Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Reino, El»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas

CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

EL CRECIMIENTO Y LA COSECHA DE LA APARIENCIA DEL REINO

  En el último capítulo abordamos el crecimiento y la cosecha de la realidad del reino, y en este capítulo trataremos del crecimiento y la cosecha de la apariencia del reino. La apariencia del reino es revelada principalmente en Mateo 13 por medio de tres parábolas: la parábola de la cizaña, la parábola de la semilla de mostaza que se convierte en un gran árbol y la parábola de la levadura. Estas parábolas abordan tres asuntos muy negativos.

LA CIZAÑA

  Primero es necesario considerar algunos versículos que nos hablan de la cizaña, los falsos cristianos. Éstos son aquellos que son cristianos de nombre solamente, es decir, son cristianos nominales. Hoy en día hay muchos cristianos nominales. Sin embargo, algunas personas son indiferentes, pues consideran que no es importante si los cristianos son verdaderos o falsos. Pero esto es de suma gravedad. En realidad, ser un falso cristiano es peor que ser una persona que no se llama cristiana. Como vimos en un capítulo anterior, cuando el Señor Jesús regrese, el primer grupo de personas que Él juzgará de forma muy severa será el de los falsos cristianos. El Señor Jesús enviará a Sus ángeles para atar la cizaña en manojos y arrojarla al lago de fuego. El anticristo y el falso profeta serán arrojados vivos al lago de fuego, y el hecho de que los falsos creyentes también serán arrojados vivos al lago de fuego nos muestra cuánta gravedad reviste este asunto. El Señor Jesús dijo claramente que Él los ataría en manojos y los arrojaría al fuego, el cual denota el lago de fuego. Hoy en día muchos pastores y ministros son indiferentes con respecto a si los miembros de su congregación son verdaderos o falsos cristianos. Siempre y cuando ellos cuenten con una feligresía numerosa y una buena asistencia a sus reuniones, y siempre y cuando sigan recibiendo ingresos significativos, se sienten satisfechos. Pero tenemos que acudir a la Palabra de Dios para ver cuán grave es ser un falso cristiano.

En Hechos

  Hechos 20:29-30 dice: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. ¿Se refieren estos versículos a los falsos creyentes o a los verdaderos creyentes? La Biblia nos dice que se trata de lobos. Incluso durante el primer siglo, el apóstol Pablo les dijo a los ancianos de la iglesia en Éfeso que algunos lobos rapaces se introducirían en la iglesia y no perdonarían al rebaño. También les advirtió que incluso algunos de estos surgirían de entre ellos mismos para hablar cosas perversas y arrastrar tras de sí a los discípulos. Ciertamente estos son cizaña.

En Romanos

  Romanos 16:17-18 dice: “Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Cristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”. No piensen que todos los cristianos son ovejas, pues algunos son lobos. Estos versículos nos dicen que tenemos que fijarnos en quienes causan divisiones y son factor de tropiezo. Estas personas engañan a los ingenuos con suaves palabras y lisonjas. ¿Cree usted que estos son auténticos cristianos? Ciertamente deben ser cizaña, pues son falsos y engañan a otros por amor a sus vientres. Ellos no sirven al Señor, sino a sus propios vientres. Su dios es su vientre.

En 2 Corintios

  Leamos también 2 Corintios 11:13-15: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se transfiguran para hacerse pasar por apóstoles de Cristo. Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es gran cosa si también sus ministros se transfiguran para hacerse pasar por ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. Estos versículos indican que hay algunos falsos apóstoles. Ciertamente éstos son cizaña; son ministros del enemigo, Satanás. Algunos ministros hoy en día no son ministros de Dios, sino ministros del enemigo. La palabra que se tradujo “transfiguran” en el versículo 13 debe entenderse como “se visten o disfrazan”. Ellos adoptaron la apariencia de los apóstoles de Cristo; pero no es una verdadera transformación, sino un disfraz externo.

  La última parte de 2 Corintios 11:26 dice: “Peligros entre falsos hermanos”. Este versículo muestra que aquellos falsos hermanos se convirtieron en un peligro que amenazaba al apóstol Pablo, quien padeció a causa de ellos. Verdaderamente, si tenemos falsos hermanos en la iglesia, ellos representarán una especie de sufrimiento para nosotros así como un verdadero peligro.

En Gálatas

  Gálatas 2:4-5 también desarrolla el tema de la cizaña: “Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que se infiltraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros”. Los falsos hermanos se infiltraron a escondidas, como lo haría una serpiente, a fin de hacer daño y envenenar.

En Filipenses

  Pablo hace mención de esto mismo en Filipenses: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo” (3:2). ¿Quiénes son los perros mencionados aquí? Ellos son los falsos predicadores. En el nombre de Cristo predicaron algo concerniente a la circuncisión. Esto significa que ellos eran perros, falsos cristianos. A su vez, Filipenses 3:18-19 continúa diciendo: “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, cuyo fin será destrucción, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria se halla en su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. Éstos son también falsos creyentes. Son enemigos de la cruz de Cristo, y su dios es su vientre. Todas estas clases de personas son cizaña.

En 1 Timoteo

  En 1 Timoteo 1:19-20 dice: “Manteniendo la fe y una buena conciencia, desechando las cuales naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás como castigo para que aprendan a no blasfemar”. ¿Piensan que Alejandro e Himeneo eran auténticos cristianos? Incluso la Biblia nos dice que eran malvados; sin duda alguna ellos eran terrible cizaña.

En 2 Timoteo

  En 2 Timoteo 4:14-15 se menciona nuevamente a Alejandro, el calderero: “Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pagará conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras”. Aquí “males” denota “daños”, lo cual implica que Alejandro le causó mucho daño a Pablo.

En Hebreos

  Ahora leamos Hebreos 12:15: “Mirad bien, no sea que alguno caiga de la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. Aquí la raíz de amargura denota a aquellas personas que podrían surgir a fin de causarnos problemas y contaminarnos. Ellos se volverán personas amargas. Sin duda estas son las personas falsas.

En 2 Pedro

  “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como también entre vosotros habrá falsos maestros, que introducirán secretamente herejías destructoras, y aun negarán al Amo que los compró, acarreando sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán su lascivia, por causa de los cuales el camino de la verdad será injuriado, y en su codicia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. El juicio pronunciado sobre ellos hace tiempo no está ocioso, y su destrucción no se duerme” (2 P. 2:1-3). ¡Esto es verdaderamente terrible! Ciertamente éstos eran falsos cristianos, la cizaña.

  En el mismo capítulo leamos el versículo 15: “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el pago de la injusticia”. Después, los versículos 17-22 dicen: “Éstos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales está reservada la oscuridad de las tinieblas. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con los deseos de la carne y con la lascivia a los que a duras penas escapan de los que viven en error. Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue trasmitido. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”. Aquí los perros y los puercos son algo inmundo y sucio. Los lobos, los perros y los puercos, ¡qué calificativos más horribles, horrendos y desagradables son usados para describir a esta clase de falsos cristianos! Estas tres cosas horrendas son la cizaña que se encuentra entre los cristianos. El lobo causa mucho daño, y los perros y puercos son muy sucios.

En 1 Juan

  La cizaña también se halla desarrollada en 1 Juan 2:18-19: “Niños, ya es la última hora; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora se han presentado muchos anticristos; por esto conocemos que es la última hora. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”. Éstas son personas que se levantan en contra de Cristo, por lo cual son llamados anticristos. No solamente existe el anticristo que surgirá en el futuro, sino que también hay pequeños anticristos que ya estaban presentes en aquel entonces. Que ellos salieran de la iglesia primitiva y no permanecieran en ella demuestra que se trataba de falsos cristianos, la cizaña. Nos dice 1 Juan 4:1: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Si hubo muchos falsos profetas en los primeros días de la iglesia, ¿cuántos habrá ahora? ¿Creen ustedes que en la actualidad no hay falsos profetas? Ciertamente hay más falsos profetas ahora que durante el primer siglo.

En 2 Juan

  Ahora leamos 2 Juan 7: “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo”. Tales personas no confesaron que el Señor Jesús es el propio Dios que se encarnó para ser un hombre. Hoy en día hay también personas así. Los versículos del 9-11 dicen: “Cualquiera que se extravía, y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en esta enseñanza, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta enseñanza, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Regocíjate! Porque el que le dice: ¡Regocíjate! participa en sus malas obras”. Hoy en día hay quienes no permanecen en la enseñanza de Cristo, sino que van más allá de la misma. Esto significa que ellos no creen que el Señor Jesús es Dios, que Él murió en la cruz para nuestra redención, que resucitó y que ahora está en los cielos. Y, por supuesto, tampoco creen que Él vendrá por segunda vez. Esto es muy grave, y debido a que tales personas han ido tan lejos, se nos advierte que no debemos recibirlos en nuestras casas, ni comer con ellos, ni siquiera saludarlos. Esto reviste gran seriedad delante del Señor. No debemos ser indiferentes con respecto a tal clase de persona.

En Judas

  El libro de Judas también desarrolla la semilla concerniente a la cizaña. En el versículo 4 se nos dice: “Porque algunos hombres se han introducido encubiertamente, los que ya desde antiguo estaban inscritos para este juicio, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a nuestro único Amo y Señor Jesucristo”. Aquí se usó la palabra introducido; algunos hombres se introdujeron encubiertamente. Hoy en día sucede lo mismo. Algunos se introdujeron encubiertamente en la vida de iglesia con la intención de causar daño a la iglesia. Ciertamente éstos son falsos creyentes.

  Continuemos con Judas y los versículos 8-16: “No obstante, de la misma manera también estos soñadores contaminan la carne, menosprecian el señorío e injurian a las potestades superiores. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Pero éstos maldicen lo que no conocen; y en lo que por naturaleza entienden, se corrompen como animales irracionales. ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. Éstos son escollos ocultos en vuestros ágapes, que comiendo con vosotros sin temor se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, arrastradas por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con millares de Sus santos, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra Él. Éstos son murmuradores, quejumbrosos, que andan según sus propias concupiscencias, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho”. Ciertamente todos éstos son cizaña y, según la profecía de Enoc, el Señor primero se encargará de ellos.

  A continuación tenemos los versículos 17-19: “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus impías concupiscencias. Éstos son los que causan divisiones; los anímicos, que no tienen espíritu”. Nuevamente, éstos son los falsos cristianos.

En Apocalipsis

  Ahora leamos Apocalipsis 2:2b: “Y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”. ¿Se habían percatado de que hay tantos versículos en el Nuevo Testamento con respecto a la cizaña? No solamente hay versículos en cuanto a personas comunes y laicas que son cizaña, sino también con respecto a clérigos que son cizaña. De hecho, la mayoría de la cizaña mencionada en estos libros pertenece a la clase religiosa, los ministros. Ellos no son ministros de Dios, sino ministros de Satanás. En el recobro del Señor tenemos que permanecer alertas en contra de esta clase de falsedad. Espero que los hermanos que asumen el liderazgo en todas las iglesias puedan leer y orar-leer estos versículos y asimilarlos hasta comprender los hechos con respecto a los falsos maestros, profetas y ministros. ¿Se imaginan que incluso algunos de estos falsos creyentes osarán proclamarse como apóstoles? Todos estos versículos conciernen a la situación en la iglesia primitiva en tiempos de los apóstoles. Pero ciertamente en la actualidad la situación es incluso peor.

EL GRAN ÁRBOL

  Aunque leeremos apenas unos cuantos versículos con respecto al desarrollo del gran árbol, todos ellos son muy significativos. En primer lugar debemos leer Apocalipsis 2:12-13: “Y escribe al mensajero de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes Mi nombre, y no has negado Mi fe, ni aun en los días de Antipas Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás”. Aunque estos dos versículos no mencionan un gran árbol, en ellos tenemos la palabra Pérgamo, que denota una torre muy elevada. En realidad, Pérgamo tiene dos significados: uno es torre muy alta, el otro es matrimonio. Literalmente significa matrimonio y simbólicamente significa una torre alta. Ambas acepciones son muy significativas. Según la historia de la iglesia, la iglesia en Pérgamo representa el estado particular en que se encontraba la iglesia al inicio del siglo cuatro. Al inicio del siglo cuatro, en el año 313 d. C., Constantino, el emperador del Imperio Romano, adoptó el cristianismo como su religión e hizo que la iglesia se convirtiera en una institución grandiosa. Mediante el matrimonio del Imperio Romano con la iglesia, ésta vio un gran aumento tanto en el número de sus feligreses como también en su popularidad. Antes que esto sucediera, Satanás había perseguido a la iglesia, pero no logró nada con tal persecución. Con el tiempo, Satanás se dio cuenta de que esa táctica era ineficaz, ya que cuanto más él perseguía a la iglesia, más era derrotado. Así que astutamente cambió de táctica y, en lugar de perseguir a los cristianos, les dio la bienvenida. Constantino dio la bienvenida al cristianismo en el seno del Imperio Romano. La iglesia perseguida se convirtió en la iglesia bien recibida. El resultado fue que muchísimos incrédulos se bautizaron para integrarse al cristianismo, lo cual hizo que la cristiandad se convirtiera en un gran árbol lleno de falsos creyentes. Antiguamente, era una semilla de mostaza, pequeña y comestible. Pero desde el año 313 d. C. se convirtió en un gran árbol que contenía muchas cosas malignas, personas malignas e incluso espíritus malignos. Muchas cosas malignas vinieron a alojarse en las ramas de este gran árbol.

  La cosecha de la semilla concerniente al gran árbol está en Apocalipsis 18:2: “Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia la Grande, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible”. Es muy significativo que la realidad del reino concluye con una ciudad y que la apariencia del reino también concluye con una ciudad. La realidad del reino llegará a su consumación en una ciudad santa: la Nueva Jerusalén. Pero la apariencia del reino llegará a su consumación con una ciudad grandiosa: Babilonia la grande. Aunque la Nueva Jerusalén no se describe como una ciudad pequeña, la Biblia no la llama una gran ciudad. La Nueva Jerusalén es la ciudad santa, no la gran ciudad (Ap. 21:10). A Dios no le interesa obtener algo grandioso, sino algo santo. La iglesia no debe ser grandiosa, sino que tiene que ser santa. Nosotros somos la santa iglesia, no la gran iglesia. La Nueva Jerusalén es el edificio de Dios, y la gran Babilonia es el edificio del enemigo, Satanás. El gran árbol en Mateo 13 se desarrollará plenamente hasta llegar a ser aquella gran ciudad, Babilonia, la cual está llena de levadura, contaminación, corrupción y toda clase de cosas malignas.

LA LEVADURA

En Hechos

  Ahora debemos ver todas las cosas malignas que están contenidas dentro de la gran Babilonia. Estas cosas pueden ser consideradas como levadura. Primero debemos leer Hechos 5:1-11: “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y se reservó parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Mas dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que engañases al Espíritu Santo, reservándote parte del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en poner a prueba al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; entonces entraron los jóvenes y la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas”.

  Podríamos afirmar que éste es el primer relato donde vemos cómo la levadura se introduce en la vida de iglesia. ¿Qué clase de levadura era ésta? Esta levadura era la levadura de la hipocresía, la falsedad o simplemente el deseo de hacer alarde. Ellos hicieron algo a fin de exhibirse pretenciosamente. Si bien no eran tan consagrados, pretendieron serlo. Ésta es la primera clase de levadura que Satanás intentó introducir en la vida de iglesia. Este relato nos muestra que en la vida de iglesia es imprescindible que seamos puros. Tenemos que estar en la realidad del reino y tenemos que ser puros al hacer el bien. Si hacemos el bien, no debemos hacer sonar trompeta ni hacer exhibición alguna, sino que es mejor que nos escondamos cuando hacemos el bien. No debemos pretender ni fingir; tampoco debemos procurar vanagloria alguna. Es necesario que todos seamos cuidadosos en la actualidad. Especialmente con el asunto del dinero existe una gran tentación. Hay quienes o no dan nada o, si dan, lo hacen procurando cierta gloria para ellos mismos. Esto es levadura. Tenemos que ser cuidadosos. Todos los hermanos que participan del liderazgo tienen que permanecer alerta a fin de mantener cerrada la puerta para tal clase de levadura. A veces cuando alguien hace alguna donación a la iglesia, lo hace con una actitud de quien procura vanagloriarse. Ésta es la primera clase de levadura que se introdujo en la vida de iglesia.

  Otro relato donde se muestra cómo la levadura se introduce en la vida de iglesia se halla en Hechos 8:18-23: “Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu plata vaya contigo a la destrucción, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega al Señor, si quizás te sea perdonada la intención de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”. Que Simón pensara que el don de Dios podía ser comprado con dinero denota que su corazón no estaba bien. Esto también representa una especie de levadura, la cual no solamente guarda relación con el dinero, sino también con el orgullo. Simón quería obtener el poder de otorgar el Espíritu Santo al imponer sus manos sobre las personas, lo cual denota su deseo de llegar a ser alguien de renombre. Esta clase de levadura es muy sutil y está dentro de todos nosotros.

  Hechos 15:1 dice: “Entonces algunos descendieron de Judea y comenzaron a enseñar a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme a la costumbre de Moisés, no podéis ser salvos”. Enseñar de este modo es una especie de levadura. Esto es la levadura de la enseñanza incorrecta. Por un lado, no le damos excesiva importancia a las doctrinas; por otro, debemos permanecer alerta para que ninguna doctrina incorrecta pueda ser introducida que dañe la vida de iglesia.

En 1 Corintios

  En 1 Corintios 5:1-2 más levadura es mencionada: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se da entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. ¡Y vosotros estáis hinchados de orgullo! ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?”. Después, los versículos 6-8 dicen: “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra Pascua, que es Cristo, fue sacrificada. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”.

  Los versículos del 11 al 13 continúan: “Pero ahora os he escrito que no os mezcléis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o viva de rapiña; con el tal ni aun comáis. Porque ¿es asunto mío juzgar a los que están fuera de la iglesia? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad a ese perverso de entre vosotros”. Tenemos que comprender que el Señor jamás permitirá que esta clase de persona perversa permanezca en la vida de iglesia. Ellos tienen que ser sacados de la iglesia. En cierto sentido, tienen que ser echados fuera, incluso excomulgados. Por tanto, podemos ver que hay dos clases de personas con quienes no podemos tener comunión. En primer lugar están los anticristos mencionados en 2 Juan, quienes fueron más allá de la enseñanza de Cristo y no permanecieron en dicha enseñanza. Los anticristos no creen que Cristo es Dios ni tampoco que Cristo es el Hijo de Dios. Ellos no creen que Cristo murió en la cruz para efectuar la redención, que fue resucitado y que ahora esté entronizado en los cielos. Éstos son los anticristos. No debemos saludarles ni recibirles en nuestra casa. En segundo lugar están las personas perversas mencionadas en 1 Corintios. A éstas no debemos permitirles permanecer entre nosotros a menos que se arrepientan, debido a que es un insulto al testimonio de Dios. Si permitimos que tales perversos permanezcan en la vida de iglesia, ésta se hará sucia, será contaminada e insultada, y nosotros perderemos el testimonio de Dios. Tenemos que permanecer alertas para no recibir a ningún anticristo y no permitir que ningún perverso permanezca entre nosotros. La iglesia tiene que estar limpia de estas cosas tenebrosas.

En Gálatas

  También podemos ver el desarrollo de la semilla de la levadura en Gálatas 1:6-9: “Estoy maravillado de que tan pronto os estéis alejando del que os llamó en la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel bajado del cielo, os anuncia un evangelio que vaya más allá del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio que vaya más allá del que habéis recibido, sea anatema”. Ciertamente esa clase de evangelio, que iba más allá del evangelio predicado por Pablo, es una especie de levadura.

En Efesios

  Efesios 4:14 indica que incluso enseñanzas sacadas de la Biblia pueden convertirse en una especie de levadura si son usadas incorrectamente. “Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza en las artimañas de los hombres en astucia, con miras a un sistema de error”. Tenemos que comprender que un viento de doctrina puede corromper la vida de iglesia. No es sabio enfatizar mucho la doctrina, o seremos leudados.

En Filipenses

  Filipenses 1:15a nos dice: “Algunos predican a Cristo por envidia y contienda”. Incluso al predicar a Cristo puede haber levadura. Es muy bueno predicar a Cristo, pero toda envidia y contienda es una especie de levadura. Después el versículo 17a dice: “Pero aquellos anuncian a Cristo por ambición egoísta, no con intenciones puras”. Aquí la predicación que se hace de Cristo más la rivalidad es una especie de levadura.

En Colosenses

  El libro de Colosenses también desarrolla este asunto de la levadura. En 2:8 dice: “Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de su filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. La filosofía de hombres es una especie de levadura. Colosenses 2:18-19a dice: “Que nadie, con humildad autoimpuesta y culto a los ángeles, os defraude juzgándoos indignos de vuestro premio, hablando constantemente de lo que ha visto, vanamente hinchado por la mente puesta en la carne, y no asiéndose de la Cabeza”. Incluso no asirse de la Cabeza es una especie de levadura. Todos tenemos que asirnos de la Cabeza, Cristo.

  Los versículos 20b-23 nos dicen: “¿Por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzas (no manejes, ni gustes, ni aun toques; cosas que todas se destruyen con el uso), en conformidad a mandamientos y enseñanzas de hombres? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”. La humildad autoimpuesta, el culto a los ángeles y la apariencia de sabiduría son una especie de levadura.

En 2 Tesalonicenses

  También podemos ver la levadura en 2 Tesalonicenses. En 2:2 leemos: “Que no os dejéis mover fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor ha llegado”. En tiempos antiguos, algunos pretendían ser autoridades al hablar o escribir algo en cuanto al regreso del Señor. Ésta es una especie de levadura. “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición” (v. 3). Todos los medios por los cuales se engaña a los hijos del Señor son una especie de levadura.

En 1 Timoteo

  Pablo escribió mucho a Timoteo con respecto a la levadura. En 1 Timoteo 1:3-4 se nos dice: “Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe”. Aquí Pablo considera que otras doctrinas, las fábulas y las genealogías, todas son levadura. Luego en los versículos 6-7 se nos dice: “De las cuales cosas algunos, habiéndose desviado, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser maestros de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman con tanta seguridad”. Querer ser maestros es una especie de levadura. Si uno enseña algo que no sabe, tal enseñanza es también una especie de levadura.

  Después seguimos al 4:1-3: “Pero el Espíritu dice claramente que en los tiempos venideros algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a enseñanzas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia como con un hierro candente, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los que son creyentes y tienen pleno conocimiento de la verdad”. Ciertamente todas estas cosas son levadura.

En 2 Timoteo

  En 2 Timoteo 2:16-18 Pablo dice: “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra se extenderá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron en cuanto a la verdad, diciendo que la resurrección ya sucedió, y trastornaron la fe de algunos”. ¡Qué gran levadura es ésta! Ellos enseñaban que la resurrección ya había ocurrido y que no habría más resurrección. Luego el versículo 20 nos dice: “Pero en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para honra, y otros para deshonra”. Sin duda alguna los vasos de madera y barro que son para deshonra son una especie de levadura.

  Leamos ahora 2 Timoteo 3:5-9: “Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; de éstos apártate. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Éstas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, así también éstos se oponen a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos”. Ciertamente las mentes corruptas, de réprobos en cuanto a la fe, son levadura. “Mas los malos hombres y los impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (3:13). Aquí los hombres malos y los impostores son levadura. Después en 4:3-4 nos dice: “Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana enseñanza, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a los mitos”. Ellos no soportarán la sana enseñanza. La comezón o deseo por oír algunas enseñanzas es una especie de levadura. Tal comezón de oír es una especie de levadura.

En Tito

  Podemos ver más sobre la levadura en el libro de Tito. En 1:10-11 dice: “Porque hay muchos hombres indomables, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por vil ganancia lo que no deben”. Aquí se mencionan hombres rebeldes, habladores de vanidades y engañadores. Ciertamente éstos son una especie de levadura.

En Hebreos

  La levadura se desarrolla aún más en el libro de Hebreos. En Hebreos 12:16 dice: “No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que a cambio de una sola comida entregó su primogenitura”. Aquí un profano es levadura. Luego Hebreos 13:9 dice: “No os dejéis llevar de enseñanzas diversas y extrañas; porque buena cosa es que el corazón sea afirmado por la gracia, no con alimentos ceremoniales, que nunca aprovecharon a los que andaban confiados en ellos”. Aquí las enseñanzas diversas y extrañas ciertamente son levadura.

En 3 Juan

  Leamos ahora 3 Juan 9-10: “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, el cual quiere ser el primero entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia”. Diótrefes era una persona que deseaba tener una posición de preeminencia en la iglesia. Tal persona es una especie de levadura en la vida de iglesia.

En Apocalipsis

  Ahora, en el libro de Apocalipsis venimos a la cosecha del tema de la levadura. Leamos primero Apocalipsis 2:6: “Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales Yo también aborrezco”. Los nicolaítas se refieren a los religiosos o clérigos. Las obras de los nicolaítas son las obras de los clérigos. Sus obras son una especie de levadura. Luego los versículos 14-15 dicen: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a algunos que retienen la enseñanza de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Asimismo tú también tienes a los que retienen la enseñanza de los nicolaítas”. Hay dos clases de enseñanzas mencionadas aquí: la doctrina de Balaam y la doctrina de los nicolaítas. En el versículo 6 estaban las obras de los nicolaítas, pero a la postre estas obras se convirtieron en una especie de enseñanza. La levadura siempre es introducida en la iglesia de esta manera: primero por medio de las obras y, con el tiempo, como una especie de enseñanza. Estas enseñanzas son una especie de levadura que corrompe a la iglesia.

  En los versículos 20-24 se nos dice: “Pero tengo contra ti que toleras a esa mujer Jezabel, que dice ser profetisa, y enseña y seduce a Mis esclavos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, Yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a los hijos de ella heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña las entrañas y los corazones; y os daré a cada uno según vuestras obras. Pero a vosotros, a los demás de Tiatira, a cuantos no tenéis esa enseñanza, y no habéis conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, Yo os digo: No os impondré otra carga”. Estos versículos son una descripción real y exacta de la Iglesia Católica Romana. Ella tiene los ídolos, la fornicación, las enseñanzas y las profundidades de Satanás. Todos estos elementos son sencillamente levadura. Esta mujer Jezabel es la misma mujer mencionada en Mateo 13, la cual escondió la levadura en la harina fina.

  Ahora debemos leer Apocalipsis 17:4-5: “Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación; y en su frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”. Esta mujer tenía un cáliz de oro, pero dentro de dicho cáliz estaban las abominaciones y las inmundicias de su fornicación. ¡Qué gran levadura es ésta! Y esta levadura está escondida en un cáliz de oro. Externamente parece tener algo de Dios. Sabemos que el oro siempre denota la naturaleza divina. Externamente esto tiene la apariencia de Dios, pero internamente hay mucha levadura. Babilonia la Grande, ella misma es una prostituta y es la madre de muchas pequeñas prostitutas.

  Sin duda alguna, la mujer en Mateo 13 es la mujer en Apocalipsis 2 y 17. Mateo 13 afirma claramente que la mujer tomó la levadura y la escondió en la harina fina. La harina fina representa al Señor Jesús como nuestro alimento. Esta harina fina se usaba para hacer las ofrendas de harina que tipifican la humanidad de Cristo. La ofrenda de harina era alimento tanto para Dios como para los sacerdotes. La harina es sencillamente Cristo mismo. Cristo es la harina fina que satisface tanto a Dios como a nosotros. Pero la Iglesia Católica Romana, representada por aquella malvada mujer, tomó la levadura y la puso en la harina fina. En otras palabras, la Iglesia Católica Romana tomó muchas cosas malignas y las añadió a la verdad concerniente a Cristo. Por ejemplo, el nacimiento de Cristo es la verdad. Pero la Iglesia Católica Romana tomó la Navidad y se la añadió al nacimiento de Cristo. Tenemos que distinguir entre el nacimiento de Cristo y la navidad. El nacimiento de Cristo es la harina fina, y la navidad es la levadura. En Mateo 1 se encuentra el nacimiento de Cristo como la harina fina. La Navidad fue añadida como una especie de levadura.

  La Iglesia Católica Romana repetidamente ha recogido algo maligno, pagano, inmundo, satánico y demoníaco y lo ha mezclado con la verdad de Cristo. Ella sostiene en su mano un cáliz de oro cuya apariencia externa parece ser correcta, pero en su interior se esconden muchas abominaciones y fornicaciones. Babilonia la Grande está adornada de oro, piedras preciosas y perlas. Su apariencia es similar a la de la ciudad santa, la Nueva Jerusalén. Sin embargo, la ciudad santa no está simplemente adornada con estas cosas, sino que ella está construida con estos materiales preciosos. Esto quiere decir que el oro, las piedras preciosas y las perlas no han llegado a ser la sustancia y realidad interna de Babilonia la Grande, sino solo un enchapado externo. La Nueva Jerusalén, la ciudad santa, está edificada con estos materiales como su sustancia y realidad internas. Tanto en su interior como en su exterior lo que hay es oro. Pero en el caso de la gran Babilonia, ella apenas tiene la apariencia del oro para encubrir su impureza interna.

  En Mateo tenemos la semilla en cuanto a la levadura, en las Epístolas tenemos el crecimiento y finalmente en Apocalipsis tenemos la cosecha de la levadura. La cosecha de la realidad del reino es una ciudad que es de oro puro y sólido en todas sus partes. La cosecha de la apariencia del reino es también una ciudad, pero ella está solamente recubierta de oro. Esto quiere decir que Babilonia la Grande es una falsificación, una ciudad falsa. Debemos ser absolutos por tener la realidad del reino y no tener nada que ver con la apariencia del reino.

  ¿En qué ciudad está usted? Me temo que todavía tolere algo de la levadura de Babilonia la Grande. Por favor, dediquen algún tiempo para que reciban una profunda impresión con respecto a las diversas clases de levadura. ¡Alabado sea el Señor que hemos visto algo en cuanto al reino! Después de leer todos estos capítulos, ¿podría usted decir que jamás vio nada en cuanto al reino? ¿Podría decir que estos capítulos de Mateo continúan siendo un misterio para usted? Hemos visto la realidad del reino, la apariencia del reino y la manifestación del reino. ¡Alabado sea el Señor por la realidad y por la manifestación del reino! Pero debemos permanecer alerta y ser cuidadosos con respecto a la apariencia del reino. No nos interesa la levadura, sino la realidad. No estamos a favor de Babilonia, sino de Jerusalén. Ésta es la palabra pura del Señor y es muy clara para nosotros. La realidad del reino tiene como resultado la Nueva Jerusalén, mientras que la apariencia del reino tiene como resultado Babilonia la Grande, la consumación de la falsedad.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración