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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Hechos»
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Mensaje 55

LA PROPAGACION EN ASIA MENOR Y EUROPA MEDIANTE EL MINISTERIO DE LA COMPAÑIA DE PABLO

(21)

  Lectura bíblica: Hch. 20:13-38

  En este mensaje, continuaremos examinando la exhortación que hizo Pablo a los ancianos de Efeso (Hch. 20:13-38).

LOBOS Y HOMBRES PERVERSOS

  Leamos el versículo 29: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño”. Pablo indicó que de afuera vendrían lobos rapaces para hacerle daño al rebaño, la iglesia de Dios. En el versículo 29, Pablo no expresó preocupación por su propia vida, sino por el futuro de la iglesia, la cual tanto él como Dios consideraban un tesoro.

  En el versículo 30, Pablo añade: “Y de vosotros mismos, se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. El diablo aborrece a la iglesia y suele usar a hombres perversos de entre los creyentes que están en la iglesia, para arrastrar tras sí a las ovejas y formar otro “rebaño”.

  Durante los años que hemos estado en la vida de la iglesia, hemos visto los lobos y los hombres perversos que aquí se mencionan. Los lobos vienen de afuera, mientras que los hombres perversos surgen de adentro de la iglesia.

  Cuando tales hombres se levantan en medio de la iglesia, tal vez pensemos que esto se debe a un descuido en nuestra labor, al haber dejado entrar semillas negativas que han producido a estas personas perversas. Muchos de nosotros pensábamos esto cada vez que veíamos surgir a tales hombres. Pero tal vez no tengamos nada que ver en el asunto. Examinemos la manera en que Pablo llevó a cabo la obra en Efeso. La iglesia en Efeso fue levantada y establecida por el ministerio de Pablo en un período de tres años. Ciertamente el apóstol laboró con mucho esmero; no obstante, previó que ciertas personas se levantarían y hablarían cosas perversas a fin de arrastrar tras sí a los santos para formar otro “rebaño”.

  En una parábola de Mateo 13, el Señor habló de la cizaña que fue sembrada entre el trigo (vs. 24-30, 36-43). He estudiado esta parábola por años, tratando de entender de dónde proviene la cizaña. Algunos dirán que las semillas que la producen son traídas por el viento. Yo realmente no sé de dónde vienen, pero sí sé que donde haya trigo, allí también está la cizaña. Esto significa que donde haya verdaderos creyentes, también existirán falsos creyentes. Esto es inevitable. Fue inevitable en la obra de Pablo y también lo será en la nuestra.

  Después de que Pablo hubo laborado en Efeso durante tres años, les advirtió a los ancianos de la iglesia que entrarían lobos en medio de ellos y que de entre ellos mismos, algunos se levantarían para hablar cosas perversas. Hemos visto suceder esto tanto en el lejano oriente como en el occidente. No debemos esperar que haya trigo sin que se presente la cizaña. En cualquier iglesia local pueden levantarse hombres perversos. Al oír esto, tal vez algunos digan: “Por favor, no profetice tal cosa. Entre los hermanos y hermanas de nuestra localidad nunca habrá hombres perversos”. No obstante, debemos prestar oído a las palabras de Pablo. El no sabía quienes serían estas personas, pero sí predijo que se levantarían.

  Según lo dicho por Pablo en el versículo 30, los hombres perversos se levantarían con el fin de arrastrar tras sí a los discípulos, a los santos, para formar otro “rebaño”. Hemos visto suceder esto en el transcurso de los años. La intención de tales hombres siempre ha sido arrastrar a un grupo de creyentes para hacerlos seguidores suyos. Por tanto, debemos estar atentos a las palabras de Pablo en cuanto a los lobos que entran de afuera, y a los hombres perversos que se levantan desde adentro.

LA PALABRA DE LA GRACIA DE DIOS

  En los versículos 31 y 32, Pablo declara: “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Y ahora os encomiendo a Dios, y a la palabra de Su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia entre todos los que han sido santificados”. Pablo encomendó los creyentes a Dios y a la palabra de Su gracia. La gracia es el Dios Triuno que los creyentes reciben y disfrutan. Es muy probable que durante los tres años que pasó Pablo en Efeso, les hablara diariamente la palabra de la gracia de Dios a los santos.

  Por la misericordia del Señor podemos testificar que los mensajes de los estudios-vida contienen la palabra de la gracia de Dios. Hace poco un hermano joven exhortó a todos los jóvenes del recobro del Señor a que estudien y asimilen las riquezas de los estudios-vida. Estoy de acuerdo con las palabras de este hermano. Si los jóvenes asimilan esta palabra, se producirá un gran traslado dispensacional en el recobro. Por tanto, animo a los jóvenes a que inviertan el tiempo requerido para digerir todos los mensajes de los estudios-vida en los próximos años. Si hacen esto, y se impregnan de la palabra de la economía neotestamentaria de Dios, serán útiles para servir al Señor de tiempo completo. Muchos viajarán a otras ciudades y países, y comunicarán a otros la economía neotestamentaria de Dios. Esto transformará la situación actual de los cristianos. De esta manera, las riquezas contenidas en los estudios-vida se darán a conocer a todo el pueblo cristiano. Pero para que esto ocurra, es imprescindible que de entre nosotros se levanten muchos vasos vivientes, que procuren diligentemente asimilar la economía neotestamentaria de Dios.

  Ahora bien, no debemos pensar que esta palabra sea solamente para los jóvenes. También a los de avanzada edad les queda todavía tiempo para llenarse de estos mensajes y luego dedicar varios años a servir al Señor llevando a cabo la economía neotestamentaria de Dios por toda la tierra.

Edifica a los santos

  En 20:32 vemos cuál es la función de la palabra de la gracia de Dios. Primeramente, esta palabra tiene poder para edificar a los santos. La edificación de los santos depende del crecimiento que tengan en la vida divina, lo cual a su vez depende de que ellos se nutran con el elemento divino y sean edificados y equipados con el conocimiento divino. Sólo la gracia abundante de la palabra de Dios puede realizar todo esto, pues esta gracia es el propio Dios Triuno quien pasó por los procesos de encarnación, vivir humano, crucifixión, resurrección y ascensión, y ha sido dado a los santos para que lo disfruten.

Nos da una herencia

  En segundo lugar, la palabra de la gracia de Dios nos da “herencia entre todos los que han sido santificados”. Esta herencia es el propio Dios Triuno con todo lo que El tiene, ha hecho, y hará por Su pueblo redimido. El Dios Triuno está corporificado en el Cristo todo-inclusivo (Col. 2:9), quien es la porción asignada como herencia a los santos (Col. 1:12). El Espíritu Santo, quien ha sido dado a los santos, es el anticipo, las arras y la garantía de esta herencia divina (Ro. 8:23; Ef. 1:14), de la cual ahora participamos y disfrutamos como anticipo en el jubileo neotestamentario de Dios, y la cual disfrutaremos en plenitud en la era venidera y por la eternidad (1 P. 1:4).

  Nuestra herencia eterna tiene que ver con la vida divina que recibimos por la regeneración, la cual experimentamos y disfrutamos a lo largo de nuestra vida cristiana. “Esta herencia es la posesión plena de lo que fue prometido a Abraham y a todos los creyentes (Gn. 12:3 véase Gá. 3:6 y los siguientes versículos), una herencia tan superior a la que tocó a los hijos de Israel cuando tomaron posesión de Canaán, como lo es la filiación de los regenerados, quienes por medio de la fe ya han recibido la promesa del Espíritu como arras de su herencia, a la filiación de Israel; compárese Gálatas 3:18, 29; 1 Corintios 6:9; Efesios 5:5; Hebreos 9:15” (Wiesinger, citado por Alford).

  Una herencia es una posesión recibida de manera legal. No es algo que obtenemos mediante nuestra energía, capacidad o labor; antes bien, es un bien que alguien más nos concede de manera legítima. Para obtener una herencia no es necesario laborar, sino simplemente recibir.

  El día en que fuimos regenerados, obtuvimos el derecho de participar de esta herencia, la cual incluye todas las bendiciones relacionadas con la vida eterna. Debemos apropiarnos de ella y disfrutarla diariamente. Dicha herencia es legal y legítima, pues Cristo la compró al morir por nosotros, pagando el precio de Su preciosa Sangre. Cada día podemos participar de esta herencia y disfrutarla, pues es nuestra desde hoy y por la eternidad.

  Conforme a lo dicho por Pablo en 20:32, la herencia se halla entre los que han sido santificados. Por tanto, si deseamos participar de ella debemos ser santificados, para lo cual necesitamos la palabra de la gracia de Dios. En Juan 17:17, el Señor Jesús oró: “Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad”. Ser santificados (Ef. 5:26; 1 Ts. 5:23) significa ser separados del mundo y de su usurpación, y apartados para Dios y Su propósito, no solamente en cuanto a posición (Mt. 23:17, 19), sino también en cuanto al carácter (Ro. 6:19, 22). La palabra viva de Dios opera en los creyentes para separarlos de todo lo mundano. Esto equivale a ser santificados en la palabra de Dios, la cual es la verdad, la realidad.

TRABAJO PARA SUPLIR SUS NECESIDADES Y LAS DE SUS COLABORADORES

  En 20:33 y 34, Pablo agrega: “Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Vosotros mismos sabéis que para lo que ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido”. Pablo trabajaba con sus propias manos, haciendo tiendas (18:3), a fin de suplir sus propias necesidades y las de los que le acompañaban, sus jóvenes colaboradores. Esto indica que él no seguía la práctica del clero actual, el cual hace de la predicación una profesión.

  Al igual que Pablo, debemos llevar la economía neotestamentaria adondequiera que vayamos. Si la situación así lo permite, podemos dedicarnos tiempo completo a la obra del ministerio. De lo contrario, debemos trabajar para sostenernos a nosotros mismos y también a otros.

  En 20:35 Pablo declara: “En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, trabajando así, se debe sostener a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Las palabras griegas traducidas “los débiles” se pueden traducir también “los enfermos”, es decir, aquellos que están débiles físicamente (1 Co. 11:30), y por tanto, pobres.

  En el versículo 35, Pablo pide a los ancianos que recuerden las palabras del Señor Jesús: “Más bienaventurados es dar que recibir”. Este dicho no se menciona en los evangelios; quizás se difundió oralmente.

  Si examinamos detenidamente las palabras que Pablo dirigió a los ancianos de la iglesia en Efeso, nos daremos cuenta que él no consideraba la predicación como una profesión. Antes bien, el apóstol sentía la carga genuina de cumplir la economía neotestamentaria de Dios.

TENIA LA CARGA DE CUMPLIR LA ECONOMIA NEOTESTAMENTARIA DE DIOS

  La situación actual de la tierra requiere de un testimonio firme, lo cual a su vez exige mucha labor. Por esta razón, es urgente que muchos hermanos se dediquen a servir al Señor tiempo completo; pero antes de esto, la Palabra debe estar plenamente constituida en nosotros.

  Quisiera señalar una vez más que el recobro del Señor no es una obra cristiana común, sino el mover actual del Señor, mediante el cual lleva a cabo Su economía neotestamentaria. Esta no ha sido plenamente llevada a cabo en el pasado. Por tanto, como aquellos que han oído Su palabra en cuanto a la economía neotestamentaria, debemos decirle: “Señor, estamos aquí a favor de Tu mover en la tierra. No queremos simplemente adquirir conocimiento en cuanto a enseñanzas bíblicas. Estamos dispuestos a tomar la carga de asimilar todas las enseñanzas neotestamentarias, hasta estar constituidos de ellas, para que así como Pablo, nosotros también podamos ser vasos que lleven a cabo Tu economía. Incluso estamos dispuestos a laborar a tiempo completo”. Nuevamente, si la situación nos exige que trabajemos para nuestro sostenimiento y el de otros, debemos hacerlo. De otro modo, debemos estar dispuestos a dedicar todo nuestro tiempo al ministerio del Señor.

  La necesidad que existe hoy en la tierra, en cuanto a la economía neotestamentaria de Dios, es inmensa. Es mucho más grande que en siglos pasados, cuando los misioneros salían a predicar el evangelio y a enseñar la Biblia, lo cual hicieron en gran parte de una manera superficial. Tal predicación del evangelio y enseñanza bíblica es incapaz de cumplir la economía neotestamentaria de Dios, pues no le permiten a Dios cumplir Su plan eterno.

  Puesto que el Señor nos ha iluminado mostrándonos Su economía, ha infundido esta carga en nosotros, y nos ha dado la comisión de llevarla a cabo, debemos tomar esto con seriedad. No debemos pensar: “He estado en distintos grupos y denominaciones y ninguno de ellos me satisfizo. Las iglesias del recobro del Señor me parecen bastante buenas, y me siento contento simplemente con el hecho de disfrutar aquí la vida de iglesia”. Esta no es la debida actitud. Todos los santos que están en el recobro deben permitir que la carga de la economía neotestamentaria aumente más en ellos.

  Al escuchar que debemos tener la carga de llevar a cabo la economía neotestamentaria de Dios, es posible que algunos santos sientan que no poseen ni talentos ni dones, y que por lo tanto, es muy poco lo que puedan hacer. No obstante, si toman al Señor en serio y se empapan de las riquezas de la economía de Dios, y en especial como las transmiten los mensajes de los estudios-vida, podrán pastorear a un mayor número de parientes, vecinos, amigos, colegas y compañeros de clase. Por lo menos, todos deberíamos cuidar de diez personas, no por medio de darles una predicación superficial del evangelio o una enseñanza común, sino ministrándoles las enseñanzas más profundas de la economía neotestamentaria. Si nos empapamos de la economía de Dios, cada vez que hablemos, las verdades fluirán. Además, la gente podrá entender lo que estamos diciendo. Si todos los santos en el recobro del Señor se ocupan de ministrar las verdades de la economía neotestamentaria de Dios a diez personas más, esto traerá un resultado excelente para los intereses del Señor. Otros asimilarán las verdades por medio de nosotros, y éstos a su vez las pasarán a otros, lo cual dará por resultado una multiplicación maravillosa.

  Debemos darnos cuenta de que en todas las naciones hay personas que buscan la verdad. Tal vez sean pecadores y mundanos, pero aún así buscan la verdad, anhelando conocer el verdadero significado de la vida humana. Por lo tanto, todos debemos tomar la carga de difundir la verdad en cuanto a la economía neotestamentaria de Dios. Sin embargo, al llevar a cabo esta carga, no debemos seguir la tendencia del cristianismo actual, sino repetir el modelo que nos dejó el apóstol Pablo en el libro de Hechos. Espero que todos nos empapemos de la economía de Dios y ayudemos a otros a llenarse de ella, para que el Señor pueda propagarse.

  Quisiera motivar a los jóvenes a que aparten dos años después de graduarse de la universidad, para dedicarse de tiempo completo al Señor. Sugiero que estos jóvenes destinen medio día para estudiar a fondo el Nuevo Testamento, usando la versión Recobro con las notas y los mensajes de los estudios-vida. De este modo, ya sea que después continúen sirviendo al Señor a tiempo completo o no, serán totalmente impregnados con la verdad de la economía neotestamentaria de Dios y cimentados en ella. Además del tiempo de estudio en las mañanas, pueden usar el resto de su tiempo para predicar el evangelio y relacionarse con la gente. Animo a los jóvenes a que consideren este asunto seriamente.

  No estamos en el recobro del Señor para ser los miembros comunes de una iglesia que lleva a cabo una obra cristiana común. Tal como Pablo, nuestra labor debe tener impacto en la tierra. Pablo es un excelente modelo para nosotros hoy en día. El no sólo llevaba la carga de la economía neotestamentaria de Dios, sino que además laboraba con sus manos haciendo tiendas, para sostenerse a sí mismo y también a otros. Si laboramos fielmente para el propósito del Señor, El se ocupará de nuestras necesidades. De este modo, podremos sostener a muchos obreros de tiempo completo, no solamente en este país, sino también en muchos otros. Por ejemplo, si diez santos apoyan fielmente a un obrero de tiempo completo, cien de cada mil santos podrán laborar a tiempo completo. Esto se aplica especialmente en los Estados Unidos, donde por la soberanía del Señor, la economía es muy fuerte.

  Los que sientan la carga de salir y laborar a tiempo completo para llevar a cabo la economía neotestamentaria de Dios, no deberán salir con las manos vacías. En lugar de ello, deben salir con el pleno conocimiento de la verdad, o al menos con el pleno conocimiento del Nuevo Testamento. Agradecemos al Señor por habernos abierto el Nuevo Testamento. Creo que en los años venideros los santos verán más riquezas en la Palabra. Espero que todos los santos que hoy están en el recobro del Señor, se saturen de las riquezas de la economía de Dios y profundicen más en la Palabra, a fin de extraer más riquezas.

  Al salir con la carga de la economía de Dios, no debemos preocuparnos por la oposición. A menudo los que construyen una autopista se encuentran con obstáculos; sin embargo, simplemente proceden a quitarlos, rellenando el terreno para que la autopista se pueda construir. Espero que vayamos adelante con el espíritu de llevar a cabo la economía neotestamentaria de Dios, y presentemos a los necesitados las enseñanzas acerca de la economía divina. Al escucharlas, muchos se convencerán y las recibirán; aunque habrá algunos que se opondrán. Con éstos, en lugar de argumentar, debemos simplemente presentarles las verdades, y aún cuando se empeñen en rechazarlas, finalmente el Señor los ganará por medio de nuestra labor fiel.

  Espero que todos nos llenemos de las riquezas de la economía neotestamentaria de Dios y llevemos a cabo la carga de la economía de Dios de manera positiva y dinámica. Todos podemos ser dinámicos, si estamos llenos e impregnados de dichas riquezas. Espero que en los años venideros la propagación del Señor tenga un significativo aumento. ¡Que esta palabra produzca en muchos una verdadero despertar en toda la tierra!

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