
Lectura bíblica: Ro. 16:20; 5:17b; 14:17
Debemos reinar en vida y debemos llevar la vida de iglesia en una localidad. De esta manera, lograremos que Satanás sea atado y aplastado bajo nuestros pies. El Señor dijo en Mateo 16 que las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia edificada (v. 18). Después de esto, se menciona el “reino de los cielos” (v. 19). El uso intercambiable de las frases el reino de los cielos, en este versículo, y la iglesia, en el versículo anterior, muestra claramente que la iglesia genuina es el reino de los cielos en esta era. Por tanto, la iglesia, el reino de Dios y el hecho de eliminar a Satanás están estrechamente relacionados. Donde esté la iglesia, Satanás es vencido y el reino de Dios es introducido.
Disfrutar al Dios de paz equivale a disfrutar la paz de Dios (Ro. 16:20). Además, esto nos capacita para disfrutar la gracia de Cristo. En las Epístolas del Nuevo Testamento, la gracia y la paz siempre se mencionan juntas, las cuales están con nosotros. Es menester llevar una vida de iglesia a fin de que aplastemos a Satanás bajo nuestros pies y a fin de que podamos disfrutar plenamente de la gracia del Señor y de la paz de Dios.
Si llevamos la vida de iglesia en una localidad, entonces el reino será introducido. La realidad de este reino equivale a que reinemos en la vida de resurrección de Cristo. Esto no es algo que podamos llevar a cabo por nosotros mismos, por nuestro ser natural o por nuestros propios esfuerzos. Este reinar y gobernar se lleva a cabo en la vida de resurrección de Cristo.
Al reinar y gobernar, la esfera en la cual Dios gobierna se expandirá, Su gloria será expresada y Su propósito eterno se llevará a cabo. Ésta es la manera que introduce el reino de Dios.