Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Experiencia que tenemos de Cristo, La»
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
21 22 23
Чтения
Marcadores
Mis lecturas

CAPÍTULO DIEZ

EN ÉL, ES EL SECRETO DE EXPERIMENTAR A CRISTO

  Como ya hemos mencionado, en el libro de Filipenses Pablo usa varias expresiones que son poco comunes. Una de ellas se encuentra en el capítulo 4, versículo 12, donde Pablo dice: “En todas las cosas y en todo he aprendido el secreto”. La frase he aprendido el secreto, revela que Pablo había ingresado en una nueva situación, en un nuevo entorno. Siempre que somos puestos en un nuevo entorno, necesitamos aprender el secreto de vivir en ese entorno. Si alguien del Occidente viaja al Lejano Oriente, está yendo a un nuevo entorno. A fin de vivir allí, necesita aprender el secreto de cómo vivir en ese lugar. Por ejemplo, cuando los hermanos y las hermanas de Estados Unidos visitan el Lejano Oriente, necesitan aprender el secreto de comer con palillos. Si no aprenden este secreto, no podrán comer.

EL SECRETO DE PABLO: ESTAR EN CRISTO

  En Filipenses 4:12 Pablo dice: “Sé estar humillado, y sé tener abundancia; en todas las cosas y en todo he aprendido el secreto, así a estar saciado como a tener hambre, así a tener abundancia como a padecer necesidad”. Aquí Pablo parecía estar diciendo: “En todas las cosas he sido instruido en el secreto para que pueda saber tener abundancia, así como padecer necesidad. He sido iniciado en cierto tipo de conocimiento secreto”. ¿Cuál es el secreto que Pablo aprendió? Debido a que a Pablo le habían enseñado el secreto particular, él podía manejar cualquier situación, tuviera riqueza o pobreza, estuviera saciado o padeciera hambre. El secreto se encuentra en Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Aquel que me reviste de poder”. El secreto no es que Cristo está en nosotros, sino que nosotros estamos en Él.

  La mayoría de nosotros no sabemos cómo aplicar el hecho de que estamos en Cristo. Usemos como ejemplo el hecho de ir al salón de reuniones en auto. Mi secreto para venir a la reunión es sencillamente subirme al auto y dejar que otra persona maneje. ¡Qué problema sería si rehusara subir al auto o que no me gustara estar en el auto y que hiciera tonterías para salirme del auto! El día en que fuimos salvos, Dios nos puso en el auto celestial, el mejor auto del universo. El nombre de este auto es Cristo. El día en que fuimos salvos, fuimos puestos en Él. Si nos ejercitáramos para estar en Él de manera práctica, no estaríamos tan activos ni haríamos tantas cosas por nuestra propia cuenta, sino que simplemente descansaríamos y estaríamos tranquilos. Si estamos en Cristo, estaremos tranquilos y no nos esforzaremos por vencer las cosas negativas como nuestro mal genio. Aunque fuimos puestos en Cristo el día en que fuimos salvos, el sentir de muchos cristianos es que aún no están en Cristo.

AL ESTAR EN CRISTO DISFRUTAMOS LA SALVACIÓN

  Aprecio mucho el hecho de que Cristo vive en nosotros. De hecho tenemos un himno en nuestro himnario cuyo coro dice así:

  ¡Cristo vive en mí! ¡Cristo vive en mí! ¡Oh, qué grande salvación, Que Cristo viva en mí!

  Sin embargo, simplemente decir que Cristo vive en nosotros es ser demasiado objetivos. Además de esto, necesitamos experimentar lo que es vivir en Cristo y hacerlo todo en Él. ¡Qué salvación es vivir en Él! Si vivimos en Él, disfrutaremos de Su salvación día tras día. Podemos comparar esta salvación con el hecho de viajar en el auto. Mientras estemos en el auto, disfrutaremos la salvación. Cuando voy en el auto, no me preocupa en qué dirección voy ni ninguna otra cosa. Puedo descansar, orar y disfrutar del paisaje. Sencillamente descanso y la paso bien. De igual manera, cuando estamos en Cristo, simplemente descansamos y la pasamos bien. Debemos disfrutar de la vida que tenemos en Cristo.

  Mi carga en este mensaje es que todos aprendamos el secreto de estar en Él. En Él podemos hacer todas las cosas. Esto aparentemente es un secreto insignificante, pero en realidad es muy significativo. Este secreto es la manera en que podemos experimentar a Cristo y disfrutarle. También es el secreto para acumular más de Cristo en nuestro ser.

PRACTICAR EL SECRETO

  Debemos poner en práctica este secreto. A fin de practicar este secreto, primero debemos comprender que Cristo vive en nosotros. En segundo lugar, debemos negar nuestra carne y el hombre natural. Debemos estimar todas las cosas como pérdida y no valorar ni apreciar nada de nuestro hombre natural, como por ejemplo, nuestra humildad y otras virtudes. Debemos estimar como pérdida todas nuestras cualidades, atributos y virtudes. No debemos tener confianza alguna en nada que no sea Cristo. Tercero, no debemos hacer nada por nuestra propia cuenta, pues no estamos solos; hay otra persona que también vive en nosotros.

  El matrimonio es un buen ejemplo de esto. Antes de casarnos, estábamos solos. Si queríamos abrir la ventana de nuestro cuarto, simplemente lo hacíamos. Pero después que nos casamos, llegamos a estar atados y limitados. Todas las esposas están atadas a sus esposos y todos los esposos están atados a sus esposas. En mi vida matrimonial, ciertamente he aprendido a vivir por otra persona, por mi esposa. Ahora que tenemos a Cristo, tenemos otra persona que no simplemente está casada con nosotros sino que vive en nosotros. Sin embargo, a muchos de nosotros no nos importa el hecho de que Cristo viva en nosotros. Al contrario, pareciera que nosotros lo somos todo. Sin embargo, nosotros debemos ser nada, y permitir que Él lo sea todo. Es preciso que todos entendamos que ya no somos personas solas, sino que tenemos a otra persona viviendo en nosotros. Cristo, nuestro Salvador y Redentor, vive en nosotros ahora mismo. No tenemos simplemente Su vida; le tenemos a Él. Por consiguiente, no estamos solos. Dado que Él vive en nosotros, debemos aprender a vivir en virtud de Él, y no por nosotros mismos.

  Es posible que pasen los días sin que hagamos nada por medio de Cristo. Eso significa que no practicamos el vivir por Cristo. Esto es algo muy serio. En nuestra vida diaria debemos poner en práctica lo que es vivir por Cristo. Si pensamos visitar a los santos o expresarles nuestro amor, debemos examinarnos si somos nosotros o si es Cristo quien hace aquello. Al hacer esto le permitimos a Él, al Cristo que vive en nosotros, vivir por nosotros. En esto consiste practicar el secreto.

  Pablo había sido instruido en este secreto, de tal manera que sabía cómo tener abundancia y cómo padecer necesidad. Él podía hacerlo todo en Cristo. Es suficiente que simplemente estemos en Cristo, pues Él es todo-inclusivo y todopoderoso. Por ejemplo, mientras vamos en el auto, tenemos plena confianza en el vehículo. Cristo es mucho más poderoso y más inclusivo que un auto. Por lo tanto, debemos depositar toda nuestra confianza en Él. Todo lo que hagamos, debemos hacerlo en Él, y no en nosotros mismos. Debemos hacerlo todo en Él y por medio de Él. Éste es el secreto que Pablo aprendió, y es el mismo secreto que nosotros necesitamos aprender hoy. Lo que necesitamos no son más enseñanzas, sino simplemente practicar más este secreto. Debemos tener la practica de hacer todo en Él.

SIN PREFERENCIAS

  Al poner en practica este secreto, no debiéramos ser selectivos con respecto a aquello que queremos hacer en Él. No obstante, es posible que nosotros prefiramos llevar a cabo sólo ciertas actividades en Él, y no otras. Incluso tal vez no queramos que Él se dé cuenta de ello. En este sentido, seremos como las parejas de casados que se guardan secretos el uno del otro. Todo esposo le oculta ciertas cosas a su esposa, y toda esposa le oculta ciertas cosas a su esposo. La razón por la cual hacemos esto es por que tenemos nuestras propias preferencias y no queremos que otros se enteren de ellas. De igual manera, nosotros tenemos preferencias en el asunto de vivir por Cristo. Debido a estas preferencias, son pocas las ocasiones en las que nos volvemos a Él y le preguntamos qué es lo que Él quiere hacer en determinada situación. Por lo tanto, debemos orar: “Señor Jesús, ¿quieres que yo haga esto? Si es así, entonces muéstrame cómo Tú quieres que lo haga”. Aunque Cristo vive en nosotros, es posible que no vivamos por Él ni hagamos las cosas en Él. El secreto que nos muestra Filipenses 4 es que debemos hacer todas las cosas en Él. La manera de experimentar a Cristo es hacerlo todo en Él.

  Por más de cincuenta años, el Señor me ha estado enseñando a vivir por Él. Todavía no me he graduado de ello porque no he sido muy fiel. Algunas veces fui fiel en vivir por Él por varios días. Durante ese tiempo casi todo lo que hice lo hice en Él. Pero luego de nuevo fui infiel. Examine su vida cristiana. ¿Ha sido usted siempre fiel en vivir por Él y en hacer todas las cosas en Él? Cristo no quiere que hagamos nada; Él desea hacerlo todo por nosotros. En cierto sentido, ya firmamos un acuerdo para permitirle que Él hiciese todo. Esto sucedió el día en que nos consagramos a Él. Al consagrarnos al Señor, nosotros nos entregamos a Él. Sin embargo, después de que nos consagramos, no hemos sido fieles en vivir por Él; al contrario, hemos seguido viviendo por nosotros mismos. Sin excepción alguna, todos hemos quebrantado el acuerdo que hicimos.

EL HÁBITO QUE TENEMOS DE SER INDEPENDIENTES

  El problema de no hacer todas las cosas en Él no solamente se debe a la falta de voluntad sino que es un asunto de hábito. Todos nacimos con una naturaleza caída y no nos gusta depender de otros para hacer las cosas. Esto incluso les sucede a los niños. A los pequeños no les gusta que sus madres les den de comer. Ellos prefieren comer solos; quieren ser libres, quieren estar liberados e incluso alocados. En este país los jóvenes no ven la hora de cumplir los dieciocho años de edad para escaparse de la jaula de su familia. Para muchos, ser libres significa poder actuar desenfrenadamente. Por medio de este ejemplo vemos que por naturaleza a ninguno de nosotros nos gusta depender de otros para hacer las cosas; debido a que estamos acostumbrados a hacer lo que nos place, nos resulta muy gravoso permitir que Cristo viva en nosotros.

  Cuando predicaba el evangelio hace más de cuarenta y cinco años, les decía a las personas que la vida que llevábamos nosotros los cristianos era la más feliz. Así que les pedía a los no creyentes que se unieran a nosotros y disfrutaran de esta vida de felicidad. Sin embargo, después de algún tiempo ya no me atrevía a predicar de esta manera, puesto que descubrí que mi vida como cristiano estaba llena de problemas, pues dentro de mí tengo a Alguien que siempre me causa dificultades, porque quiere hacer las cosas de una manera diferente a como a mí me gusta. Incluso si quisiera dejar de ser cristiano, Él no me dejaría hacerlo. Nuestro problema radica en que no nos gusta hacer las cosas en Él.

  El secreto de la vida cristiana es que otra persona, Cristo, vive en nosotros. Cristo está en nosotros y nosotros también debemos estar en Él. Pero a nosotros no nos gusta vivir en Él ni con Él, ni tampoco nos gusta hacer las cosas por medio de Él. Por nacimiento, estamos acostumbrados a ser independientes y todos tenemos nuestras propias preferencias. Sin embargo, cada preferencia es un sufrimiento, una pérdida, un fracaso, una derrota. La razón por la cual no experimentamos victoria en nuestra vida cristiana es que no somos fieles en vivir por Cristo y en hacer las cosas absolutamente en Él.

HACERLO TODO POR MEDIO DE CRISTO Y EN CRISTO

  Si usted ama al Señor, debe practicar hacer todo en Él. Debe cerciorarse de si hace las cosas por usted mismo o por medio de Él. Ésta es la manera de ganar a Cristo y de comerlo a Él. Si queremos comer apropiadamente debemos ingerir la comida en pequeños bocados. Esto significa que todos los días, desde la mañana hasta la tarde, debemos practicar el vivir por Cristo en todas las cosas. Debemos hacerlo todo con Él. Debemos ser capaces de decir: “De hoy en adelante, dejaré de hacer las cosas por mí mismo. No quiero vivir más por mí mismo. De ahora en adelante viviré por medio de Él y lo haré todo en Él”. Si hace esto, ¡cuán diferente será su vivir diario!

EL VIVIR ES CRISTO

  Si practicamos el secreto de hacer todas las cosas en Cristo, el resultado será que para nosotros el vivir será Cristo. Debido a que hacemos todas las cosas en Cristo, para nosotros el vivir será Cristo. Cuanto más hagamos las cosas en Cristo, más ganaremos de Él. Esto es un disfrute genuino y absoluto. Sin embargo, son muy pocos los cristianos que ponen en práctica el secreto de hacerlo todo en Cristo; al contrario, a ellos les gusta sólo asistir a las reuniones y escuchar mensajes. No obstante, la única forma de vivir es que hagamos todas las cosas en Cristo. Ésta es la única manera de magnificar a Cristo. A fin de magnificar a Cristo, necesitamos vivir por Cristo y hacer todas las cosas en Él. Todo lo podemos en Aquel que nos reviste de poder. Por ejemplo, mientras permanezcamos en el automóvil, todo estará bien, porque el auto con el chofer nos llevará adonde necesitamos ir. Mientras vayamos en el automóvil, podremos disfrutar un tiempo agradable simplemente contemplando los paisajes. Aprendan a estar callados en Cristo. Él nunca comete ningún error. A veces, puede parecernos que Él se ha equivocado en algo, pero en realidad esto es para que podamos tener un viaje más largo, disfrutemos de más paisajes y aprendamos más lecciones. Sin duda alguna, la vida cristiana es una vida maravillosa.

  Siempre y cuando hagamos todo en Cristo, lo experimentaremos, lo disfrutaremos y lo acumularemos. Ésta es la manera en que seremos ricos en Cristo y acumularemos muchas experiencias ricas de Cristo. Si todos somos ricos en Cristo, nuestras reuniones estarán llenas de Él. En esto consiste el recobro del Señor. Por causa del recobro, necesitamos llevar una vida rica en Cristo a fin de que todas las reuniones sean enriquecidas. Ésta es la responsabilidad no sólo de los ancianos, sino también de todos los santos, incluso de los más jóvenes y los más nuevos. Todos debemos poner en práctica lo que es vivir por Cristo y hacer todas las cosas en Él. Éste es el secreto que cada uno de nosotros necesita aprender hoy.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración