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Mensajes del libro «Situación mundial y el mover de Dios, La»
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CAPÍTULO SIETE

NUESTRA RESPONSABILIDAD FINAL

  Lectura bíblica: Jn. 15:5, 16a; Hch. 1:8; 1 Co. 2:1-2; 6:17; Fil. 1:20-21a; Ef. 4:4a; Col. 3:10-11; Ap. 1:2, 11, 12; 19:7, 8

LA MANO DE DIOS EN LOS ASUNTOS MUNDIALES

  En los mensajes anteriores vimos el mover final de Dios, el recobro final de Dios y la situación mundial final. Ahora debemos comprender cuál es nuestra responsabilidad con respecto a estos tres asuntos. Mi carga no es hablar de política sino mostrarles que Dios tiene un propósito que realizar en esta tierra con la humanidad, y ciertamente tiene la autoridad y el poder soberanos para ordenar las situaciones que suceden en la historia de la humanidad. No creo que haya muchos profesores que enseñen historia mundial que conozcan el significado de la historia humana. La mayoría de ellos tiene un conocimiento que es conforme al conocimiento del mundo. Ciertamente no muchos tienen el concepto de que la situación mundial tiene mucho que ver con el mover de Dios.

  De hecho, la situación mundial está sujeta a lo que Dios dispone. Fue Dios quien prefijó el orden de los tiempos para que cierto linaje hiciera algo o estuviera en determinado lugar. Fue Dios quien determinó las fronteras de las diferentes naciones (Hch. 17:26). Fue Dios quien puso reyes y quitó naciones. Esto es evidente no sólo en la Biblia, sino también en los hechos históricos.

CONSCIENTE DE LOS ASUNTOS MUNDIALES

  Cuando estudié la historia mundial en la universidad, nuestro texto sólo abarcaba hasta el año de 1920, y había sido publicado antes de 1925. Como ya les mencioné, he venido observando la situación mundial desde 1925. Mi conocimiento no provino de los textos de historia, sino de revistas, de periódicos y de mi propia observación. Por ejemplo, en septiembre de 1939 mi hermano vino a preguntarme acerca de la tasa de cambio y otros asuntos, que de un momento a otro afectaron el negocio de exportaciones que tenía. ¿Qué causó estas dificultades? Hitler había invadido a Polonia, con lo cual estalló la segunda Guerra Mundial. Les menciono esto para mostrarles lo enterados que estábamos de los asuntos mundiales. Yo he venido observando de cerca la situación mundial todos estos cincuenta y seis años, no porque tenga un interés personal sino por causa de los intereses del Señor.

  Desde nuestra juventud no sólo estudiamos la Biblia, sino también la historia de la iglesia y las biografías y escritos de los creyentes del pasado que tenían una búsqueda espiritual. Luego comprendimos que además de esto, necesitábamos conocer la situación mundial. De otro modo, estaríamos parcialmente en tinieblas. La mayoría de los colaboradores y yo, bajo el liderazgo del hermano Watchman Nee, estudiamos estos asuntos. Él leyó libros que yo no había leído, pero en muchas ocasiones conversó conmigo acerca de los hechos de la historia de la iglesia. De este modo, conocimos los escritos de los padres de la iglesia y los grandes maestros que vinieron después de ellos. Doctrinal y teológicamente, aprendimos lo que sucedió desde la época del apóstol Pablo hasta la era presente.

UN PAÍS EXTRAORDINARIO

  Es bastante evidente que la Unión Soviética está afrontando serios problemas hoy en día, mientras que los Estados Unidos está procurando guardar la paz por el bien de todo el mundo. En el mundo hoy, ¿cuál país está asumiendo el liderazgo? ¿Quién guarda el orden y mantiene la paz? ¿Qué país es el centro geográfico del mundo? ¿Qué país está en primer lugar a nivel económico, industrial, educativo y cultural? Los Estados Unidos. ¿Quién hizo esto? Dios. Esto es completamente la obra de Dios. Nosotros, como aquellos que aman a Dios y buscan al Señor, y como aquellos que están en el recobro, adoramos al Señor por este país.

  Con esto no estamos diciendo que los Estados Unidos no tenga pecado; simplemente consideren la pecaminosidad de ciudades como San Francisco, sin mencionar a Chicago, Nueva York, Los Ángeles y Las Vegas. No estoy diciendo que Estados Unidos sea un país puro y moral. Lo que quiero decir es que en ningún otro país hay tanta libertad de expresión. Yo creo que esta libertad es algo que Dios ha dispuesto para que nosotros podamos estar aquí a fin de liberar la verdad sin ninguna restricción ni temor. Ningún otro país es como éste.

  Estados Unidos es un país extraordinario. Su gente tiene el nivel más alto de educación y cultura. Debido a esto, ellos pueden entender lo que les hablo. Si hablara a la gente que es primitiva y atrasada, dudo que pudieran entender lo que les digo. Pero aquí resulta fácil. Tenemos la libertad y la confianza de expresar todo lo que el Señor nos ha mostrado.

  Le doy gracias al Señor por haber preservado este continente durante cinco mil quinientos años. Después, Él envió a personas cultas y piadosas a que fundaran esta nación. Ahora es el país líder. Todo esto ha sido la soberanía del Señor.

LAS SIETE ETAPAS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

  Desde la perspectiva espiritual y celestial, la historia de la humanidad consta de siete etapas, la última de las cuales es la etapa actual, antes del milenio. La primera es la etapa primitiva, de Adán a Abraham. La segunda es la formación del reino de Israel, que era el reino de Dios sobre la tierra. Esta etapa abarca desde Abraham hasta Salomón. La tercera etapa es la desolación del reino de Israel. Los reinos de Babilonia, Medo-Persa y Grecia bajo el liderazgo de Alejandro Magno asolaron a Israel. Éste fue el juicio que Dios trajo a Su pueblo degradado.

  La cuarta etapa es el Imperio Romano. Éste también asoló a Israel hasta cierto punto, aunque no tanto como otros imperios; al menos no lo hizo sino hasta el año 70 d. C., cuando Tito destruyó Jerusalén. El historiador Josefo describe cuán terrible fue esta destrucción. El Imperio Romano fue preparado y usado por Dios para que se llevara a cabo la obra de redención y la propagación de las buenas nuevas en las tierras de los alrededores del mar Mediterráneo. Sin embargo, en los siglos que siguieron, el Imperio Romano introdujo la Iglesia Romana, la cual arruinó el evangelio y dio inicio a los diez siglos, conocidos como la Edad de las tinieblas.

  La quinta etapa es la Reforma. Ésta se extiende desde los tiempos de Martín Lutero hasta el siglo pasado, XIX. Durante esta etapa surgieron muchas cosas nuevas que cambiaron la historia de la humanidad. También las nuevas tierras fueron descubiertas y pobladas, y se produjo la reforma de la llamada Iglesia Cristiana. Alemania fue la potencia que Dios usó durante esta etapa.

  La sexta etapa es la propagación de la predicación del evangelio y la Palabra de Dios. Esto lo logró Dios usando a Gran Bretaña. España fue derrotada y Gran Bretaña fue usada para mantener el orden en la tierra, a fin de que el evangelio pudiera ser predicado en todo el mundo y la verdad fuera llevada a todos los rincones del planeta. Ahora la Biblia ha sido traducida, al menos en parte, a casi todos los idiomas. De este modo, la Palabra de Dios ha sido propagada a todos los rincones de la tierra como el evangelio. Esto es algo que el Señor ha hecho.

  ¿Es esto todo? ¿Es la sexta etapa la etapa final? Si es así, ¿qué ganaría el Señor? La visión central del ministerio completador del apóstol Pablo no ha sido presentada adecuadamente, como tampoco lo ha sido el ministerio remendador de Juan. De hecho, son muy pocos los maestros cristianos que conocen este término: el ministerio remendador. Los hermanos de la vida interior conocen un poco acerca del ministerio completador de Pablo, pero lo que ellos tocan tiene que ver principalmente con Cristo, Su muerte y Su resurrección. Ellos no han visto mucho acerca del Cristo todo-inclusivo y universalmente extenso, según se ve Filipenses y Colosenses. Tienen muy poco que decir acerca del Cuerpo de Cristo. En lo que se refiere al ministerio remendador de Juan, lo que ellos ministran es mayormente algo superficial. Muchos no saben a ciencia cierta lo que es la regeneración. Así que hoy en día nos encontramos en la séptima o última etapa, en la cual el Señor recobrará el ministerio completador de Pablo y el ministerio remendador de Juan.

NECESITAMOS LA ETAPA FINAL

  Además, debemos comprender al menos cinco aspectos principales con respecto a la iglesia. Primeramente, es una reunión o asamblea de los santos. En el siglo pasado, los Hermanos de Inglaterra vieron esto y abandonaron las denominaciones, organizaciones, capillas y catedrales para regresar a la Biblia y reunirse en el nombre del Señor Jesús. Ellos recobraron el aspecto de la iglesia como una asamblea. Sin embargo, esto sigue siendo muy superficial.

  La iglesia es también el Cuerpo de Cristo, el nuevo hombre, el candelero y la novia. No muchos maestros han hablado de estos cuatro aspectos adecuadamente. Mientras estos cuatro aspectos de la iglesia no se hagan realidad, no podrán cumplirse ni el ministerio completador de Pablo ni el ministerio remendador de Juan; debido a esto, el Señor aún no ha podido cumplir Su propósito y le ha sido imposible regresar.

  El propósito de Dios no se cumple simplemente mediante la predicación del evangelio, la enseñanza de la Biblia ni por medio de tener reuniones bíblicas. Sin los diecinueve libros de Pablo y Juan, no habría compleción. Pese a que los cristianos en la actualidad tienen estos diecinueve libros, no prestan mucha atención a estos dos ministerios.

  Muchos hablan de los libros de Pablo, pero muy pocos recalcan el ministerio completador. ¿En qué consiste el ministerio completador de Pablo? Consiste en el misterio de Dios, que es Cristo y el misterio de Cristo, que es la iglesia. La mayoría de los que leen la Biblia han estudiado las epístolas de Pablo y han leído estas palabras (Col. 2:2; Ef. 3:4), pero probablemente no entienden adecuadamente lo que significan.

  El ministerio remendador de Juan presenta la iglesia como un candelero (Ap. 1:11-12). Pero los cristianos hoy en día hablan muy poco de este aspecto de la iglesia. El candelero representa a la iglesia como la corporificación del Dios Triuno. La naturaleza de oro representa al Padre como la fuente; la forma representa al Hijo como la corporificación del Padre; y las siete lámparas resplandecientes nos hablan de los siete Espíritus como la expresión del Dios Triuno. La iglesia como candelero es, por tanto, el Dios Triuno que está corporificado en Sus redimidos y que se expresa por medio de ellos.

  Hemos dado muchos mensajes en cuanto a estos dos ministerios de Pablo y Juan. Después de haber estudiado Gálatas, Efesios, Filipenses y Colosenses, ¡cuán maravilloso ha sido el Cristo todo-inclusivo y universalmente extenso que hemos visto como el misterio de Dios! También hemos dado muchos mensajes sobre la iglesia como el Cuerpo de Cristo, el nuevo hombre, el candelero y la novia.

  Desde 1969 por la misericordia del Señor hemos dado muchos mensajes sobre el libro de Apocalipsis. Hemos estudiado este libro de una manera profunda en todo aspecto. Hemos recalcado especialmente los siete Espíritus, el candelero, el testimonio de Jesús, la necesidad de comer el árbol de la vida, la edificación de columnas en el templo de Dios, la promesa de participar del árbol de la vida y el llamado a beber del agua viva. Como pueden ver en las notas de la Versión Recobro, tampoco hemos descuidado a los diez cuernos y otros asuntos proféticos, aunque ciertamente nos concentramos en el aspecto de la vida, que es el aspecto espiritual.

LA SITUACIÓN MUNDIAL FINAL

  Sólo en días recientes me encontré con un viejo libro escrito por A. T. Pierson. Al final del último siglo, él visitó Filadelfia y, mientras estaba allí, dio una serie de mensajes que tituló The New Acts of the Apostles [Los nuevos Hechos de los apóstoles]. Éste es un buen título, pues nos recuerda que el libro de Hechos no consta solamente de veintiocho capítulos. De hecho, hoy nos hallamos en la continuación de Hechos; hasta el presente este libro podría constar de doscientos ochenta capítulos.

  En este libro Pierson dice que Dios mantuvo oculto un continente por cinco mil años, y quitó el velo que lo mantenía oculto sólo hasta cuando estuvo lista para entrar en él una iglesia reformada que tenía una Biblia sin cadenas. Este pensamiento es muy similar a lo que hemos señalado en estos mensajes, pero además de esto añade: “E hizo de este nuevo continente el escenario de nuevos triunfos del evangelio”. Nuestra perspectiva difiere en esto de la suya. Yo no creo que Estados Unidos fuera preservado únicamente para nuevos triunfos en la predicación del evangelio. Aquellos que vinieron al nuevo continente ya tenían acceso al evangelio. Yo creo que el Señor levantó a este país para el recobro. El hecho de que Estados Unidos sea la nación líder en el mundo es la situación mundial final que ha sido preparada para el recobro final del Señor.

  Si la Biblia ha sido casi totalmente recobrada, ¿qué podemos decir de la situación mundial presente? ¿Creen ustedes que Dios levantará a otra potencia después de los Estados Unidos? Todas las potencias anteriores fueron reemplazadas por otras. Babilonia fue vencida por Medo-Persa. Después de Medo-Persa vino Grecia como la principal potencia mundial. Luego vino el Imperio Romano. Con el tiempo, las naciones europeas fueron surgiendo, entre las cuales Alemania, España y Gran Bretaña tuvieron la primacía en diferentes épocas. Ahora que los Estados Unidos han llegado ser una nación líder, queda bastante claro que la situación mundial presente no será reemplazada.

  En la guerra de Armagedón se reunirán tres potencias militares. Una vendrá del occidente, Europa, comandada por el anticristo. Otra vendrá del norte, Rusia. La tercera vendrá de donde sale el sol. No hay ningún indicio que nos diga cuál será la posición de los Estados Unidos. Pero no piensen que el anticristo con su Imperio Romano restaurado reemplazará a los Estados Unidos.

  Este país, simbolizado por el águila, está entre dos océanos que la separan de otras tierras. En Daniel el carnero representa al Imperio Medo-Persa (Dn. 8:20), y el macho cabrío representa a Grecia (v. 21). Según dice G. H. Pember, éstos son los símbolos que representaban a estos países en la antigüedad. El carnero se encontró grabado en monedas y esculturas persas. El macho cabrío se encuentra en antiguas monedas de Macedonia; y a las aguas al oriente de Macedonia se les llamó Egeo, que significa “Mar del macho cabrío”.

  Hoy en día hay varios países pequeños alrededor del mar Mediterráneo, además de los otros países de Europa. Es posible que los pueblos de estas naciones pequeñas e independientes quisieran tener un líder fuerte que las una y las rescate de su posición débil. El anticristo podría aprovechar esta oportunidad para hacer surgir y unir a estos países, restaurando así el antiguo Imperio Romano. Sin embargo, este nuevo imperio no reemplazará a los Estados Unidos ni tampoco derrotará a Rusia. Ciertamente tampoco derrotará a los doscientos millones de jinetes procedentes de donde sale el sol (Ap. 9:16). Dado que el anticristo con su Imperio Romano restaurado no derrotará a Rusia, ni al oriente, tampoco reemplazará a los Estados Unidos. Por consiguiente, habrá cuatro potencias mundiales. Tres de ellas irán a Armagedón para apoderarse las riquezas de ese lugar. Probablemente estas riquezas provendrán del petróleo.

LA NECESIDAD DE RECIBIR UNA VISIÓN

  Por la soberanía de Dios, el evangelio ha sido predicado en todos los rincones de la tierra. La Biblia profetizó que esto pasaría, y sucedió. La Biblia ha sido enseñada en todos los países. También Dios logró que se celebraran reuniones apropiadas incluso desde hace ciento cincuenta años. Sin embargo, aunque Dios ha logrado todo esto, Él nunca ha obtenido la línea central de Su propósito, a saber: Cristo como misterio de Dios y la iglesia como misterio de Cristo. La iglesia como misterio de Cristo tiene que ser el Cuerpo, no simplemente la asamblea. Tiene que ser el nuevo hombre; tiene que ser el candelero; y tiene que ser la novia.

  ¿Cuál es nuestra responsabilidad? Tenemos que pedirle al Señor que nos muestre la visión central del ministerio completador de Pablo y del ministerio remendador de Juan. ¿En qué consiste esta visión? Consiste del Cristo todo-inclusivo y universalmente extenso que experimentamos de modo subjetivo, quien, después de haber pasado por todos los procesos, ahora es el Espíritu vivificante como la expresión consumada del Dios Triuno. Debemos ver a Cristo como tal persona, y también debemos vivir a tal Cristo. Él tiene que ser nuestra vida, nuestro vivir, nuestra vida familiar cotidiana y también nuestra vida de iglesia.

  Tenemos el ejemplo de Pablo. Cuando él fue a Corinto, una ciudad griega muy culta, se propuso no hablarles con excelencia de palabras. Precisamente por el hecho de que ellos tenían una cultura tan elevada, decidió no usar palabras elocuentes de sabiduría. “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Co. 2:1-4). Lo que él les dijo a los corintios era que ellos como creyentes estaban unidos al Señor como un solo espíritu (6:17). A los filipenses les dijo: “Para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21). El anhelo y la esperanza de Pablo era que Cristo pudiera ser magnificado en su cuerpo “o por vida o por muerte” (v. 20).

  Temo que lo que les impresione a ustedes sea la predicación del evangelio, las enseñanzas bíblicas y las buenas reuniones, y que quizás no se den cuenta de quién es este Cristo todo-inclusivo. Nuestra responsabilidad es vivir a este Cristo y llevarlo a dondequiera que vayamos. Esto requiere que nosotros estemos plenamente en el espíritu, que vivamos por el Espíritu y que andemos por el Espíritu, el Espíritu siete veces intensificado.

  Los que viven a Cristo y viven por el espíritu son el verdadero Cuerpo de Cristo corporativamente. Este Cuerpo es uno solo (Ef. 4:4). Ellos también son el nuevo hombre en realidad, una nueva creación con un nuevo modo de vivir que expresa al Dios Triuno.

NUESTRA RESPONSABILIDAD

  ¿Cuál es nuestra carga? ¿Cuál es nuestra responsabilidad? No solamente tenemos que predicar el evangelio, sino que también tenemos que portar el testimonio de Jesús, como nos dice Apocalipsis (1:2, 9), debemos ser testigos de Él, como nos dice Hechos 1:8, y debemos llevar fruto al permanecer en Él, como nos dice Juan 15:5 y 16. Ésta es la predicación apropiada del evangelio. No hay necesidad de emplear trucos. Debemos rehusar a valernos de trucos, así como Pablo determinó no usar excelencia de palabras. Nuestra responsabilidad es vivir a Cristo, ser un testimonio vivo de Él en nuestra vida diaria, no conocer nada sino a Cristo, la persona todo-inclusiva revelada en el ministerio completador de Pablo y en el ministerio remendador de Juan.

  Así, cada vez que nos reunamos, seremos un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre. No habrá discriminación, no importa de dónde seamos. ¡Alabado sea el Señor por un país como los Estados Unidos! Los demás países se componen de personas de una sola nacionalidad. Alemania, por ejemplo, se compone sólo de alemanes. Estados Unidos es el único país compuesto por personas de diferentes razas y nacionalidades; es por eso que se le llama un crisol de culturas. ¿No creen que es por la soberanía del Señor que existe una nación como ésta justo en medio de la tierra habitada? ¡Cuán bueno es esto para el nuevo hombre! Aquí no puede haber griego ni judío, negro ni blanco, oriental ni occidental, “sino que Cristo es el todo, y en todos” (Col. 3:11).

  Nuestra mayor responsabilidad es vivir a Cristo y reunirnos en nuestra localidad de tal manera que seamos el Cuerpo, el nuevo hombre, el candelero y la novia. Nosotros nos reunimos en unidad. El Cristo al cual vivimos y predicamos no está dividido. El Cristo de quien testificamos no está dividido. Nosotros le vivimos conforme a esta visión que tenemos de Él. Vivimos al Cristo que es todo-inclusivo y universalmente extenso, quien, después de pasar por muchos procesos, es ahora el Espíritu vivificante como la expresión final del Dios Triuno. Asimismo, nosotros nos reunimos en cada localidad como iglesia, la cual no sólo es una asamblea, sino también el Cuerpo, el nuevo hombre, el candelero y la novia. Además de esto, también practicamos la unidad genuina en cada localidad: un solo Cuerpo, un solo Espíritu, una sola ciudad, una sola iglesia. Este vivir es nuestra responsabilidad máxima y final.

Ir a diferentes países de dos en dos

  La propagación del recobro del Señor debe ser considerada como parte de nuestra responsabilidad máxima y final. Cuando el Señor estuvo en la tierra, Él envió a los discípulos de dos en dos. Cuando el testimonio de la iglesia se estaba propagando, Pablo y Bernabé también salieron de dos en dos. No me cabe duda de que éste es un principio divino. Supongamos que un grupo de hermanos sienten la carga de ir a otros países. ¿Cómo se ganarán su sustento? No será nada fácil estando en un país nuevo. Sin embargo, creo que el resto de hermanos que se queden podrían asumir la responsabilidad de sostenerlos.

  Aquellos que van de dos en dos a otros países podrían ir principalmente a estudiar, a asistir en alguna escuela y a aprender el idioma. También podrían contactar personas. A los estudiantes extranjeros les resultará fácil contactar a otros estudiantes y maestros. Una vez que tengan estos contactos, ellos podrán compartirles de Jesucristo. No tendrán que preocuparse por su sustento, pues los santos que están aquí los sostendrán. Esto será muy fácil de llevar a cabo, y además es la manera bíblica.

Levantar pequeños candeleros

  Después de unos cuantos años podría haber un pequeño testimonio en muchos países. Los dos que han emigrado a cada lugar, mientras estudian, trabajan o simplemente contactan a las personas, podrían conducir al menos diez personas al Señor. Entonces habría doce personas reuniéndose como un pequeño candelero. Un candelero no es tan grande como un faro; creo que la Biblia usa el candelero como símbolo de la iglesia para mostrarnos que la iglesia no tiene que ser algo grande.

  Supongamos que dos hermanos emigran a Atenas, Grecia, junto con sus esposas. Si los cuatro están allí estudiando y contactando a otros estudiantes, ¿no creen ustedes que ellos podrían ganar al menos a diez personas en cinco años? ¡Entonces habría catorce personas reuniéndose allí como la iglesia en Atenas! Ellos irían allí, no como misioneros tradicionales, sino como testigos de Jesucristo de la más alta categoría. De este modo, llevarían el evangelio elevado a Atenas; llevarían el conocimiento más profundo de la Biblia, llevarían a Cristo y llevarían el testimonio de Jesús, el cual es el Cuerpo, el nuevo hombre, el candelero y la novia.

Es necesario que reflexionemos sobriamente

  Estoy seguro de que ésta puede ser la manera en que el Señor preparará Su novia (Ap. 19:7-8). Ahora que les he dicho esto, he cumplido mi responsabilidad. Ahora la responsabilidad recae sobre ustedes. Al reflexionar en lo que han leído en estos capítulos acerca de la situación mundial y el recobro del Señor, ¿qué harán? ¿Se quedarán donde están para llevar una vida cómoda? ¿Estarán satisfechos solamente con tener buenas reuniones? Las buenas reuniones son muy amenas, pero ¿no creen que el Señor los guiará a salir a otros lugares? Sean sobrios y estén alertas para que el Señor les provea la dirección correcta: si deben quedarse o mudarse, adónde ir y la manera de ir. Si Él los guía a quedarse, ¿cuánta responsabilidad deberán asumir con respecto a aquellos que por fe van en el nombre del Señor a otros países para propagar Su recobro? Un mover así es viviente; es el mover del Señor por medio de Su Cuerpo.

  Ésta es la responsabilidad solemne que debemos asumir para que el Señor lleve a cabo Su recobro final en la situación mundial presente y final. Agradecemos al Señor por esta situación. Le agradecemos por el recobro, y le agradecemos por Su gracia, la cual nos capacitará para asumir esta responsabilidad.

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