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Mensajes del libro «Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, La»
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CAPÍTULO TRECE

EL TERRENO APROPIADO PARA EDIFICAR LA IGLESIA

  Por una parte, necesitamos ver el asunto de la edificación de la iglesia y, por otra parte, necesitamos ver cuál es la principal frustración para llevar a cabo tal edificación, a saber: no estar firmes sobre el terreno apropiado de la iglesia. Cuando los santos en Jerusalén fueron edificados juntos, ellos llegaron a ser la iglesia en Jerusalén. De igual modo, los santos en Éfeso fueron edificados juntamente para constituir la iglesia en Éfeso. Sin embargo, en la actualidad, este asunto del terreno apropiado de la iglesia ha llegado a ser un problema serio. En Taipéi, existen iglesias bautistas, iglesias presbiterianas, iglesias luteranas y otras iglesias. Taipéi se ha convertido en una ciudad donde existen muchas diferentes iglesias.

EL TERRENO APROPIADO PARA LA EDIFICACIÓN NO DEPENDE DE LA MEDIDA DE LA ESTATURA DE CRISTO QUE POSEAN LOS CREYENTES

  Necesitamos edificar la iglesia y prestar atención al terreno apropiado de la iglesia. El hermano T. Austin-Sparks piensa que la medida de la estatura de Cristo que poseamos debe ser el criterio a seguir en la edificación de la iglesia. Esto implica que podríamos unirnos a cualquier grupo que posea más de Cristo. La iglesia católica acepta la Biblia, acepta la verdad de la Trinidad y confiesa que Cristo Jesús es el Hijo de Dios, quien fue nacido de la virgen María, fue crucificado en la cruz, derramó Su sangre para obtener nuestra redención, resucitó de los muertos y ascendió a los cielos. Estos elementos están incluidos en las creencias ortodoxas del catolicismo. Algunos creyentes en el catolicismo incluso son más piadosos que muchos de nosotros. ¿Debemos entonces unirnos a los católicos ya que ellos tienen a Cristo? ¿O debemos unirnos a otro grupo que tenga aún más de Cristo? ¿Cuál es el criterio que demos seguir para determinar la cantidad de Cristo que posee cierto grupo?

EL TERRENO DE LA IGLESIA EN CUANTO A NUESTRA CREENCIA Y PRÁCTICA

  Un hermano occidental quien había sido influenciado por el hermano Austin-Sparks cuestionó por qué decimos que sólo nosotros somos la iglesia y que otros no lo son. Él ha cuestionado también el asunto de la administración local de la iglesia. Yo compartí tres puntos con él. Creemos que la iglesia es sólo una y única en todo el universo. Creemos también que la expresión de la iglesia se manifiesta en cada ciudad y debe haber sólo una sola. Las ciudades de Jerusalén, Antioquía y Corinto tenían una sola expresión, una sola iglesia. Creemos que cualquier otro terreno en el que la iglesia local se base es sectario y, por ende, no debe existir.

LA REALIDAD ESPIRITUAL Y EL TERRENO DE LA IGLESIA SON DOS ASUNTOS DISTINTOS

  El hermano Austin-Sparks no está de acuerdo con el criterio del terreno único de la iglesia. Él también condena el cristianismo organizado. En el tiempo de comunión que tuvimos con el hermano Austin-Sparks, un hermano preguntó: “Digamos que si existen cinco grupos independientes en una sola ciudad que han salido del cristianismo organizado, ¿alguno de estos grupos está en lo correcto, o todos ellos están equivocados?”. El hermano Austin-Sparks contestó que ninguno de estos grupos está absolutamente correcto, pero que están relativamente en lo correcto. Cuando le preguntamos lo que quería decir con la frase “relativamente correctos”, él contestó: “Cada grupo debe ser medido de acuerdo con la estatura de Cristo que posea. El grupo que tenga mayor medida de la estatura de Cristo está más correcto, y el grupo que tenga una medida menor de Cristo está un poco menos correcto”.

  Yo estaba traduciéndole al hermano Austin-Sparks en esa reunión, pero en esta coyuntura intervine en la discusión y le pregunté si existe alguna medida de Cristo en el catolicismo. Entonces comenté que ciertamente habíamos recibido ayuda de Madame de Guyón en cuanto al asunto de la vida, y que Madame de Guyón definitivamente poseía cierta medida de Cristo, aunque Madame de Guyón estaba en el catolicismo, lo cual nosotros condenamos. Debemos entender claramente que la espiritualidad y el terreno de la iglesia son dos asuntos completamente diferentes. Madame de Guyón era muy espiritual, pero ella no estaba en lo correcto en cuanto al asunto del terreno de la iglesia. El doctor F. B. Meyer es ampliamente recomendado por el hermano Austin-Sparks, pero el doctor Meyer nunca salió del cristianismo organizado, lo cual el hermano Austin-Sparks condenó. Basados en la espiritualidad y la medida de Cristo que posee el doctor Meyer, ¿debemos decir entonces que el cristianismo organizado está relativamente correcto? Andrew Murray es otro gigante espiritual quien permaneció también en el cristianismo organizado. Por lo tanto, no podemos determinar el asunto del terreno de la iglesia basados en la espiritualidad de una persona.

  Dios deseaba que Su pueblo permaneciera en la tierra de Israel y que tomara a Jerusalén como el centro de adoración hacia Dios. Jerusalén era el terreno donde el pueblo de Dios debía adorar a Dios. Después que Israel permaneciera en cautiverio en Babilonia durante setenta años, hubo un llamamiento para que ellos regresaran a Jerusalén. ¿Qué habría pasado si en ese tiempo se hubiera levantado un profeta diciendo que no importaba si ellos volvían a Jerusalén o permanecían en Babilonia, porque sólo les debe importar su estatura espiritual? Daniel era la persona más espiritual entre ellos. Usando la terminología del Nuevo Testamento, Daniel estaba lleno de Cristo; pero aun esta persona, quien estaba tan llena de Cristo y era tan espiritual, permanecía en Babilonia. Aquellos que regresaron a Jerusalén no eran tan espirituales como Daniel. Ellos tenían opiniones y debilidades, y algunos de ellos incluso se habían casado con mujeres gentiles. Su condición espiritual estaba muy por debajo del nivel espiritual de Daniel. Sin embargo, “¿estaba Daniel en el terreno correcto o el terreno correcto era donde estaban aquellos que eran débiles espiritualmente?”. Esto muestra que ser espiritual es una cosa y tomar el terreno apropiado de la iglesia es otra cosa muy distinta. Una persona puede ser muy espiritual, pero estar ubicado sobre un terreno equivocado. El hecho de que Daniel estuviera ubicado en un terreno equivocado era debido al arreglo soberano de Dios y no concordaba con la voluntad propia de Daniel. Aunque él estaba en Babilonia, su corazón estaba centrado en Jerusalén.

  Un día, el hermano Austin-Sparks preguntó qué queríamos decir con la expresión terreno de la localidad. Yo le puse un ejemplo. Dibujé un círculo que representaba la ciudad de Jerusalén y le dije que todos los creyentes en Jerusalén se reunían dentro de ese círculo; por lo tanto, ellos eran llamados la iglesia en Jerusalén. La ciudad de Jerusalén es el terreno apropiado para la iglesia en Jerusalén. La iglesia está en Jerusalén. Luego dibujé otro círculo que representaba a la iglesia en Corinto. La iglesia en Corinto inicialmente era una sola, pero los creyentes en Corinto gradualmente se dividieron. Aquellos que estaban a favor de Pablo vinieron a ser una secta paulina. Supongamos que algunos de los que pertenecían a la secta paulina emigraban a Samaria y declaraban, estando en Samaria, que ellos pertenecían a Pablo. Ellos tomarían a Pablo como su terreno en lugar de tomar Samaria como su terreno. Inicialmente había sólo una iglesia en Corinto: la iglesia en Corinto. La ciudad de Corinto era el terreno de la iglesia en Corinto. Pero una vez que ellos se dividieron, había unos de Pablo, otros tantos de Apolos, otros de Cefas y aun otros más de Cristo. Ellos habían perdido el terreno de la localidad. La secta paulina tomó a Pablo como su terreno, y la secta apolonia tomó a Apolos como su terreno. Supongamos que algunos hermanos de la iglesia en Jerusalén fueran a Samaria a reunirse con los hermanos allí, sólo para darse cuenta de que los hermanos allí pertenecían a Pablo. Los hermanos que venían de la iglesia en Jerusalén podían explicarles que la iglesia no puede ser de Pablo, pero los hermanos que estaban en Samaria insistirían en que ellos eran de Pablo; por lo tanto, los hermanos que venían de Jerusalén no tendrían otra opción ni alternativa sino reunirse separadamente de ellos en Samaria. Aunque habría dos grupos reuniéndose en Samaria, uno estaría reunido en el terreno de la localidad y los otros estarían reunidos tomando a Pablo como su terreno.

  Es posible que aquellos que estuvieran en el terreno apropiado fueran carnales y que aquellos que estaban tomando a Pablo como su terreno fueran espirituales; es decir, que cada grupo podía tener una medida de Cristo. Cuando otros creyentes visitaran Samaria, ¿debían tomar esa medida de Cristo como criterio y reunirse con la secta paulina?

  A la mañana siguiente el hermano Austin-Sparks habló concerniente a Cristo y afirmó que nosotros hacíamos de Cristo un Cristo pequeño y de la iglesia una iglesia pequeña al limitarlo todo al asunto del terreno. Yo traduje calmadamente lo que él decía aunque interiormente me sentía incómodo con su hablar. Esta discusión fue un asunto relacionado con la verdad. Dos más dos son cuatro. ¿Cómo pueden dos más dos ser igual a cinco? El hermano Austin-Sparks también percibió que habíamos llegado a un callejón sin salida, y suspendió la reunión de comunión del día siguiente. Él replicó que él y otro de los hermanos occidentales se sentían satisfechos con nuestras contestaciones y que no había necesidad de continuar la discusión.

NO DAR UN ÉNFASIS IMPROPIO A LA ESPIRITUALIDAD Y DESCUIDAR EL ASUNTO DEL TERRENO DE LA IGLESIA

  A fin de edificar una casa, ciertamente debe existir un lote o terreno; ése sería el terreno en donde se edifica la casa. De igual modo, la iglesia debe contar con un terreno. El hermano Austin-Sparks enfatiza sobremanera la espiritualidad pero descuida el asunto del terreno de la iglesia. Que el Señor me cubra con Su sangre al decir esto: la obra del hermano Austin-Sparks en la ciudad de Honor Oak es muy espiritual, pero debido a que él le da poca importancia al asunto del terreno de la iglesia, su obra no tiene futuro. Aquellos que se reúnen en Honor Oak aprenden muchos asuntos espirituales y ciertamente son ayudados espiritualmente, pero ellos no tienen a dónde ir el día que salgan de Honor Oak.

  Había un buen grupo de la Asamblea de los Hermanos en Londres. El hermano D. M. Panton también tenía una reunión allí. Ya que esas reuniones no pertenecían al cristianismo organizado, ¿por qué el hermano Austin-Sparks se separó de ellos e inició otra reunión en Honor Oak? Esto tenía que ver con la verdad concerniente al terreno. El hermano Austin-Sparks pudo haber argumentado que aquellos grupos no eran tan espirituales. Si esos grupos no eran muy espirituales, ¿a dónde debían ir los hermanos que se reunían con él cuando salieran de Honor Oak? ¿Debían ellos irse a la Iglesia Presbiteriana, o a la Iglesia Bautista? ¿O debían ellos seguir el modelo de Austin-Sparks e iniciar otra reunión separada? La espiritualidad es un asunto relativo, pero el terreno es algo absoluto.

  Tal como nosotros recibimos ayuda de Madame de Guyón y ciertamente honramos su porción espiritual, también recibimos ayuda del hermano Austin-Sparks y respetamos también su porción espiritual. Sin embargo, no concordamos con Madame de Guyón ni con el hermano Austin-Sparks en lo que refiere al terreno de la iglesia. Ciertamente respetamos la porción espiritual que posee el hermano Austin-Sparks, pero no aprobamos su punto de vista concerniente al asunto del terreno de la iglesia. No podemos aceptar sus correcciones; más bien, refutaremos su perspectiva. Esto es un asunto que tiene que ver absolutamente con la verdad. Aquellos que reciben ayuda de Honor Oak no tienen a dónde ir ni tienen manera de avanzar, pues aunque tienen espiritualidad, carecen del terreno genuino de la iglesia. Por consiguiente, aquellos que salen de Honor Oak, cuando van a diferentes lugares de la tierra, llegan a ser vagabundos que divagan. No podemos permitir que nuestros hermanos sean estrellas errantes sin tener un lugar definido a dónde ir. Si las iglesias en Taiwán sólo buscan el asunto de la espiritualidad, seguramente enfrentarán muchos problemas. El énfasis de la espiritualidad que sigue el hermano Austin-Sparks es demasiado subjetivo. Él puede hacer esto en Honor Oak, pero no puede venir a corregirnos en conformidad con su propio criterio. Tal corrección causaría que nuestra obra se desmoronara y nos haría ser semejantes a las denominaciones.

ESTAR FIRMES EN EL TERRENO DE LA LOCALIDAD Y ANDAR EN EL CAMINO DE LA VERDAD

  Aunque tal vez hoy no entendamos el alcance de estos asuntos, lo que hablo aquí es para la obra futura en otros lugares. En la actualidad hay muchos creyentes de diferentes trasfondos. Si aspiramos edificar la iglesia del Señor, debemos entender claramente lo que es el terreno de la iglesia; de otro modo, no tendremos manera de obtener dicha edificación. No podemos tomar la manera exclusivista y rechazar a todos los occidentales. Debemos recibirlos y reconocerlos como hermanos. Necesitamos desarrollar un discernimiento apropiado a fin de recibir a los hermanos occidentales. Si no lo hacemos, mucha de nuestra obra será en vano.

  Si no contendemos por el terreno de la localidad y tomamos la actitud de ser tolerantes como lo hacen las denominaciones, entonces sería mejor ahorrar nuestra energía y unirnos a ellos. Pero nuestro deseo es que los hijos de Dios se den cuenta de que en las denominaciones Dios no puede avanzar, pues ahí no hay manera de producir la verdadera edificación de la iglesia. Lo mejor que ellos pueden lograr es conducir a las personas a la salvación y darles cierta edificación espiritual. Durante los últimos treinta años el Señor nos ha mostrado que si hemos de edificar la iglesia, por una parte debemos ser espirituales y, por otra, debemos estar afirmados sobre el terreno de la localidad. Si sólo buscamos ser espirituales pero no tenemos el terreno ni la edificación, los hermanos no podrán avanzar. Si cambiamos nuestra actitud y desechamos la verdad concerniente al terreno, los hermanos se convertirán en estrellas errantes y no podrán avanzar.

  Todo asunto se rige por principios y leyes. Si no seguimos el camino de la verdad, otros lo harán. Y cuando aquellos que sí tomen el camino de la verdad nos cuestionen, no tendremos nada que responder. No tendremos manera de encarar sus cuestionamientos, porque habremos desechado el camino de la verdad. Tal vez alguien piense que no es necesario defender el asunto del bautismo por inmersión y que es suficiente con el bautismo por aspersión. Sin embargo, cuando un hermano que es bautizado por inmersión le cuestione, no podrá responderle, pues la verdad misma le condenará. Así que, por causa de la edificación de Dios, necesitamos una perspectiva precisa concerniente al asunto del terreno de la iglesia. Sólo estando firmes en el terreno de la iglesia podremos edificar verdaderamente la iglesia.

  Si deseamos unirnos con los hermanos y ser edificados con ellos, necesitamos amar al Señor, ser espirituales, mezclarnos con Dios y tener Su autoridad. Sin embargo, no podemos estar en la Iglesia Bautista ni en la Iglesia Luterana, sino únicamente en el terreno de la localidad. Estando sobre dicho terreno apropiado podemos hablar la verdad, y entonces nuestro hablar será claro y lógico. En esto consiste la edificación de la iglesia. La única manera de edificar es ser establecidos sobre el terreno apropiado. Si no tenemos la visión de este terreno, nuestro hablar no tendrá mucho alcance. Compartiremos la misma posición del hermano Austin-Sparks.

  Que el Señor tenga misericordia de nosotros a fin de que veamos claramente el asunto del terreno de la iglesia. Admitimos que los hermanos de Occidente son buenos hermanos, y que tienen un corazón limpio. Sin embargo, no tienen suficiente luz concerniente a la verdad y, por lo tanto, no entienden claramente el asunto del terreno de la iglesia. Además, ellos tienen un cierto sentido de superioridad occidental, lo cual no nos permite brindarles ayuda. Si no tuvieran tal sentir de superioridad y estuvieran dispuestos a humillarse y a tener comunión con nosotros respecto a la palabra del Señor, ellos gradualmente recibirían la luz. Su orgullo los lleva a tratar de cambiar todo lo que ellos tocan. Por consecuencia, son incapaces de recibir la luz, y así nos es difícil brindarles la ayuda.

  Esto indica que el cristianismo organizado tiene problemas; aun aquellos que son espirituales y puros tienen problemas. Su conducta y su perspectiva nos llevan a ser pasivos y a mantener cierta distancia con ellos, aunque no al grado de cortar definitivamente toda comunión. No obstante, debido a que no existe una comunión activa con ellos, resulta difícil tener una verdadera edificación. Por otra parte, si nos involucráramos en una comunión amplia con ellos, nuestra obra se disiparía. Ciertamente tenemos la manera de avanzar, pero no tenemos la manera de avanzar en nuestra relación con ellos. Por tanto, preferimos mantener nuestra posición.

  El asunto de la iglesia no es tan simple. Necesitamos ver la verdad y tener la visión del terreno de la iglesia. Nosotros recibimos todas las riquezas espirituales de aquellos que nos han precedido en los siglos anteriores, sin importar lo que ellos tomaron como su terreno. Sin embargo, estamos seguros del camino que el Señor quiere que tomemos. Nada puede cambiar nuestra posición. Ciertamente admiramos su espiritualidad, pero nuestro testimonio no es únicamente la espiritualidad. Sabemos con certeza que el Señor nos ha levantado para defender el terreno de la iglesia.

  Cuando el hermano Nee habló sobre el principio de la línea de Antioquía en 1937, su énfasis se centró en las iglesias locales. Las notas de los mensajes fueron compiladas y publicadas bajo el título Evaluando la obra; esta obra fue publicada posteriormente bajo el título La vida cristiana normal de la iglesia. El hermano Nee recibió esta luz. Durante los últimos veinte años hemos entendido su hablar de una manera más clara. Pero aún hay mucho más que ver sobre este asunto. Mi deseo es que entendamos este asunto, ya que la administración de la iglesia entre nosotros depende de nuestro entendimiento de estas verdades.

  En la actualidad los medios de transporte en el mundo son muy convenientes y están disponibles a todas las personas. La gente viaja de diferentes lugares a tener comunión con nosotros. Los hermanos occidentales pueden ser buenos hermanos y ser muy espirituales, pero también debemos estar conscientes de los problemas. No puedo decirles todo al respecto, pero les ruego que me crean. Estoy hablándoles seriamente y con toda solicitud sobre este asunto, pues no he decidido apresuradamente hablar de esto. He estado considerando esto por varios meses. Yo soy responsable de mis palabras, pero les pido que se esfuercen por entenderme correctamente. No estamos rompiendo relaciones con nuestros hermanos de Occidente. De ninguna manera somos una secta oriental. Pero debemos entender claramente el deseo del Señor al levantarnos. Necesitamos saber quiénes somos, discernir lo que otros tienen y saber cuál es la ayuda que debemos recibir de los demás. El hecho de estar conscientes de nuestra condición y de conocer al enemigo, nos garantiza la victoria en cada batalla. De esta manera no defraudaremos al Señor en lo que nos ha confiado.

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