Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Lecciones de vida, tomo 1»
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
11 12
Чтения
Marcadores
Mis lecturas

LECCION TRES

LA RESOLUCION DEL VIEJO VIVIR

  Una vez que fuimos salvos, tuvimos un cambio en nuestro ser y fuimos hechos un hombre nuevo. Basado en esto debemos tener un nuevo comienzo, un nuevo principio, y llevar un nuevo vivir. Por consiguiente, debe haber aclaración de nuestro viejo vivir.

I. DESECHAR LOS IDOLOS

  1) “Os volvisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero” (1 Ts. 1:9).

  Este versículo se refiere a los creyentes en Tesalónica. Una vez que creyeron en el Señor, se volvieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero. Dios es un Dios celoso, El no tolerará que adore y se arrodille ante ningún ídolo el que le sirva a El (Ex. 20:5). Es por esto que hay demonios escondidos detrás de los ídolos. Por lo tanto, después de creer en el Señor y convertirnos a Dios, debemos abandonar y desechar inmediatamente todo ídolo esculpido o moldeado, de oro, plata, bronce, hierro, madera o piedra y de cualquier forma y tamaño. En el Antiguo Testamento, Dios mandó que Su pueblo quebrara y quemara todo ídolo (Dt. 7:5). Nosotros los que pertenecemos a Dios debemos hacer lo mismo, nunca preservando ningún ídolo para dárselo a otros. Esto ofende a Dios y corrompe a los demás. Según lo que se dice en Deuteronomio 7:5, no solamente los ídolos mismos, sino también todos los objetos relacionados con los ídolos tienen que ser quebrados y quemados.

II. DESCARTAR LOS OBJETOS MALIGNOS E IMPUROS

  1) “Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor” (Hch. 19:19-20).

  Estos versículos describen a los nuevos creyentes efesios, quienes originalmente fueron adoradores de una gran diosa en Efeso (Hch. 19:27). Después de que ellos creyeron y se convirtieron a Dios, trajeron los libros malignos que poseían y los quemaron delante de todos. Este caso nos hace claro que después de creer en el Señor, debemos descartar todos los objetos malignos e impuros que tienen que ver con la idolatría y los asuntos impíos, tales como libros de adivinación y horóscopos, objetos con la imagen o el sello de un dragón, y todo tipo de juegos de apuesta. La razón por la cual debemos descartar los objetos con la imagen o el sello del dragón es porque éste es un símbolo del diablo, Satanás (Ap. 12:9). Ya que pertenecemos a Dios, adoramos y servimos a Dios, nuestro vestir, los objetos de decoración en nuestros hogares, incluyendo toda cosa que guardemos, no deben tener ningún vestigio de estas cosas malignas e impuras. Al contrario, nuestra vestidura, nuestros atavíos, y nuestros muebles y decoraciones deben mostrar a otros que nosotros creemos en el Señor y amamos a Dios.

III. HACER RESTITUCION

  1) “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” (Lc. 19:8).

  Estas son las palabras que Zaqueo, el recaudador de impuestos, dirigió al Señor después de haberle recibido. Ellas demuestran el sobreabundante poder de la salvación del Señor. El era un recaudador de impuestos que extorsionaba a otros, y un amador de las riquezas. Una vez que recibió al Señor, un gran cambio ocurrió en él; se ofreció a dar la mitad de sus bienes a los pobres, y a devolver cuadruplicado el dinero injusto que él había arrancado de otros por extorsión. Esta acción no fue una condición para la salvación, ni tampoco una exigencia o mandamiento del Señor en ese preciso momento, sino que fue el resultado extraordinario de la salvación dinámica del Señor la cual había venido a Zaqueo. Basados en este caso de salvación, nosotros también, tan pronto como nos sea posible después de haber creído en el Señor, debemos devolver toda ganancia injusta a los que hemos ofendido. Solamente así tendremos un testimonio ante los hombres y paz en nuestra conciencia. Si hemos obtenido ganancias injustas en secreto, no sabiéndolo otros, ni aun la persona defraudada, entonces debemos emplear sabiduría para hacer restitución, y devolver en secreto lo obtenido, para evitar causar problemas e implicar a otros. Sólo debemos dar a conocer nuestra restitución a los que tienen conocimiento de nuestras malas acciones.

  De acuerdo con este principio de hacer restitución, después de ser salvos, asimismo debemos emplear sabiduría para resolver toda relación inmoral con otros. Sólo entonces seremos dignos de ser reconocidos como cristianos sinceros.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración