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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Deuteronomio»
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Mensaje 30

LA BENDICIÓN DE MOISÉS Y LA MUERTE DE MOISÉS Y EL SUCESOR DE MOISÉS

  Lectura bíblica: Dt. 33:1-29; 32:48-52; 34:1-12

  En este mensaje, el mensaje final, consideraremos la bendición de Moisés (Dt. 33:1-29) y, además, la muerte de Moisés y el sucesor de Moisés (Dt. 32:48-52; 34:1-12).

I. LA BENDICIÓN DE MOISÉS

  En Dt. 33:1-29 se halla la bendición de Moisés. Mientras que a un joven por lo general no le interesa bendecir a los demás, un hombre maduro siempre da a las personas una bendición al final de su conversación.

A. Las palabras de introducción

  Los versículos del 1 al 5 constituyen las palabras de introducción. El versículo 1 dice que ésta es la bendición con la cual Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de su muerte. En estas palabras de introducción, Moisés dijo que Jehová vino a los hijos de Israel y les amaneció, que de Su diestra salió una ley de fuego para ellos, que amó al pueblo que estaba en Su mano, y que ellos se sentaron ante Sus pies y recibieron de Sus palabras; a ellos les fue ordenada una ley como posesión, y Él era rey en dicha congregación (vs. 2-5).

B. La bendición

  Los versículos del 6 al 25 contienen la bendición en sí. Lo dicho por Moisés aquí es una especie de predicción con bendición.

1. Con respecto a Rubén

  Rubén, el primer hijo de Jacob, debió haber recibido la primogenitura; sin embargo, él hizo algo pecaminoso y perdió la primogenitura. A causa de ese pecado, la tribu de Rubén fue reducida casi a nada. Pero Moisés fue misericordioso y oró que Rubén viviera y no muriera, y que no fueran pocos sus varones (v. 6). Esto significa que la bendición dada a Rubén consistió en la bendición del crecimiento numérico.

2. Con respecto a Judá

  Con respecto a Judá (v. 7), Moisés pidió que Jehová oyera la voz de Judá y que lo llevara a su pueblo. Ésta fue una oración echa a favor de Judá, una tribu acostumbrada a combatir en favor del pueblo, en la que pide que pudiese regresar del campo de batalla. En el versículo 7 Moisés añade que Judá con sus manos contendió por su pueblo. Entre los que combatieron de esta manera figuran Caleb y David. Finalmente, Moisés oró que Jehová fuese la ayuda de Judá contra sus adversarios. Los enemigos vienen de afuera, mientras que los adversarios surgen desde adentro. Por ejemplo, Absalón se convirtió en un adversario para David.

3. Con respecto a Leví

  La bendición con respecto a Leví es muy rica (vs. 8-11).

a. El Tumim y el Urim de Jehová eran para Sus varones fieles

  Primero, Moisés dijo que el Tumim y el Urim de Jehová serían para Sus varones fieles, a quien Él probó en las aguas de Meriba. Leví había dicho de su padre y de su madre: “A él no lo tomo en cuenta”; y no reconoció a sus hermanos, y a sus propios hijos desconoció. Así que, Leví guardó las palabras de Jehová y observó Su pacto (vs. 8-9). Esto indica que Leví no miraba por sus familiares, sino por los intereses de Dios.

b. Leví muestra las ordenanzas de Jehová a Jacob, y Su ley a Israel

  Segundo, Moisés dijo que los de Leví mostrarían las ordenanzas de Jehová a Jacob, y Su ley a Israel. Además, ellos pondrían el incienso ante Su nariz y holocaustos enteros sobre Su altar (v. 10). El altar del incienso se encontraba en el interior del tabernáculo, y el altar de las ofrendas estaba afuera. Leví serviría a Dios en ambos altares.

c. Jehová bendice su fuerza y acepta la obra de sus manos

  Tercero, Moisés pidió a Jehová que bendijera la fuerza de Leví (o, sustancia) y aceptara la obra de sus manos (v. 11a), y que aplastara los lomos de los que se levantasen contra él. En cuanto a los que aborrecían a Leví, Moisés oró que no se levantasen de nuevo (v. 11b).

4. Con respecto a Benjamín

  En cuanto a Benjamín (v. 12), Moisés dijo: “El amado de Jehová morará confiado junto a Él”. Esto guarda relación con la geografía, lo cual indica que Benjamín habitaría cerca de Jerusalén, donde estaba ubicada la morada de Dios, y por ende, sería vecino de Dios. Benjamín moraría confiado junto a Dios, quien lo cubriría “todo el día”. Además, Dios moraría entre los hombros de Benjamín. Según la geografía, Benjamín tiene forma de dos hombros, y Jerusalén está ubicada en medio de ellos. Por tanto, el Señor moraría entre los hombros de Benjamín.

5. Con respecto a José

  Los versículos del 13 al 17 constituyen la rica bendición con respecto a José.

a. Su tierra sería bendita de Jehová

  Moisés bendijo a José diciéndole que su tierra sería bendecida por Jehová con lo mejor de los cielos, con el rocío y con las aguas profundas que yacen abajo; con los mejores frutos del sol y con los mejores productos de las lunas; con la cúspide de los montes antiguos y con lo mejor de las colinas eternas; con lo mejor de la tierra y su plenitud, y con el favor de Aquel que moró en la zarza (vs. 13-16a). La expresión Aquel que moró en la zarza hace referencia a Dios, quien en Éxodo 3 apareció a Moisés en una zarza ardiente. Moisés pidió que todas estas bendiciones vinieran sobre la cabeza de José y sobre la coronilla del que fue separado de entre sus hermanos (Dt. 33:16b). José fue separado de sus hermanos y llevado a Egipto con el fin de cumplir el propósito de Dios.

b. Tiene majestad, y sus cuernos son como cuernos de buey salvaje

  Como el primogénito de su buey, José tendría majestad, y sus cuernos serían cuernos de buey salvaje (v. 17a). Con esos cuernos empujaría a los pueblos, todos juntos, hasta los fines de la tierra (v. 17b).

  El versículo 17c dice: “Ellos son los diez millares de Efraín, / y ellos son los millares de Manasés”. Efraín y Manasés eran los dos hijos de José. El hecho de que se les mencione aquí indica que la tribu de José recibiría una doble porción, la cual forma parte de la primogenitura del hijo primogénito. Rubén perdió la primogenitura, pero parte de ella —la doble porción de la tierra— fue dada a José. El reinado fue dado a Judá, y el sacerdocio fue dado a Leví.

6. Con respecto a Zabulón e Isacar

  Los versículos 18 y 19 constituyen la bendición con respecto a Zabulón e Isacar. El versículo 18 dice: “Regocíjate, Zabulón, en tus salidas; / y tú, Isacar, en tus tiendas”. Estas salidas se cumplieron cuando el Señor envió a los apóstoles. La mayoría de los apóstoles, enviados a hacer discípulos a las naciones, salieron de la tierra de Zabulón, en la región de Galilea.

  Zabulón e Isacar llamarían a los pueblos al monte. Allí estas tribus ofrecerían sacrificios de justicia, porque sorberían la abundancia de los mares y los tesoros escondidos de la arena (v. 19). Esto indica que Zabulón e Isacar vivirían cerca del mar.

7. Con respecto a Gad

  En los versículos 20 y 21, Moisés bendijo a la tribu de Gad. Debido a que Gad era bastante pequeña, Moisés dijo: “Bendito el que ensancha a Gad” (v. 20a). Dios es el que ensancharía a esta tribu, la cual sería fuerte para combatir. Esto lo indican las palabras: “Como leona mora, / y arrebata el brazo y aun la coronilla” (v. 20b).

  Gad se proveyó de las primicias de la tierra, porque allí le fue reservada la porción del dador de la ley (v. 21a). Además, él vino con los cabezas del pueblo e hizo la justicia de Jehová y Sus juicios con Israel (v. 21b). Esto indica que algunos de entre el pueblo de Gad tenían el conocimiento de la ley de Dios y de Sus juicios.

8. Con respecto a Dan

  Lo dicho acerca de Dan revela que esta tribu no participaba mucho del cuidado de Moisés. En el versículo 22 Moisés dijo simplemente que Dan sería como un cachorro de león que salta desde Basán.

9. Con respecto a Neftalí

  Al bendecir a Neftalí (v. 23), Moisés dijo de esta tribu que ella estaría saciada de favores y llena de la bendición de Jehová. Neftalí poseería el mar (el occidente) y el sur. Según Mateo 4:13-16, el Señor Jesús, como cumplimiento de la profecía de Isaías 9:1-2, vino a la región de Zabulón y de Neftalí, junto al mar. Finalmente, por medio de la predicación del evangelio, los de Neftalí poseyeron el mar Mediterráneo. Si estudian la historia de la iglesia, verán que se ganó mucho para el Señor en el área alrededor del mar Mediterráneo.

10. Con respecto a Aser

  Finalmente, en Deuteronomio 33:24-25 se halla la bendición con respecto a Aser. Moisés declaró que Aser sería bendecido sobre los hijos, que él sería el favorecido de sus hermanos y que él mojaría en aceite su pie (v. 24). Que Aser mojara su pie en aceite significaba que él sería rico en lo referido al producto de la tierra. Además, los cerrojos de Aser serían de hierro y cobre; y como sus días serían sus fuerzas (v. 25).

C. Las palabras de conclusión

  Los versículos del 26 al 29 constituyen las palabras de conclusión de la bendición de Moisés. Ésta no es una bendición otorgada a una tribu en particular, sino a todo el pueblo de Israel.

1. No hay nadie como el Dios de Jesurún

  Primero, Moisés dijo que no había nadie como el Dios de Jesurún (Israel), quien cabalga sobre los cielos para ayuda de ellos y sobre las nubes en Su majestad (v. 26).

2. El Dios de antaño es su morada

  Segundo, el Dios de antaño sería la morada de ellos, y debajo estarían los brazos eternos (v. 27a). Ellos morarían en Dios como su morada, y los brazos eternos de Él serían su apoyo.

3. Echa al enemigo delante de ellos

  Dios echó al enemigo delante de ellos, y dijo: “¡Destruye!” (v. 27b). El enemigo que Dios echó fue destruido por el pueblo.

4. Israel mora confiado

  Debido a lo anterior, Israel moró confiado, la fuente de Jacob en soledad en tierra de grano y de vino nuevo; también los cielos sobre él destilaron su rocío (v. 28).

5. Israel se alegra

  En el versículo 29 Moisés proclamó la alegría de Israel, diciendo: “¿Quién como tú? / Pueblo salvado por Jehová, / escudo de tu socorro, / y espada de tu majestad. / Así que tus enemigos vendrán temerosos a ti, / y tú hollarás sus alturas”. Ésta fue la bendición completa otorgada a todos los hijos de Israel.

II. LA MUERTE DE MOISÉS Y EL SUCESOR DE MOISÉS

  Deuteronomio 32:48-52 y 34:1-12 trata sobre la muerte de Moisés y sobre el sucesor de Moisés.

A. La muerte de Moisés

1. Jehová le dice a Moisés que suba al monte de los Abarim, al monte Nebo, y mire la tierra de Canaán, y muera en ese monte

  Jehová habló a Moisés, y le dijo que debía subir al monte de los Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab frente a Jericó, y mirara la tierra de Canaán, y muriera en el monte al cual subía (32:48-50a). Allí sería reunido a su pueblo, a sus padres, así como murió su hermano Aarón en el monte Hor (v. 50b). Moisés debía morir en el monte Nebo porque le fue infiel a Jehová en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba-cades, porque no santificó a Jehová en medio de los hijos de Israel (v. 51).

2. Mira la tierra de lejos

  Moisés miraría la tierra de lejos, mas no entraría en la tierra (v. 52).

3. Moisés sube al monte Nebo, y Jehová le muestra la tierra

  Moisés subió al monte Nebo, y Jehová le mostró toda la tierra, y le dijo: “Ésta es la tierra acerca de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob” (34:1-4).

4. Moisés muere allí, en la tierra de Moab, conforme a la palabra de Jehová

  Y murió allí Moisés, siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme a la palabra de Jehová (v. 5). Jehová lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, frente a Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy (v. 6). Inmediatamente después que Moisés murió, Dios lo enterró, pues tenía un propósito específico al hacerlo. Creemos que Moisés y Elías, quienes aparecieron ambos con el Señor Jesús cuando Él se transfiguró (Mt. 17:1-3), serán los dos testigos mencionados en Apocalipsis 11.

5. Moisés tiene ciento veinte años cuando muere

  Moisés tenía ciento veinte años cuando murió. Con todo, sus ojos no se habían oscurecido, ni lo dejó su vigor (Dt. 34:7). Él tenía el vigor de un joven.

6. Los hijos de Israel lloran a Moisés

  Los hijos de Israel lloraron a Moisés en las llanuras de Moab por treinta días (v. 8).

B. El sucesor de Moisés

1. Josué es lleno del espíritu de sabiduría

  Josué, sucesor de Moisés, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le escucharon e hicieron como Jehová había mandado a Moisés (v. 9). De esto vemos que todo se hizo en buen orden.

2. Nunca más se levanta profeta en Israel como Moisés

  Nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara, nadie como él por todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, y por todo el gran poder y todos los hechos terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel (vs. 10-12).

  Moisés fue grande por tres razones. Primero, como ningún otro hombre, él habló con Dios cara a cara. Segundo, tanto en Egipto como en el desierto, él hizo muchas señales y prodigios. Tercero, escribió los cinco libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

  Moisés fue grande en lo referente a la adoración de Dios y la cultura humana. Los países occidentales han basado muchas de sus leyes en la ley de Moisés. Inclusive la ley romana fue basada en los principios de la ley de Moisés. Así que, Moisés tuvo un gran efecto en la cultura occidental. La cultura y la humanidad del occidente han sido guardadas, preservadas y mantenidas mayormente gracias a la ley de Moisés.

III. LOS CUATRO ASUNTOS PARTICULARES IMPLÍCITOS EN DEUTERONOMIO

  Al concluir nuestro estudio-vida de Deuteronomio, quisiéramos recalcar los cuatro asuntos particulares implícitos en este libro.

A. La disciplina gubernamental de Dios

  El primer asunto implícito en Deuteronomio es la disciplina gubernamental de Dios, la cual es sabia, amorosa, compasiva, paciente, tiene propósito y sale victoriosa.

B. La obstinación de Israel

  El segundo asunto implícito en este libro es la obstinación de Israel, la cual está en contraste con la soberanía de Dios a fin de que se manifieste la sabiduría de Dios y se lleve a cabo la economía de Dios.

C. El carácter de Moisés

  El siguiente asunto implícito en Deuteronomio es el carácter de Moisés, quien era experimentado, maduro, amoroso, bondadoso, fiel y manso.

D. La unicidad de Cristo

  Cuarto, en el libro de Deuteronomio está implícita la unicidad de Cristo. Cristo es único en ser el Profeta único de Dios como oráculo divino, la palabra única como corporificación de las riquezas divinas y la buena tierra única como meta divina.

  Todas las palabras contenidas en Deuteronomio —los mandamientos, las leyes, las ordenanzas, los estatutos, los juicios, las advertencias, las exhortaciones, las bendiciones y las maldiciones— son dadas por el aliento de Dios, y el aliento de Dios está corporificado en Cristo. Al leer este libro, debemos inhalar todo lo que Dios ha exhalado, es decir, todo lo que Él ha dado por Su aliento. Si hacemos esto, seremos iluminados, pero ése no es el asunto principal. Lo principal es que al inhalar el aliento divino contenido en este libro, disfrutaremos a Cristo, la corporificación del aliento divino. Cuanto más recibamos el aliento del Dios que habla, más disfrutaremos a Cristo. Disfrutaremos a Cristo como Profeta único de Dios, como palabra única que constituye el medio por el cual cumplimos lo que Dios requiere y como buena tierra única en calidad de meta divina. En este libro, Cristo es el Profeta único, la palabra única y la meta única.

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