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Mensajes del libro «Especialidad, la generalidad y el sentido práctico de la vida de la iglesia, La»
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CAPITULO TRES

LA GENERALIDAD DE LA VIDA DE IGLESIA

(1)

  Lectura bíblica: Ro. 14:1-7, 12-21; 15:3-5; 1 Co. 8:4-13; 10:25-29; 9:20-22; 7:7-8, 25-26; 1 Ti. 5:14

  En este capítulo empezaremos a ver la generalidad de la vida de iglesia. En la vida de iglesia todos debemos ser generales. Sin embargo, antes de que podamos ser generales debemos ser especiales. Respecto a los seis puntos de nuestra fe cristiana, debemos ser muy específicos, muy particulares. Si somos generales acerca de ella, estamos equivocados, pero éste es sólo un lado. Nosotros necesitamos equilibrio.

LA GENERALIDAD PRACTICADA POR PABLO

  Mientras tengamos puesto el fundamento sólido de la fe, la especialidad, podemos ser muy, muy generales. El apóstol Pablo era tal persona. El fue general a tal grado que, conforme al registro en Los Hechos 21, cuando fue a Jerusalén la última vez, fue persuadido a ir al templo otra vez y aun guardar algunos de los reglamentos del judaísmo. En Romanos y Gálatas él habló valientemente contra el judaísmo; pero cuando fue a Jerusalén por última vez, fue persuadido a ir al templo de nuevo.

  Ya que Pablo era una persona que era fiel y fuerte, ¿cómo pudo tomar el consejo de regresar al judaísmo y a sus sacerdotes, pagando hasta los gastos de otros cuatro? El estaba practicando la generalidad. Por supuesto, admitiré que en esta ocasión Pablo se pasó un poco de la raya; aun él estaba sin equilibrio de manera que él se equivocó. Demasiado equilibrio todavía es sin equilibrio. El toleró la situación, pero esta vez el Señor no. Si Pablo hubiese pasado aquellos siete días sin ninguna dificultad, eso habría comprobado que lo que hizo estaba correcto. Pero el Señor no quiso tolerar esta a fin de mantener clara la verdad del evangelio a las generaciones venideras. Sin embargo, esto muestra que Pablo era una persona que quería ser muy general en la vida de iglesia.

COMIENDO COSAS SACRIFICADAS A LOS IDOLOS

  Conforme a la enseñanza de Pablo, la enseñanza del Nuevo Testamento, ¿nosotros como cristianos debemos comer los sacrificios ofrecidos a los ídolos, o no debemos comerlos? Si ustedes dicen que no, yo diría que su respuesta está incorrecta. Si dicen que sí, también diría que su respuesta está incorrecta. Tengo algunos versículos que me dan la base para decirles que sí (1 Co. 8:4-8; 10:25-27), y también tengo algunos versículos que me dan la base para decirles que no (1 Co. 8:9-13; 10:28-29). En el Nuevo Testamento no hay una respuesta definida respecto a este asunto.

  Hace no más de diez años que yo entré en el espíritu del escritor de todos estos versículos. Entonces empecé a comprender su significado. No es un asunto de sí o no; es un asunto de generalidad. Decir definitivamente que uno no debe comer nada ofrecido a los ídolos causará problemas. Esto excluirá a varios de los miembros. Sin embargo, decir sí también causará dificultad. Eso causará más daño. Así Pablo era general.

  Todos tenemos que aprender a ser equilibrados. Puede ser que ustedes sientan que tienen la libertad de comer cualquier cosa. Ustedes sienten que los ídolos no significan nada (1 Co. 8:4-6), y todo ídolo ha sido puesto bajo sus pies. Hasta pueden comer las cosas ofrecidas al ídolo frente al ídolo. ¿Pero comprenden que su libertad y valentía dañarán a algunos más débiles? Ellos nunca tendrían comunión con ustedes porque ellos piensan que están asociados con los ídolos. Por esto, en algunas ocasiones Pablo diría que debemos comer; y en otras ocasiones diría que no debemos comer. Ambos están correctos.

PRACTICANDO LA GENERALIDAD

  Supongamos que ahora estoy teniendo comunión, que estoy tomando la mesa del Señor, con cierto grupo de creyentes, y todos son muy fuertes en su conciencia. Puede que ellos digan: “Nosotros no nos preocupamos por los ídolos; ellos nada significan”. Yo estaré de acuerdo con ellos: “¡Sí, alabado sea el Señor, coman! Coman las cosas sacrificadas a los ídolos. Esto nada significa”. Yo les digo que sí. Pero cuando estoy con otro grupo donde los queridos son débiles en su conciencia, temerosos de estar asociados con cualquier cosa de los ídolos, puede que ellos digan que no tienen libertad para comer las cosas ofrecidas a los ídolos. También estaré de acuerdo con ellos: “No, ustedes no deben hacerlo”. Entonces puede que ustedes me reprendan, diciendo que soy una persona de dos caras porque me oyeron decir que sí a un grupo, y que no a otra grupo. Nosotros nunca podemos experimentar esto sin un espíritu de generalidad. Sin tal espíritu, seguramente causaremos división. No será posible que guardemos la unidad.

LA ACTITUD GENERAL EN ROMANOS 14

  Por esta razón Pablo tomó una actitud tan general en Romanos 14. El dijo que algunos comen de todo. Sin embargo, otros que son más débiles solamente comen vegetales (vs. 2-3). Para éstos más débiles todos los animales son sucios, y solamente los vegetales son limpios. Supongamos que un creyente entre nosotros insiste en comer vegetales solamente. ¿Qué debemos hacer? Probablemente contenderíamos por la “verdad” de que hoy es el día de la gracia, y que podemos comer de todo. Insistiríamos en que él comiera algún animal muerto día tras día, significando que el Señor murió por nuestros pecados. Pero este querido diría: “Yo sí creo en la redención del Señor. Agradezco al Señor que El fue crucificado por mis pecados, pero mi conciencia no me permitirá tomar ninguna carne”. Este es el problema hoy día. Los cristianos están divididos porque les falta un espíritu de generalidad.

  En Romanos 14 también está el asunto de guardar los días (vs. 5-6). Algunos consideran algún día como especial. Estos consideran el séptimo día como el día más importante de los días. Sin embargo, algunos consideran todos los días de la misma manera. Para éstos todos los días son lo mismo. Cuando yo era joven, pensaba que Pablo estaba sacrificando la verdad. Me dije a mí mismo: “Pablo, ¿cómo podrías recibir a la gente que siente que hoy tenemos que guardar el sabat? ¿Por qué no nos dijiste definitivamente que guardar el sabat es incorrecto? Hoy es el día de la gracia. No es necesario que guardemos el sabat. ¿Cómo puedes decir que está bien?”.

  Supongamos que un hermano de los adventistas del séptimo día empieza a reunirse con nosotros e insiste en guardar el sabat. ¿Qué harían ustedes? Todos tenemos que aprender el espíritu de Pablo en Romanos 14. Yo he aprendido esta lección en una forma dura. Cuando era joven, recibí la mejor enseñanza acerca de la inmersión. Debido a esto, cada vez que me encontraba con otro cristiano, la primera pregunta que hacía era: “¿De qué manera fue bautizado usted?”. Si él decía por inmersión, yo estaba feliz. Si decía por aspersión, yo expresaría mi desaprobación.

  También en mis primeros años cuando encontraba a un cristiano, solía preguntarle: “¿Usted cree en la venida del Señor Jesús?”. Si respondía que sí, entonces le preguntaría cuándo sería arrebatado. Si decía algo en desacuerdo conmigo, le mostraría muchos versículos probando que lo que yo creía era exacto. En cierto sentido, aquellas enseñanzas a las que yo era tan aficionado eran mis juguetes.

EL DESCUIDO DE ROMANOS 14

  Hoy día muchos cristianos hablan acerca del Cuerpo en Romanos 12, pero casi todos ellos han descuidado Romanos 14. Sin Romanos 14 nunca podemos tener la vida del Cuerpo. La mayoría de los que hablan acerca de la vida del Cuerpo, no la tienen; solamente tienen división. Hoy el recobro del Señor es principalmente de la unidad. Si vamos a tener la unidad, tenemos que hacernos muy generales. Cuando un hermano que es adventista del séptimo día viene e insiste en guardar el séptimo día, debemos decirle: “Hermano, si a usted le gusta guardar el sabat, hágalo. Si nosotros tenemos tiempo, vendremos para estar con usted. No tenemos problema con usted, y no tenemos argumento”. Esta es la actitud, el espíritu, tomado por Pablo en Romanos 14. Pero, esto no significa que Pablo no tuviera una comprensión clara acerca de la doctrina del sabat. El tenía una comprensión muy clara, pero no insistía. El nos dijo claramente en Colosenses 2 que el sabat era una sombra del Cristo que iba a venir. El sabat era una sombra, y ahora que el Cuerpo ha llegado la sombra está terminada. Sin embargo, en Romanos 14 Pablo todavía lo toleraba.

  También, cuando un hermano viene e insiste en comer vegetales solamente, debemos decirle que no tenemos problemas con esto. Cuando coma vegetales solamente, nosotros comemos vegetales con él. Otra vez, esto no significa que Pablo no tenía una comprensión clara acerca de la doctrina de los alimentos. El tenía una comprensión muy clara, pero no insistió. ¿Nosotros podemos ser tan generales?

EL PROBLEMA DEL MATRIMONIO

  Ahora llegamos a otro punto. En 1 Corintios 7, respecto al matrimonio, la actitud de Pablo era que es mejor que los santos no se casen, que guarden su virginidad (vs. 7-8), y que si ellos no tienen una esposa, que permanezcan como están (v. 27). El también dijo en el versículo 26: “Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está”.

  Esta fue la actitud de Pablo en 1 Corintios. Pero si ustedes van a su escrito posterior, él dice en 1 Timoteo 5:14: “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia”. En 1 Corintios disuade a la gente de casarse; pero en 1 Timoteo anima a las mujeres jóvenes a casarse, tener hijos y guiar la casa. Si Pablo estuviese aquí, podríamos preguntarle: “Hermano Pablo, ¿en qué posición estás? ¿Tú estás por 1 Corintios 7 o por 1 Timoteo 5?”.

  ¿Pablo estaba equivocado? No podemos decir esto. Depende de las circunstancias. Si las circunstancias son tales que es bueno que ustedes estén solos y amen al Señor con todo lo que son, eso está apropiado. Sin embargo, las circunstancias a veces no permiten esto. Más bien, ustedes necesitan una esposa o un marido con una familia. Si éste es el caso, entonces las señoritas deben casarse. Es igual en principio con el asunto de comer los sacrificios ofrecidos a los ídolos. No es un asunto de sí o no. Es un asunto que depende de las circunstancias. Ustedes no deben decir que sí, ni deben decir que no. No hay nada legal ni definido. No debe ser como lo que se practica en la Iglesia Católica Romana. Ellos han establecido un reglamento de que todas las monjas, los monjes y los sacerdotes no deben casarse. Eso es demasiado legal.

  Todos tenemos que comprender de estos casos que en una iglesia local, en cuanto a todas las doctrinas se refiera, no debemos ser tan específicos, sino generales. Sin embargo, en cuanto a nuestra fe cristiana se refiera, debemos ser específicos. Respecto a la fe, debemos ser definidos. Pero en cuanto a doctrinas tales como la inmersión, la aspersión, el cubrirse la cabeza, el lavamiento de los pies, el comer, guardar los días, el matrimonio, y tantas otras cosas, debemos ser generales. Si no queremos ser generales, seguramente seremos divisivos.

PRACTICANDO LA GENERALIDAD HACIA OTRAS IGLESIAS LOCALES

  Este no es solamente un principio para los individuos; también es el principio para todas las iglesias locales. No solamente debemos ser generales hacia los individuos, sino también hacia otras iglesias. No debemos ser muy definidos. No debemos ser muy determinados. Cada iglesia local debe aprender a seguir a todas las otras iglesias locales. Por ejemplo, la iglesia en Los Angeles siguió a la iglesia en San Francisco en el asunto de orar-cantar. Ni el orar-leer empezó en Los Angeles. La iglesia en Los Angeles, también como seguidora de las otras iglesias, aprendió orar-leer de la iglesia en Taipéi, y el orar-cantar de la iglesia en San Francisco.

  No sabemos qué sucederá mañana en la iglesia en Seattle o la próxima semana en la iglesia en Moses Lake. Puede haber algo nuevo en Moses Lake que será muy útil para todas las iglesias locales. En tal caso, todas las iglesias deben tomarlo. Todos tenemos que aprender a ser generales. No debemos decir que una cierta forma es la mejor forma para practicar la vida de iglesia, o que una cierta forma es la mejor forma de tener una iglesia local. En el tiempo presente, yo y muchos otros sentimos que ejercitar el espíritu y cuidar de la vida interior orando-leyendo y alimentándonos del Señor Jesús, es la forma más provechosa para tener la vida de la iglesia adecuada. Pero estamos abiertos al Señor. No sabemos cuán lejos continuará el Señor. Todos tenemos que admitir que todavía hay un gran campo que explorar. Puede ser que después de dos años algo nuevo será descubierto. Nosotros no debemos ser tan definidos, tan determinados. Debemos estar abiertos, y debemos ser generales.

LAS MEJORES COSAS PARA LA EDIFICACION DE UNA IGLESIA LOCAL

  En los últimos dos capítulos señalé que las enseñanzas no son tan buenas para la edificación de una iglesia local. También dije que ni los dones son tan buenos para la edificación de una iglesia local. Hay algo mejor: el ejercicio del espíritu, el crecimiento en vida, el orar-leer y el alimentarse del Señor. Estas son las mejores cosas para la edificación de una iglesia local. No quiero decir que las enseñanzas son absolutamente inútiles; ni quiero decir que los dones son absolutamente inútiles. Hemos visto que un buen número de personas fueron levantadas por los dones, y que un buen número de santos fueron edificados por las enseñanzas. Decir que las enseñanzas y los dones son absolutamente inútiles, es incorrecto. Sin embargo, edificar la iglesia local con la vida, con el crecimiento en la vida, y con la unidad, es el mejor camino. Nada puede superar el camino de la vida, el camino de disfrutar a Cristo por el crecimiento, y el camino de la unidad.

  Nunca debemos tratar de arreglar o de corregir otras iglesias. Si la iglesia que ustedes visitan estuviese bajo su dirección, podrían hacer las cosas en forma diferente. Pero cuando no está bajo su dirección, no deben hacer nada. Es lo mismo que conducir o manejar un automóvil. Cuando ustedes pasean con alguien, nunca deben decir palabra. Ese es su automóvil bajo su conducir. Pero si el automóvil les fuese entregado, ustedes podrían conducirlo de otra manera. Nunca debemos ser un conductor del asiento de atrás.

  El problema, sin embargo, es que cuando visitamos otra iglesia local, puede que digamos a los santos allí, que la práctica en la iglesia local donde estamos es la correcta. Puede que tratemos de hacer a la iglesia en otra ciudad como la iglesia en nuestro lugar. No debemos hacer esto. Nunca debemos decir que la manera en nuestra iglesia es la manera normal. Corregir a otros así no está correcto en absoluto. Podría ser que la manera de ustedes sea la peor. Pero aun si es la mejor, no es necesario que traten de convencer a otros para que la tomen. Tratar de convencer a otros respecto a su manera solamente causará división. Si ustedes piensan que su forma es la mejor y verdaderamente es la mejor, otros la verán y aprenderán de ella. Si a otros no les interesa aprender de ella, eso depende de ellos.

  Nunca sean perturbados por algo diferente de su concepto. Si mantienen el concepto de que las reuniones tienen que ser quietas, pero entran en una reunión que es ruidosa, no se perturben. Ustedes tienen que aprender a ser generales y a estar de acuerdo con ella. Si su concepto es tener una reunión ruidosa, una reunión que esté llena de alabanzas, y llegan a una reunión que es quieta, no se perturben. Estén quietos con ellos. Sean generales.

  Por todos los medios tenemos que guardar la unidad. No hagan nada definido. No hagan nada específico. No tengan nada determinado. Debemos estar abiertos, debemos ser generales, y debemos ir aprendiendo todo el tiempo.

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