Al combatir contra los amalecitas, David obtuvo un botín con muchas riquezas. Mientras él se enriquecía, Saúl era derrotado. David florecía, pero Saúl menguaba, incluso hasta la muerte (1 S. 31:1-5).
Al combatir contra los amalecitas, David obtuvo un botín con muchas riquezas. Mientras él se enriquecía, Saúl era derrotado. David florecía, pero Saúl menguaba, incluso hasta la muerte (1 S. 31:1-5).
David era una persona que confiaba en Dios y que andaba sujeto a la soberanía de Dios en medio de toda prueba (1 S. 17:36-37; 23:14-16). Cuando fue sometido a pruebas, buscó la dirección de Dios (vs. 6b-10). Él era uno con Dios y se condujo según Dios.