
Ahora tenemos que empezar a actuar para que haya aumento. Recientemente visité un grupo de santos y descubrí algo muy positivo. Descubrí que ellos no estaban muy llenos de vida y que tampoco oraban mucho. No habían establecido una vida de oración. La única manera en que podemos tocar al Espíritu es la oración. En la Biblia el Espíritu se presenta unido con nuestra oración. La oración y el Espíritu son uno. Si estamos faltos de oración, estaremos faltos del Espíritu. Por supuesto, también podemos decir que sin el Espíritu, no puede haber oración. Esta es la razón por la cual se nos dice que tenemos que orar en espíritu (Ef. 6:18). Ya que creímos en Cristo y fuimos regenerados, nuestro espíritu humano y el Espíritu Santo están mezclados como un solo espíritu (1 Co. 6:17).
Si dejamos de orar aunque sea un solo día, tendremos la sensación de que estamos escasos del Espíritu. Cuando oremos, aunque sea unas pocas palabras, tendremos la sensación de que estamos tocando al Espíritu. Todos necesitamos pasar tiempo con el Señor cada mañana en oración. Si uno no ora por la mañana durante una semana, estará muerto espiritualmente. No hay otra manera para ser vitalizado, excepto por la oración. Tenemos que orar y establecer una vida de oración.
La mayoría de nosotros vivimos en una situación en la cual es difícil sacar media hora para orar. Siempre que apartamos un tiempo definido para orar, el enemigo trata de estorbarnos. Cuando empezamos a orar, alguien toca a la puerta o nos llama por teléfono. Tal vez no hayamos recibido llamadas telefónicas por un buen rato, pero tan pronto comenzamos a orar, suena el teléfono. Finalmente, después de tres llamadas, nuestro deseo de orar se desvanece. A lo mejor tengamos que esperar un tiempo hasta que podamos recobrarnos para orar. No nos es fácil orar media hora sin ser interrumpidos. Necesitamos acudir al Señor para que nos libre de todas las distracciones a fin de tener así un tiempo adecuado de oración con El. La oración nos hace vitales. Tenemos que tomar la iniciativa en ser vitales. Si no somos vitales, no podremos orar para que otros sean vitales.
Ser vital significa estar liberado en el espíritu, y esto no puede ser una actuación. Si oramos por media hora, seremos liberados. Si no estamos liberados, no somos vitales. Para tener el impacto al ponernos en contacto con otros, tenemos que ser personas liberadas. Si no estamos atados, estaremos capacitados para liberar a otros. Una persona desanimada y triste no puede ayudar a otros a alegrarse. Si queremos alegrar a otros, tenemos que ser nosotros personas alegres. Sólo podemos ayudar las personas a ser lo que nosotros somos. Para salir y laborar con eficacia en el evangelio, tenemos que ser vitales.
Antes de salir, tenemos que prepararnos. Primero, tenemos que preparar algunos candidatos que hemos de visitar. Debemos tener en cuenta a todos nuestros familiares, vecinos, compañeros de escuela y de trabajo y a nuestras amistades. De estos que conocemos, tenemos que escoger a algunos para laborar en ellos en el evangelio. Por supuesto, tenemos que hacer esto con oración. Debemos orar así: “Señor, ¿quiénes son los mejores dos o tres en quienes puedo laborar ahora?”. En un mensaje anterior compartí que todos nosotros debemos hacer una lista de las personas que conocemos y que necesitan ser salvas. Cuando leamos esta lista en una actitud de oración, tendremos una sensación interna de cuáles de éstas deben ser los candidatos en quienes laboraremos ahora. Tenemos que considerar sus situaciones y laborar en ellos adecuadamente.
Debemos pensar en todas nuestras amistades, y debemos tener discernimiento al considerar aquellos en quienes vamos a laborar. Debemos dedicar nuestro tiempo laborando en aquellos que estimamos prometedores, y no debemos perder nuestro tiempo en aquellos que no están abiertos. En nuestra reunión de grupo debemos orar juntos y estudiar nuestros candidatos para el evangelio. Necesitamos evaluar la condición de las personas, en especial la condición espiritual, y entonces debemos actuar adecuadamente para suplir sus necesidades en el evangelio. Debemos planear cómo visitaremos a la persona, y quién o quiénes serían los hermanos adecuados para visitarla.
La manera en que uno le hable a alguien es crucial, y es aún más crucial la manera en que le respondemos las preguntas. Lo que usted diga podría salvarlo, o retardar su salvación por muchos años. Es posible que tenga una pregunta y, aunque tal vez usted le conteste con muchos puntos de la Biblia, no reciba nada.
Si alguien le pregunta qué es la vida eterna, usted no debe responderle complicadamente. Debe responderle con exactitud y con simpleza. Podría decirle: “La vida eterna es Dios mismo, y Dios es Jesucristo. Por lo tanto, la vida eterna es simplemente Jesucristo. Hoy Cristo es el Espíritu y está con nosotros. El está esperando el momento parar entrar en usted a fin de ser vida eterna para usted. ¿Lo quiere usted recibir?”. Luego, tal vez le pregunte: “¿Cómo puede hacerse esto?”. Entonces usted la guiará a orar y a invocar el nombre del Señor. En un breve tiempo esa persona recibirá ayuda en cuanto a saber qué es la vida eterna, quién es la vida eterna y cómo puede recibir esa vida. La vida eterna es Dios; Dios hoy es Jesucristo, y Jesucristo es el Espíritu. Orando e invocando el nombre del Señor podemos recibirle como nuestra vida.
Cuando vamos a visitar a alguien, no le debemos hablar de muchos temas. De ser así, se complicará y no recibirá nada. Si vamos a visitar a alguien, y tocamos muchos tópicos en forma complicada, nuestras palabras retrasarán la salvación de esa persona. Sentirá que las cosas de la Biblia son muy difíciles de entender y perderá el interés. Entonces, no querrá tener más contacto con nosotros. Esto retrasará la salvación de esa persona por muchos años. Debemos tener temor y temblor cuando nos relacionamos con la gente (1 Co. 2:3). Debemos decir: “Señor, ¿cómo debo responderle a esta persona? Ayúdame”.
También debe conocer los versículos bíblicos correspondientes, especialmente los que son conocidos como los “versículos de oro”. Con seguridad tiene que recordar Juan 3:16, pero además en Juan 3 hay otros versículos importantes. Los versículos 3 y 5 hablan de nacer de nuevo, de ser regenerado para poder entrar en el reino de Dios. Usted necesita conocer los mejores versículos que hablan de Dios, de Cristo, de la sangre de Cristo, de la redención de Cristo y de todas las verdades cruciales relacionadas con el evangelio. Sus respuestas deben ser concisas y concretas. Es sencillo para mí entrenarlos a ustedes, pero para ustedes no es tan simple hacerlo. Esto requiere práctica.
En las reuniones de los grupos vitales, necesitamos dedicar tiempo a estudiar nuestros candidatos en el evangelio. Después de ir a una persona, debemos contar nuestra experiencia en la reunión de grupo de la semana siguiente. Entonces debemos acudir al Señor y tener comunión en cuanto a la manera de proseguir con esta persona.
Debemos recordar que en nuestra labor evangelizadora somos pescadores de hombres (Mt. 4:19), y la sociedad humana es un gran océano lleno de peces. Ciertos peces pueden ser difíciles de pescar, así que no debemos gastar nuestro tiempo en ellos. Tenemos que ir al pez que está disponible para que lo pesquemos. Esta es la razón por la cual necesitamos discernimiento para saber en quiénes debemos laborar. Indudablemente Dios los ama a todos, pero yo no estoy hablando del amor de Dios por el mundo; estoy hablando de la manera de “pescar” a la gente en el tiempo limitado que tenemos.
Debemos tener algo para satisfacer las necesidades de la gente. Si una persona va a una tienda a comprar algo, y la tienda no tiene lo que quiere, se irá descontenta. Pero si encuentra una tienda que tiene lo que necesita, seguramente estará contenta. Debemos tener algo que satisfaga las necesidades de la gente. Además, podemos tener algo, pero ¿sabemos cómo presentar lo que tenemos? Tenemos que aprender a presentarle las cosas a la gente de tal forma que las puedan recibir. Tenemos que aprender a presentar la verdad del evangelio de acuerdo con las situaciones prácticas de nuestra vida diaria. Esto requiere práctica. Para llegar a ser sobresaliente en cualquier clase de actividad atlética una persona debe practicar continuamente. Nuestro éxito en llegar a las personas con el evangelio con miras al aumento del Cuerpo de Cristo, depende de nuestra práctica.
Espero que nos prepararemos para venir a la próxima reunión de grupo. Tenemos que venir preparados con los candidatos del evangelio en quienes sentimos que debemos laborar. Entonces podemos considerar cómo dirigirnos a ellos para comenzar nuestra labor evangélica conjunta. Cuando laboramos en algunos, debemos ser consistentes. No debemos esperar que en tres meses alguien sea salvo y que en medio año otro sea salvo. Puede que los tres por quienes tenemos carga no sean salvos hasta después de dos años. Quizá anteriormente hayamos estado muy ocupados, pero no dimos fruto. Debemos orar para tener algunos candidatos definidos. Entonces tenemos que trabajar en ellos. Debemos aprender a concentrar nuestro esfuerzo con el objetivo de obtener algunos resultados definitivos.
Pregunta: ¿Sería más beneficioso no invitar a los nuevos a nuestros grupos vitales y pasar un tiempo con ellos en sus casas primero?
Respuesta: Si los invita o no a los grupos vitales no debe ser una norma, un legalismo. Todo depende de la necesidad. Tiene que considerar si sería provechoso traer a un nuevo a su grupo inmediatamente. En ciertos casos sería más seguro que usted fuera con otro hermano a visitarlo por un tiempo hasta que usted vea que el nuevo está listo para asistir a la reunión de grupo.
Si su vecino es un cristiano receptivo y uno que busca la verdad, usted debe presentarle la verdad. Inclusive, sería bueno dedicarle algún tiempo para estudiar juntos un libro de la Biblia. Hasta podría estudiar la verdad de que Dios nos predestinó para filiación, según se ve en el libro de Efesios. No debe tratar de hacer mucho en una sola ocasión. Tal vez sólo quince minutos con él una o dos veces por semana sean suficiente. Nada puede convencer a la persona tanto como la verdad, especialmente si es un verdadero cristiano que buscan la verdad.
Pregunta: Alguien me preguntó qué queremos decir cuando decimos que un creyente en Cristo es un Dios-hombre. Ellos se preguntaban si esto significa que nosotros somos omnipotentes como Dios. ¿Cómo debemos responder a esta pregunta?
Respuesta: La Biblia revela que los creyentes en Cristo tienen la vida de Dios (Jn. 3:15-16, 36) y la naturaleza de Dios (2 P. 1:4) puesto que fuimos hechos hijos de Dios y hemos nacido de Dios (Jn. 1:12-13), pero esto no quiere decir que poseamos Su deidad. Sólo El debe ser adorado. El es omnipotente, es omnisciente y es el único a quien se debe adorar, no a nosotros. Cuando usted comparta esto, asegúrese de mencionar algunos versículos en la Biblia que muestren que tenemos la vida y la naturaleza de Dios.
No sólo le diga que tenemos la naturaleza de Dios. Usted debe leerle 2 Pedro 1:4 para mostrarle que somos partícipes de la naturaleza divina. Este versículo muestra que nosotros los creyentes podemos escapar esta edad y su concupiscencia. Los incrédulos no pueden, pero nosotros los creyentes sí podemos debido a que tenemos la naturaleza santa de Dios. Puesto que tenemos la naturaleza de Dios, y ésta es santa, nosotros también podemos ser santos y ser guardados de la concupiscencia de esta era, de la corriente de este mundo. Creo que esa persona recibirá ayuda cuando se le diga esto. Esto quiere decir que usted alimentará a esa persona.
Ya que amamos al Señor Jesús, debemos darnos cuenta de que tenemos mucho que aprender para poder ser cristianos adecuados. Para poder aprender adecuadamente necesitamos redimir nuestro tiempo. Es posible que un hermano llegue a su casa después del trabajo y tenga diez minutos antes de la cena. El podría usar esos diez minutos para leer 2 Pedro 1:4 con algunas de las notas de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Mientras una madre cuida a sus niños, puede buscar oportunidades para abrir su Biblia y leer un versículo. Esta es la forma de aprender. Aprendemos poco a poco.
Estoy preocupado por su oración, por su experiencia del Espíritu y por su aprendizaje. ¿Desean verdaderamente aprender? Su tiempo en los grupos vitales es un tiempo valiosísimo para que usted aprenda. Usted puede aprender con los demás miembros del grupo vital y practicar lo que ha aprendido. Con su experiencia en los grupos vitales y con el entrenamiento que recibe en estos mensajes, puede aprender mucho.
Yo entré en una forma práctica al centro de la obra del recobro del Señor en Shanghái en 1933. Dos años después, el hermano Nee fue a otra localidad para dar unas conferencias. En ellas él dijo que había un hermano entre nosotros llamado el hermano Lee cuyo progreso en el Señor era como el de una persona que no solamente estaba corriendo sino volando. Un hermano que estaba en esa reunión me contó eso quince años después cuando yo estaba ministrando en Manila. Cada vez que el hermano Nee decía algo que yo no entendía, de inmediato iba a estudiarlo. ¿En realidad está usted aprendiendo? o ¿viene al ministerio y a las reuniones de entrenamiento a escuchar solamente? Si es así, no puede asimilar mucho. Debe aprender.
Ya que usted escuchó algo acerca de 2 Pedro 1:4, debe leer este versículo y estudiarlo con la ayuda de las notas de la Versión Recobro. Tal vez recuerde que este versículo habla de que nosotros somos partícipes de la naturaleza divina, pero debido a que usted no recuerda todo el versículo, tal vez no pueda decir mucho. En 2 Pedro 1:4 dice: “Por medio de las cuales El nos ha otorgado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. Este versículo es verdaderamente precioso. Tener la naturaleza divina de Dios o participar de ella tiene que ver con escapar de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. También por medio de las preciosas y grandísimas promesas uno llega a participar de la naturaleza divina de Dios. Si uno desea participar de la naturaleza divina, debe experimentar las promesas de Dios.
Necesita conocer el significado de todas estas cosas. Mediante estas preciosas y grandísimas promesas, uno puede participar de la naturaleza de Dios, gustarla y experimentarla. Este versículo necesita un mensaje entero para poder exponerlo adecuadamente. ¿Cuáles son estas promesas? La mayoría de ustedes dirían que no lo saben. ¿Por qué la naturaleza divina tiene tanto que ver con que nosotros escapemos de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia? Incluso la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia necesita mucha explicación. Si usted estudiara este versículo a cabalidad, podría decirle mucho a su compañero de trabajo al respecto. Entonces usted podría convencerlo. Tiene que dedicarse a conocer la verdad. No diga que no tiene tiempo. Todos tenemos tiempo. Usted debe aprender a redimir el tiempo.
Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre la oración y la petición? ¿Incluye la oración el tener comunión con el Señor?
Respuesta: La petición es más específica, mientras que la oración es general. Claro que en su oración y petición, cuando usted empieza a decirle algo al Señor, eso es una especie de comunión. Tanto la oración como la petición son una especie de comunión. La petición implica que usted tiene una carga de orar por algunas cosas específicas. Usted tal vez ore por los grupos vitales de una manera en general. Pero tal vez algunas veces tenga la carga de hacer una petición específica al Señor en cuanto a los grupos vitales. Quizás separe usted medio día para pedirle al Señor específicamente para que todos los grupos lleguen a ser vitales. Luego tal vez hasta tenga la carga de ayunar, y se abstenga de una comida para pedirle al Señor por los grupos vitales. Tal vez tenga la carga de pedirle al Señor por una sola cosa: “Señor, haz que todos los grupos sean vitales. Hazme a mí vital”. Las palabras oración y petición son usadas en Efesios 6:18 y Filipenses 4:6. La oración se menciona primero y luego la petición.
Pregunta: Usted mencionó algunos versículos de oro que necesitamos conocer para poder suplir la necesidad de la gente. ¿Nos puede mencionar algunos de estos versículos?
Respuesta: Hay muchos de estos versículos en la Biblia, pero vamos a mencionar sólo algunos de ellos. En cuanto a la existencia de Dios, se debe usar Romanos 1:19-20: “Porque lo que de Dios se conoce es manifiesto en ellos, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, Su eterno poder y características divinas, se han visto con toda claridad desde la creación del mundo, siendo percibidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Esta porción de las Escrituras sobresale porque le demuestra a la gente que Dios existe. La creación es una evidencia contundente de la existencia de Dios. Uno no puede ver a Dios, por lo tanto no sabe uno si Dios existe, pero sí se puede ver Su creación. En la creación se puede ver el poder eterno y las características divinas. Por la belleza de la creación, Dios debe de ser un Dios de belleza. Dios creó muchas cosas vivientes, por lo tanto El debe de ser un Dios de vida. Dios es viviente. Esta es una de las características de Dios.
El mejor versículo que se relaciona con la redención de Cristo es Romanos 3:24: “Siendo justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”. Este versículo sobre la redención de Cristo debe leerse también con los versículos 25 y 26. El versículo 25 habla de Cristo como el propiciatorio, que se refiere a la tapa, la cubierta, del arca que estaba en el Lugar Santísimo. La tapa o cubierta del arca es tipo de Cristo. Sobre Cristo, Dios nos justifica y se encuentra con nosotros. Sobre Cristo, Dios habla con nosotros, porque la cubierta del arca era el lugar donde Dios se encontraba con el hombre. Ahí oramos a Dios y ahí Dios nos contesta.
Los mejores versículos acerca de la justificación se encuentran en Romanos y en Gálatas. Romanos 3:20 dice: “Ya que por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de El”. Gálatas 2:16 también dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley”. Estos son los mejores versículos desde el punto de vista negativo, mientras que Romanos 3:24 es el mejor versículo desde el punto de vista positivo.
El mejor versículo acerca de la sangre preciosa de Cristo es 1 Pedro 1:19. Este es el único versículo que se refiere a la sangre de Cristo como “la sangre preciosa”. Los mejores versículos sobre el Espíritu que mora en uno son Romanos 8:9 y 11.
Juan 3:16 es el mejor versículo que nos dice que cuando creemos en el Señor Jesús recibimos la vida eterna. También debemos darnos cuenta de que los versículos del 14 al 16 de Juan 3 nos enseñan que Cristo fue crucificado para que recibiéramos vida eterna. Los versículos 14 y 15 dicen: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Cuando usted lee este versículo, debe hacer énfasis en la palabra para. El Hijo del Hombre fue levantado para que todo aquel que en El crea tenga vida eterna. Si usted no cree que el Señor Jesús murió en la cruz por usted, nunca podrá tener vida eterna.
Los Testigos de Jehová entrenan a sus seguidores con muchos versículos a fin de difundir su herejía. Ellos distorsionan los versículos que hablan de la deidad de Cristo porque no creen que Cristo es Dios. Romanos 9:5 dice: “De quienes son los patriarcas, y de los cuales, en cuanto a lo que es según la carne, vino el Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. Todos nosotros reconocemos que estas palabras se refieren a la deidad de Cristo. Cristo es Dios, el cual es sobre todas las cosas y bendito por los siglos. No obstante, los Testigos de Jehová cambian la puntuación y el orden de las palabras en este versículo para cambiar su significado. Ellos entrenan a su gente muy particularmente en Romanos 9:5 a fin de comprobar que Cristo no es Dios. Ellos también distorsionan Juan 1:1 que dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Por medio de su distorsión ellos enseñan la gran herejía de que Cristo no es Dios. Los Testigos de Jehová creen esto firmemente. Ellos entrenan a sus seguidores con muchos versículos. Si ellos hacen esto, nosotros debemos hacer lo mismo con respecto a las verdades divinas. Debemos ser entrenados con los versículos para poder mostrar la verdad de que Cristo es Dios y enseñar todas las preciosas verdades divinas de la economía neotestamentaria de Dios.
Los mejores versículos que tienen que ver con la salvación por la vida de Dios son Romanos 5:10 y 17. El versículo 10 dice que fuimos reconciliados por la muerte de Cristo, y que seremos salvos en Su vida. El versículo 17 nos muestra que seremos salvos por la vida de Dios a tal punto que reinaremos en vida.
¿Cómo podemos demostrar con versículos de la Biblia que el árbol de la vida es una figura de Dios? Primero necesitamos leer Salmos 36:9 que dice: “Porque contigo [con Dios] está el manantial de la vida”. Génesis 2:9 habla del árbol de la vida. En Juan 14:6a el Señor Jesús dijo: “Yo soy ... la vida”, y en 10:10 El dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Además, Jesús nos dijo en Juan 15:1 que El era un árbol, una vid. Por medio de estos versículos usted puede demostrar que el árbol de la vida debe de representar a Dios corporificado en Cristo.
Recientemente alguien que aprecia los mensajes del Estudio-vida del libro de Génesis me hizo unas preguntas. Génesis 3 dice que Dios vino a buscar a Adán y que hizo unas vestiduras de piel y los vistió a él y a su esposa (v. 21). Esta persona preguntó si Dios estaba vestido o no cuando El vino a buscar a Adán. ¿Cómo contestaría usted tal pregunta? Usted debe decirle que Dios estaba en Su gloria, y que Su gloria era Su vestidura. En Isaías 6 Dios estaba sentado en el trono con una túnica, y esa túnica era Su gloria (vs. 1, 3; cfr. Jn. 12:41 y nota 1). Además, cuando Dios visitó a Abraham en Génesis 18, El se le apareció como un hombre con vestidura de hombre. Estas preguntas nos muestran que necesitamos dedicar tiempo a aprender la Biblia, para poder darles el suministro a los nuevos.
Esta persona también hizo otra pregunta relacionada con Génesis 3. Después de la caída del hombre Dios dijo: “He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal” (v. 22). Por lo tanto, Dios cerró el camino al árbol de la vida. Esta persona dice que por una parte Dios quiere que seamos como El, pero por otro lado parece que Dios no nos permite ser como El. Además dijo: “¿No habría sido mejor que Dios hubiera permitido que el hombre comiera del árbol de la vida después que éste cayó? Entonces el árbol de la vida entraría en el hombre caído para pelear en contra de su naturaleza caída”. El preguntó por qué Dios no hizo esto. ¿Cómo respondería usted a tal pregunta? (Véase Estudio-vida de Génesis, mensaje 21, pág. 290, para saber la razón por la cual Dios cerró el camino al árbol de la vida después que el hombre cayó). Esto nos muestra que para ayudar a otros, se necesita mucha instrucción. De otra manera, uno sólo podría decirles que no sabe.