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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Isaías»
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Mensaje 17

LAS MEDIDAS QUE JEHOVÁ TOMA CON RESPECTO A LA CONFIANZA QUE ISRAEL PONE EN EGIPTO Y LAS MEDIDAS QUE ÉL TOMA CON RESPECTO A LAS NACIONES, TIENEN COMO RESULTADO QUE ISRAEL SE VUELVA A ÉL Y QUE ÉL RETORNE A ISRAEL, TRAYENDO LA RESTAURACIÓN

  Lectura bíblica: Is. 30; Is. 31

  Al escribir este libro, Isaías tenía dentro de sí una manera de pensar divina, una filosofía divina. Forman parte de esta filosofía divina la disciplina aplicada por Dios a Israel, Su juicio ejecutado sobre las naciones, la restauración de Israel, la restauración de todo lo que Dios creó pero que sufrió la caída, y además, la venida del Cristo todo-inclusivo.

  Al principio, Dios “contrató” a Israel para que fuese Su testimonio, Su testigo. Pero Israel le falló a Dios. Luego, Dios contrató a muchas naciones que estaban alrededor de Israel a fin de disciplinar a Su pueblo escogido. Sin embargo, ellas no hicieron esto conforme a lo que Dios tenía en Su corazón. Las naciones disciplinaron a Israel desmesuradamente, con lo cual ofendieron a Dios. Como resultado de ello, Dios vino a “despedir” tanto a los hijos de Israel como a las naciones que rodeaban a Israel. Estas cosas quedaron profundamente grabadas en Isaías.

  La disciplina que Dios aplicó a Israel y Su juicio sobre las naciones que cometieron excesos en sus acciones contra Israel, redundan en tres cosas: 1) Israel es traído de regreso a Dios, 2) las cosas creadas son restauradas y 3) es introducido el Cristo todo-inclusivo. La restauración de las cosas creadas por Dios pero que sufrieron la caída sucede al mismo tiempo que Israel se vuelve a Dios. Dios se ha propuesto restaurar las cosas creadas pero que sufrieron la caída; sin embargo, para ello es necesario que Israel introduzca tal restauración. Cuando Israel se vuelva a Dios, ocurrirá la restauración de todas las cosas; luego, será introducido el Cristo todo-inclusivo. Ésta es la filosofía divina presente en el libro de Isaías.

  Esta filosofía divina también se aplica a nosotros en la actualidad. No importa quiénes seamos o a qué pueblo, cultura o nación pertenezcamos, en cuanto a Dios concierne, todos somos completos fracasos. Darnos cuenta de esto hará que nos volvamos a Dios. Nuestro éxito jamás hace que nos volvamos a Dios; pero cuando consideramos nuestros fracasos, somos humillados, nos damos cuenta de nuestra necesidad y nos arrepentimos confesando que somos casos perdidos. Aunque quizás no sepamos qué es lo que necesitamos, sabemos que necesitamos algo. Con el tiempo, el Cristo todo-inclusivo es quien viene a satisfacer tal necesidad.

  Especialmente en los primeros treinta y nueve capítulos de su profecía, el pensamiento de Isaías recalca la disciplina de Dios que tiene como resultado que Israel se vuelva a Dios y, así, sea introducida la restauración y el Cristo todo-inclusivo. Ésta es la lógica, la filosofía espiritual y celestial, predominante en el libro de Isaías. Aunque esto no está escrito claramente, no obstante, éste es el principio básico y rector de todo cuanto está escrito en Isaías. Espero que todos podamos ver este asunto crucial y lo tengamos presente al abordar los capítulos 30 y 31, donde vemos que las medidas que Jehová toma con respecto a la confianza que Israel pone en Egipto y las medidas que Él toma con respecto a las naciones, tienen como resultado que Israel se vuelva a Él y que Jehová retorne a Israel, trayendo la restauración.

I. LAS MEDIDAS QUE JEHOVÁ TOMA CON RESPECTO A LA CONFIANZA QUE ISRAEL PONE EN EGIPTO

  Isaías 30:1-17 y 31:1 hablan sobre las medidas que Jehová tomó con respecto a la confianza que Israel puso en Egipto.

A. Los hijos rebeldes descienden a Egipto

  En Isaías 30:1-2 el profeta pronuncia ayes contra los hijos rebeldes, quienes hacen planes, pero no de parte de Jehová, y derraman libaciones al hacer alianza, mas no del Espíritu de Jehová, para añadir pecado a pecado; ellos descendieron a Egipto, pero no preguntaron de la boca de Jehová, para tomar refugio en el refugio de Faraón y buscar abrigo a la sombra de Egipto, lo cual sería su humillación. Las libaciones eran ciertas bebidas que, a manera de ofrenda, los gentiles derramaban delante de sus ídolos. Cuando dos grupos o naciones hacían una alianza o formaban una confederación, ellos derramaban libaciones en tierra para indicar que habían hecho una alianza. Israel había formado tal clase de alianza con Egipto. Por tanto, el refugio de Faraón sería su vergüenza, y el abrigo a la sombra de Egipto, su humillación. El pueblo de Egipto no serviría de ayuda ni de provecho para Israel, sino que les acarrearía vergüenza y oprobio (vs. 3-5).

  En tipología, Egipto representa el mundo. Siempre que el pueblo de Dios se encuentra en una condición caída o en estado de abatimiento, acude a Egipto (Gn. 42:10). Abraham hizo esto (Gn. 12:10). Hoy en día, cuando los cristianos se encuentran abatidos, ellos con frecuencia acuden al mundo. Acudir a Egipto, poner nuestra confianza en Egipto o hacer alianza con Egipto, es pecado. Acudir al mundo o poner nuestra confianza en el mundo jamás podrá ser de beneficio, gloria o ayuda para nosotros. Esto siempre resulta en humillación, vergüenza y oprobio (Is. 30:5). He conocido a un buen número de santos que se tornaron descontentos con respecto a la vida de iglesia, por lo cual se volvieron al mundo. Entonces, ellos acudieron al mundo y, finalmente, se quedaron en el mundo. Muchos de ellos no pudieron retornar del mundo a la vida de iglesia.

  Esto debe enseñarnos una lección. No importa cuán abatidos estemos, no debemos acudir al mundo; más bien, debemos mirar hacia arriba. Cuando miramos hacia arriba, el Señor siempre encuentra la manera de llevarnos hacia arriba.

B. Ellos son un pueblo rebelde, hijos falsos, hijos que rehúsan oír las instrucciones de Jehová

  Isaías 30:9 dice: “Porque éste es pueblo rebelde, / hijos falsos, / hijos que rehúsan oír / las instrucciones de Jehová”. Aquí instrucciones indica una enseñanza acorde con la ley; se refiere a las instrucciones divinas dadas al pueblo de Dios en la ley. Aparte de la ley, el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento no tenía instrucción. Sin embargo, en Isaías 30 ellos rehusaron oír las instrucciones de la ley.

  En el versículo 15 Jehová, el Santo de Israel, dice: “Al volver y descansar seréis salvos; / en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Si ellos se hubieran vuelto a Dios y hubieran descansado en Él, habrían sido salvos. Hoy en día primero tenemos que volvernos a Dios y descansar en Él; luego podremos estar quietos, confiar en Él y ser fortalecidos.

  Sin embargo, Israel no estaba dispuesto a volverse a Dios y descansar en Él; más bien, ellos dijeron: “No, porque huiremos en caballos” (v. 16a). Por tanto, ellos huirían hasta quedar como mástil desnudo en la cumbre de un monte y como bandera sobre una colina (v. 17).

II. LAS MEDIDAS QUE JEHOVÁ TOMA CON RESPECTO A LAS NACIONES

  Después que Jehová toma medidas con respecto a Israel, Él toma medidas con respecto a las naciones.

A. El nombre de Jehová viene de lejos

  Isaías 30:27 dice que el nombre de Jehová viene de lejos, ardiendo con Su ira y pesado por el humo. Sus labios están llenos de indignación, y Su lengua como fuego consumidor. Su aliento, como corriente desbordante, llega hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba que las hace nada (v. 28). Aquí nada hace referencia al resultado de la destrucción. Dios zarandea a las naciones con criba que las hace nada. Más aún, el freno que les conduce a errar está en las quijadas de los pueblos.

B. Jehová hace oír la majestad de Su voz

  Jehová hará oír la majestad de Su voz y hará ver el descenso de Su brazo, con el furor de Su cólera, y la llama de fuego consumidor, con turbión, aguacero y piedras de granizo (v. 30). Porque a la voz del Señor, Asiria se turbará; con la vara Él herirá (v. 31). Cada pasada de la vara designada, que descargue Jehová sobre él, será al sonido de panderos y arpas; y en batallas en las que se blanden las armas Él peleará contra ellos (v. 32). El rey será quemado en el fuego de Tofet (v. 33). Tofet, un valle de fuego continuo, no lejos de Jerusalén, donde las cosas inmundas y malignas eran quemadas, es un símbolo del lago de fuego (Ap. 20:15).

C. Jehová se levanta contra la casa de los malhechores

  Según Isaías 31:2 y 3, Jehová se levantará contra la casa de los malhechores, quienes descienden a Egipto por ayuda y cometen iniquidad, y se levantará contra los que ayuden a éstos. Los egipcios son hombres y no Dios, y sus caballos, carne y no espíritu; así que Jehová extenderá Su mano, tropezará el ayudador, y caerá el ayudado, y todos ellos a una serán consumidos.

D. Cae el asirio por espada no de varón

  Caerá el asirio por espada no de varón, y lo consumirá espada no de hombre. Así huirá de la espada, y sus jóvenes serán sometidos a trabajos forzados (v. 8). Jehová, cuyo fuego está en Sion y cuyo horno está en Jerusalén, declara con respecto a Asiria: “De miedo su roca pasará, / y sus príncipes se turbarán ante la bandera” (v. 9). Para Su pueblo, Dios mismo será tanto el fuego como el horno.

III. TIENE COMO RESULTADO QUE ISRAEL SE VUELVA A JEHOVÁ

  En 30:15 y 31:6-7 se nos dice que las medidas tomadas por Jehová con respecto a la confianza que Israel puso en Egipto y Sus medidas con respecto a las naciones redundaron en que Israel se volviera a Jehová. Como vimos, en Isaías 30:15 Jehová dice: “Al volver y descansar seréis salvos; / en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. En 31:6 y 7 Isaías dice: “Volved a Aquel contra quien se han rebelado profundamente los hombres, oh hijos de Israel. Porque en aquel día arrojará cada hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que vuestras manos os hicieron para pecado”.

IV. TIENE COMO RESULTADO QUE JEHOVÁ RETORNE A ISRAEL

A. Jehová espera para conceder a Israel Su favor

  Jehová espera para conceder a Israel Su favor, y por tanto, se queda Él en las alturas para tener compasión de ellos; porque Él es Dios de equidad. Bienaventurados son todos los que en Él esperan (30:18).

B. Jehová desciende para hacer la guerra sobre el monte Sion

  Como al león o al cachorro de león que ruge sobre la presa no lo espantan las voces de una multitud de pastores que se convoca contra él, ni se acobarda por el estruendo de ellos, así Jehová descenderá para hacer la guerra sobre el monte Sion y sobre su collado. Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén. Él la amparará y la librará; pasará sobre ella y la rescatará (31:4-5). Así como hubo un tiempo en que Jehová abandonó a Israel, también habrá un tiempo en que Él, como las aves que cubren a sus crías, volverá a visitar a Israel para ampararlo.

C. El fuego de Jehová está en Sion, y Su horno está en Jerusalén

  El fuego de Jehová está en Sion, y Su horno está en Jerusalén, para proteger a Israel (v. 9b).

V. TRAE LA RESTAURACIÓN

  Cuando Jehová retorne a Israel, traerá la restauración.

A. Un pueblo mora en Sion, en Jerusalén

  Un pueblo morará en Sion, en Jerusalén, y nunca más llorará. Jehová ciertamente le concederá Su favor a la voz de su clamor. Cuando Él lo oiga, le responderá (30:19).

  Aunque el Señor les ha dado pan de adversidad y agua de opresión, su Maestro nunca más se esconderá en una esquina, sino que sus ojos verán a su Maestro. Además, ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda, sus oídos oirán una palabra detrás de sí, diciendo: “Éste es el camino, andad por él” (vs. 20-21). El Maestro aquí es Cristo. Como nuestro Maestro, Cristo nunca más se esconderá en una esquina, es decir, en la encrucijada, donde tenemos que virar. Cuando deambulamos o estamos en el camino equivocado, el Señor nos deja ir; pero cuando llegamos a una esquina, Él está allí. En la encrucijada tenemos la opción de ir a la derecha o a la izquierda (v. 21). Es en las encrucijadas que Cristo nos dice qué camino tomar.

  Según el versículo 22, el pueblo profanará la cubierta de plata de sus imágenes talladas y el oro con que revisten sus ídolos fundidos. Los esparcirán como cosa sucia y les dirán: “¡Sal de aquí!”. Entonces Jehová dará lluvia a su semilla, la cual sembrarán en la tierra, y el pan del fruto de la tierra; y será pingüe y abundante. Sus ganados en aquel día pacerán en un pasto extenso, y los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, que ha sido aventado con pala y con bieldo. Además, sobre todo monte alto y sobre todo collado elevado habrá arroyos y corrientes de agua (vs. 23-25). Hoy en día, en nuestra experiencia espiritual, podemos experimentar al Espíritu como lluvia, como arroyos y, a la postre, como corrientes de agua.

  En el versículo 26, Isaías prosigue hablando sobre las luces en el firmamento. La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que Jehová vende la fractura de Su pueblo y cure la herida causada por Su golpe.

B. El pueblo tiene cánticos y alegría de corazón

  En el versículo 29 vemos que el pueblo tendrá cántico, como en la noche en que se santifica la fiesta. Ellos también tendrán alegría de corazón, como cuando uno marcha al son de la flauta para ir al monte de Jehová, a la Roca de Israel. Esto indica que cuando Jehová retorne a Su pueblo trayendo la restauración, la alegría de ellos y su deleite serán extraordinarios.

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