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Mensajes del libro «Principios básicos para poner en práctica la vida de iglesia»
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Principios básicos para poner en práctica la vida de iglesia

PREFACIO

  Este libro se compone de mensajes que el hermano Witness Lee dio en un entrenamiento celebrado el verano de 1963 en Altadena, California. Los mensajes no fueron revisados por el orador.

LA NATURALEZA, LA FUENTE Y LA ESENCIA DE LA IGLESIA

  El primer punto que hemos visto es que la iglesia se relaciona con el propósito eterno de Dios, y el segundo punto es que este propósito estaba escondido en Dios como un misterio. Ahora debemos ver qué es la iglesia. Algunos podrían decir rápidamente que la iglesia es el Cuerpo de Cristo y la casa de Dios. A partir de 1828, cuando la Asamblea de los Hermanos fue levantada por Dios, se escribieron muchos libros sobre estos dos aspectos de la iglesia. Siempre que uno se reunía con la Asamblea de los Hermanos y hablaba con sus miembros, ellos afirmaban que la iglesia es el Cuerpo de Cristo y la casa de Dios. Desde la época de la Asamblea de los Hermanos hasta hoy, casi todos los cristianos que buscan más del Señor han llegado a saber esto. Esto es cien por cien correcto, pero deseo hablarles de una manera más subjetiva, es decir, en términos de nuestra experiencia. El Cuerpo de Cristo ciertamente es algo que se relaciona con nuestra experiencia, pero aún hay algo más subjetivo que esto. El Cuerpo de Cristo y la casa de Dios manifiestan la función de la iglesia; sin embargo, estos dos aspectos no nos muestran la naturaleza y la fuente de la iglesia.

  Un término que puede ayudarnos a ver la fuente y la naturaleza de la iglesia es la palabra aumento. La iglesia es el aumento de Cristo; por tanto, Cristo es la fuente de la iglesia y la naturaleza de la misma. La iglesia es algo que procede de Cristo; es Cristo mismo aumentado y agrandado. Estos términos que se usan para describir la iglesia son más subjetivos, o sea, se relacionan con nuestra experiencia.

  Cristo es el origen o fuente de la iglesia, y Él es también la naturaleza —e incluso la propia esencia— de la iglesia. Si una persona creciera cien veces más del tamaño que tiene ahora, seguiría siendo la misma persona, pero lo sería de manera aumentada y agrandada. Asimismo, la iglesia es el propio Cristo aumentado y agrandado.

  La base bíblica para afirmar esto es Juan 3:30. En este versículo, Juan el Bautista habla del Hijo de Dios, Cristo, diciendo: “Es necesario que El crezca, pero que yo mengüe”. Hace más de treinta años me enseñaron, sobre la base de este versículo, que Cristo debe crecer en nuestra vida diaria, que Él debe ser agrandado para llegar a serlo todo y que nosotros debemos menguar hasta ser reducidos a nada. Esa enseñanza me ayudó mucho. En mi vida diaria, por la gracia de Dios, intenté ser reducido. “Ya no ... yo, mas ... Cristo” (Gá. 2:20); esto simplemente significa que yo menguo y que Cristo aumenta. Sin embargo, ése no es el significado correcto de Juan 3:30.

  En estos últimos años hemos descubierto el significado correcto de este versículo conforme a su contexto. El versículo 26 dice: “Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira Aquel que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a El”. Los discípulos de Juan notaron que todos los hombres iban al Señor Jesús. Ellos no estaban contentos, así que fueron a Juan, su Rabí, y se lo contaron. Los versículos del 27 al 29 añaden: “Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de El. El que tiene la novia es el novio; mas el amigo del novio, que está allí y le oye, se goza grandemente de la voz del novio; así pues, éste mi gozo se ha colmado”. A partir del contexto de estos versículos podemos ver que todos aquellos que vienen al Señor para ser redimidos por Él, son la novia del Señor, y que el Señor es el Novio. Juan el Bautista no era el Novio; él era solamente el amigo del Novio. El Señor es el Novio, el que tendrá la novia.

  Después de esto, el versículo siguiente dice: “Es necesario que El crezca”. ¿Qué significa esto? Esto simplemente quiere decir que Cristo tendrá una novia, y que la novia es Su aumento. En el versículo anterior se menciona a la novia, y en este versículo vemos el aumento. Debemos subrayar estas dos palabras: novia, en el versículo 29, y crezca, es decir, aumento o crecimiento, en el versículo 30. El crecimiento o aumento que vemos en el versículo 30, corresponde a la novia que vemos en el versículo 29.

  Podemos entender en qué manera la novia es el aumento al ver los tipos presentados en el Antiguo Testamento. El primer tipo presentado es Eva, la novia de Adán, la cual llegó a ser el aumento mismo de Adán. Eva fue la primera novia, y esta novia era el aumento de Adán. Adán era soltero, un individuo que no se había casado. Pero un día, el Señor Dios hizo que este soltero, este Adán solitario, durmiera. Mientras Adán dormía, Dios abrió el costado de Adán, tomó una costilla de él e hizo de esta costilla una mujer, esto es, hizo una novia como complemento o ayuda idónea de este soltero. Dicha costilla llegó a ser el complemento de Adán, su ayuda idónea. Así que, este hombre dejó de ser soltero. Había una pareja, pero la novia, la esposa, era el aumento de Adán. Antes Adán era soltero, pero ahora tenía una esposa, una ayuda idónea que le complementaba. Génesis 2 dice que estos dos llegaron a ser una sola carne. Estos dos no eran dos personas, sino una sola persona, la cual tiene dos partes que se complementan; la esposa era el complemento del marido, y el marido era el complemento de la esposa. Los dos formaron una persona completa, una pareja. Con esto podemos ver que una esposa es el aumento de su marido. Si hoy observamos a un marido y a su esposa, es posible que no nos demos cuenta de que la esposa es el aumento que provino del marido. Pero si pudiéramos ver a Adán y a Eva juntos, inmediatamente veríamos que Eva era el aumento de Adán, pues ella provino de él.

  Eva fue formada de una costilla de Adán, lo cual indica que la novia es el aumento del novio y que proviene del novio, como parte de él. Por tanto, la iglesia es una “costilla” del postrer Adán. La iglesia forma parte de Cristo, la iglesia proviene o surge de Cristo mismo. Un día, Dios hizo que Cristo durmiera en la cruz, y mientras Él dormía, Dios abrió el costado de Cristo, y algo salió de Cristo. Juan 19:34 dice que de Su costado salieron sangre y agua. La sangre tiene como fin efectuar la redención, es decir, redimirnos de nuestros pecados, y el agua tiene como fin dar vida, o sea, impartirnos la vida divina. De esta manera, llegamos a ser miembros de Cristo. Hablando en un sentido corporativo, todos nosotros llegamos a ser una entidad corporativa, el Cuerpo de Cristo, y este Cuerpo es la novia, el aumento de Cristo y Su complemento, Su ayuda idónea. Todos debemos entender lo que es la iglesia. La iglesia es el aumento de Cristo.

  En el tercer capítulo del Evangelio de Juan vemos las palabras novia y crecimiento o aumento. Ahora veamos otra palabra, regeneración. Tenemos que ser regenerados, nacer de nuevo, por medio de Cristo. Juan 3 es un capítulo que trata sobre la regeneración, pero ¿con qué propósito regenera Dios a las personas? La regeneración tiene como fin producir una novia para Cristo. La regeneración produce los miembros del Cuerpo de Cristo, y el Cuerpo de Cristo es la novia que complementa a Cristo, Su aumento. Por tanto, Juan 3 habla de la regeneración, de la novia y del aumento. ¿Cómo podemos formar parte de la novia de Cristo? Mediante la regeneración. Cristo tiene que impartir Su vida en nosotros a fin de hacernos parte de Su novia. Así que, por medio de la regeneración, Cristo obtiene una novia, y esta misma novia es el aumento de Sí mismo.

  Efesios 1:23 dice que este aumento es la plenitud de Cristo. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Cristo es ilimitado, así que necesita un Cuerpo que sea Su plenitud. Como novia, la iglesia es el aumento de Cristo, pero como Cuerpo, la iglesia es la plenitud de la Cabeza. Una cabeza que no tenga cuerpo es algo muy pobre, puesto que no tiene plenitud alguna. El cuerpo de una persona es la plenitud de su cabeza, y un cuerpo grande es una plenitud agrandada. La iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, es la plenitud de la Cabeza. La novia es el aumento del Esposo, y el Cuerpo es la plenitud de la Cabeza. El hecho de que la iglesia sea el aumento de Cristo nos muestra la fuente, la naturaleza y la esencia de la iglesia. La fuente, la naturaleza y la esencia de la iglesia son Cristo mismo, puesto que la iglesia procede cien por cien de Cristo y forma parte de Él. La iglesia es Cristo mismo aumentado y agrandado.

  Ahora sabemos por qué Dios creó los cielos, la tierra, todas las cosas y el linaje humano: simplemente para que Cristo entrara en Su creación, se encarnara como hombre y así pudiera impartirse en el linaje humano, a fin de que un segmento del linaje humano llegara a formar parte de Él. Sin los cielos, la tierra y tantas otras cosas, no sería posible que existiera el linaje humano, y sin la existencia de dicho linaje, sería imposible que Cristo fuera aumentado. Para que exista un linaje humano y Cristo sea aumentado, es necesario que haya un universo que constituya el ambiente en el cual y por el cual los seres humanos puedan existir. Si el sol estuviera un poco más alejado de la tierra, nos moriríamos de frío, y si el sol estuviera un poco más cerca, todos nos quemaríamos. Sin embargo, la temperatura es exactamente la que se necesita en la tierra para que podamos vivir. Además, todas las vitaminas que se hallan en la vida animal y vegetal fueron dadas por Dios para que el hombre pudiera existir. Si estudiamos el universo desde este punto de vista, nos alegraremos al ver que el universo entero fue hecho y dispuesto por Dios con el propósito de que exista el linaje humano; y todo esto, con el fin de que Cristo pudiera venir, se encarnara como hombre y se impartiera en el linaje humano, para hacer que un segmento de dicho linaje llegara a ser Su novia, Su aumento. Ahora podemos ver la posición central que tiene la iglesia en este universo. El universo fue creado para que existiera el linaje humano, el linaje humano fue creado para que se produjera la iglesia, y la iglesia es el aumento de Cristo.

LA FUNCIÓN DE LA IGLESIA

  El cuarto punto que debemos ver es la función de la iglesia. Ahora podemos regresar al tema del Cuerpo de Cristo y la casa de Dios. Para Cristo, la iglesia es Su Cuerpo; Cristo es la Cabeza, y la iglesia es el Cuerpo. Para Dios, la iglesia es Su casa; Dios es quien reside, y la iglesia es la residencia. En principio, el Cuerpo y la casa son lo mismo. En el Nuevo Testamento vemos que nuestro cuerpo se compara con una casa. En 2 Corintios 5:1 dice que nuestro cuerpo es una casa, una morada. El Cuerpo es un recipiente que contiene la vida de la Cabeza, y la casa también es un recipiente, una residencia, la cual contiene a Aquel que mora en la casa. El cuerpo es un vaso, y la casa también es un vaso. ¿Dónde está Cristo? En el Cuerpo. ¿Dónde está Dios? ¿Dónde mora Él? En Su casa. En principio, hablar del Cuerpo y de la casa es lo mismo, porque tanto la casa como el Cuerpo son recipientes, vasos, que contienen a Dios y a Cristo.

  Sin embargo, aún con esto existe una diferencia. La finalidad del Cuerpo como recipiente es expresar la vida que contiene. Por tanto, con el Cuerpo vemos el aspecto de la expresión. Todo lo que somos, todo lo que hacemos y todo lo que tenemos, se expresa por medio de nuestro cuerpo. Una persona, valiéndose de su cuerpo, puede hablar, caminar, manifestar su sabiduría y su conocimiento, y hacer muchas cosas. El cuerpo es un recipiente que expresa lo que contiene. Sin embargo, el aspecto principal de una casa no es expresar algo. Una casa tiene como objetivo principal el reposo, la culminación y los logros de una persona. Para lograr algo, necesitamos una casa. En estos días nos estamos esforzando por publicar una pequeña revista llamada El Manantial y, además, publicaremos mensajes en forma de folletos. Para lograr esto necesitamos un cuarto en una casa. Una casa sirve para reposo y para lograr la culminación de un propósito. Cristo necesita la iglesia como Cuerpo para expresarse, mientras que Dios necesita la iglesia como una casa para reposar y para hacer Su voluntad, es decir, para cumplir Su propósito eterno.

  Ahora sabemos cuál es la fuente, la naturaleza y la esencia de la iglesia, y también cuál es la función de la iglesia. Para Cristo, la iglesia es Su Cuerpo; esto es, contiene a Cristo para expresarle. Para Dios, la iglesia es Su casa; esto es, contiene a Dios para que Él repose en ella y para que logre cumplir Su voluntad mediante ella. Ésta es la función, el deber, de la iglesia.

LA PRÁCTICA DE LA IGLESIA

  Ahora veamos un punto pragmático: la práctica de la iglesia. La manera en que ponemos en práctica la iglesia es un tema importante para los creyentes. Primero debemos comprender que la iglesia fue formada y fundada universalmente, que la iglesia es edificada universalmente y que es llevada a la práctica universalmente, en todo el universo y entre todo el linaje humano. A partir del tiempo de Pentecostés, el Señor comenzó a establecer Su iglesia, a llevarla a la práctica, no sólo en un lugar, en una localidad, sino en muchos lugares, en muchas localidades, de ciudad en ciudad y de lugar en lugar. Además, esto no sucedió sólo en una era o generación, sino de era en era y de generación en generación.

  Todos conocemos el significado de la palabra universal; se refiere al tiempo y al espacio, es decir, alude a lo que abarca todo el tiempo y el espacio. Las localidades están delimitadas por el espacio, las generaciones se hallan en la esfera del tiempo, y el tiempo más el espacio equivalen al universo. Por tanto, el Señor formó, fundó, establece, edifica y lleva a la práctica Su iglesia universalmente. El Señor pone en práctica la iglesia universalmente, de lugar en lugar, una y otra vez, de ciudad en ciudad, de nación en nación y de generación en generación.

  Sin embargo, aunque el Señor pone en práctica la iglesia universalmente, sigue existiendo el aspecto local. Debo pedirles que sean muy sobrios en cuanto a este asunto, porque hoy en el cristianismo se dicen cosas incorrectas; algunos afirman que hay dos diferentes clases de iglesias: una es la iglesia eterna y universal, y la otra, las iglesias locales. No aceptamos tal afirmación; decir esto es incorrecto. Sólo podemos hablar respecto a diferentes aspectos de la iglesia, pero no de diferentes clases de iglesias.

  Las iglesias locales conforman la iglesia universal, y la única iglesia universal se compone de las iglesias locales. Podemos dar un ejemplo de esto describiendo nuestro cuerpo humano, el cual es un solo cuerpo con muchos miembros. El cuerpo está conformado por los miembros, y los muchos miembros constituyen el cuerpo. No son dos cosas, sino una sola con dos aspectos. Si lo consideramos en su totalidad, es un cuerpo, pero si consideramos las partes, son muchas; sin embargo, las partes siguen siendo un cuerpo. ¿Podemos separar nuestro cuerpo de sus miembros? Esto sería ridículo. No obstante, lamento decir que hoy algunas personas predican y enseñan que la iglesia universal es una entidad diferente de las iglesias locales.

  Es imposible separar la iglesia universal de las iglesias locales. Sin las iglesias locales, ¿dónde estaría la iglesia universal? Esto sería como preguntar dónde está un cuerpo sin sus miembros. Si no existiesen la iglesia en Jerusalén, la iglesia en Antioquía, la iglesia en Londres, Nueva York, San Francisco o la iglesia en los Ángeles, ni las iglesias locales en Taiwán y Japón, ¿dónde estaría la iglesia universal? La iglesia universal es el conjunto de todas las iglesias locales, y las iglesias locales son todas las partes que componen la única iglesia universal. Todas las iglesias locales —a lo largo de todas las generaciones y en todos los lugares— son los miembros que juntos componen la iglesia universal. No debemos considerar que la iglesia universal es una entidad aparte de las iglesias locales. Esto es un error, una enseñanza incorrecta y una clase de herejía.

  En la actualidad escuchamos a muchas personas hablar acerca de la iglesia universal, pero ¿dónde está la iglesia universal? He estudiado este asunto por más de treinta años, pero no podría decirles dónde está la iglesia universal si se refieren a ella como una entidad aparte de las iglesias locales. Desafío a cualquiera a que nos muestre dónde está la iglesia universal. Por otra parte, yo sí puedo mostrarles dónde están las iglesias locales. Hace mil novecientos años había una iglesia en Jerusalén, una en Samaria, una en Antioquía, una en Corinto, una en Éfeso y otra en Roma. Hoy hay una iglesia en los Ángeles y otra en Nueva York. Puedo mostrarles muchas iglesias locales, ¿pero puede alguien decirme dónde está la iglesia universal? La iglesia universal es muy grande, pero nadie puede mostrarnos dónde está. No debemos seguir a ciegas tales enseñanzas incorrectas y absurdas.

  Allí dónde están las iglesias locales, allí está la iglesia universal. No podemos decir que un cuerpo exista aparte de los miembros que lo compongan; más bien, el cuerpo está donde los miembros estén, es decir, el cuerpo no es una entidad aparte de los miembros. Basados en esto podemos ver qué es la iglesia universal. La iglesia universal es la totalidad, la consumación final y máxima, del conjunto de todas las iglesias locales.

  Podemos usar la frase la iglesia universal, pero su uso apropiado dependerá de cómo interpretemos dicha expresión. La iglesia universal es el resultado o producto de todas las iglesias locales a lo largo de todas las generaciones y de todos los lugares. Todas las iglesias locales a lo largo de todas las generaciones y lugares, sumadas y compuestas juntas como una sola, conforman la iglesia universal. Sin las iglesias locales y aparte de las mismas, no hay iglesia universal.

  Debemos entender esto claramente. Con el tiempo veremos quién tiene la razón en cuanto a este asunto. La Biblia muestra y revela que en este universo existe una sola iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo expresado en muchas partes y en muchos lugares a lo largo de todas las generaciones. Una parte de este Cuerpo se expresó hace mil novecientos años en Jerusalén; otra parte se expresó en ese mismo tiempo en Antioquía; y hoy una parte se expresa en nuestra propia localidad. Por un lado, la iglesia es universal, y por otro, es local. La iglesia es universal en su totalidad y es local en cuanto a sus partes, y todas estas partes —agrupadas y en conjunto como una sola entidad— constituyen el Cuerpo de Cristo.

  Por tanto, la iglesia se lleva a la práctica universalmente a medida que se pone en práctica localmente. Si no hay un aspecto práctico localmente, no hay posibilidad de que exista el aspecto universal de la iglesia. ¿Dónde se pone en práctica la iglesia universal? ¿Se lleva a cabo en la luna, en el tercer cielo o en el Paraíso? No podemos encontrar semejante cosa en el universo entero. En un sentido estricto, no ponemos en práctica la iglesia universalmente, sino que, más bien, la ponemos en práctica localmente. Desde el día de Pentecostés todas las iglesias locales —juntas y compuestas como una sola entidad— se llaman corporativamente la iglesia universal. ¿Cuál es la iglesia universal? Es la composición de todas las iglesias locales.

  Simplemente no puedo tolerar que tantos siervos del Señor proclamen y prediquen de manera absurda diciéndoles a las personas que, además de las iglesias locales, también existe la iglesia universal. Yo les pregunto: “¿Aparte de las iglesias locales, dónde se encuentra la iglesia universal?”. No podemos tocar la iglesia universal. Hablando en un sentido estricto, la iglesia sólo es puesta en práctica localmente. Sin la iglesia local nunca se podría tener la iglesia universal, y si no ponemos en práctica las iglesias locales, nunca se podrá tener la iglesia universal de forma práctica. Hay veintisiete libros en el Nuevo Testamento, lo cual incluye veintiuna epístolas más las siete epístolas que se hallan en Apocalipsis 2 y 3. ¿Cuál de estas epístolas fue dirigida a la iglesia universal? Cuando mucho, podemos decir que una epístola debe ser leída por otras iglesias. Por ejemplo, 1 Corintios fue escrita a los corintios así como a todos los creyentes en todo lugar; sin embargo, dicha epístola no fue escrita a la iglesia universal. Debemos entender esto claramente y centrar toda nuestra atención en las expresiones locales de la iglesia.

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