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Mensajes del libro «Llevar fruto que permanece, tomo 2»
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CAPÍTULO VEINTIDÓS

LA META DE LAS REUNIONES DE HOGAR

(2)

  Colosenses 1:27-29 dice: “A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la operación de Él, la cual actúa en mí con poder”.

CONOCER LA VERDAD EN EL RECOBRO DEL SEÑOR

  El recobro del Señor entre nosotros ya tiene una historia de más de sesenta años. Al comienzo el recobro era muy pequeño en tamaño, la situación era muy difícil y lo que el Señor nos había mostrado era muy limitado. Sin embargo, poco a poco, en los pasados sesenta años, aunque no diríamos que hemos visto algo nuevo cada día, ciertamente vimos algo nuevo cada año. En particular, por treinta y ocho años el Señor llevó Su recobro al extranjero, y durante todos estos años el Señor nos ha mostrado muchísimas cosas nuevas. Más recientemente, después de haber laborado arduamente desde 1974, el Señor nos ha llevado a completar el estudio-vida del Nuevo Testamento, de Mateo a Apocalipsis y nos ha usado para terminar las notas a pie de página de todo el Nuevo Testamento.

  Es evidente para nosotros que el conocimiento de la verdad en el recobro del Señor es claro y completo. Esto se ve en la verdad y la luz hallada en el himno #450 del himnario chino. La siguiente es una traducción literal de este himno:

  1. Lo que Dios es en verdad para el hombre depende
        del espíritu;
    En su espíritu el hombre debe tocar la esencia de Dios
        el Espíritu
    A fin de experimentar a Dios.

        El Espíritu engendra el espíritu, y el espíritu adora
            al Espíritu
        Para que el Espíritu me pueda llenar,
        El Espíritu también se ha convertido en la palabra
            con vida abundante,
        Fluyendo como ríos de agua viva.
  2. Dios es Espíritu y Él creó al hombre con un espíritu
    Para que con su espíritu pudiera adorar al Espíritu;
    Así, el hombre puede recibir a Dios como vida
    Y tomarlo como su provisión.
  3. Dios como Espíritu entra en el espíritu del hombre
    Para que éste sea regenerado;
    Así, el hombre puede tener comunión con Él en el espíritu
    Y disfrutar de Sus riquezas.
  4. Como Espíritu, Dios me llena, me riega, me refresca,
    Me transforma y me renueva,
    Hasta propagarse de mi espíritu a todo mi cuerpo,
    Saturando así todo mi ser.
  5. Como Espíritu, Dios se compenetra y se mezcla conmigo
    A fin de transfigurar mi cuerpo;
    Su elemento continuamente aumenta en mí
    Hasta que Él se manifieste.
  6. Todas las riquezas de Dios están en el Espíritu
    Para que yo las experimente y disfrute;
    Debo inhalar a Dios constantemente en mi espíritu
    A fin de disfrutar de todo lo que tiene Dios.

  Después de escribirse este himno, el recobro del Señor fue a los Estados Unidos. Por lo tanto, cuando el recobro del Señor llegó a los Estados Unidos, la verdad, el conocimiento y la experiencia de vida ya había alcanzado un nivel de madurez. Hoy estamos aquí estudiando la nueva manera. En términos de la verdad, no estamos añadiendo nada a lo que ya hemos visto. Sin embargo, en lo que se refiere a la práctica de la verdad y el verdadero aumento y propagación de la iglesia, hemos hecho ciertos descubrimientos. Por esta razón, estamos muy preocupados por aquellos que llevan muchos años en el recobro del Señor. Es una lástima si ellos no han estado siguiendo lo que el Señor nos ha mostrado en este tiempo. Sin lugar a dudas, los que no lo han seguido se encuentran un paso muy grande atrás.

LA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO

  Antes de octubre de 1984, practicamos la verdad, predicamos el evangelio, establecimos iglesias y llevamos la vida de iglesia. Sin embargo, aquella visión y aquella esfera no eran lo suficientemente amplias, lo cual hizo que tuviéramos una pérdida muy significativa. ¿En qué aspectos experimentamos pérdida? En primer lugar, prácticamente no crecimos, no obtuvimos ningún aumento ni nos propagamos. Debido al daño causado por el veneno de la práctica del cristianismo en la que un solo hombre habla y los demás escuchan, el recobro del Señor no se propagó ni creció mucho por muchos años. Aunque la mayoría de nosotros no nacimos en el cristianismo ni crecimos en el cristianismo, debido a que el poder religioso del cristianismo ha saturado toda la tierra, en gran medida éste ha afectado nuestro vivir.

  Hoy en día, el mundo entero toma el día del Señor como un día de descanso. Una persona no necesita ser cristiana, entender la verdad ni leer la Biblia, pero aun así asistirá al culto dominical. Además, celebrar la Navidad, instalar luces navideñas, enviar tarjetas de Navidad y tener fiestas navideñas son actividades que forman parte de la influencia del cristianismo. En realidad, es posible que quienes practican esto ni siquiera sean cristianos. Antes que una persona llegue a conocer a Cristo, ya ha estado bajo la influencia del cristianismo. Entonces, cuando es salva y viene a la iglesia, espontáneamente trae consigo las cosas mundanas del cristianismo.

  Hoy en día, hay muchos nuevos creyentes entre nosotros. Después que los bauticemos, ellos desearán ir a una capilla grande para asistir a un culto. Si únicamente los guiamos a tener reuniones en sus hogares, a ellos no les parecerá que esto responde a sus expectativas con respecto al cristianismo. Aun si los traemos al salón de reuniones, es posible que miren a su alrededor y se pregunten dónde está la campana, la cruz, el pastor y el coro. Si no encuentran estas cosas, es posible que se encuentren perplejos. Esto nos muestra que la densa atmósfera del cristianismo no sólo nos ha atacado, sino que también nos ha saturado.

  Empezando con el hermano Nee, nosotros nos hemos sentido como guardias de seguridad de turno, temiendo que si nos quedamos dormidos, aunque sea un poco, algo inapropiado entrará. En los dieciocho años que el hermano Nee estuvo con nosotros, vimos todos los sufrimientos y frustraciones que experimentó. Él era como una gran sombrilla que nos cubría, brindándonos protección a todos. La lluvia no caía sobre nosotros, el sol no nos quemaba y el viento no podía soplar sobre nosotros. En aquel tiempo el recobro del Señor experimentaba muchos problemas interna y externamente. De vez en cuando alguien abría las puertas y ventanas a la lluvia, o incluso derribaba completamente el techo. Parecía que toda índole de cosas negativas entraba al recobro del Señor. A veces era una opinión, y otras veces era cierto método. Sin embargo, todos estábamos bajo la cubierta del hermano Nee.

  Después de 1949 vinimos a Taiwán. La condición allí a menudo nos causó mucha aflicción. Los que se reunían con nosotros parecían abrir las puertas de todos los costados, y no era fácil para nosotros los “guardias de seguridad” saber lo que estaba sucediendo. Debido a ello, la muerte que predomina en el cristianismo nos afectó de modo generalizado. El camino del cristianismo primeramente anula la función de los miembros de Cristo y, en segundo lugar, acaba con la fuerza de la actividad en el Cuerpo de Cristo, al grado en que ata a cada miembro del Cuerpo. Este camino y atmósfera de manera invisible, inconsciente y secreta se ha infiltrado en nuestro medio. Esto ha hecho que seamos casi iguales al cristianismo en el sentido de que los miembros raras veces ejercen su función o encuentran imposible hacerlo. Por esta razón, no tuvimos mucha multiplicación ni aumento.

  En esta clase de atmósfera, no solamente muchos no estaban enterados de esta situación, sino que incluso pensaban que estaban recibiendo una ayuda. Cuando ellos venían a la reunión grande, parecía que todo lo que necesitaban se encontraba allí. Venir a las reuniones era un disfrute para ellos. No había otro lugar mejor que el salón de reuniones; era silencioso y pacífico, y allí se oraba, se cantaba y se predicaba. Esto les parecía muy bien. Después de trabajar por seis días, ellos por fin podían olvidarse de todas sus ocupaciones y descansar. Cuando venían al salón de reuniones, no necesitaban ejercer su función, sino simplemente sentarse allí y decir amén. Entonces cuanto más decían amén, más disfrutaban y más aliviados se sentían interiormente. ¡Cuán bueno parecía esto! Cuando mucho, lo único que necesitaban era apartar una porción de su salario mensual y depositarlo en la caja de ofrendas. Esto también era muy fácil. Ahora, las reuniones conforme a la nueva manera eliminan el que un solo hombre hable y los demás escuchen. No solamente todos deben abrir sus hogares para la reunión, sino que toda la familia, del más joven al más viejo, se ven obligados a ejercer su función, y deben abrir su boca para cantar y orar. ¡Cuán difícil parece esto ahora! Éstas son dos clases de condiciones y dos tipos de sentimientos. Es por ello que muchos prefieren las reuniones grandes.

NUESTRA PRÁCTICA ACTUAL: PREDICAR EL EVANGELIO MEDIANTE LA PRÁCTICA DE TOCAR A LAS PUERTAS Y ESTABLECER REUNIONES DE HOGAR

  Si todos escogiésemos la vieja manera, ¿cómo podría propagarse la iglesia? ¿Cómo podríamos crecer en número? Quizás todos seamos celosos en predicar el evangelio a fin de conducir a las personas a la salvación, pero después que sean bautizadas, ¿qué debemos hacer? Si lo único que tenemos son las reuniones grades, ¿cómo podrán las personas permanecer? Ésta es la razón por la cual cuando llevábamos a las personas a ser salvas en el pasado, después de dar a luz a alguien, éste moría, y los que quedaban eran unos pocos. Por lo tanto, basándonos en esta condición real, estudiamos y descubrimos esta necesidad práctica. Los resultados que hallamos son que primeramente debe haber una manera por la cual el evangelio entre en las personas y el Señor las gane. El segundo resultado no es igual de fácil; consiste en encontrar una manera por la cual aquellos que han sido salvos y bautizados puedan permanecer.

  Según estas dos necesidades, el Señor ha tenido misericordia de nosotros y nos ha mostrado que la mejor manera de ganar a las personas es predicarles el evangelio yendo de casa en casa, tocando a sus puertas y bautizándolas en sus hogares. Además, después que las personas sean bautizadas, debemos inmediatamente establecer una reunión en su hogar. De este modo, ellas permanecerán. Todos los predicadores cristianos, indistintamente de qué denominación sean, reconocen que no es fácil llevar a las personas a que crean en el Señor, y que llevarlas a la iglesia después de haber creído es aún más difícil, tanto así como escalar una montaña. Por lo tanto, el Señor nos ha mostrado estos dos asuntos. Primero, tenemos que llevar el evangelio a las personas en sus hogares para que sean salvas y, segundo, debemos llevar las reuniones a sus hogares para que sean edificadas.

  Después de experimentar por dos años, ha resultado exitosa la práctica de visitar a las personas tocando a sus puertas y predicándoles el evangelio para que fuesen salvas y bautizadas. Sin embargo, según nuestra observación, nuestra práctica de llevar a cabo las reuniones de hogar aún requiere más estudio.

LA CLAVE PARA TENER ÉXITO AL SALIR A TOCAR A LAS PUERTAS: ESTAR EN UNANIMIDAD

  Antes de ser salva, cierta hermana joven fue herida por alguien, y ella entonces decidió llamar a unos narcotraficantes para que fueran a la casa de esa persona a arreglar el asunto. Sin embargo, después que colgó el teléfono, unos santos tocaron a su puerta. Los santos entraron, y después que hablaron con ella por algún tiempo, ella se sintió muy contenta. Como resultado, ella inmediatamente llamó a esas personas malvadas y las detuvo.

  Otra persona testificó que por medio de la práctica de tocar a las puertas el Señor salvó a su suegra, a su esposa y a otras tres hijas de su suegra, y todas ellas fueron bautizadas. Otro hermano testificó que uno de sus vecinos estaba a punto de suicidarse, y que otro vecino estaba por divorciarse. Sin embargo, gracias a los santos que fueron a visitarlo y a tocar a su puerta, ellos y sus familias fueron rescatados. Éstos son sólo unos cuantos casos reales. Por lo tanto, sin duda alguna, tocar a las puertas y visitar a las personas las gana.

  Sin embargo, tengan presente que los santos mismos primeramente deben ser entrenados, y que las localidades donde los santos están deben estar en unanimidad, o si en cierta localidad no está la iglesia, al menos debe haber allí tres o cinco que estén en unanimidad. Es preciso que entendamos que si abrigamos la más mínima opinión, dicha opinión acabará completamente con nosotros. Todos hemos experimentado esto. Cuando ponemos en práctica el salir a visitar a las personas tocando a sus puertas, si el equipo de tres hermanos no es completamente uno y tienen diferentes opiniones, nuestra obra de inmediato pierde su impacto. Sin embargo, si estamos en unanimidad, orando juntos y avanzando en una misma dirección, enseguida vendrá la bendición.

LA VIDA DE IGLESIA EN EL RECOBRO DEL SEÑOR TIENE MUCHOS ASPECTOS

  La vida de iglesia en el recobro del Señor es rica y atractiva en muchos aspectos. En la vida de iglesia hay diversas oportunidades y servicios que, sin duda, son muy alentadores. Ahora también tenemos la práctica de tocar a las puertas, bautizar a las personas y conducir las reuniones de hogar. Éste es otro aspecto de la vida de iglesia. Sin embargo, este nuevo aspecto no reemplaza el aspecto existente, sino que más bien lo perfecciona.

  Sin lugar a dudas, la vida de iglesia en el recobro del Señor tiene muchos aspectos. En el pasado, debido a los velos, únicamente vimos las reuniones que se celebraban en el salón de reuniones. Si el número de personas aumentaba, establecíamos una reunión de distrito que resultara más conveniente para todos. Únicamente vimos esto sin pensar que era aún mejor que los santos se reunieran en sus hogares. Ahora el Señor nos ha mostrado que no es suficiente tener únicamente el primer aspecto de la iglesia, pues también necesitamos este aspecto recién desarrollado. Una vez que tengamos esta área que recién hemos empezado, tendremos dos aspectos en cuanto a condición, perspectiva y sentir. Sin embargo, si no manejamos bien estos dos aspectos tendremos problemas. Los corazones y los ojos de los que practican el tocar a las puertas y las reuniones de hogar estarán completamente centrados en ese único aspecto, mientras que los que practican el otro aspecto, el aspecto existente, quizás no sean capaces de desprenderse de las viejas prácticas. El resultado de ello sería una situación en la que ambas partes se oponen mutuamente, lo cual les traería sufrimiento. De ese modo, por un lado, la nueva manera no tendría éxito, y por otro, la vieja manera sufriría daño. Al final, ambos aspectos se verían afectados y nadie se beneficiaría. Debemos estar conscientes de esta eventualidad.

LAS DOS “ALAS” DE LA VIDA DE IGLESIA

  Hoy en día estamos recibiendo la carga de abrir paso al nuevo aspecto y fortalecerlo, y poco a poco la tendencia será que el nuevo aspecto reemplazará el viejo. Sin embargo, esto no significa que cuando el viejo aspecto sea reemplazado por el nuevo, el viejo sea completamente abandonado. No, no es así. Podemos usar como ejemplo un avión 747. Este avión tiene dos alas, una a la derecha y otra a la izquierda. Si solamente tuviera una sola ala, sin duda tendría problemas. Para tener el debido equilibrio las dos alas son necesarias. De manera semejante, las reuniones grandes son un ala, y las reuniones pequeñas son la otra ala. Así que tenemos estos dos aspectos, y la Biblia contiene ejemplos de ambos. Por un lado, estaban las reuniones de casa en casa, y, por otro, había ocasiones en las que toda la iglesia se reunía (Hch. 2:46).

  Las reuniones de hogar son casi como las comidas que a diario tomamos en nuestros hogares; sin embargo, lo que se describe en 1 Corintios 14:26 es una ocasión en la que toda la iglesia se reúne, lo cual no ocurre tan a menudo como las reuniones de hogar. No es fácil participar en una reunión grande todos los días, pero asistir a una pequeña reunión todos los días, e incluso dos veces al día, es bastante factible. Debido a nuestros viejos hábitos, no nos reunimos con frecuencia en la mañana; sin embargo, hoy en el nuevo aspecto del recobro del Señor, debemos llegar al punto en que tengamos reuniones aun en las mañanas, puesto que a algunas personas no les resulta conveniente reunirse a otra hora. Con respecto a la práctica de la nueva manera, debemos avanzar y estudiar continuamente.

EL PROGRESO DE LA NUEVA MANERA INCLUYE UNA PERSPECTIVA INTEGRAL

  Hoy la vida de iglesia en el recobro del Señor debe equilibrarnos a todos de modo que tengamos una perspectiva integral. Tengo la certeza de que en unos cuantos años la multiplicación y el aumento en la iglesia llegarán al punto en que aunque usted esté en la iglesia aquí, no sabrá lo que está sucediendo en todos los salones de reunión. Para entonces, los métodos de la vieja manera ya no servirán en absoluto. La vieja manera únicamente sirve en el viejo entorno. Ahora en el nuevo entorno lo único que tiene validez es la nueva manera. Asimismo, gradualmente veremos que ni siquiera los que participan en las reuniones de hogar serán todos iguales. Algunos preferirán reunirse en el salón de reuniones, mientras que otros preferirán no ir al salón de reuniones. Sin embargo, el hecho de que alguien no asista a la reunión en el salón de reuniones no significa que no reconozca la iglesia. Tal creyente aún reconoce la iglesia, sólo que prefiere reunirse en los hogares.

  Tales situaciones ya se han manifestado en las reuniones de hogar. No podemos “halar una pequeña planta para que crezca más rápido”, es decir, no podemos forzar ni llevar a rastras a un nuevo creyente al salón de reuniones. No estaría bien hacer eso. Aunque un hermano no venga a las reuniones en el salón de reuniones, con todo, él se reúne en los hogares y no va a las denominaciones ni participa en otras organizaciones; eso ya de por sí es una buena situación. Todo lo que debemos hacer es suministrarles a los nuevos creyentes las verdades, ayudarles en términos de la vida divina, cuidar de ellos en su vida diaria y permitir que ellos mismos conduzcan sus reuniones de hogar. De este modo, ellos espontáneamente serán perfeccionados en la verdad, crecerán en vida y permanecerán en la vida de iglesia. Esto es lo que deseamos y esto es lo que actualmente estamos practicando.

  Debido a esta necesidad, en cada reunión de la mesa del Señor, e incluso antes y después de la reunión de oración, debemos ministrar un breve mensaje que esté lleno de vida y luz (es decir, lleno de la verdad). Esto permitirá que los que estén en la reunión sean perfeccionados en todo aspecto.

NUESTRA PERSPECTIVA NECESITA SER AMPLIADA CON RESPECTO A LA PROPAGACIÓN DE LA VERDAD

  En resumen, con mayor empeño aún debemos propagar la verdad y no descuidarla. He aquí, un gran problema, al cual todos debemos prestar atención. En nuestra propagación no podemos estar ciegos ni limitarnos solamente a una manera de hacer las cosas. Por ejemplo, algunos hogares desearán abarcar Lecciones de vida, otros desearán abarcar Lecciones de la verdad, y otros querrán abarcar los mensajes del Estudio-vida. No podemos unificar todas estas diferentes situaciones, ni necesitamos hacerlo. En cada casa se come arroz, pero se come de manera diferente; unos comen arroz sofrito, mientras que otros comen sopa de arroz. Espero que todos tengamos esto claro. Cuando salgamos, debemos aprender a ampliar nuestra perspectiva y no limitarnos de ninguna manera.

  A fin de extendernos y propagarnos, no debemos limitarnos a una sola manera de hacer las cosas, tampoco debemos esperar ansiosamente que una persona mejore o que una familia cambie. Esto no es necesario. Debemos aprender a aceptar diferentes maneras y diferentes condiciones. Si a algunos hogares les encantan los mensajes del Estudio-vida, déjenlos leer dichos mensajes. Si a otros hogares les encantan Lecciones de la verdad, déjenlos usar Lecciones de la verdad. Dejen que ellos decidan por sí mismos y lo hagan por su propia cuenta. Así, ellos serán perfeccionados y edificados.

  De ese modo, la vida de iglesia en el futuro tendrá no sólo unos cuantos aspectos y direcciones, sino muchos. Ello nos exigirá tener una perspectiva amplia al tratar los asuntos en la vida de iglesia. Según la situación práctica, ninguna persona puede atender tantas situaciones diferentes. Para ello se requiere que todos asumamos la responsabilidad juntos. Sin embargo, aunque las situaciones puedan ser diferentes, debemos ser absolutamente uno en lo que se refiere a creer en la Biblia, en el Dios Triuno, en Jesucristo, en la necesidad de recibirlo a Él, quien es el Señor crucificado y resucitado, el carácter único del Cuerpo de Cristo y la unidad de la expresión del Cuerpo en diferentes iglesias locales. Todas éstas son cosas a las cuales todos debemos adherirnos de forma absoluta. Sin embargo, con respecto a los demás asuntos, nuestra perspectiva necesita ser ampliada.

  Es posible que observemos la situación de las iglesias en el libro de Hechos. Después de Hechos, desde Romanos hasta Apocalipsis, la situación entre las iglesias que vemos en las Epístolas no era la misma, pero su fe era absolutamente una sola. En cuanto a Dios, la fe está relacionada con la Biblia como Palabra de Dios, con la revelación de Dios, con el Dios Triuno y con el hecho de que Jesús es Dios y el Hijo de Dios que murió y resucitó por nosotros. Con respecto al hombre, la fe es la creencia de que necesitamos ser salvos mediante el perdón de nuestros pecados y regenerados para obtener la vida de Dios, que Cristo tiene un solo Cuerpo y que la expresión de este único Cuerpo en cada localidad también es una sola. Ésta es nuestra fe. Con respecto a los demás asuntos, ya sea que se trate del partimiento del pan o de otras prácticas en la vida de iglesia, no insistimos en nada.

  Podemos comparar las iglesias a los diferentes rostros con los que Dios creó al hombre. No hay dos rostros que sean exactamente iguales. Todos tienen su propio rostro, el cual es diferente de los demás. Incluso podemos distinguir entre los rostros de dos gemelos idénticos. También hay diferencias en cuanto a la tez y el color; algunos rostros son negros, mientras que otros son blancos, rojos o marrones. Los colores pueden ser diferentes, pero, en general, los rostros siguen siendo iguales. De modo semejante, en la vida de iglesia cada hogar puede tener un aspecto diferente, pero el principio en cada uno es igual, pues cada hogar sigue teniendo “dos ojos, dos oídos, dos labios y una nariz”.

  Sucede lo mismo con respecto al comer. Las personas de diferentes países, y a veces hasta las personas del mismo país, no comen lo mismo. A algunas les gustan la leche y los sándwiches, a otras les gustan la leche de soya y los bollos fritos, y a otras les gustan la avena cocida y las verduras. No podemos obligar a la gente que coma lo mismo. En la vida de iglesia, a algunos les gusta Lecciones de la verdad, a otros Lecciones de vida, y a otros los mensajes del Estudio-vida. Lo que comemos tal vez sea diferente, pero las “vitaminas” que contienen son igualmente nutritivas.

PRESENTAR A TODO HOMBRE PERFECTO EN CRISTO

  Hoy en día, los de la generación más joven son los representantes del recobro del Señor. Ellos son los miembros “principales”, los sucesores en el recobro. Espero que cuando ellos respondan para asumir la carga del recobro, su perspectiva no sea estrecha, sino tan vasta como el universo. Ellos deben permitir que su visión sea agrandada al máximo.

  No es nada insignificante el hecho de poder celebrar la mesa del Señor en cada hogar y que cada hogar nos reciba con un amén. En cuanto al futuro de la iglesia en el recobro del Señor, la verdad es absolutamente inalterable, pero las prácticas externas cambiarán drásticamente. La era de la carreta tirada por bueyes ha caducado, y ha llegado la era de los aviones 747. De manera semejante, de aquí a tres o cinco años veremos que la situación en la iglesia será notoriamente diferente, aunque la verdad permanecerá absolutamente igual. Independientemente de cuánto cambien las comidas con el paso del tiempo, la comida que Dios creó con sus elementos y esencias nutritivas permanecerá sin sufrir ningún cambio. Espero que todos podamos ver esto.

  Debemos llegar al punto en el cual las reuniones de hogar, las reuniones grandes, las reuniones pequeñas y todos los diferentes tipos de reunión se adhieran al mismo principio, a saber: anunciar a Cristo. Nosotros lo anunciamos en toda sabiduría, no sólo con Lecciones de la verdad o con las Lecciones de vida, sino en toda sabiduría y en todo tipo de sabiduría. Y no solamente lo anunciamos, sino que también amonestamos y enseñamos a todo hombre a fin de presentar a todo hombre perfecto, completo y plenamente maduro en Cristo delante de Dios. Ésta es la meta de nuestras reuniones de hogar.

  (Mensaje dado el 26 de mayo de 1987 en Taipéi, Taiwán)

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