Mensaje 130
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Lectura bíblica: Éx. 28:31-38; 39:22-26, 30-31; Is. 6:1; Sal. 133:2; Ap. 1:13; Ef. 1:23
En tipología las vestiduras representan una expresión. Esto es cierto particularmente en relación con las vestiduras sacerdotales, las cuales proporcionaban honra y hermosura. La hermosura y la honra son la expresión. En el mensaje anterior mencionamos que humanamente hablando, las vestiduras sirven para cubrir, abrigar y embellecer. Pero en el relato acerca de las vestiduras se enfatiza la hermosura y la honra. La hermosura se relaciona con la humanidad, y la honra con lo divino. Por lo tanto, las vestiduras sacerdotales son la expresión de la hermosura humana y la honra la expresión divina de Cristo.
Las vestiduras que el sumo sacerdote usaba no eran comunes. En primer lugar, tenía un manto, que le llegaba hasta los tobillos. Sobre éste, llevaba una túnica, que le llegaba hasta los pies, y sobre ésta se ponía el efod. Sobre el efod estaba el pectoral y las hombreras. Todas estas piezas contienen aspectos significativos de la tipología acerca de Cristo con la iglesia.
Cristo es la expresión de Dios. El Cristo encarnado es la corporificación de Dios, y ésta es una expresión. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, le ha dado a conocer (Jn. 1:18). Esta manifestación de Dios en Cristo es la expresión de Dios. Esto quiere decir que Cristo es la expresión del Dios misterioso e invisible. Como la expresión de Dios, Cristo hace a Dios visible y práctico. Cuando tenemos contacto con Cristo, tenemos contacto con el Dios visible y práctico. Ahora Dios no es solamente misterioso e invisible; en Cristo, El es práctico y visible. Cristo como la expresión de Dios, lo hace visible y práctico.
La expresión de Dios es tanto individual como corporativa. Como la expresión de Dios, Cristo no sólo es individual, sino también corporativo. Cuando Cristo estaba en la tierra, El era la expresión individual de Dios. Pero después de Su muerte y resurrección, esta expresión llegó a ser corporativa. En los cuatro evangelios vemos al Cristo individual. Pero en los Hechos, las epístolas y Apocalipsis, ya no es simplemente individual, sino que vemos al Cristo corporativo.
En este mensaje estudiaremos el manto que el sumo sacerdote llevaba. ¿Qué representa este manto en la tipología? Para hallar la respuesta, vayamos a Isaías 6:1 : “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo”. Según este versículo, Isaías tuvo una visión del Señor sentado en el trono. La palabra “faldas” se refiere al manto largo del Señor. Isaías no nos dice cuan largas eran estas faldas, pero si nos dice que llenaban el templo. Nunca se ha visto una novia cuyo traje llene todo el lugar en donde se esté casando. Ninguna novia tiene tal plenitud. Pero debido a que el Señor es tan completo, Sus faldas llenan el templo, Su morada.
¿Qué representan estas faldas largas? Representan la expresión de las virtudes de Cristo (Véase Juan 12:41). La plenitud del Señor se demuestra en todas Sus virtudes. Supongamos que estuviese carente de virtudes. En tal caso El no podría expresarse por medio de las faldas largas que llenaban el templo, ya que El no tendría la plenitud. Si alguien se pusiera una vestidura que no cubre su cuerpo apropiadamente, esto indicaría que esta persona carece de virtud. Pero si se encuentra cubierta apropiadamente, esto demuestra que está lleno de virtud. El Señor está llena de virtud. Por lo tanto, cuando El se sienta en Su morada, Sus faldas largas llenan el templo. Esto quiere decir que la morada del Señor está llena de Su virtud.
Salmos 133 también hace referencia a este manto largo del sumo sacerdote. Cuando se vertía el aceite divino de la unción sobre Aarón, el sumo sacerdote, éste bajaba desde su cabeza pasaba por la barba hasta las faldas de sus vestiduras, Además, en Apocalipsis 1:13, el Señor Jesús tenía unas vestiduras que le llegaban a los pies. Esta es la señal de que las virtudes del Señor son tan amplias que llegan a ser Su plenitud.
Nunca debemos pensar que el manto largo del Señor no tiene significado. Basándose en uso bíblico, éstas con toda seguridad representaban las virtudes de Cristo, y a su vez son Su expresión. Cuando el Señor Jesús estaba en la tierra, El expresaba a Dios en las virtudes divinas. Si Su vivir humano hubiese carecido de estas virtudes, no hubiese podido expresar a Dios. Cuando caminaba en la tierra, lo hacía lleno de virtud. Sin duda Su expresión tenía una faldas largas. Por ejemplo, cuando estuvo en una pequeña casa en Betania, Sus faldas llenaron el cuarto. De igual modo, mientras caminaba en las calles de Jerusalén, Sus virtudes llenaban la ciudad. Esta era la expresión de Dios. Por lo tanto, en la Biblia la vestidura larga con una falda larga representa la plenitud de las virtudes de aquel que está vestido con éstas.
En este universo, ¿qué es la plenitud de Cristo? Efesios 1:23 dice que la iglesia es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. ¡Cuán grande es Cristo! El es todo-inclusivo y lo abarca todo, lo llena todo en todo. Debido a Su grandeza, inclusividad y extensión, seguramente necesita una plenitud que exprese lo que El es. Esta plenitud es la iglesia.
Las faldas de Cristo cubren toda la tierra. Primero estas faldas estaban en los cielos. Luego descendieron de Jerusalén a través de Antioquía, Filipo, Corinto y Roma. Finalmente, se expandieron por Asia y todo el hemisferio occidental. Ahora las faldas largas de Cristo arropan todo el globo terrestre. La tierra es muy pequeña comparada con estas faldas y está cubierta por la iglesia. Aunque la iglesia se ha degradado, no se puede negar que nada es más prospero o de mayor alcance que ésta en toda la historia de la humanidad.
Cuando salí de la China continental hace treinta y tres años, no había allí más de cuatro millones de cristianos. Recientemente leí un articulo en el periódico que decía que ahora hay cuarenta millones de creyentes en China. Además, sabemos que tan sólo en un condado de una provincia hay ciento cuarenta mil creyentes orando-leyendo e invocando el nombre del Señor Jesús. Esto comprueba que Dios es viviente y que Cristo es poderoso. Los países comunistas son conocidos por ser ateos y por restringir las actividades de los cristianos. Pero luego de treinta y tres años, la cantidad de creyentes en China desde el 1949 ha aumentado diez veces. Este es el estirar, el expandir del manto de Cristo. Sus faldas no se pueden romper. Cuanto más persecución hay contra los cristianos, más se extiende Su largo manto.
También leí que en Rusia hoy el número de personas que asisten a servicios religiosos es cinco veces mayor que en Inglaterra. Esto me recuerda un articulo que leí en 1944. Stalin pidió ayuda a los Estados Unidos. El presidente Roosevelt le dijo que debido a que tantos estadounidenses que pagaban impuestos eran cristianos, Rusia tendría que abrir las iglesias de nuevo antes de que se le pudiera brindar la ayuda. Roosevelt mencionó que su gente no podía ayudar a alguien que perseguía a los cristianos. Stalin pensó que como las iglesias habían estado cerradas por años, probablemente no habrían muchos cristianos. Por lo tanto, le prometió a Roosevelt que abriría las iglesias. Para su gran sorpresa, en la Pascua, de 1944 multitudes de cristianos se reunieron en los edificios de las iglesias para la alabanza de la Pascua.
Cristo el Señor está lleno de los atributos divinos y de las virtudes humanas. En la historia nunca ha habido otra persona con tantos atributos y virtudes. La expresión de Sus atributos y virtudes producen unas faldas largas que cubren toda la tierra. Estas faldas son la iglesia, la plenitud de Cristo. ¡Alabado sea Cristo porque formamos parte de Sus faldas!
La túnica, el manto largo, el efod, el pectoral y las hombreras tipifican a Cristo junto con la iglesia. Al considerar estas vestiduras como un todo, representan a Cristo expresando a Dios. Este es el significado básico de las vestiduras sacerdotales. Sin embargo, sobre el pectoral estaban grabados los nombres de los redimidos de Dios. Sin duda esto representa a la iglesia. Esto quiere decir que sobre Cristo, representado por las vestiduras, tenemos a la iglesia, representada por el pectoral con las hombreras. Además, el pectoral y las hombreras estaban colocados sobre el efod. Esto indica que la iglesia se encuentra en Cristo. Cristo tiene Su plenitud, y ésta es la iglesia. El pectoral, las hombreras y las faldas largas tipifican la iglesia.
Al estudiar las vestiduras del sumo sacerdote, vemos que la parte más preciosa y bonita era el pectoral y las hombreras y que la más larga era la falda. Estas partes tipifican a la iglesia. Si éstas se le quitaban a las vestiduras sacerdotales, se quedarían sin plenitud ni belleza. Esto indica que sin la iglesia, la expresión de Cristo estaría falta de plenitud y belleza. En la actualidad la belleza y plenitud de Cristo son la iglesia y la iglesia es la plenitud de Cristo.
El cuadro de las vestiduras sacerdotales demuestra claramente que la belleza y plenitud de las mismas consisten del pectoral, las hombreras y la falda larga. El significado de esto es que hoy la belleza y plenitud de Cristo son la iglesia. Tal vez de acuerdo con nuestro punto de vista, la iglesia está degradada y miserable. Pero según el punto de vista de Dios, la iglesia es adorable. El no está disgustado. Lo que Satanás ha hecho se puede comparar con las maldades de un niño travieso. Un día Jesús le va a decir: “Satanás, ¿hay algo más que quieras hacer? Si no, vete al lago de fuego. Ahora yo vengo a aclarar la situación”. A los ojos del Señor, la iglesia es maravillosa. Esto es así aún en la actualidad. ¡Aleluya por el cuadro claro de Cristo junto con la iglesia que nos presentan las vestiduras del sumo sacerdote!
Los elementos principales de las vestiduras sacerdotales son el lino, el oro, y las piedras preciosas. El lino representa a la humanidad, el oro a la divinidad y las piedras preciosas la transformación. También, hay varios colores: el azul, representa lo celestial, el púrpura, lo reinante, y el carmesí, la redención. Al estudiar las vestiduras del sumo sacerdote, verdaderamente vemos un cuadro de Cristo junto con la iglesia.
De acuerdo con este cuadro de las vestiduras sacerdotales Cristo sostiene y sustenta a la iglesia. El pectoral estaba sostenido del efod, y las hombreras estaban apoyadas del mismo. Ahora debemos ver que las faldas largas representan a la iglesia unida a Cristo. A raíz de esto nos damos cuenta de la posición de la iglesia. La iglesia se encuentra en Cristo, en Su seno; la iglesia está sobre Cristo, sobre Sus hombros; y la iglesia está unida a Cristo.
Al manto se le llama, el manto del efod debido a que se usaba principalmente para el efod. En el efod vemos a Cristo junto con la iglesia. Por lo tanto, el manto largo es para Cristo junto con la iglesia. La interpretación básica de este manto largo es que representa al Cristo individual y corporativo como la expresión completa de Dios. En esta expresión tenemos a Cristo y también a la iglesia unida a El.
Según 28:31, el manto largo del efod era azul. Esto indica que la iglesia es celestial. El Nuevo Testamento nos da esta revelación acerca de la iglesia. La iglesia no está en el cielo, pero es celestial. En naturaleza y posición la iglesia no es terrenal sino celestial. Juan 3:7 indica que hemos nacido de lo alto. Esto revela que el cielo, no la tierra, es nuestro origen. Por lo tanto, aunque estamos en la tierra, hemos nacido de lo alto, del cielo, y tenemos una vida celestial con una naturaleza celestial. Aún nuestra posición es celestial.
Exodo 28:32 dice: “Y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa”. Este versículo indica que el manto largo estaba tejido de tal forma que consistía de una sola pieza. En la parte de arriba tenía una abertura tejida muy fuerte, como la de un coselete. El que se haga referencia a este coselete en el versículo 32 indica que el servicio sacerdotal era una batalla (Nm. 4:23, al margen “pelear la batalla”). Mientras servimos como sacerdotes, estamos peleando como guerreros. Nuestro manto es una vestidura sacerdotal, pero la abertura es como la de un coselete. El versículo 32 dice que era de esta manera “para que no se rompa”. Esto quiere decir que algo podría suceder que dañaría la vestidura.
En la actualidad estamos aquí como el testimonio del Señor. Sin embargo, no podemos evitar la batalla. No queremos pelear, pero muchas veces somos atacados por otros. Por lo tanto, nuestra vestidura sacerdotal debe tener este tipo de abertura lo cual indica que nuestro ministerio es una batalla.
Los versículos 33 y 34 dicen: “Y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas campanillas de oro alrededor. Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor”. El versículo 33 habla acerca de las granadas y las campanillas, y el versículo 34 de “una campanilla de oro y una granada”. A medida que se hacía la vestidura, se ponían las granadas antes que las campanillas. Pero en cuanto a la función, las campanillas van antes que las granadas.
Como ya mencionamos, las faldas son un símbolo de la plenitud de Cristo y ésta es la iglesia. Por lo tanto, las granadas y las campanillas de las faldas deben ser los asuntos relacionados con la iglesia. Estas piezas no eran parte de la túnica, la cual no representa a la iglesia. Estas eran la parte de abajo del manto, que si representa a la iglesia. Esto quiere decir que debemos considerar que las granadas y las campanillas están relacionadas con la iglesia.
Las granadas estaban hechas de lino, el cual representa la humanidad, y las campanas eran de oro, el cual representa la divinidad. Con las granadas tenemos la humanidad y con las campanas la divinidad. En la vida de iglesia siempre tenemos la humanidad y la divinidad. La humanidad se relaciona con las granadas, y la divinidad con las campanas.
Si observamos una granada madura con sus semillas, tendremos la impresión de que está llena de vida. En la Biblia las granadas representan la plenitud de la vida. La iglesia debe estar llena de vida en su humanidad. Este es el significado de que las granadas estuviesen hechas de lino.
La iglesia es diferente a Cristo en el hecho de que El nunca comete errores, pero la iglesia si. Usted y yo a menudo cometemos errores, especialmente cuando actuamos muy apresuradamente. Por esta razón, necesitamos las campanas de oro para advertirnos de no caminar tan rápida o licenciosamente. La plenitud de la vida se expresa en la humanidad de la iglesia, pero la voz de alerta se expresa en la divinidad, como la representan las campanas de oro. El hablar adecuado de la iglesia siempre proviene de la divinidad de la iglesia. Si en la iglesia hablamos desde nosotros mismos, esto es penoso. Necesitamos aprender a ser campanitas cuyo sonido se origina de la divinidad, no de la humanidad. Este sonido es agradable y delicado, ya que no proviene de una campana de metal sino de oro. La iglesia no necesita campanas grandes, sino muchas campanitas.
Yo puedo testificar que durante años en la vida de iglesia, he sido advertido en varias ocasiones por parte del hablar de los jóvenes. A veces se levantan y hablan en la reunión y esto resulta en una advertencia para mi. Tal parece que escucho una campanita resonante que me advierte de no caminar tan licenciosamente. Esta es una descripción de un aspecto especifico de la vida de iglesia: la iglesia habla a raíz de la divinidad, basándose en la plenitud de la vida en la humanidad.
Cuando todos expresamos la plenitud de Cristo como vida en nuestra humanidad, hay entre nosotros muchas campanitas de oro. Entonces habrá el hablar de Dios, la voz de Dios expresada por medio de la divinidad de la iglesia. En cada uno de nosotros hay una cantidad de divinidad. A raíz de este elemento divino se obtiene un sonido a pequeña escala, como el repicar de una campanita. En primer lugar tenemos la expresión de la plenitud de la vida y luego el repicar de las campanas de oro, es decir, el hablar desde la divinidad de la iglesia. La iglesia tiene la humanidad para la expresión de la plenitud de la vida y también tiene la humanidad para la divinidad para el repicar de las campanas de oro. Primero tenemos la plenitud de la vida, las granadas. A raíz de esto tenemos el repicar de las campanas. Sin embargo, es difícil determinar cual va primero, si el repicar de las campanas o la expresión de la plenitud de la vida. Ambos están en la iglesia como las faldas largas de Cristo.
En las iglesias locales tenemos las granadas y las campanas. Sin embargo, si visita al cristianismo degradado, no los encontrará. No importa lo que diga o como camine, no podrá escuchar los sonidos de advertencia. Pero en las iglesias tenemos muchas voces de advertencia, que provienen de la plenitud de la vida.
En la iglesia no estamos bajo el control humano. Sin duda nadie controla nuestro modo de pensar. Yo puedo testificar que no controlo a los ancianos de la iglesia en Anaheim y ellos no me controlan a mi. Sin embargo, todos somos controlados por las granadas y las campanas. ¿Conoce las señales de una vida de iglesia apropiada? Estas son las granadas y las campanas.
Según 28:34, las granadas y las campanas estaban colocadas alternadamente, una campana y una granada. Esto indica que la voz divina es correlativo con la vida divina. Dios no le mandó a Moisés que sólo hubiesen campanas en las faldas del manto. Si en la vida de iglesia tenemos las campanas sin las granadas, habrán chismes y criticas, en lugar del repicar de las campanas de oro. Pero si las granadas se encuentran alternadamente con las campanas, los chismes y las criticas desaparecerán, y en lugar de esto habrá un sonido apropiado y divino.
A fin de que las granadas se encuentren alternadamente con las campanas en la vida de iglesia, debemos crecer en la vida y finalmente florecer en ella. Entonces llegaremos a ser las granadas. Además, este crecimiento en la vida influirá a otros y hará que los chismes y las criticas sean reemplazadas por el repicar apropiado de las campanitas de oro. Si esta es la experiencia de un hermano, puede que venga a la reunión y testifique como ha sido disciplinado por el Señor en un asunto especifico. A través de su hablar otros podrán ser advertidos, ya que escucharan el repicar de las campanas de oro alternado con las granadas.
Si la iglesia es apropiada y verdaderamente expresa la plenitud de Cristo, o sea, Sus faldas, entonces sobre ellas estarán las granadas y las campanas. En la iglesia habrá la expresión de la vida y el repicar divino. He aprendido esto por medio de la experiencia y al observar la vida de iglesia.
Solamente por la experiencia podemos entender el significado de la tipología del manto largo con las granadas y las campanas. Primero vemos que las granadas y las campanas estaban agarradas de las faldas del manto largo. Esto indica que éstas se relacionan con la vida de iglesia. Además, las granadas representan la plenitud de la vida, y las campanas dan su repicar. Este repicar no tiene un origen humano; sino divino, aun Su divinidad, según lo indica el hecho de que las campanas sean de oro. Todo lo que hablemos en la iglesia debe tener un origen divino, de la fuente divina. Al mismo tiempo, necesitamos la plenitud de la vida que el lino expresa en la humanidad. Por lo tanto, en la iglesia tenemos la hermosura de la vida expresada en nuestra humanidad y el repicar divino de las campanas de oro. Estas son señales de la vida de iglesia adecuada.