
Los obreros cristianos comúnmente emplean los cinco medios generales que Watchman Nee usaba en su ministerio, los cuales describimos en el capítulo anterior. No obstante, puesto que Watchman Nee tenía una comisión y se le había encomendado un ministerio específico para llevar el testimonio del Señor en esta era, él adoptó otros tres medios, más específicos para llevar a cabo su ministerio.
El primer medio específico que Watchman Nee usaba en su ministerio era realizar conferencias. Las reuniones regulares de iglesia no bastaban para comunicar los mensajes especiales que recibía del Señor para el presente. Se necesitaba una audiencia mayor y compuesta de personas que buscasen al Señor y Sus intereses, así como reuniones consecutivas en un período específico, para comunicar la carga específica que llevaba en sus hombros. Por estas razones, él celebró numerosas conferencias especiales. Las principales conferencias fueron llamadas conferencias sobre los vencedores, mientras que las demás fueron llamadas conferencias especiales.
El siguiente pasaje de la carta abierta que incluyó en el número veintidós de El testimonio actual, publicado para septiembre y diciembre de 1931, explica el propósito de estas conferencias:
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En nuestras conferencias, nuestra intención es solamente declarar el mensaje de victoria de Cristo, y no detenernos en otros temas. Nuestra responsabilidad especial es predicar este mensaje específico ... En realidad, si una persona no conoce a Dios, lo cual se ve en que no confía en El ni le obedece, no es de gran utilidad hablarle de otros temas. Podemos mencionar otros temas al dirigirnos a quienes son fieles, pero si los compartimos con los que aún no están dispuestos a servir a Dios fielmente, causaremos disputas ... Por otra parte, nuestros estudios bíblicos tienen otro carácter, ya que se dirigen a los que están dispuestos a servir a Dios con fidelidad y desean entender claramente las verdades bíblicas. Por esta razón, en ellos tenemos libertad para abordar temas que no nos atreveríamos a tratar en conferencias. Esperamos que en futuras conferencias, ni el que habla ni los que escuchan traten, públicamente ni en privado, temas ajenos a la victoria de Cristo, a fin de que podamos tener la plena bendición de Dios ... Esto no significa que los demás asuntos no sean importantes, sino que cuando los hombres desean sinceramente recibir la victoria de Cristo, creer y obedecer al Señor, El dirigirá su atención a estos asuntos, y ellos obedecerán automáticamente. Pero en esta etapa, si ciertas cosas no quedan claras para algunos, estaríamos dispuestos a ayudarlos durante el estudio bíblico. Sentimos que la necesidad urgente de la iglesia de Dios y lo que ella debe experimentar hoy es la victoria de Cristo; los hechos y principios que El declaró por medio de Su muerte y resurrección. En este asunto, debemos ser fieles y firmes, y proclamarlo con todo el corazón.
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A continuación incluimos su testimonio personal, el cual dio en Kulangsu, el 20 de octubre de 1936, acerca de las conferencias sobre los vencedores:
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Dios me ha mostrado que en cada iglesia local debe surgir un grupo de vencedores (como se menciona en Apocalipsis 2 y 3) que sean los testigos del Señor. Esta es la razón por la cual tenemos una conferencia sobre los vencedores cada año en la cual comunico fielmente los mensajes que Dios me ha dado.
La primera conferencia sobre los vencedores que Watchman Nee celebró se llevó a cabo en Shanghai en febrero de 1928. Los mensajes estaban centrados en el propósito eterno de Dios y en la victoria de Cristo. El reveló el misterio según el cual se había producido una guerra espiritual. Dios había diseñado un plan, pero Satanás, Su enemigo, el príncipe de las tinieblas, se le opuso. Pero Cristo mediante Su muerte en la cruz venció a Satanás y obtuvo una victoria completa. Ahora es necesario que los creyentes participen de Su victoria y combatan el poder de las tinieblas ejecutando lo que Cristo ya cumplió. Unas cincuenta personas asistieron a esa primera conferencia. Entre ellos veinte o treinta venían de afuera de Shanghai, casi todos de la provincia norteña de Kiangsu y del condado de Pinyang, en la provincia de Chekiang. La audiencia era pequeña, pero el impacto y el resultado fueron grandes.
La segunda conferencia sobre los vencedores fue presentada en Shanghai del 8 al 18 de octubre de 1931. Leamos el anuncio de la conferencia en El testimonio actual, publicado en mayo de 1931:
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El propósito de esta conferencia es unir a los creyentes de todas partes, aquellos que tienen el mismo sentir, para que dependan de Dios y reciban el mensaje que proviene de El. Nuestra experiencia anterior nos muestra que todos necesitamos una edificación más profunda. Por esta razón, debemos hacer mucho énfasis en el testimonio de “la victoria de Cristo”, que el Señor nos ha encargado. Los que interceden delante del Señor, oren en unanimidad por esta conferencia para que tengamos el poder que viene únicamente del Espíritu Santo y estemos libres de toda mezcla del poder del alma.
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En esta conferencia, la carga que tenía Watchman era el pacto de Dios y la sabiduría de Dios. Allí reveló el verdadero significado y contenido del nuevo pacto que Dios promulgó para nosotros por medio de la redención que Cristo efectuó. Primero Dios se comunicaba con Su pueblo por Su Palabra. Le prometió a Su pueblo en Su Palabra que El haría ciertas cosas por ellos conforme a Su plan; luego, Su Palabra se convirtió en una promesa. Cuando Su promesa se cumplió en Cristo, se convirtió en un hecho. Y cuando trasmitió el hecho a Sus elegidos, se estableció un pacto. Este pacto es el nuevo pacto, el cual es mejor que el antiguo, puesto que fue establecido por medio de la sangre de Cristo y respaldado por el ministerio de Su vida indestructible. Estos mensajes fueron dados en la segunda conferencia sobre los vencedores, y luego se publicaron en El testimonio actual en los números que salieron entre 1932 y 1934, y más tarde se imprimieron como la primera mitad de un libro titulado ¿Qué es el nuevo pacto?
En noviembre de 1932, el hermano Nee dio una conferencia especial a la iglesia en Shanghai. En ese entonces ocho hermanos y hermanas vinieron de Inglaterra, de Estados Unidos y de Australia de las Asambleas de Hermanos, para tener comunión con nosotros.
En enero de 1934, él celebró en Shanghai su tercera conferencia sobre los vencedores. A continuación incluimos parte del anuncio que hizo en esa conferencia, el cual consta en la carta abierta que publicó en el número treinta y dos de El testimonio actual para octubre a diciembre de 1933 y nos describe el carácter de esa conferencia:
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Anteriormente hemos celebrado dos conferencias de este mismo carácter, una en febrero de 1928 y otra en octubre de 1931. La conferencia que tuvimos en noviembre del año pasado fue distinta, y por esa razón consideramos la próxima conferencia la tercera que tendremos sobre los vencedores.
Quisiera que todos los hermanos entiendan la naturaleza de este tipo de conferencia; no se prestará atención a asuntos secundarios de la Biblia. Lo que deseamos ver, en el Espíritu Santo, es a Cristo y El crucificado. Asuntos como el profetizar, la organización de iglesia, la exposición bíblica, la tipología, el bautismo, la imposición de manos, el hablar en lenguas, los milagros y un centenar más de interrogantes tienen su lugar, y como creyentes no debemos negarles el lugar que les corresponde. Sin embargo, no son ni el centro de las Escrituras ni el centro de la vida que imparte el Espíritu Santo. Dios tiene un solo centro, el cual es Cristo, y éste crucificado. Las conferencias anuales que giran en torno a esto, tienen como fin volvernos a ese centro. Por consiguiente, no quisiéramos detenernos en temas de menor importancia. Por el contrario, queremos realzar solamente el punto central que Dios mismo ha recalcado...
En esta conferencia, igual que antes, deseamos hacer hincapié en el mensaje central. Después de muchas oraciones, percibo que el lema que el Señor me ha dado para esta conferencia es “los vencedores que Dios busca”. Esta conferencia girará en torno a este centro...
Finalmente, en esta conferencia, nuestra esperanza es encontrar a Cristo, recibir luz y revelación celestial, y ser llenos de la vida que los demás mortales desconocen. No queremos prestar atención a los numerosos asuntos secundarios y superficiales, “a fin de conocerle” (Fil. 3:10). Esto es lo que buscamos.
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El número de personas que asistió a la tercera conferencia sobre los vencedores fue cerca de trescientas, de las cuales más de cien venían de distintas provincias del país. Hubo dos líneas en los mensajes dados; una fue la centralidad y la universalidad de Cristo, donde se revelaba que Cristo es el centro y la circunferencia del universo y de la vida cristiana. El debe tener la preeminencia en todo. La segunda línea revelaba que Dios llama a los vencedores en cada era para que tomen el lugar de Su pueblo vencido y cumplan Su propósito. Parte de estos mensajes se publicó en el número treinta y cuatro de El testimonio actual para marzo y abril de 1934.
En octubre del mismo año, se celebró en Hangchow la cuarta conferencia sobre los vencedores. Los asistentes fueron casi los mismos que habían estado en Shanghai en la tercera conferencia. Los mensajes seguían nuevamente dos líneas; la primera era la vida de Abraham, y mostraba cómo él fue un vencedor que cumplió el propósito de Dios. La segunda línea trató de la guerra espiritual, y mostraba la manera de combatir al enemigo para cumplir el propósito eterno de Dios.
En la tercera visita que hizo a Chifú en agosto de 1935, dio una conferencia especial a la iglesia allí, sobre la vida vencedora de Cristo. En aquel tiempo, los santos recibieron mucha ayuda y experimentaron el derramamiento del Espíritu Santo. Mediante esta conferencia se produjo un avivamiento, el cual se extendió a Shanghai y a otras ciudades. Después de que el avivamiento estallara en Chifú, Watchman regresó a Shanghai en septiembre y dio una conferencia a la iglesia sobre el derramamiento del Espíritu Santo.
En octubre, después de la conferencia en Shanghai, celebró otra conferencia en Kulangsu con los colaboradores del sur de Fukien, sobre el mismo tema.
En enero de 1937, él convocó una conferencia urgente en Shanghai para todos los colaboradores del país. El tenía la carga de compartir con sus colaboradores la nueva visión que había recibido del Señor acerca de la obra y las iglesias locales.
En noviembre de ese año, Watchman Nee dio una conferencia en Hankow a los que laboraban con él, a fin de compartir de una manera más detallada los mismos mensajes acerca de su nueva revelación con respecto a la obra y las iglesias locales. Aunque los mensajes eran los mismos que había dado en Shanghai, el contenido era más profundo y la revelación más detallada. Estos mensajes se publicaron en el libro titulado Un nuevo análisis de la obra, o La vida cristiana normal de la iglesia.
Después de regresar de su viaje a Europa, convocó una conferencia especial de once días en agosto de 1939, en la cual dio los mensajes sobre los principios del Cuerpo.
Entre 1940 y 1942, él celebró muchas reuniones especiales. Durante ese período él llevaba a cabo un entrenamiento para colaboradores y al mismo tiempo ayudaba a la iglesia en Shanghai a ser edificada de manera práctica. En todas estas reuniones él hacía énfasis en la necesidad de ver el Cuerpo. También dio muchos mensajes sobre los aspectos profundos de la vida espiritual. Los mensajes contenidos en su libro El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob fueron presentados en ese período.
En abril y mayo de 1948, convocó una conferencia especial en Shanghai, no solo para los santos locales sino también para unos ochenta santos que buscaban al Señor con seriedad y que venían de varias ciudades de todo el país. En dicha conferencia él habló principalmente de la obra. La carga que tenía era aprender de las lecciones del pasado, y determinar cuál era la mejor manera de avanzar hacia el futuro. Fue en esa ocasión cuando él reanudó su ministerio. Esta conferencia produjo lo siguiente: todos los hermanos y hermanas entregaron sus posesiones para la obra, en lo cual el hermano Nee tomó la iniciativa. Esto dio por resultado un avivamiento, que a su vez hizo que unos ochenta hermanos y hermanas que buscaban al Señor asistieran al primer período prolongado de adiestramiento en el monte Kuling, en Fuchow.
En 1950, durante los meses de enero y febrero, él celebró otra conferencia especial y prolongada para la iglesia en Hong Kong. Allí habló sobre las riquezas de los vencedores y sobre la manera de entregar todas nuestras posesiones para el avance de la obra del Señor. Al mismo tiempo, él hizo hincapié en que los creyentes que habían sido bautizados en el Espíritu y en un solo Cuerpo debían ser edificados como iglesia para que ésta fuese un instrumento corporativo para el Señor a fin de extender el evangelio. Varios hermanos y hermanas llegaron a entregar todas sus posesiones a la obra, lo cual avivó nuevamente a toda la iglesia. Mediante esta visita, se echó el cimiento para que la iglesia en Hong Kong recibiera muchas bendiciones en los años venideros, tanto en vida como en número.
Watchman realizó adiestramientos como otro medio específico para cumplir su ministerio. Leamos sus propias palabras al respecto, las cuales pronunció en su segundo testimonio en Kulangsu, el 20 de octubre de 1936:
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Si el Señor tarda, será necesario preparar a muchos jóvenes para que continúen el testimonio y la obra para las generaciones venideras. Muchos colaboradores ya oraron acerca de este asunto con la esperanza de que se provea un lugar adecuado para preparar a los jóvenes. No pienso establecer un seminario ni un instituto bíblico, sino reunir a los jóvenes para que vivan juntos y experimenten la vida del Cuerpo y practiquen la vida espiritual. En ese lugar serán adiestrados para que sean edificados aprendiendo a leer las Escrituras, a orar y a desarrollar un carácter firme. Por un lado, habría un adiestramiento cuya meta sería aprender la manera de poner fin al pecado, al mundo, a la carne y a la vida natural. A su debido tiempo, los jóvenes regresarían a sus respectivas iglesias para compenetrarse con los demás santos a fin de servir al Señor en la iglesia. Adquirí un terreno de más de seis mil metros cuadrados en Chenru, en las afueras de Shanghai. Los planes de construcción van bastante adelantados y dentro de poco, los jóvenes podrán ir allí para ser adiestrados.
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Watchman inició estos adiestramientos en 1933. En la etapa inicial él empezó con algunos hermanos jóvenes que fueron hospedados en la segunda planta del local de reuniones de Shanghai. En esa etapa, el adiestramiento era informal. Los estudiantes vivían juntos, escudriñaban la Biblia, y pasaban un tiempo personal con el hermano Nee; de ese modo recibían ayuda espiritual. A veces, él pasaba tiempo con nosotros por las tardes cuando no había ninguna reunión de iglesia. Este adiestramiento informal duró dos años.
En 1936 Watchman empezó a construir un lugar para llevar a cabo el adiestramiento en Chenru, en las afueras de Shanghai. Cuando faltaba poco tiempo para terminar la obra de construcción, estalló la guerra entre Japón y China, y el edificio fue destruido. Después, él no tuvo oportunidad de llevar a cabo esa carga hasta 1940.
Cuando regresó de Europa, decidió radicarse en Shanghai a fin de compartir allí algunos mensajes sobre el Cuerpo de Cristo y ayudar a edificar la iglesia de manera práctica. En esa ocasión él alquiló un local en el área de Yu-hwa para llevar a cabo su primer adiestramiento, el cual giraba en torno al Cuerpo de Cristo, debido a que su carga en ese entonces se centraba principalmente en ese tema. En el adiestramiento, nos pedía con frecuencia que diéramos nuestro testimonio en cuanto a la manera en que cada uno llegó a ver al Cuerpo. Después de los testimonios, con frecuencia declaraba: “Hermano, tú no has visto el Cuerpo todavía”. Entonces procedía a demostrar con las mismas palabras usadas por el hermano, que éste no había visto el Cuerpo. A algunos de los que habían testificado les decía que para ellos el Cuerpo era solamente una doctrina o una teoría, no una visión.
También nos preparó en lo relacionado con la consagración. Cada mañana pedía a uno de los participantes que diera un testimonio acerca de su consagración. Después de cada testimonio él hacía un diagnóstico, como un médico, y lo juzgaba con el pleno discernimiento de un juez, y a menudo nos operaba sin misericordia como un cirujano. Muy pocos pasaban esa intensa prueba acerca de la consagración. No obstante, todos recibían ayuda práctica en su vida espiritual. El adiestramiento duró unos dos años, y algunas personas procedentes de otras ciudades permanecieron en Shanghai para ser adiestradas durante un período más largo. El número de participantes era entre setenta y ochenta.
En los años durante los cuales Watchman no ministró, él aprovechó la oportunidad para comprar varias casas en un monte llamado Kuling, cerca de Fuchow, adonde muchos misioneros solían ir a descansar. Durante la segunda guerra mundial casi todos ellos se marcharon del país y vendieron sus casas a precios reducidos. Watchman Nee compró más de quince de estas viviendas con la intención de usarlas para los adiestramientos.
Después del avivamiento que hubo en Shanghai en 1948 cuando reanudó su ministerio, aproximadamente ochenta hermanos y hermanas subieron con él al monte Kuling y emplearon esas casas durante un período de adiestramiento de cuatro meses, de junio a octubre de 1948. Incluimos a continuación el testimonio de Chang Wu-cheng, uno de los que participó en dicho adiestramiento:
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Durante la inauguración del adiestramiento, el hermano Nee dio las siguientes explicaciones: “En primer lugar, este adiestramiento no es un seminario. Nuestro propósito no es comunicar conocimiento ni métodos bíblicos a los participantes, sino ayudar a los que ya siguen al Señor y caminan en esta senda con el objeto de avanzar. Mi ministerio difiere en cierta medida del de Witness Lee, ya que él puede hacer que quienes no tienen interés en las cosas del Señor lo tengan, que los que son incompetentes sean aptos, y que los que están desanimados se animen a seguir adelante. Reconozco que carezco de lo que él tiene. Durante veinte años sólo he podido ayudar a los que tenían algo a que tengan algo más, y ayudar a quienes buscan ayuda. El éxito o el fracaso de este adiestramiento depende exclusivamente de la clase de personas que seamos. Si estamos llenos de nosotros mismos y satisfechos, no recibiremos ayuda. Pero si usted desea en realidad seguir adelante, puedo ayudarle a ir más lejos, y si tiene alguna luz, puedo ayudarle a recibir más luz. Mi ministerio no consiste en avivarle ni a cambiarle, sino en guiarlo si ya va por el camino. Mi ministerio no consiste en forzar a caminar a los que están sentados.
“En segundo lugar, este adiestramiento constará de cuatro aspectos: 1) cómo ser ministros de la Palabra de Dios, 2) cómo ayudar a los nuevos creyentes, 3) asuntos a los que debemos prestar atención y solución a problemas, y 4) cómo administrar los asuntos de la iglesia”.
El contenido del adiestramiento fue muy rico. El hermano Nee compartía durante seis horas cada día, cinco días a la semana. He aquí algunos detalles:
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Después del adiestramiento de octubre, los que participaron regresaron a sus respectivos lugares en toda China, llevando consigo la ayuda que habían recibido. Adonde iban, propagaban el avivamiento. El resultado fue una formidable explosión espiritual. Centenares de pecadores fueron cautivados para el reino del Señor; muchos creyentes ardieron por el recobro del Señor, y las iglesias aumentaron y se edificaron más que nunca antes.
Este fue el primer adiestramiento que Watchman dio en el monte Kuling. La comisión que tenía era conducir esta clase de adiestramiento por lo menos una vez al año, de allí en adelante. La situación de aquel entonces exigía que él pospusiera el inicio de un segundo adiestramiento, de febrero a agosto de 1949. El contenido de ese adiestramiento era similar al primero, con algunas mejoras. Los participantes eran un grupo diferente de creyentes. En medio del adiestramiento, él se trasladó del monte Kuling a su casa en Customs Lane en la ciudad de Fuchow.
Después del segundo adiestramiento, debido a los cambios políticos, él no tuvo oportunidad de continuar realizándolos. Aunque sus planes de seguir con el adiestramiento habían terminado, lo que él compartió en los dos adiestramientos en Kuling fue impreso y llegó a ser de gran ayuda para numerosas personas que buscaban al Señor. Hoy el aporte de esos adiestramientos es invaluable para nosotros.