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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Levítico»
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Mensaje 40

LA INMUNDICIA PROCEDENTE DEL INTERIOR DEL HOMBRE

(2)

  Lectura bíblica: Lv. 13:29-31, 33, 34, 37-41, 45-46; 1 Co. 5:13

  En el mensaje anterior hablamos sobre la lepra de modo general. En este mensaje hablaremos sobre la lepra de una manera más detallada.

V. UNA INFECCIÓN EN LA CABEZA O EN LA BARBA

  Levítico 13:29 habla acerca de una infección que sale en la cabeza o en la barba. En la Biblia la cabeza, en especial su cabello, representa la gloria del hombre. En 1 Corintios 11 se nos indica que el cabello guarda relación con la gloria.

  La barba, por su parte, no está relacionada con la gloria sino con la dignidad. No es fácil explicar lo que es la dignidad. No sería acertado decir que la dignidad es una especie de honra. La dignidad es, de hecho, el honor que una persona busca para sí. Una persona de alto nivel social podría ser honrada por los demás; sin embargo, si ella se considera a sí misma digna de honor, eso sería una cuestión de dignidad. En términos espirituales, la barba está relacionada con la dignidad, o sea, con el honor que una persona busca para sí. Llevar barba es exhibir uno su propia dignidad.

  El hecho de que pudiera producirse una infección en la cabeza, la cual representa la gloria, y en la barba, la cual representa la dignidad, indica que la lepra fácilmente puede esconderse detrás de la gloria y dignidad humanas. Ser honrado por los demás no lo hace a uno leproso, pero reclamar honra para sí mismo lo hace a uno leproso.

  Levítico 13, un capítulo que nos revela la sabiduría de Dios, nos proporciona un diagnóstico divino de nuestro pecado. La lepra es sinónimo de pecado, y el pecado es sinónimo de rebelión. El pecado es rebelión. En el universo existe en realidad un solo pecado, y este pecado es la rebelión.

  Conforme a los principios que Dios estableció en Su creación, todo está en orden y está relacionado con cierta clase de autoridad. La autoridad está presente por todas partes en el universo. La autoridad se encuentra en la familia y en las escuelas. Si no hubiera autoridad en este país, no habría paz ni orden. La rebelión es contraria a la autoridad. Los que se rebelan se oponen a la autoridad.

  Según la perspectiva divina, la autoridad es sinónimo de Dios mismo. Dios es la autoridad en el universo. Satanás trató de derrocar esta autoridad divina, pero fracasó y fue juzgado por su rebelión. Hoy en día nosotros, por ser aquellos que Dios creó, escogió, redimió y salvó, y especialmente, por ser los hijos que Él regeneró, debemos ser las personas más sumisas y obedientes.

  Romanos 5 indica que pecar equivale a ser desobedientes. Fue por la desobediencia de Adán que el pecado entró en el linaje humano (v. 19). ¿Sabe usted qué es la desobediencia? La desobediencia es rebelión. La desobediencia es sinónimo de rebelión. La desobediencia es rebelión, y la rebelión es sinónimo de Satanás. Así como la rebelión es sinónimo de Satanás, la autoridad es sinónimo de Dios.

  Todo lo que tenga que ver con la rebelión proviene de Satanás. La expresión de rebelión que hoy está en nosotros tiene diversos aspectos. Cada aspecto constituye un pecado, una infracción, una transgresión, un exceso o una ofensa. Estas cosas tal vez sean aparentemente insignificantes, pero todas ellas son expresiones del pecado único: la rebelión.

  Debemos recordar que el origen del pecado es la rebelión y que la rebelión es una invención de Satanás. El pecado, por tanto, proviene de Satanás. Además, todo tipo de pecado posee la naturaleza de la rebelión y tiene la apariencia de la rebelión. Hasta el pecado más pequeño contiene el elemento de rebelión. Por consiguiente, pecar es estar en rebelión contra Dios. Cada vez que pecamos, nos rebelamos contra Dios.

A. Una infección en la cabeza

  Una infección en la cabeza (Lv. 13:29a) significa que hay algo que no marcha bien en lo referido a la sujeción a la autoridad y a la manera de pensar de uno. Toda irregularidad en nuestro modo de pensar por lo general está relacionada con una actitud inapropiada hacia la autoridad. El origen de toda manera de pensar equívoca es rebelión. Si la actitud de uno hacia la autoridad no es apropiada, su manera de pensar tampoco será apropiada. Pero si la actitud de uno hacia la autoridad es correcta, no habrá nada equívoco en su modo de pensar.

B. Una infección en la barba

  Una infección en la barba (v. 29b) significa creerse importante, reclamar honra para uno mismo, procurando ser exaltado por los demás. En lugar de creer que somos alguien, debemos considerar que somos nada.

  Reclamar honra para uno mismo o procurar ser exaltado por los demás es señal de lepra. El deseo de ser exaltados se puede observar en la conducta de los niños. Por ejemplo, delante de los invitados, visitantes y parientes, el niño a menudo se exhibe para ser admirado por ellos. El niño se comporta de esa manera porque procura ser exaltado por los demás.

  Incluso al dar mensajes es posible que procuremos ser exaltados por las personas. El que habla puede arrogarse dignidad al mostrar cuán educado, culto y elocuente es. Es muy fácil que alguien que habla en público se vuelva leproso de esta manera.

C. Pelo amarillento y delgado

  Levítico 13:30 dice: “El sacerdote examinará la infección; si parece ser más profunda que la piel, y hay en ella pelo amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará inmundo. Es tiña; es lepra de la cabeza o de la barba”. El pelo amarillento y delgado representa el deterioro de la fortaleza necesaria para llevar una vida cristiana normal. En términos espirituales, si somos fuertes en nuestro espíritu de modo que llevamos una vida cristiana apropiada y normal, tenemos pelo negro. Pero si nuestro pelo se vuelve amarillento y delgado, eso es señal de que nuestra fuerza espiritual se está deteriorando. El pelo amarillento y delgado constituye una señal de enfermedad, y dicha enfermedad proviene de la rebelión. Este pelo es señal de rebelión contra Dios; indica que, por lo menos en ciertos asuntos, uno no es sumiso ni obediente a la palabra de Dios. Incluso la menor desobediencia a lo que Dios dice en la Biblia hará que nuestro pelo se vuelva amarillento y delgado.

  A veces, una hermana notará que su marido se ha debilitado espiritualmente, que es débil en las cosas de Dios y también para tomar la palabra de Dios. Este hermano tiene pelo amarillento y delgado, lo cual es señal de lepra, señal de rebelión.

D. La infección no es más profunda que la piel y no hay en ella pelo negro

  El versículo 31 añade: “Si el sacerdote examina la infección de la tiña, y no parece ser más profunda que la piel y no hay en ella pelo negro, el sacerdote aislará siete días al que tiene la infección de la tiña”. Este versículo dice que la infección no es más profunda que la piel y que no hay en ella pelo negro. Esto significa que la persona no encubre su pecado y que carece de la fuerza necesaria para resistirlo. El hecho de que la infección no sea más profunda que la piel es una señal positiva; esto indica que el pecado de la persona no está encubierto, que ella no tiene la tendencia de encubrir su pecado. Pero el hecho de que no haya pelo negro es una señal negativa; esto indica que la fuerza para resistir al pecado es deficiente. De hecho, la situación descrita en este versículo es neutral, y por esa razón el sacerdote tenía que aislar a la persona enferma por siete días.

E. Afeitarse la barba mas no el cabello

  Afeitarse la barba mas no el cabello (v. 33) significa que uno renuncia a creerse importante, deja de reclamar honra para sí mismo, etc., y en vez de ello, se mantiene sujeto a la autoridad. Como lo indica 1 Corintios 11, no cortarse el cabello equivale a mantenerse sujeto a la autoridad. Raparse la cabeza es señal de rebelión. En términos espirituales, debemos conservar nuestro cabello pero afeitarnos la barba. No obstante, algunos se cortan el cabello y conservan la barba. Esto indica que son rebeldes, que reclaman honra para sí mismos y que procuran ser exaltados por los demás.

F. Lava sus vestidos

  El versículo 34b habla acerca de lavar los vestidos. La vestimenta representa nuestra conducta, nuestro andar diario. Lavar nuestra vestimenta significa lavar las manchas propias de las flaquezas en nuestra conducta, ofensas, defectos, palabra rebeldes y actividades impropias. Puesto que todos padecemos estos males, necesitamos ser lavados completamente, primero por la sangre y después por el Espíritu.

G. Crece en la tiña pelo negro

  “Pero si a los ojos del sacerdote la tiña ha permanecido, y ha crecido en ella pelo negro, la tiña está sanada; él es limpio. El sacerdote lo declarará limpio” (v. 37). Que creciera pelo negro en la tiña es una buena señal, pues significa que la fortaleza para llevar una vida cristiana normal ha crecido allí donde uno era débil. En el mismo lugar infectado crece el pelo negro. Esto significa que la fortaleza espiritual está creciendo allí donde uno era débil.

H. Manchas blancas lustrosas en la piel del cuerpo

  El versículo 38 habla de un hombre o de una mujer que tiene “manchas lustrosas en la piel de su cuerpo, manchas blancas lustrosas”. Estas manchas blancas lustrosas representan la enfermedad que consiste en jactarse de uno mismo.

I. Manchas blancas algo oscurecidas en la piel del cuerpo

  “Si las manchas lustrosas en la piel de su cuerpo son blancas algo oscurecidas, es un sarpullido que ha brotado en la piel; él es limpio” (v. 39). Esto significa que la persona ha sido recobrada de la debilidad que consiste en jactarse de sí mismo. Cuando alguien se jacta de sí mismo, buscando honor para sí mismo, tendrá manchas blancas lustrosas. Estas manchas son una señal negativa. No obstante, la opacidad de estas manchas en la piel del cuerpo es una señal positiva, pues significa que uno se ha humillado a sí mismo y ha sido recobrado de la enfermedad que consiste en jactarse de uno mismo.

J. Calvo

  El versículo 40 dice: “Si un hombre pierde el pelo de la cabeza, es calvo; es limpio”. Esto significa sufrir menoscabo en nuestra sujeción a la autoridad, pero sin manifestar rebelión. Aquí no vemos señal de rebelión; sólo vemos la señal con respecto a sufrir menoscabo en la sujeción a la autoridad.

K. Calvo por delante

  El versículo 41 añade: “Si pierde el pelo de la frente y de las sienes, es calvo por delante; es limpio”. Estar calvo por delante significa que uno no está ni sujeto a la autoridad ni tampoco en rebelión ante los hombres y en eventos públicos.

VI. EL LEPROSO CONFIESA ABIERTAMENTE SU LEPRA ANTE LOS DEMÁS

  Levítico 13:45 y 46 nos habla acerca del leproso que confiesa abiertamente su lepra ante los demás. Esto significa que un pecador confiesa abiertamente su pecado ante los demás.

A. Sus vestidos son rasgados

  El versículo 45 dice: “En cuanto al leproso que tiene la infección, sus vestidos serán rasgados y su cabellera será dejada suelta, y cubriéndose con la mano el labio superior, gritará: ¡Inmundo, inmundo!”. Aquí vemos varios aspectos de la confesión que el leproso hace de su lepra ante los demás. El primer aspecto es el de llevar vestidos rasgados. Esto significa que el hombre que cometió pecado reconoce su absoluto fracaso moral. Rasgarse las vestiduras es señal de que uno admite estar sumido en el más absoluto fracaso moral.

B. Su cabellera es dejada suelta

  La cabellera del leproso debía ser dejada suelta. Esto significa carecer por completo de sujeción a la autoridad, ser indomable e irresponsable. Tal persona es rebelde y no respeta ninguna clase de autoridad. Su cabellera suelta es señal de su indomabilidad; esto indica que él anda desordenadamente y que no le importan en absoluto las normas y las reglas.

C. Se cubre con la mano el labio superior

  El leproso también debía cubrirse el labio superior. Él “tenía que mantener la parte inferior de su cara cubierta con una venda, dejando a la boca sólo el espacio suficiente para pregonar: ¡Inmundo, inmundo!” (George Bush). Cubrirse el labio superior indica que todo lo que procede de un leproso (un pecador) es inmundo y contagioso, por lo cual se evita todo contacto con él.

D. Grita: “¡Inmundo, inmundo!”

  El leproso tenía que gritar: “¡Inmundo, inmundo!”. Esto indica que él se condenaba a sí mismo sin cesar.

E. Vive solo fuera del campamento

  “Quedará inmundo todos los días que tenga la infección; es inmundo. Vivirá solo; su morada estará fuera del campamento” (v. 46). Habitar solo fuera del campamento significa que aquel que ha pecado deberá permanecer fuera de la iglesia y aislado de la comunión del pueblo de Dios hasta que él ponga fin a su pecaminosidad (1 Co. 5:13).

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