Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de Levítico»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 36

EL DISCERNIMIENTO EN LA DIETA

  Lectura bíblica: Lv. 11:1-24, 26-27, 29-31, 41-44; Hch. 10:9-14, 27-29

  El libro de Levítico se puede dividir en dos secciones principales. La primera sección, que incluye los capítulos del 1 al 10, abarca las ofrendas y el sacerdocio; la segunda sección, que incluye los capítulos del 11 al 27, abarca el vivir santo del pueblo santo de Dios. Después que Dios habla de las ofrendas y del sacerdocio en la primera sección, Él habla acerca de todo Su pueblo en la segunda sección. Los sacerdotes no son los únicos que deben llevar una vida santa y un vivir santo. El pueblo de Dios, entre el cual sirven los sacerdotes, también debe ser santo.

  Levítico es un libro de tipos, un libro de tipología. En los primeros siete capítulos vemos las distintas clases de ofrendas, las cuales son tipos. El sacerdocio, descrito en los capítulos del 8 al 10, también debe considerarse un tipo. Además, todos los asuntos relacionados con el vivir santo del pueblo santo de Dios, presentados en los capítulos del 11 al 27, también deben ser considerados como tipos. Estos capítulos tratan sobre el vivir de los israelitas, el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Sin embargo, si entendemos correctamente los tipos, comprenderemos que todos los tipos contenidos en estos capítulos son tipos del vivir de los creyentes neotestamentarios.

  Por ser Levítico un libro de tipos, es necesario hacer una exposición de él. Sin la debida exposición, a cualquiera se le dificultaría entender este libro; no obstante, hay quienes han dicho que no se necesita la exposición de la Biblia. Según el concepto de ellos, si uno no entiende algún pasaje de la Palabra la primera vez que lo lee, debe leerlo una y otra vez hasta que lo entienda. Sin embargo, esto no sucede con relación a un libro como Levítico. Les aseguro que aunque ustedes leyeran Levítico centenares de veces, no lo podrían entender. Así que, si hemos de entenderlo, éste nos tiene que ser abierto por la debida exposición.

  El libro de Levítico ha sido abierto por el pueblo de Dios de una manera colectiva; éste ha sido abierto por el pueblo de Dios para el pueblo de Dios. El primero en empezar a abrir este libro fue el apóstol Pablo, quien expuso Levítico mientras escribía la Epístola a los Hebreos. Pedro también recibió cierto entendimiento de Levítico por medio de la visión que le fue dada en Hechos 10. La visión de un “objeto semejante a un gran lienzo” (v. 11), en el cual había toda clase de animales, fue el cumplimiento de Levítico 11. Hechos 10, por tanto, es una exposición de Levítico 11. Con esto vemos que la exposición del libro de Levítico comenzó con los apóstoles.

  Esta exposición ha continuado a lo largo de los siglos, y ahora estamos apoyados sobre los hombros de los expositores que nos han precedido. En particular, nos sentimos endeudados con la Asamblea de los Hermanos, quienes fueron levantados por el Señor en Inglaterra hace un siglo y medio. Después de ser salvo, estuve con los Hermanos por siete años y medio. Durante aquellos años, aprendí mucho de ellos acerca de la tipología y las profecías. Los maestros entre los Hermanos tenían mucho que decir acerca de los animales mencionados en Levítico 11. Sin la ayuda que recibí de parte de ellos, no podría entender lo que se abarca en este capítulo. Así como yo estoy apoyado sobre los hombros de los Hermanos, ustedes están apoyados sobre mis hombros. Espero que en los años venideros, ustedes, quienes ahora están apoyados sobre mis hombros, vean más que lo que yo he visto.

  Puesto que el libro de Levítico se escribió totalmente a manera de tipos, algunos versículos son muy difíciles de entender. Un versículo sumamente difícil de entender se encuentra en 11:3a, que habla de “todo animal de casco partido y pezuña hendida” (BNC). Aquí vemos dos asuntos: tener pezuña dividida y tener casco partido. El versículo 7 dice que el cerdo tiene la pezuña dividida y el casco partido. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos cosas? No lo sé. La versión china de la Biblia pone estas dos expresiones en aposición como si se refirieran a lo mismo. En otras palabras, los eruditos que prepararon dicha traducción consideraron que tener la pezuña dividida era lo mismo que tener el casco partido. Por tanto, se requiere más estudio para ver la diferencia entre tener la pezuña dividida y tener el casco partido.

  El título de este mensaje es: “El discernimiento en la dieta”. El discernimiento en la dieta tiene que ver el discernimiento en la alimentación, el discernimiento en cuanto a lo que comemos. Comer no es nada extraordinario. ¿Por qué, entonces, debemos tener cuidado con lo que comemos si hemos de llevar una vida santa? Para contestar a esta pregunta, debemos recordar que Levítico es un libro de tipos, y en dichos tipos se encuentran figuras que tienen un significado particular. El significado es diferente del objeto en sí. Esto se aplica a los animales mencionados en Levítico 11. El significado de todos estos animales tiene mucha importancia, por cuanto tipifican a personas; los animales son figuras que describen a distintas clases de personas. Esto lo comprueba Hechos 10:9b-14, 27-29. Pedro “vio el cielo abierto, y que descendía un objeto semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos y reptiles de la tierra y aves del cielo” (vs. 11-12). Al principio, Pedro no entendió que estos cuadrúpedos, reptiles y aves representaban personas. Más tarde, él llegó a comprender esto, porque los que estaban en la casa de Cornelio eran personas, no animales (vs. 27-28).

I. EL SIGNIFICADO DE COMER

  Lo primero que debemos considerar con respecto al discernimiento en la dieta es el significado de comer. Conocer este significado es conocer el verdadero significado de comer según Levítico 11.

A. Tener contacto con aquello fuera de nosotros que puede afectarnos interiormente

  Comer equivale a tener contacto con aquello fuera de nosotros que puede afectarnos interiormente. Esto se refiere particularmente al contacto que tenemos con las personas. Cada vez que comemos, tenemos contacto con algo que está fuera de nosotros, con algo que es ajeno a nosotros. Sin embargo, una vez que lo ingerimos, aquello puede afectarnos interiormente. En Levítico 11, las cosas que comemos representan a personas, y la acción de comer representa el contacto que tenemos con las personas.

B. Recibir aquello que está fuera de nosotros, lo cual puede ser digerido internamente y llega a formar parte de nuestro elemento constitutivo que expresamos en nuestro vivir

  Comer no sólo significa tener contacto con algo, sino también recibirlo en nuestro interior. Una vez que lo recibimos en nuestro interior, aquello es digerido en nosotros y llega a formar parte de nuestro elemento constitutivo, es decir, nuestro ser, nuestra constitución interna. Todos nosotros estamos constituidos de la comida que comemos y digerimos. Finalmente, lo que digerimos llega a ser nosotros mismos; ello llega a formar parte de nuestra constitución interna. Esto indica que tener contacto con las personas es un asunto de suma importancia. Si queremos llevar la vida santa que nos exige el Dios santo, debemos ser cuidadosos con respecto a la clase de personas con las que nos relacionamos. El contacto que tengamos con cierta clase de personas podría producir un cambio en nuestra constitución intrínseca y hacernos otra clase de persona. Todo aquello con lo cual tengamos contacto entrará en nosotros, y todo lo que entre en nosotros producirá un cambio en nuestra constitución intrínseca, lo cual nos hará personas diferentes de lo que ahora somos.

II. LAS CATEGORÍAS DE SERES VIVOS QUE SON LIMPIOS EN CUANTO A LA DIETA

  El capítulo 11 de Levítico habla de cinco categorías de animales: primero, las bestias, incluyendo el ganado; segundo, los animales acuáticos, los animales que viven en el agua; tercero, las aves, los animales en el aire; cuarto, los insectos; y por último, los animales que se arrastran. Todo animal que se arrastra es inmundo, pero en las otras cuatro categorías algunos animales son limpios y otros son inmundos. Consideremos ahora las cuatro categorías de seres vivos que son limpios en cuanto a la dieta.

A. Los animales de pezuña dividida y que rumian

  Los animales de pezuña dividida y que rumian (vs. 2-3) representan a las personas que tienen discernimiento en sus actividades y que reciben la palabra de Dios reflexionando mucho sobre ella. Una pezuña dividida significa discernimiento. El caballo tiene cascos enteros, no hendidos. Por tanto, el caballo representa a una persona que no tiene el poder, la fuerza, para discernir las cosas. Tal persona no es capaz de discernir lo que proviene de Dios y lo que proviene de Satanás, lo que es celestial y lo que es terrenal, ni tampoco lo que es espiritual y lo que es carnal. Debemos discernir no solamente lo que es bueno y lo que es malo, sino también lo que proviene de nuestro espíritu y lo que proviene de nuestra carne, así como también lo que proviene del nuevo hombre y lo que proviene del viejo hombre.

  Por ejemplo, hablemos de la diferencia que existe entre ir al teatro y asistir a una reunión de la iglesia. Ir al teatro equivale a hacer algo terrenal, pero asistir a una reunión de la iglesia equivale a hacer algo celestial. Sin embargo, una persona —incluso un cristiano— que no tenga pezuña dividida verá muy poca diferencia entre ir al teatro y asistir a una reunión de la iglesia. Tal persona carece de discernimiento con respecto a las actividades en que participa. Con respecto a tales actividades, dicha persona no tiene capacidad de discernimiento. Por tanto, debemos tener cuidado al relacionarnos con este tipo de personas, ya que el contacto que tengamos con ellas podría contaminarnos. Debemos tener pezuñas divididas, esto es, debemos tener la capacidad y fuerza para discernir lo que procede de Dios y lo que no procede de Él, así como también lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer.

  Rumiar significa recibir la palabra de Dios reflexionando sobre ella una y otra vez. Así como la vaca rumia, nosotros también debemos reflexionar sobre la palabra de Dios una y otra vez. Podemos hacer esto mientras oramos-leemos temprano por la mañana. Mientras oramos-leemos la palabra, podemos reflexionar sobre ella una y otra vez. Esto es rumiar a fin de recibir el nutrimento reflexionando sobre lo que hemos recibido de la palabra de Dios.

  En los versículos 2 y 3 vemos la sabiduría de Dios. Las dos expresiones “pezuña dividida” y “rumia” son muy significativas. Por una parte, debemos rumiar, esto es, debemos comer la palabra de Dios masticándola una y otra vez; por otra, debemos llevar un andar lleno de discernimiento. Sin embargo, hoy en día hay muchos que no tienen pezuñas divididas ni tampoco rumian; nunca tienen el menor contacto con la palabra de Dios. No debemos relacionarnos con personas que no tienen pezuñas divididas ni rumian. Debemos evitar a tales personas, no sea que nos afecten y ejerzan influencia sobre nosotros.

B. Los animales acuáticos que tienen aletas y escamas

  Los animales acuáticos con aletas y escamas (v. 9) representan a las personas que pueden moverse y actuar libremente en el mundo y, a la vez, resistir su influencia. Las aletas les ayudan a los peces a moverse y a realizar sus actividades en el agua según sus deseos. Debido a que tienen aletas, los peces incluso pueden nadar contra la corriente.

  Las escamas protegen y guardan de la sal marina a los peces que viven en aguas saladas. Los peces pueden vivir en agua salada por muchos años sin ser salados debido a que tienen escamas que repelen la sal. Por tanto, las aletas fortalecen al pez para moverse, y las escamas lo protegen de la sal.

  En la Biblia, el mar representa el mundo caído y corrupto. Hoy en día el mundo entero es un vasto mar, y muchos de los que viven en este mar no tienen aletas ni escamas. Ellos no se pueden mover libremente en el mundo y, a la vez, resistir su influencia. Como creyentes en Cristo, debemos poseer aletas y escamas que nos permitan movernos libremente en el mar del mundo sin ser salados por él.

  Por una parte, nosotros mismos debemos tener aletas y escamas; por otra, debemos tener cuidado de relacionarnos con personas que no tengan aletas ni escamas. Cuídense de amigos, de vecinos e incluso de familiares que no tengan aletas ni escamas. Al oír esto, tal vez algunos digan: “¿Qué debemos hacer entonces respecto a visitar a la gente en sus hogares para predicarles el evangelio? ¿Debemos ir solamente a las casas de personas que tengan escamas?”. Yo contestaría que ir con este propósito constituye una gran escama que nos protege. Con todo, aun al predicar el evangelio debemos tener cuidado al tener contacto con las personas. No quisiéramos ser salados con la sal del mundo.

C. Las aves que tienen alas para volar y que se alimentan de semillas de vida como su suministro alimenticio

  Las aves que tienen alas para volar y que se alimentan de semillas de vida como su suministro alimenticio (cfr. vs. 13-19) representan a las personas que pueden vivir y accionar llevando una vida alejada del mundo y por encima de éste y que, además, toman las cosas propias de la vida divina como su suministro de vida. Por tener alas para volar, las aves limpias pueden volar lejos del mundo y elevarse por encima de él. Además, las aves limpias se alimentan de semillas de vida como su suministro alimenticio. En cambio, las aves inmundas mencionadas en 11:13-19 no se alimentan de semillas. Puesto que las semillas de vida no les satisfacen, estas aves inmundas se alimentan de cadáveres.

  Nosotros los cristianos debemos ser como aves que tienen alas y que se alimentan de semillas de vida. Esto significa que debemos vivir y accionar llevando una vida alejada del mundo y por encima de éste y que, además, debemos tomar las cosas propias de la vida divina como nuestro suministro de vida. Más aún, al relacionarnos con los demás, incluso con otros creyentes, debemos discernir si son aves limpias, como los gorriones, que se alimentan de semillas, o si son aves inmundas, como los gavilanes, que se complacen en alimentarse de animales muertos. Si nos relacionamos con aves inmundas, ellas ejercerán influencia sobre nuestros gustos y con el tiempo nos volveremos aves inmundas. Por esta razón, debemos tener cuidado al tener contacto con aquellos que se alimentan de las cosas propias de la muerte.

D. Los insectos que tienen alas y piernas largas además de sus patas para saltar

  Los insectos que tienen alas y piernas largas además de sus patas para saltar (vs. 21-22) representan a las personas que pueden vivir y accionar llevando una vida que está por encima del mundo y que pueden guardarse del mundo. Si somos la clase de personas representadas por estos insectos, tendremos alas con las cuales podremos volar lejos de todo lo mundano, pecaminoso o carnal. Podremos volar por encima del mundo. Además, tendremos piernas largas para saltar con ellas y escapar del mundo. Eso significa que podremos dejar el mundo en cualquier momento, ya sea volando o saltando. Nosotros los cristianos somos personas que pueden saltar y volar. Sin embargo, los que no tienen alas ni piernas largas no pueden escapar del mundo. Lo único que pueden hacer es quedarse sobre la tierra y permanecer en el mundo.

  Si queremos llevar una vida santa, debemos considerar la clase de personas con las cuales nos relacionamos. ¿Tienen pezuña dividida y rumian? ¿Poseen aletas y escamas? ¿Tienen alas para volar? ¿Se alimentan de semillas de vida y no de las cosas propias de la muerte? ¿Tienen alas y piernas largas? ¡Cuán agradable es relacionarnos con tales personas!

III. LAS CATEGORÍAS DE SERES VIVOS QUE NO SON LIMPIOS EN CUANTO A LA DIETA

  Levítico 11 presenta cinco categorías de seres vivos que no son limpios en cuanto a la dieta.

A. Los animales que no tienen pezuña dividida y los que andan en cuatro patas

  Los animales que no tienen pezuña dividida y los que andan en cuatro patas (vs. 4-8a, 26a, 27a) representan a personas que no tienen discernimiento con respecto a las actividades en las que participan y a personas que andan y se mueven sin ejercer ningún discernimiento.

B. Los animales acuáticos que no tienen aletas ni escamas

  Los animales acuáticos que no tienen aletas ni escamas (vs. 10-12) representan a personas que no pueden moverse ni actuar libremente en el mundo y, a la vez, resistir su influencia. Tales personas no tienen la fuerza requerida para resistir la influencia del mundo pecaminoso.

C. Las aves que se alimentan de carne y de cadáveres como su suministro alimenticio

  Las aves que se alimentan de carne y de cadáveres (vs. 13-19) como su suministro alimenticio representan a personas que viven en contacto con la muerte. Al comer, ellas tienen contacto con la muerte. Cuanto más nos relacionemos con aquellos que, en un sentido espiritual, están llenos de muerte, más seremos contaminados por la muerte. Si nos relacionamos con tales personas, seremos llenos de muerte espiritual.

D. Los insectos que andan sobre cuatro patas

  Los insectos que andan sobre cuatro patas (vs. 20, 23-24a) representan a personas que viven en la tierra y que no pueden mantenerse alejadas del mundo. Lo único que pueden hacer es arrastrarse sobre la tierra, pues no tienen la capacidad de volar por encima del mundo.

E. Las criaturas que se arrastran sobre la tierra, o que andan sobre su vientre, o que caminan sobre cuatro patas o que tienen multitud de patas, de todo ser que pulula sobre la tierra

  Las criaturas que se arrastran sobre la tierra, o que andan sobre su vientre, o que caminan sobre cuatro patas o que tienen multitud de patas, de todo ser que pulula sobre la tierra (vs. 29-31a, 41-44), representan a Satanás con todos los espíritus y demonios malignos, a personas que están llenas de Satanás —que tienen contacto con los espíritus malignos y los demonios— y a personas que viven en el mundo y se aferran a éste, no pudiendo separarse de él. La Biblia compara a Satanás con una serpiente (Ap. 12:9). Los espíritus malignos son ángeles caídos, y los demonios son espíritus incorpóreos de seres que existieron en la era preadamítica. Muchas personas se comunican con espíritus malignos y son poseídas por demonios. Además, muchos se aferran al mundo al grado en que son incapaces de separarse de él. Nosotros jamás debemos ponernos en contacto con Satanás, con los espíritus malignos ni con los demonios. Tampoco debemos relacionarnos con personas que estén poseídas por demonios ni con personas que se hayan unido al mundo, para que no seamos influenciados por ellas.

  Si queremos vivir de una manera santa, debemos tener cuidado referente al contacto que tenemos con las personas. Relacionarnos con las personas es algo de suma importancia, sobre todo para nosotros los cristianos. No debemos tener contacto con las personas sin la debida precaución ni debemos entablar amistades de manera descuidada. Como lo indica la Biblia, las amistades que se entablan de manera descuidada terminarán por corrompernos.

  Todos debemos aprender a tener cuidado y precaución al tener contacto con las personas. Debemos conocer las cuatro categorías de seres vivos que son limpios y las cinco categorías de seres vivos que son inmundos. Cuando vayamos a tener contacto con alguien, debemos preguntarnos si esa persona es limpia o inmunda. Esto nos protegerá y guardará de contaminarnos o corrompernos.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración