Mensaje 1
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Lectura bíblica: Cnt. 1:1-8
Como inicio de este estudio-vida de Cantar de los cantares, quiero, en memoria del hermano Watchman Nee, expresar mi aprecio y agradecimiento por él. El bosquejo, los títulos y subtítulos y la interpretación de las figuras del presente estudio-vida de Cantar de los cantares, se basan en el estudio que condujo el hermano Nee en mayo de 1935 para unos colaboradores de quienes yo fui uno de los diez participantes, en un hotel a orillas del Lago Oriental de la ciudad de Hangchow, cerca de Shangái.
El tema de Cantar de los cantares es la satisfacción de las satisfacciones. Este libro describe las cuatro etapas de la experiencia de la amada de Cristo, y se puede resumir en las cuatro siguientes frases:
(1) La que ama a Cristo debe ser atraída por Su amor y cautivada por Su dulzura, de tal modo que corra en pos de El para ser satisfecha.
(2) La que ama a Cristo debe recibir de El un llamado a liberarse del yo al unirse a la cruz de Cristo.
(3) La que ama a Cristo debe recibir de El un llamado a vivir en ascensión como nueva creación de Dios, en la resurrección de Cristo.
(4) La que ama a Cristo debe recibir de El un llamado más intenso a vivir detrás del velo por medio de la cruz, después de haber experimentado Su resurrección.
En la primera etapa, la amada de Cristo es atraída por El a seguirle. En la segunda etapa, experimenta la cruz para que su yo sea quebrantado. La cruz nos salva del yo y nos libera de nosotros mismos. En la tercera etapa, la que ama a Cristo vive en ascensión, lo cual implica experimentar la nueva creación de Dios en la resurrección de Cristo. En la cuarta etapa, la amada vive detrás del velo, en la cámara interior de todo el universo, esto es, en el Lugar Santísimo. Conforme a la experiencia, primero viene la cruz, y después la resurrección y la ascensión. Sin embargo, la experiencia de la ascensión no es suficiente; después de ella, se necesita todavía otra etapa, la cual es vivir detrás del velo mediante una experiencia más profunda de la cruz.
En el Cantar de los cantares, el cual es un libro de poesía, no encontramos las palabras cruz, resurrección, ni ascensión. Tampoco vemos las expresiones nueva creación o detrás delvelo. Entonces, ¿cómo podemos afirmar que este libro revela las distintas etapas de la vida cristiana? Para contestar esta pregunta, es necesario ver que el Cantar de los cantares revela las etapas de la vida cristiana, mediante numerosas figuras. No se usa la palabra cruz, pero hay figuras de la cruz. Asimismo, en lugar de las palabras resurrección y ascensión, hay figuras que aluden a la resurrección y a la ascensión. También hay figuras que representan la nueva creación y la vida que se lleva detrás del velo. Al leer este libro, lo más difícil es interpretar las figuras que se encuentran en él.
En este mensaje, primero presentaremos una introducción y después empezaremos a considerar la primera etapa: ser atraída a ir en pos de Cristo para ser satisfecha.
Cantar de los cantares es un libro muy especial en las Santas Escrituras, debido a que no trata de historia, de ley, de profecía, ni del evangelio.
Este libro es un poema sobre la historia de amor de un excelente matrimonio. Es el romance más elevado. La Biblia en sí es un romance, una historia de amor en la cual Dios “se enamora” del hombre.
Cantar de los cantares relata la historia del sabio rey Salomón, escritor de este libro, y de la sulamita, una doncella del campo. En este estudio-vida, Salomón es llamado el amado y la sulamita, es la que ama, o la amada (lit. “amor”, Cnt. 1:15; 2:2; 4:1, 7; 6:4). Salomón, en el género masculino, significa “paz”, y sulamita es Salomón en el género femenino. El es el rey, quien vive en el palacio en la capital Jerusalén, y ella es una doncella campesina.
En cierto sentido, Salomón y la sulamita no hacían una buena pareja. En cuanto al matrimonio, la mayoría opina que dos personas deben ser afines, pero resulta difícil encontrar un marido y una esposa que de verdad hagan una buena pareja. De hecho, dos personas idénticas pueden ser enemigas, y dos personas distintas pueden llevarse bien. Salomón se enamoró de una doncella del campo, y los dos se unieron. Después de su unión, permanecieron siempre en comunión.
Del mismo modo, Dios se enamoró del hombre. Puesto que Dios es grande y sabio y nosotros somos pequeños e insensatos, nos cuesta trabajo pensar que Dios se enamorara de nosotros. Pero aunque el hombre no parece ser semejante a Dios, Dios se ha enamorado del hombre.
Cantar de los cantares es un cuadro del amor de Cristo en Su unión con Sus creyentes a un nivel individual. Todo el Nuevo Testamento recalca la vida del Cuerpo, y no la vida individual (Ro. 12:4-5; 1 Co. 12:27), pero Cantar de los cantares no recalca el Cuerpo, lo corporativo, sino al creyente, lo individual. Si hemos de llevar la vida del Cuerpo, debemos tener un contacto personal con el Señor. Si no tenemos la base de una comunión individual con el Señor, no podemos llevar la vida apropiada del Cuerpo.
Como relato de un romance divino, la Biblia muestra primero que Dios ama a Israel, Su elegido, tal como un marido ama a Su esposa (Is. 54:5-7; Jer. 2:2; 3:1; Ez. 16:8; Os. 2:19-20). Israel era la novia y Dios, el Novio. Así que, había un amor nupcial entre Dios e Israel.
En segundo lugar, la Biblia revela que Cristo ama a Su iglesia tal como un marido ama a su esposa (Ef. 5:25, 31-32; Ap. 19:7-9; 21:2, 9). En Apocalipsis 19, vemos que Cristo celebrará una fiesta de bodas con los vencedores, Su novia, y Sus bodas durarán mil años. Finalmente, en el cielo nuevo y la tierra nueva, todos Sus creyentes, en calidad de Nueva Jerusalén, serán la esposa del Cordero. La Nueva Jerusalén será la esposa corporativa de Cristo, el Cordero.
Según lo dicho por Pablo en 2 Corintios 11:2, los creyentes fueron desposados con Cristo como vírgenes puras. En este sentido, todos los creyentes de Cristo son mujeres. Espiritualmente, todos nosotros, hermanos y hermanas, somos vírgenes desposadas con Cristo.
El contenido de Cantar de los cantares es la experiencia progresiva de la amorosa comunión del creyente con Cristo. Así como dijo Hudson Taylor, Cantar de los cantares es un libro de unión y de comunión con Cristo.
Las secciones del Cantar de los cantares, que concuerdan con el significado intrínseco y espiritual de este libro, son las siguientes: atraída a ir en pos de Cristo para ser satisfecha (Cnt. 1:2-2:7); llamada a ser librada del yo al unirse a la cruz (Cnt. 2:8-3:5); llamada a vivir en ascensión como nueva creación en resurrección (Cnt. 3:6-5:1); llamada de manera más intensa a vivir detrás del velo por medio de la cruz, después de experimentar la resurrección (Cnt. 5:2-6:13); ella participa en la obra del Señor (Cnt. 7:1-13); y ella espera ser arrebatada (Cnt. 8:1-14).
Ahora veamos cómo la que busca a Cristo es atraída a ir en pos de El para ser satisfecha (Cnt. 1:2-4a).
“¡Oh, si me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Tus ungüentos tienen olor agradable, Tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman” (vs. 2-3). Estos versículos expresan el anhelo del que ama.
La que ama a Cristo anhela que El la bese con besos de Su boca (v. 2a). Los besos de la boca son los más íntimos. Este anhelo de ser besada por Cristo es una respuesta al amor alentador de Cristo, que es mejor que el vino (v. 2b), y al encantador nombre de El (Su persona), que es como ungüento derramado que tiene el agradable aroma de los ungüentos (v. 3a).
El Cantar de los cantares se compone de muchas figuras. La primera figura es el vino que alegra a la gente. El vino aquí representa el amor alentador de Cristo. Cuando estemos desanimados, nos alegraremos si consideramos el amor de Cristo. La segunda figura es el ungüento. Su nombre encantador, que representa Su persona, es como el ungüento derramado. Nadie puede resistirse a Su amor que alienta y a Su persona encantadora.
Debido a Su amor alentador, y a Su nombre encantador, todos los creyentes castos lo aman (v. 3b). Todos nosotros condenaríamos a un hombre que atrajera a muchas jóvenes para que lo siguieran; pero con Cristo es distinto. Cuánto más numerosos sean los que aman a Cristo, mejor.
En el versículo 4a, leemos de la búsqueda de la amada: “Atráeme; en pos de ti correremos”. En la búsqueda de Cristo, ella le pide que la atraiga, para que ella y sus compañeras también corran tras El. Todo aquel que sea atraído por Cristo tendrá compañeros que irán en pos de El. Desde el momento en que fui atraído por el Señor, muchos han ido conmigo en pos de El. Considere la situación de Pedro cuando él, un pescador, fue llamado por el Señor (Mt. 4:18-20). Un día, Cristo el Amado vino, y Pedro fue cautivado por El, lo cual le condujo a dejar las redes y seguirlo a El. Muchos siguieron a Cristo como compañeros de Pedro. Cuando somos atraídos a ir en pos de Cristo, llegamos a ser un factor que insta a otros a seguirlo.
En el Cantar de los cantares 1:4b-8, vemos que la comunión con Cristo nos introduce en la vida de iglesia. La vida de iglesia es representada por otra figura: el rebaño (vs. 7-8), el cual representa a la iglesia en su calidad de una congregación de muchos creyentes.
El Amado la introduce en el espíritu de ella, el Lugar Santísimo (Sus cámaras), para tener comunión con ella. La palabra espíritu no se usa aquí, pero a él se refiere la palabra cámaras en el versículo 4. Nuestro espíritu como morada de Cristo (2 Ti. 4:22) llega a ser Su Lugar Santísimo (He. 10:19), donde tenemos comunión con El.
En comunión con Cristo, la amada y sus compañeras alaban el amor de El con gozo y regocijo, pues lo aman con razón (v. 4b).
Ella se ve pecaminosa en Adán, pero justificada en Cristo (vs. 5-6a). Que ella sea pecaminosa en Adán es representado por el hecho de que ella es morena como las tiendas de Cedar; su justificación en Cristo es representada por el hecho de que ella es hermosa como las cortinas de Salomón. Las tiendas están al sol, pero las cortinas están dentro de la cámara interior.
En su comunión con Cristo, ella recibe instrucciones de El en cuanto al camino por el que puede entrar en la vida de iglesia (vs. 6b-8).
Ella fue perseguida por sus hermanos denominacionales (los hijos de su madre, v. 6b), y fue alejada de la iglesia por los rebaños de los compañeros de El (v. 7b). Ella fue perseguida por sus hermanos denominacionales, aunque ellos también nacieron por gracia, de la misma madre (v. 6b), y fue alejada de la iglesia. Esta es la situación actual.
El Amado le pide a ella que lo siga en las huellas de la iglesia (el rebaño) y que apaciente a sus hijos espirituales (las cabritas) en las iglesias locales (las tiendas de los pastores), donde El apacienta a Su iglesia (vs. 7-8). Ella oró: “Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, ¿dónde apacientas tu rebaño?” Entonces Cristo contestó: “Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, ve, sigue las huellas del rebaño”. Seguir las huellas del rebaño significa seguir a la iglesia. Podemos dar testimonio de que a menudo no sabíamos en dónde se encontraba a Cristo, pero al seguir a la iglesia, lo hallamos. Cuando encontramos la iglesia, traemos también a los más jóvenes, representados por las cabritas, a la iglesia.
Es maravilloso ver que la comunión entre la amada y Cristo produce la vida de iglesia.