
La glorificación es el último paso de la salvación completa que Dios efectúa. Una vez seamos glorificados, habremos alcanzado la cumbre de la salvación de Dios y entraremos en Su pleno disfrute por la eternidad. Todos los creyentes esperamos ansiosamente que llegue ese momento. Esta es nuestra gloriosa esperanza.
¿Qué es la glorificación? Es el proceso mediante el cual algo o alguien es introducido en la gloria. ¿Cuál es el significado de la palabra “gloria” según la Biblia”?
Romanos 3:23 dice: “Porque todos han pecado, y carecen de la gloria de Dios”. Según la Biblia, “gloria” es Dios expresado, es decir, la expresión de Dios. Si Dios está escondido, no hay gloria; pero cuando Dios es visto y expresado, allí está la gloria.
El hombre fue creado para contener la vida de Dios y expresar tal vida; por tanto, podemos decir que el hombre fue creado con miras a la gloria. Sin embargo, este hombre pecó, perdiendo así su derecho de recibir la vida de Dios, y a causa de ello, fue incapaz de expresar a Dios. Es por eso que la Biblia dice que el hombre carece de la gloria de Dios. La glorificación es la acción de Dios mediante la cual El nos introduce en la expresión de Sí mismo. Dios lleva a cabo esto de una forma viviente.
La semilla de clavel es pequeña, redonda y sin belleza alguna, pero en su interior contiene un gran potencial de vida para florecer. El florecimiento es la expresión plena de la vida que está en esa pequeña semilla; es la gloria de dicha semilla. Después de ser sembrada, la semilla se convierte en una planta que crece al ser regada. Luego, después de algún tiempo, esta planta florece. Tal florecimiento es simplemente la semilla que ha crecido en plenitud y que se ha convertido en una flor. La semilla se convierte en una flor, y esta flor es simplemente la semilla que ha madurado completamente. Si usted tiene la semilla, tiene la esperanza viva de la flor; pero sin la semilla, su esperanza de florecer no es viviente ni práctica. La semilla contiene en su interior la vida capaz de florecer, y tal vida es la esperanza de la gloria de la semilla.
Colosenses 1:27b dice: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Cristo como la semilla de vida entró en usted cuando alguien le predicó el evangelio y usted creyó. Esta semilla que ahora está dentro de usted es su esperanza de gloria en el futuro. Nuestra esperanza de ser introducidos en la plena expresión de Dios, reside en esta semilla de Cristo.
Hoy en día no tenemos una apariencia gloriosa, puesto que el Cristo que ha entrado en nosotros aún no ha crecido plenamente. No obstante, a partir de la regeneración, y mediante el proceso de santificación, transformación y conformación, Cristo es añadido a nosotros y crece en nuestro interior, tal como la semilla de clavel crece en la tierra. Un día, cuando Cristo haya crecido plenamente en nosotros, “florecerá”. ¡Lo que ha estado escondido dentro de esta semilla, será plenamente expresado y entonces seremos glorificados!
Colosenses 3:4 nos dice que “cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con El en gloria”. La segunda venida de Cristo, esto es, cuando El venga de nuevo a la tierra, será Su manifestación. Si hoy vivimos por Cristo como nuestra vida, en aquel día nosotros también seremos manifestados con El en gloria. Esto quiere decir que en ese momento seremos glorificados; la gloria no vendrá de afuera súbitamente, sino que saldrá de nuestro interior. Para ello, la semilla debe primero ser sembrada en nuestro espíritu; luego, necesita crecer extendiéndose a todas las partes de nuestra alma; y por último, debe llenar y saturar nuestro cuerpo físico, haciéndonos semejantes al propio Señor Jesús. Es así que llegaremos a ser los muchos hijos de Dios en plenitud.
Qué glorioso será ese día. Pero por ahora, todos necesitamos crecer en vida a fin de estar listos para florecer en aquel día. Esto no sucederá de una forma milagrosa, sino que será el resultado de nuestro crecimiento en vida. En 2 de Tesalonicenses 1:10a leemos: “Cuando venga en aquel día para ser glorificado en Sus santos...” Este versículo nos dice que Su venida será nuestra glorificación. ¡ Cuando El venga, seremos glorificados en El y El será glorificado en nosotros! ¡Qué maravilloso es que nosotros los pecadores, mediante la salvación de Dios, podamos llegar a ser los hijos de Dios, llenos de Su vida y Su gloria, para expresarle por la eternidad!
Compendium of God’s Full Salvation [Compendio de la salvación completa que Dios efectúa] (LSM), capítulo 20.
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