O, perecen para siempre.

El libro de Job contiene las expresiones de los sentimientos de personas piadosas, incluyendo a Job, a sus tres amigos y al joven Eliú; y contiene, además, lo dicho por Dios. Las expresiones de los sentimientos de estos cinco varones piadosos reflejan las experiencias de su vida piadosa y se basan en conceptos humanos sobre la relación entre Dios y el hombre. Aunque lo expresado por ellos fue dicho antes que la ley fuese dada, aquello estaba lleno del principio que corresponde al bien y al mal. La lógica de estos interlocutores correspondía a la línea del árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn. 2:9) y, con base en esto, ellos reflexionan mucho sobre la equidad de Dios y sobre Sus justos juicios. Gran parte de lo debatido en este libro es resultado de sus perspectivas diferentes con respecto a los juicios de Dios. Los amigos de Job pensaban que el sufrimiento de Job correspondía a los juicios de Dios; sin embargo, tales sufrimientos no representaban el juicio de Dios, sino Su obra mediante la cual Él despojó y consumió a Job a fin de ganar a Job para Sí con miras a que Job pudiera ganar más de Dios. Véase la nota Job 9:15¹ y la nota Job 10:13^1a, párr. 2.

Pese a contradecir el propósito que Dios tiene para el hombre, lo dicho por Job, sus tres amigos y Eliú fue registrado bajo la inspiración del Espíritu de Dios a fin de servir al propósito de Dios de poner al descubierto el error de estas cinco personas piadosas en cuanto a su conocimiento de Dios. Así, el hombre puede ser iluminado para comprender que, según el beneplácito del deseo del corazón de Dios, el hombre debe ser lleno de Dios para ser la expresión de Dios únicamente, en lugar de ser expresión de la perfección del hombre en su rectitud e integridad.