Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de Isaías»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 29

CRISTO COMO EL SIERVO DE JEHOVÁ

(8)

LA CONDICIÓN MALIGNA Y LA NECESIDAD DE LOS MALVADOS DE LA CASA DE JACOB, QUE NO TIENEN NADA QUE VER CON CRISTO COMO SIERVO DE JEHOVÁ

  Lectura bíblica: Is. 57; Is. 58

  En el mensaje anterior vimos que el verdadero significado de guardar el Sábado es que cesamos nuestras actividades, detenemos nuestras labores y disfrutamos de lo que el Señor hizo por nosotros, bebiendo de Él como las aguas. En el Antiguo Testamento, guardar el Sábado consistía en dejar de realizar todo trabajo y, en lugar de ello, hacer memoria de todo lo logrado por Dios en Su creación. En el Nuevo Testamento, guardar el Sábado es creer en el Señor Jesús. Creer en Cristo es, en realidad, ser “despedidos”, ser reemplazados con Cristo y beberle como las aguas. A los ojos de Dios, esto es guardar el Sábado en verdad. Si guardamos el Sábado de este modo, podremos decir: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20). Cuanto más nos damos cuenta de que ya no somos nosotros los que vivimos, sino que Cristo es quien vive en nosotros, más beberemos de las aguas. El punto crucial en Isaías 55 y 56 es aprender a beber de las aguas divinas y guardar el Sábado al ser despedidos y reemplazados por Cristo.

  El punto crucial en los capítulos 57 y 58 es cómo ayunar. El verdadero significado de ayunar es dejar de comer todo lo que no sea el propio Señor Jesús y no gustar de otra cosa que no sea Él mismo. Debemos estar hastiados de “comer” de los estilos, las modas y el embellecimiento mundanos. Debemos ayunar, cesar toda otra clase de “comer”, no gustar de otros alimentos y sólo comer a Jesús como pan de vida corporificado en Su palabra (Jn. 6:48, 51, 63, 68). En esto consiste nuestro ayuno.

  Tengamos presente este entendimiento respecto al ayuno mientras vemos en Isaías 57 y 58 la condición maligna en que se encuentran los malvados de la casa de Jacob, que no tienen nada que ver con Cristo como Siervo de Jehová. Cristo estaba dispuesto a servirles, pero ellos no estaban dispuestos a recibir Su servicio.

  La condición maligna en que se encuentran los malvados consiste en no venir al Señor a fin de comerle y disfrutarle. Ellos hacen muchas cosas, pero no vienen a contactar al Señor, a tomarle, a recibirle, a gustar de Él y a disfrutar de Él. A los ojos de Dios, no hay maldad mayor que ésta. Hoy en día, es posible tener avivamiento matutino, asistir a reuniones, cantar himnos e incluso orar sin tener contacto con el Señor. Quien hace esto es un hipócrita.

I. ES MEJOR QUE LOS RECTOS Y PIADOSOS MUERAN PARA QUE PUEDAN SER SEPARADOS DE LOS MALVADOS

  Isaías 57:1 y 2 indican que es mejor que los rectos y piadosos mueran para que puedan ser separados de los malvados. “Perece el justo, / y no hay quien reflexione sobre ello en su corazón; / los piadosos son arrasados, / sin que nadie comprenda / que el justo es arrasado ante el mal. / Él entra en la paz; / ellos descansan en sus lechos, / todos los que andan rectamente”. Los rectos y piadosos son aquellos que acuden a Dios, tienen contacto con Él y le disfrutan. Los malvados, en cambio, están ocupados con otras cosas y no toman en cuenta a quienes buscan a Dios. Cuando el justo muere y descansa en su lecho, no hay quien reflexione sobre ello en su corazón. La palabra lechos en el versículo 2 significa los sepulcros.

II. LAS MALDADES QUE COMETEN LOS MALVADOS DE LA CASA DE JACOB

  Los versículos del 3 al 10 describen las maldades que cometían los malvados de la casa de Jacob. Estas personas malvadas estaban ocupadas en muchas otras cosas, pero no estaban dispuestas a acudir al Señor y tener contacto con Él. Hoy en día nosotros también podemos estar ocupados, incluso con nuestro avivamiento matutino, y aun así, no tener contacto alguno con el Señor. Debemos aprender —en todo momento y en toda acción— a tocar al Señor, gustar de Él, comerle y disfrutarle. No solamente debiéramos tocar al Señor, sino que también debiéramos ser tocados por Él.

III. LOS MALVADOS DE LA CASA DE JACOB NO RECUERDAN A JEHOVÁ NI LE TEMEN

  Los malvados de la casa de Jacob no recordaron a Jehová ni le temieron (vs. 11-13a). Esto quiere decir que a ellos no les importaba Jehová. Hoy en día quizás a nosotros nos importen cosas como leer la Biblia, cantar himnos y asistir a las reuniones, pero es posible que no nos importe tocar al Señor.

IV. JEHOVÁ BENDICE A QUIEN SE REFUGIA EN ÉL

  En 57:13b-21 vemos que Jehová bendice a quien se refugia en Él. Todos los días de nuestra vida son una tormenta. Necesitamos de un refugio, y este refugio es el propio Señor. Refugiarse en el Señor es entrar en Él y permanecer en Él a fin de disfrutarle.

A. Heredar la tierra y poseer el santo monte de Jehová

  “Mas el que en Mí se refugia heredará la tierra / y poseerá Mi santo monte” (v. 13b). Cuando permanecemos en el Señor tomándole como nuestro refugio, le disfrutamos y, finalmente, habremos de heredarle como la tierra y le poseeremos como monte elevado.

B. Quitar el obstáculo del camino del pueblo de Jehová

  “Y se dirá: / Alzad, alzad; preparad el camino; / quitad el obstáculo del camino de Mi pueblo” (v. 14). El obstáculo más grande en nuestra vida cristiana es que dejamos de contactar al Señor. Éste es el obstáculo que debe ser quitado.

C. Las palabras del Alto y Sublime, el que habita la eternidad, cuyo nombre es Santo

  En el versículo 15 constan las palabras del Alto y Sublime, el que habita la eternidad, cuyo nombre es Santo. Él dice: “Yo habitaré en la altura y la santidad, / y con el contrito y humilde de espíritu, / para reavivar el espíritu de los humildes / y para reavivar el corazón de los contritos”. Nuestro corazón necesita ser avivado de una manera, y nuestro espíritu necesita ser avivado de otra manera. La manera de experimentar un verdadero avivamiento consiste en contactar al Señor. Si no contactamos al Señor, no seremos avivados.

D. Jehová no contenderá para siempre ni por siempre estará enojado

  En el versículo 16 Jehová declara que no contenderá para siempre ni por siempre estará enojado, pues desfallecería ante Él el espíritu y las almas que ha hecho. Del versículo 17 al 19, Él continúa diciendo: “Por la iniquidad de su ganancia injusta me enojé, / y lo herí; me escondí y me enojé; / y él siguió desviándose por el camino de su corazón. / He visto sus caminos, / y lo sanaré; / lo guiaré y le daré consuelo a él / y a sus afligidos, / creando fruto de labios: / Paz, paz al que está lejos y al cercano, / dice Jehová; y lo sanaré”. La expresión fruto de labios se refiere a la alabanza y la acción de gracias. La palabra paz en el versículo 19 es significativa. Si contactamos al Señor, tenemos comunión con Él y permanecemos en Su presencia, Él estará contento y tendremos paz. De otro modo, Él estará descontento con nosotros y contenderá con nosotros.

E. Los malvados son como el mar agitado

  “Los malvados son como el mar agitado, / que no puede estarse quieto, / y sus aguas arrojan cieno y lodo. / No hay paz, dice mi Dios, para los malvados” (vs. 20-21). Los malvados no pueden estar quietos ni en paz; ellos son como el mar agitado, el cual jamás se aquieta. Los malvados hacen muchas cosas, pero no tienen paz, pues ellos no contactan al Señor, no reposan en Él ni permanecen en Su presencia.

V. LA HIPOCRESÍA DE LA CASA DE JACOB

  Isaías 58:1-9a describe la hipocresía de la casa de Jacob. Ellos ayunaban, pero hacían muchas cosas en procura de sus propios intereses. Ellos no descansaban en Dios ni le tomaban como Su nutrimento y suministro de vida. En esto consistía su hipocresía.

  Con respecto a quienes ayunan de forma genuina, los versículos 8 y 9 dicen: “Entonces tu luz despuntará como la aurora, / y tu recobro brotará con rapidez. / Tu justicia irá delante de ti, / y la gloria de Jehová será tu retaguardia. / Entonces invocarás, y Jehová responderá; / clamarás, y dirá Él: Heme aquí”. Si ayunamos contactando al Señor, tomándole como nuestro nutrimento y poder sustentador, nuestra luz despuntará como la aurora. De otro modo, estaremos en tinieblas.

VI. LA INSTRUCCIÓN DE JEHOVÁ A LA CASA DE JACOB

  Del versículo 9b al 14 encontramos la instrucción de Jehová a la casa de Jacob.

A. Quitar de en medio de ellos el yugo, el señalar con el dedo y el hablar maldad

  El versículo 9b habla sobre quitar de en medio de ellos el yugo, el señalar con el dedo y el hablar maldad. Hoy en día, en la vida de iglesia, algunos cuentan chismes acerca de los demás y los critican. Hacer esto es señalar a otros con el dedo y poner un yugo sobre sus hombros. Algunos tal vez piensen que ellos están en lo correcto y los demás están equivocados, que ellos son espirituales y los demás no son lo suficientemente serios con el Señor. Como resultado de ello, estas personas condenan a otras en la vida de iglesia, y su condenación se convierte en un yugo puesto sobre los hombros de tales personas. Por ejemplo, es posible que un anciano sea tan criticado que no sepa cómo servir como anciano. A los ojos de ciertos santos, él está equivocado independientemente de lo que haga. Tal hermano se ve obligado a llevar sobre sí el yugo de las críticas y condenas que se le hacen.

  El versículo 10a procede a hablarnos sobre la necesidad de extender nuestra alma al hambriento y saciar los deseos del afligido. Esto es ser misericordioso hacia los demás y mostrar conmiseración por ellos.

B. Aquellos que ayunan de la manera correcta están llenos de luz y vida

  Para aquellos que quitan de en medio de ellos el yugo, y dejan de señalar con el dedo y hablar maldad, Jehová les dice: “Entonces en las tinieblas nacerá tu luz, / y tu oscuridad será como el mediodía; / y Jehová te guiará continuamente, / en los tiempos de aridez satisfará tu alma / y fortalecerá tus huesos; / serás como huerto regado / y como manantial de aguas, / cuyas aguas no engañan. / Y los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; / los cimientos de generación y generación alzarás; / y serás llamado reparador de brechas, / restaurador de sendas donde se pueda morar” (vs. 10b-12). Estos versículos indican que aquellos que ayunan de la manera correcta estarán llenos de luz y vida, serán útiles y ayudarán a los demás a avanzar.

C. Llamar el Sábado un deleite y honrarlo

  En el versículo 13 Jehová instruye a la casa de Jacob que retraiga del Sábado su pie, de hacer lo que quiera en Su día santo. Ellos debían llamar el Sábado un deleite y honrarlo, no andando en sus propios caminos, ni buscando su propio placer ni hablando palabras vacías. Ellos debían guardar el Sábado deleitándose en Dios, habiendo sido despedidos ellos mismos y reemplazados por Dios. Pero si ellos no guardaban el Sábado de este modo, serían como aquellos que andan en sus propios caminos, buscan su propio placer y hablan palabras vacías.

D. Se deleitan en Jehová, y Él los hace subir sobre las alturas de la tierra

  Si ellos honran el Sábado, se deleitarán en Jehová; y Él los hará subir sobre las alturas de la tierra y les dará a comer la heredad de Jacob, su padre (v. 14).

  En el libro de Isaías hemos visto que Dios tiene una economía. En Su economía Dios hace de Cristo la centralidad y universalidad. Dios quiere que aprendamos una lección: que cesemos nuestras actividades y no gustemos otra cosa que no sea Cristo. Debemos ser reemplazados por Cristo y disfrutar continuamente a Dios. Éste es el propósito por el cual Cristo murió por nosotros y fue resucitado por nosotros. Él es nuestro Sábado y nuestro alimento. Ahora podemos descansar en Él, alimentarnos de Él y dejar que Él nos reemplace en todo aspecto y en todas las cosas.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración