id a vuestra tierra, porque Jehová ha rehusado dejarme ir con vosotros.
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Y los príncipes de Moab se levantaron, fueron a Balac y dijeron: Balaam ha rehusado venir con nosotros.
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Volvió, pues, Balac a enviar príncipes, más numerosos y más honorables que los otros,
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los cuales fueron a Balaam y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego, no dejes que nada te estorbe de venir a mí,
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porque sin duda te honraré mucho y haré todo lo que me digas. Ven, pues, te ruego; maldíceme a este pueblo.
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aY Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.
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Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué más me dice Jehová.
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Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Ya que vinieron para llamarte estos hombres, levántate;
1vete con ellos, pero sólo harás lo que Yo te diga.
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Y Balaam se levantó por la mañana, ensilló su asna y fue con los príncipes de Moab.
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Y la ira de Dios se encendió porque él iba, y el
1aÁngel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos siervos suyos.
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Y cuando el asna vio al Ángel de Jehová de pie en el camino con Su espada desenvainada en Su mano, se apartó el asna del camino y se fue por el campo. Y azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino.
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Entonces el Ángel de Jehová se puso en una senda estrecha entre las viñas, que tenía pared a un lado y pared al otro.
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Y viendo el asna al Ángel de Jehová, se arrimó a la pared aplastando contra ella el pie de Balaam. Y él la azotó otra vez.
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Y el Ángel de Jehová pasó más allá y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.
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Cuando el asna vio al Ángel de Jehová, se echó al suelo, debajo de Balaam. Y se encendió la ira de Balaam, y azotó al asna con su vara.
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Entonces Jehová abrió la boca al
aasna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?
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Balaam respondió al asna: ¡Porque te has burlado de mí! Si tuviera espada en mi mano, ya te habría matado.
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Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna sobre la cual has cabalgado toda tu vida hasta este día? ¿Acaso he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
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Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al
aÁngel de Jehová de pie en el camino con Su espada desenvainada en Su mano. Y se inclinó y se postró sobre su rostro.
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Y el Ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí Yo he salido como adversario, porque anduviste de manera desenfrenada delante de Mí.
Nm 22
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El asna me ha visto y se ha apartado de delante de Mí estas tres veces. Si de Mí no se hubiera apartado, Yo también ya te habría matado a ti y a ella la habría dejado vivir.
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Entonces Balaam dijo al Ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que Tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te desagrada, yo me volveré.
Nm 22
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22:35
Y el Ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero sólo la palabra que Yo te diga, ésa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
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Cuando Balac oyó que Balaam venía, salió a su encuentro a la ciudad de Moab, que está junto a la frontera del Arnón, al extremo de la frontera.
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Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte con urgencia? ¿Por qué no has venido a mí? ¿Acaso no puedo yo
ahonrarte?
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Balaam respondió a Balac: He aquí, ya he venido a ti. ¿Podré hablar alguna cosa?
aLa palabra que Dios ponga en mi boca, ésa hablaré.
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Y fue Balaam con Balac, y llegaron a Quiriat-huzot.
Nm 22
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22:40
Y Balac sacrificó bueyes y ovejas, y los envió a Balaam y a los príncipes que estaban con él.
2.
Balaam profetiza en parabolas
22:41—24:25
a.
La primera parabola
22:41—23:12
Nm 22
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22:41
Por la mañana Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a
1Bamot-baal, y desde allí vio el
aextremo del pueblo.