f.
David se refugia en la cueva de Adulam, en Mizpe de Moab, y en el bosque de Haret de Juda
1 S. 22:1-5
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Yéndose luego David de allí, escapó a la
acueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo oyeron, descendieron allí a él.
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Y se juntaron con él todos los que estaban en apuros, todos los que estaban endeudados y todos los descontentos; y fue hecho capitán de ellos. Y tuvo consigo unos cuatrocientos hombres.
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Y se fue David de allí a Mizpe de
aMoab. Y dijo al rey de Moab: Permite que mi padre y mi madre estén con vosotros hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí.
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Los trajo, pues, delante del rey de Moab, y se quedaron con él todo el tiempo que David estuvo en ese lugar fuerte.
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Y el profeta
aGad dijo a David: No te quedes en el lugar fuerte; vete y entra en la tierra de Judá. Entonces David se fue y entró en el bosque de Haret.
g.
Saul mata al sacerdote Ahimelec y a su familia por causa de David
1 S. 22:6-23
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Entonces oyó Saúl que David y los hombres que estaban con él habían sido descubiertos. Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo del tamarisco, en lo alto, y tenía su lanza en la mano, y todos sus siervos estaban alrededor de él.
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22:7
Y dijo Saúl a sus siervos que estaban alrededor de él: Escuchad ahora, benjamitas: ¿Os dará a todos vosotros el hijo de Isaí
acampos y viñas, y os hará a todos vosotros capitanes de miles y capitanes de centenas,
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para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, de modo que nadie me haga saber cómo mi hijo ha hecho
apacto con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros se compadezca de mí y me haga saber cómo mi hijo ha levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?
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Entonces aDoeg, el edomita, que estaba a cargo de los siervos de Saúl, respondió y dijo: Yo vi al hijo de Isaí llegar a Nob, a donde estaba Ahimelec, hijo de Ahitob.
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Y éste
aconsultó por él a Jehová y le dio provisiones, y le dio la espada de Goliat, el filisteo.
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El rey envió entonces
hombres para que llamaran al sacerdote Ahimelec, hijo de Ahitob, y a toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob. Y todos ellos llegaron ante el rey.
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Y Saúl dijo: Escucha ahora, hijo de Ahitob. Y él dijo: Heme aquí, señor mío.
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22:13
Y le dijo Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí, dándole alimento y espada, y has consultado por él a Dios, para que se levante contra mí y me aceche, como lo hace hoy?
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Ahimelec respondió al rey y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, el cual es yerno del rey, tiene acceso a tu concilio y es honrado en tu casa?
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22:15
¿Acaso he comenzado hoy a consultar por él a Dios? ¡Lejos esté de mí! No culpe el rey de cosa alguna a su siervo,
ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, pequeña ni grande.
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Pero el rey dijo: Ciertamente morirás, Ahimelec, tú y toda la
acasa de tu padre.
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Luego dijo el rey a los corredores que estaban alrededor de él: Volveos y
1matad a los sacerdotes de Jehová; porque también la mano de ellos está con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo hicieron saber. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos para atacar a los sacerdotes de Jehová.
1 S 22
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22:18
Entonces dijo el rey a Doeg: Vuélvete y ataca a los sacerdotes. Y se volvió Doeg, el edomita, y atacó a los sacerdotes. Y mató en aquel día a ochenta y cinco varones que llevaban el efod de lino.
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22:19
Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada, así a hombres como a mujeres, a niños como a los que maman, bueyes, asnos y ovejas,
todo lo hirió a filo de espada.
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22:20
Pero uno de los hijos de Ahimelec, hijo de Ahitob, que se llamaba
aAbiatar, escapó y huyó tras David.
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Y Abiatar dijo a David que Saúl había dado muerte a los sacerdotes de Jehová.
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Y dijo David a Abiatar: Yo sabía aquel día que, estando allí Doeg, el edomita, sin duda él se lo iba a contar a Saúl. Yo soy el responsable de todas las vidas de la casa de tu padre.
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22:23
Quédate conmigo
y no temas, porque el que busca mi vida, busca también la tuya; pues conmigo estarás a salvo.
