
En agosto de 1986 empezamos el primer semestre del Entrenamiento de Tiempo Completo en Taipéi. Ahora este entrenamiento está en progreso. El principal propósito del entrenamiento es perfeccionar a los entrenantes para que implementen la nueva manera de proceder, de modo que conduzcan a los pecadores al Señor a arrepentirse y ser salvos, y después sigan cuidando de ellos. En el presente hay aproximadamente ocho mil quinientos nuevos creyentes bajo nuestro cuidado, y estamos conduciendo reuniones en sus hogares.
Pese al deseo de los santos en las diferentes localidades, ellos no tienen la capacidad de asumir completamente la responsabilidad de atender las reuniones de hogar. Además, estos nuevos creyentes fueron bautizados por los entrenantes del Entrenamiento de Tiempo Completo. Fueron engendrados por los entrenantes y son fruto de ellos. Si éstos nuevos creyentes pasaran a manos de los santos locales, temo que algunos de ellos se perderían. Por lo tanto, después de mucha consideración, hemos sentido que los entrenantes deben continuar llevando esta carga.
Necesitamos que quinientos hermanos que hayan pasado por el entrenamiento continúen cuidando de los recién bautizados en las reuniones de hogar. El número de santos en Taiwán que han sido adiestrados y pueden coordinar y continuar llevando la carga en este momento es de cuatrocientos. Al comparar este número con nuestra expectativa de tener quinientos, aún nos siguen haciendo falta cien. Por lo tanto, necesitamos que cien entrenantes de habla inglesa, procedentes de otros países, se queden en Taiwán al menos por dos años más para que continúen atendiendo las reuniones de hogar.
Hay una urgente necesidad que requiere la coordinación de las iglesias. Tenemos más de doscientos cincuenta santos de habla inglesa que han sido adiestrados, y dos terceras partes de ellos, ciento setenta, están dispuestos a quedarse. Esto es muy positivo por la necesidad que tenemos aquí. Sin embargo, todos estos santos del extranjero fueron enviados por las iglesias en sus localidades y han sido sostenidos por dichas localidades. Sin duda alguna, las iglesias locales los enviaron y sostuvieron económicamente para que después de que terminaran el entrenamiento regresaran a sus localidades a servir. Si los retenemos aquí después del entrenamiento, temo que las iglesias podrían pensar que los hemos arrebatado. Si éste es el pensamiento, preferimos que no se queden y que más bien regresen a sus localidades.
Ya sea que ustedes sean servidores de tiempo completo procedentes de Taiwán o del extranjero, si deciden quedarse y continuar sirviendo en coordinación, deben recibir un gozoso amén de sus respectivas localidades. De lo contrario, no les pediremos a ninguno de ustedes que se quede. Todos ustedes fueron enviados por las diferentes iglesias, y estas iglesias los han estado sosteniendo; por lo tanto, si desean quedarse, deben obtener no simplemente su consentimiento sino un gozoso consentimiento. Sólo así tendremos una base firme para tenerlos aquí; sólo así debemos proceder.
Debemos procurar siempre mantener una buena relación con las iglesias. No debemos relacionarnos con las iglesias de una manera legalista, simplemente buscando obtener su consentimiento. En los asuntos espirituales, especialmente en el Cuerpo de Cristo, no queremos simplemente obtener un amén estrictamente legalista. Lo que queremos que nos den es un gozoso amén. Incluso si usted es de otra iglesia de Taiwán, también debe asegurarse de que la iglesia que lo envió aquí desea que se quede en Taipéi y participe en el mover de evangelización en las comunidades. Queremos oír gozosos amenes. Por favor, preséntenle este asunto al Señor en oración y tengan una comunión minuciosa y gozosa con sus respectivas localidades con respecto a si deben quedarse o regresar.
Sería muy bueno si quienes se quedan para coordinar con la obra en las comunidades se quedan por dos años a fin de atender esta necesidad adecuadamente. Estamos muy gozosos de que los santos que hablan otros idiomas puedan unirse a esta labor, pero quisiéramos pedirles que aprendan chino. Necesitan estudiar con toda seriedad el idioma chino durante el día y asistir a las reuniones de hogar por las noches. De lo contrario, si para contactar a las personas todavía necesita traducción, no podrá asumir el cuidado de las reuniones de hogar. Los más competentes para atender las reuniones de hogar son los bilingües. Su capacidad para hablar chino e inglés en la obra evangélica es muy apreciada por todos los amigos del evangelio. Si usted habla solamente el inglés pero no el chino, aunque le den una buena bienvenida, la situación no será tan positiva. Cuando los amigos del evangelio lo vean y se den cuenta de que aun siendo estadounidense puede hablar chino, ganará sus corazones. Por lo tanto, deben orar mucho y dedicarse a aprender el idioma.
Si las respectivas localidades de los servidores de tiempo completo procedentes del extranjero les dan un gozoso consentimiento para que se queden, nos sentiremos muy complacidos. Al mismo tiempo, les aseguraremos a las iglesias de los Estados Unidos que cuando enviemos a los santos estadounidenses de regreso, les enviaremos “el capital con los intereses”. Al decir “los intereses” nos referimos a que enviaremos a muchos santos chinos para que ayuden a las iglesias del extranjero. Ésta es una dulce comunión. Tomaremos prestados a los santos del extranjero para que nos ayuden a evangelizar a Taiwán, y cuando esta labor termine, no sólo devolveremos a los santos procedentes del extranjero, sino que además enviaremos a más santos con ellos. Esperamos que todas las iglesias oigan estas buenas nuevas y gozosamente digan amén.
Hace dos años y medio teníamos planes de evangelizar a Taiwán mediante la predicación del evangelio en pueblos y aldeas, pero después nos dimos cuenta de que las personas de las grandes ciudades tienen una educación elevada, y que las comunidades de las ciudades están densamente pobladas. Por lo tanto, decidimos empezar en las comunidades de las ciudades. Taipéi es la principal de las ciudades más grandes; por lo tanto, a fin de evangelizar a Taiwán primero tenemos que ganar a Taipéi, y después a Kaohsiung, Taichung y Tainan. Ésta es nuestra estrategia. Todos los que se queden y continúen coordinando vivirán en diferentes comunidades. En cada comunidad hay por lo menos un número de cuatrocientos recién salvos; así que tenemos mucho trabajo por hacer. Posteriormente tendremos comunión sobre los detalles en cuanto a esto.
Pregunta: Para los que deseamos quedarnos, ¿debemos tener comunión con nuestras respectivas localidades por teléfono o por correo, o debemos regresar a nuestras localidades para tener comunión con los hermanos?
Respuesta: Cualquier método está bien. A fin de ahorrar tiempo y obtener una respuesta más pronto, es mejor tener comunión por teléfono.
Pregunta: ¿Requerirá esta obra que se quede un número máximo de cien santos, o requerirá un número mayor?
Respuesta: Sólo el Señor sabe cuál debe ser el número máximo. Mi deseo es que todos ustedes pudieran quedarse. Sin embargo, primero deben obtener un gozoso amén de sus respectivas localidades, y si finalmente se quedan, deben estudiar el chino diligentemente. Les haremos exámenes, y si no los aprueban, tendremos que enviarlos de regreso. El principio aquí es que cuando hacemos algo, debemos hacerlo seriamente y no a rastras. Por lo tanto, si usted se queda, debe entender esto y estar preparado a recibir la carga de aprender el chino. En seis meses, cuando mucho, usted podrá hablarlo con fluidez.
Pregunta: Si me quedo aquí, ¿cuándo podré empezar a aprender el idioma chino?
Respuesta: Hay muchas universidades aquí que tienen muy buenos cursos por los cuales los extranjeros pueden aprender chino. Vamos a averiguar estos cursos en las universidades. Si usted tiene algún asunto que le exige regresar antes de comenzar, entonces regrese y atienda ese asunto. Si no necesita regresar, entonces quédese y únase a la obra de atender las reuniones de hogar. Les daremos a todos ustedes unas vacaciones de diez días a dos semanas. Para aquellos que tienen asuntos que atender, pueden regresar durante este período de vacaciones. Para los que no necesitan regresar sino que se quedarán, pueden tomarse unas vacaciones y descansar. Sin embargo, después que regresen de sus vacaciones, deben estar preparados para laborar. En primer lugar, ustedes irán a atender las reuniones de hogar. Cada uno de ustedes se hará cargo de siete reuniones a la semana. Al mismo tiempo continuarán engendrando, o sea, produciendo nuevos creyentes, saliendo a tocar a las puertas.
Pregunta: ¿Los santos que se sostienen a sí mismos aún tienen necesidad de tener comunión con sus localidades?
Respuesta: No estamos aquí simplemente haciendo negocios. En tanto que usted venga de cierta localidad, aunque no sea sostenido económicamente por esa iglesia, con todo, necesita obtener un gozoso amén de la iglesia porque usted viene de ese lugar. No esté preocupado únicamente con la cuestión del dinero, pensando que únicamente necesita tener comunión con la iglesia porque ésta lo sostiene a usted. No, no es así, ni debe ser así. Así que para aquellos de ustedes que se sostienen a sí mismos, aún necesitan obtener un gozoso amén de la iglesia en su localidad.
Pregunta: ¿Deben los santos procedentes de Australia ser considerados de la misma manera que los santos estadounidenses?
Respuesta: Es mejor que todos los santos de Australia regresen y sirvan allí porque el número de iglesias y santos allí es muy reducido. Quedarse aquí debilitaría a las iglesias de Australia y Nueva Zelandia. Por lo tanto, salvo por circunstancias especiales, esperamos que todos ustedes regresen a fortalecer el mover del Señor en Australia, en las iglesias allí. No deseamos hacer nada que pueda debilitar la obra del Señor que recién se ha levantado en estos lugares. Australia no es como los Estados Unidos. Incluso si tomáramos prestados a doscientos santos de los Estados Unidos, esto no debilitaría a las iglesias allí. Al contrario, esto las haría arder. Según lo que hemos oído, el Señor tiene Su mover en Australia y en Nueva Zelandia. Por consiguiente, es mejor que ustedes regresen a fortalecer las iglesias allí. En cuanto a los que vienen de Europa, es mejor que también ustedes regresen a fortalecer y a ayudar a las iglesias por causa del mover del Señor allí.
Pregunta: ¿Deberán los hermanos de los Estados Unidos ser agrupados con santos procedentes de otras iglesias para formar equipos? Si se hace esto, ¿cómo deberán las iglesias compartir la carga de su sostenimiento?
Respuesta: Los santos procedentes de los Estados Unidos serán puestos en grupos de cuatro o cinco. Desde el principio, cuando consideramos el servicio de tiempo completo, claramente dijimos que cuando una iglesia produce a un obrero de tiempo completo, lo sostendrá sin importar adónde vaya. Quizás alguien diga que entonces es mejor no producir obreros de tiempo completo, porque una vez que son producidos, se irán de las iglesias en sus localidades. Necesitamos que el Señor nos ensanche. Estamos teniendo comunión aquí sólo a modo de principio. En la práctica habrá muchas situaciones diferentes. Si un obrero de tiempo completo es producido por la iglesia en Nueva York y va a servir en coordinación en Brasil, el Señor en Su soberanía proveerá para sus necesidades en Brasil. De este modo, él podrá decirle a la iglesia en Nueva York que ya no necesita que lo sostengan porque el Señor ya se ha hecho cargo de esto.
Pregunta: Yo soy de Inglaterra donde no hay muchos como yo. Algunos servidores de tiempo completo no han asistido al entrenamiento aquí en Taipéi, mientras que otros van a regresar a sus respectivas carreras después del entrenamiento. Dada esta situación, ¿qué debo hacer?
Respuesta: El Señor le reconoció al esclavo malo y perezoso que Él era un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no aventó (Mt. 25:26). Nunca debemos pensar que es fácil servir al Señor. La mayoría de los santos escoge servir en Taipéi porque es fácil servir aquí. Sin embargo, si el Señor nos envía a un lugar donde Él no sembró y aún nos pide que seguemos, debemos hacerlo. Esto es difícil. Por lo tanto, no debe escoger el camino más fácil. Cuando regrese a Inglaterra, debe estar preparado para sufrir y laborar. El Señor tal vez le dé campos pedregosos, y usted tendrá que sembrar, ayunar y orar. Creemos que por la misericordia y la gracia del Señor, Él, como Aquel que es fiel, le concederá una cosecha.
Cuando el hermano Hudson Taylor vino por primera vez a China, la situación no era fácil de ninguna manera. Asimismo, cuando los pioneros de la Iglesia Presbiteriana fueron a las aldeas de China, no les tocó nada fácil. Cuando salían a tocar a las puertas en las aldeas, los aldeanos ya se habían puesto de acuerdo para no abrirles la puerta de sus casas. En cuanto venían uno o dos misioneros, los primeros que los veían fuera de la aldea enseguida tocaban el gong para avisar a todos en la aldea, y entonces cerraban sus puertas. Según una historia verídica, un hermano estadounidense que era de la Iglesia Presbiteriana era muy sabio; era prudente como una serpiente. Así que, él se quedaba afuera frente a la puerta por quince minutos o media hora hasta que las personas que estaban adentro abrían un poquito la puerta. Tan pronto como veía que la puerta se abría un poco, él primero metía la caña que usaba de bastón para que los que estaban adentro no pudieran cerrarle la puerta. Después que lograba abrir un poco la puerta, metía un pie, hasta que finalmente lograba entrar completamente en la casa.
Los misioneros sabían que los chinos por naturaleza eran personas amables y amorosas y que no eran bárbaras, así que por eso se atrevían a entrar en la casa. Ellos habían estudiado el estilo de vida de los chinos y habían descubierto que en todas las casas había un molino para moler el grano. Las personas ricas usaban burros para esta tarea. Ellos le tapaban los ojos al burro y luego lo ponían a moler. Sin embargo, las personas pobres, tenían que hacerlo ellas mismas, lo cual era muy laborioso. Los misioneros estudiaron la situación y se enteraron de esto, y cuando entraban a la casa, corrían al molino y empezaban a moler diligentemente. El anfitrión de la casa entonces les decía: “Dejemos entonces que esos diablos extranjeros nos ayuden a moler el grano”. Así, los misioneros continuaban moliendo. Después de trabajar varias horas o medio día, el anfitrión les daba a beber agua. Una vez que les ofrecían agua, los misioneros sabían que eran bien recibidos. Después de esto, continuaban moliendo por el resto del día. Más tarde les daban algo de comer. Esto también era una buena señal. Finalmente, tenían la oportunidad de hablar con los miembros de la familia. Ellos sabían que la mejor manera no era hablarles inmediatamente, sino trabajar en el molino hasta que el anfitrión viniera a hablarles y a preguntarles de dónde eran. Ellos entonces empezaban a hablarles conforme a lo que habían preparado. Fue así como los misioneros abrieron las puertas para el evangelio en las aldeas de China, de modo que nosotros también tuvimos la oportunidad de oírlo. Creemos con toda certeza de que cuando el Señor regrese, todos ellos serán recompensados. Ellos sin duda fueron fieles. Por lo tanto, no escoja realizar una tarea fácil sino una tarea difícil y así recibirá una verdadera carga de parte del Señor.
Pregunta: Yo vengo de Canadá, pero según la carga que tengo por Europa, quisiera ir a Austria. ¿Debo seguir la carga de ir a Austria?
Respuesta: Puesto que usted siente una carga tan grande por Austria, sentimos que debería ir allí, pero es necesario que obtenga un gozoso amén de parte de las iglesias de Canadá. Recibimos una carta de parte de los hermanos en Bolzano, una ciudad al norte de Italia. Ellos empezaron a reunirse el año pasado. Supieron del recobro del Señor por medio de nuestras publicaciones y videos. También empezaron a tocar a las puertas, lo cual les ha permitido ganar a un buen número de creyentes y contactar a algunos austriacos. Sin lugar a dudas, algunas iglesias se levantarán en Austria. Si usted siente la carga, es mejor que vaya allí a fortalecer la obra del Señor.
Pregunta: Si hay una necesidad en nuestras respectivas iglesias locales, pero sólo hemos sido entrenados por un semestre, ¿debemos regresar inmediatamente o continuar con el segundo semestre de entrenamiento?
Respuesta: En principio, lo mejor es que terminen su segundo semestre de entrenamiento. No es suficiente que sólo asistan a un solo semestre. Tal vez piensen que si se quedan aquí las iglesias en sus localidades van a sufrir pérdida; sin embargo, deben estar dispuestos a pagar el precio, pues es sólo una pérdida momentánea. Si permanecen aquí por un año y toman el segundo semestre del entrenamiento, su función será aún mayor cuando regresen. Como todos ustedes saben, tenemos la carga de evangelizar a Taiwán. Debido a que los necesitamos a ustedes, vale la pena que se queden en el entrenamiento.
Pregunta: ¿Tiene usted algún consejo para los entrenantes de las Filipinas?
Respuesta: El mismo principio se aplica a ustedes. Si algunos de ustedes sienten la carga de quedarse, esto no será una pérdida para las iglesias allí. Sin embargo, si se quedan por demasiado tiempo, esto traerá pérdida. Si únicamente se quedan cinco o diez de ustedes, esto no debilitará a las iglesias allí. Sin embargo, para esto también se requiere tener comunión con las iglesias locales. No tengo la posición de decir nada al respecto. A menos que sientan la carga y obtengan el consentimiento de las iglesias en las Filipinas, nos parecerá mejor que regresen.
Es preciso que tengamos claro que estamos en el Cuerpo y que hemos venido de cierta “parte” del Cuerpo. En todo lo que hagamos, debemos obtener su consentimiento. La vida no es un asunto jurídico sino orgánico. La vida que llevamos en el Cuerpo de Cristo es completamente un asunto orgánico. Lo que nosotros hagamos debe ayudarnos a crecer, no debe matarnos. Si hacemos algo que nos está matando, no debemos hacerlo. Esto no es algo jurídico.
Pregunta: Yo ya tengo un título universitario y tengo la oportunidad de hacer un curso de postgrado. ¿Debo primero regresar, obtener un grado de educación más elevado y luego regresar a servir a tiempo completo?
Respuesta: Eso está bien. Si usted siente la carga, debe primero obtener un grado de educación más elevado. Luego, si el Señor lo guía a servir a tiempo completo, debe entonces servir a tiempo completo. No está obligado legalmente a hacerlo. Esto es completamente un asunto de vida, un asunto orgánico. Todos debemos tener claro que en el recobro del Señor seguimos la revelación de la Biblia y los modelos que se nos presentan en ella. Entre nosotros no existe una organización humana ni estamos legalmente obligados a hacer nada. Simplemente seguimos el camino del Espíritu, que es el camino orgánico. Éste es el camino de vida.
Pregunta: Si aún no he terminado mis estudios universitarios, ¿debo asistir a los dos semestres de entrenamiento?
Respuesta: Es mejor que termine su educación universitaria. A fin de llevar a cabo la obra del Señor en el mundo actual se requiere un buen nivel educativo. Debe aprender más idiomas; cuantos más aprenda, mejor. Lo animo a que aprenda dos idiomas además de su lengua materna. El inglés es muy necesario; el otro idioma podría ser alemán o español, u otro idioma como el griego o el hebreo. Cuanto más aprenda usted y más educación reciba, tanto mejor.
Quisiéramos aprovechar esta oportunidad para explicar un asunto muy crucial, a saber: conocer el ministerio. Espero que todos ustedes tengan claro que no queremos tomar —ni tampoco tomaremos— el camino de las organizaciones. Lo que tenemos no es una organización. Entre nosotros tenemos una sola dirección y un solo ministerio, porque todas las iglesias sobre la tierra están a favor del recobro del Señor. Este ministerio no es la obra personal de ningún individuo. En cada era y en cada generación el Señor lleva a cabo Su mover, y en una era particular Él lleva a cabo un mover particular. En los tiempos de Noé, la meta del mover del Señor era edificar el arca, y a fin de obtener el arca, el Señor comisionó a Noé para que llevara a cabo este ministerio. Nosotros podemos afirmar que éste era el ministerio de Noé; sin embargo, él no edificó el arca a solas, pues hubo otros que participaron en la edificación. Todos ellos tuvieron parte en el mismo ministerio. Si cualquiera de ellos hubiera sugerido construir una torre o un arca diferente, eso habría equivalido a levantar un ministerio diferente. El cristianismo hoy en día está dividido debido a que hay demasiados ministerios. Cuando decimos que somos uno con el ministerio, no estamos diciendo que somos uno con cierta persona; más bien, significa que somos uno con el ministerio del Señor hoy.
En la época de Noé el ministerio del Señor consistió en edificar el arca. En la época de Moisés Su ministerio consistió en edificar el tabernáculo con todos sus utensilios, especialmente el Arca del Pacto. En la época de David y de Salomón el ministerio del Señor consistió en edificar el templo. En la era del Nuevo Testamento, el ministerio del Señor consiste en edificar el Cuerpo de Cristo y producir las iglesias locales. Este ministerio fue llevado a cabo primeramente por Pedro y sus colaboradores, y más tarde continuó propagándose al mundo gentil mediante la labor de Pablo y sus colaboradores.
Únicamente debe haber un solo ministerio sobre la tierra. De lo contrario, habrá división, lo cual traerá perjuicio a la intención y propósito del Señor. Cuando decimos que estamos bajo una sola dirección, lo que queremos decir es que estamos bajo la dirección del ministerio neotestamentario. Creemos que en la época de Noé la única dirección consistía en edificar el arca, que en la época de Moisés consistía en edificar el tabernáculo con sus utensilios, y que en la época de Salomón consistía en edificar el templo. Sin embargo, hoy en el cristianismo hay demasiadas iniciativas y propuestas para edificar una gran diversidad de cosas. Por consiguiente, nosotros en el recobro del Señor debemos abandonar todas estas cosas. Sería muy terrible si hoy en día un supuesto colaborador dijera que siente una carga diferente.
Cuando decimos que debemos recibir la única dirección, esto no significa que debamos seguir la dirección de cierta persona, sino la dirección que el Señor da en Su mover. No debemos pecar contra la meta del ministerio del Señor, la cual consiste en edificar las iglesias locales. Entre nosotros no tenemos una organización; lo único que tenemos es la obra en vida. A cada era le corresponde un ministerio particular; por ende, hay un ministerio para hoy, y también habrá un ministerio en el futuro. Este único ministerio le permite al Señor obtener lo que desea en una era particular. Todo lo que hagamos y todo lo que haremos debe realizarse bajo la dirección que nos da el ministerio. Esto hará que aprendamos a acudir al Señor, pidiéndole que nos dé Su visión y también a contactar más al Señor, a negarnos a nosotros mismos, a renunciar nuestras opiniones y puntos de vista y a vivir en el mover presente del Señor. Esto no será según nuestros gustos o preferencias, sino que estará totalmente basado en la visión del Señor y en el conocimiento que tengamos de esta visión. De este modo, seremos uno con el ministerio y estaremos siguiendo una sola dirección.
Algunos probablemente dirán que nosotros tenemos esta enseñanza porque queremos tener todo bajo nuestro control. No tenemos la intención de controlar a nadie, pero definitivamente sí tenemos una carga que el Señor nos ha encomendado, una carga de ocuparnos de Su ministerio actual de edificar las iglesias locales. Esto es algo que sabemos muy bien e incluso nos gloriamos de ello. Le pedimos al Señor que nos dé Su dirección con respecto a todos los asuntos sobre los cuales hemos tenido comunión aquí.
(Mensaje dado el 14 de mayo de 1987 en Taipéi, Taiwán)