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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Lucas»
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Mensaje 10

LA PREPARACION DEL SALVADOR-HOMBRE SE LLEVA A CABO EN SU HUMANIDAD Y CON SU DIVINIDAD

(8)

  Lectura bíblica: Lc. 3:21-22; 4:1-13

ALGUNOS DE LOS QUE PARTICIPARON EN LA PREPARACION DEL SALVADOR-HOMBRE

El arcángel Gabriel

  En los primeros tres capítulos y medio del Evangelio de Lucas vemos que dos ángeles y varios seres humanos participaron en la preparación del Salvador-Hombre. En 1:30-35 tenemos la profecía del arcángel Gabriel, que vino a María y le dijo que Dios tenía la intención de que ella concibiera al Salvador-Hombre. En aquella profecía Gabriel habló sobre cuatro temas en relación con el Salvador-Hombre venidero. Primero, Gabriel dijo que el Salvador-Hombre se llamaría Jesús (1:31), que significa Jehová el Salvador, o la salvación de Jehová. Segundo, Gabriel indicó que el Salvador-Hombre venidero se llamaría Hijo del Altísimo (v. 32), un título que se refiere a Su deidad. Tercero, Gabriel dijo: “El Señor Dios le dará el trono de David Su padre” (v. 32). Aquí vemos que el Salvador venidero, en Su humanidad, iba a ser un descendiente de David. Cuarto, el arcángel Gabriel hace referencia al Salvador venidero como “lo santo” que nacería y que sería llamado Hijo de Dios (v. 35). Por lo tanto, según las palabras de Gabriel, el Salvador-Hombre es Jesús, el Hijo del Altísimo, un descendiente de David y lo santo.

Elisabet

  En 1:42 y 43 vemos parte de la bendición de Elisabet, una bendición dada por el Espíritu Santo. En estos versículos Elisabet dice: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” Aquí Elisabet habla del Salvador-Hombre como fruto del vientre de María y como Señor. El fruto se refiere a Su humanidad, y Señor se refiere a Su deidad.

Zacarías

  En la profecía de Zacarías, el padre de Juan el Bautista, tenemos tres temas que están relacionados con el Salvador-Hombre. En 1:69 Zacarías habla de El como “cuerno de salvación en la casa de David”. Luego en 1:78 habla de El como “el sol naciente desde lo alto” que nos ha de visitar. En el versículo 76 Zacarías también hace referencia al Salvador-Hombre como Señor. El cuerno de salvación se refiere a la humanidad del Señor; el sol naciente desde lo alto denota Su divinidad. Zacarías sabía que su hijo Juan prepararía el camino para el Salvador-Hombre, quien es el Señor.

Otro ángel

  En 2:11 tenemos la declaración del ángel en el nacimiento del Salvador-Hombre: “Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. En la declaración del ángel se menciona que el Salvador-Hombre es el Salvador, Cristo y el Señor.

Simeón

  Se revelan más aspectos del Salvador-Hombre en la adoración que Simeón le ofrece. En 2:25, 30-32 y 34 vemos que el Salvador-Hombre se revela como la consolación de Israel, la obra salvadora de Dios para con todos los pueblos, una luz para los gentiles, la gloria de Israel, una prueba para Israel y una señal que será contradicha.

Ana

  Finalmente, tenemos la adoración de Ana. En su adoración se hace mención del Salvador-Hombre como la redención del pueblo de Dios (2:38).

Temas relacionados con el Salvador-Hombre

  En las palabras dichas por el arcángel Gabriel, Elisabet, Zacarías, el ángel que anunció el nacimiento del Señor, Simeón y Ana, tenemos diecisiete temas relacionados con el Salvador-Hombre: Jesús, el Hijo del Altísimo, el descendiente de David, lo santo, el fruto del vientre, el Señor, el cuerno de salvación, el sol naciente, el Salvador, Cristo, la consolación de Israel, la salvación de Dios, una luz para los gentiles, la gloria de Israel, una prueba para Israel, una señal que será contradicha y la redención del pueblo de Dios. Cuando examinamos todos estos aspectos del Salvador-Hombre, vemos que El no sólo es Dios y hombre, sino también todo lo que Dios tenía la intención de dar a Su pueblo y hacer por él.

  Si leemos cuidadosamente los primeros tres capítulos y medio del Evangelio de Lucas, veremos que en la preparación del Salvador-Hombre participaron dos ángeles y por lo menos cinco seres humanos. El primero de los ángeles es el arcángel Gabriel. Gabriel es conocido por traer las buenas nuevas al pueblo de Dios. Gabriel trajo las buenas nuevas no solamente en Lucas, sino también en Daniel, donde habló con relación a las setenta semanas (Dn. 9:24-27). El segundo ángel fue el que hizo la declaración a los pastores acerca del nacimiento del Salvador-Hombre. Es posible que el que hizo la declaración fuese también Gabriel. Sin embargo, estoy convencido de que otro ángel fue quien anunció el nacimiento del Señor.

José

  Las cinco personas que participaron en la preparación del Salvador-Hombre fueron Zacarías, María, Elisabet, Simeón y Ana. También podemos mencionar a José, que tomó parte en la preparación del Salvador-Hombre. El fue quien llevó a María de Nazaret a Belén.

  Todas estas personas eran justas y santas, pues llevaban una vida según la Palabra escrita de Dios. María y José eran jóvenes, y Zacarías, Elisabet, Simeón y Ana eran de edad avanzada. Aquí vemos que diferentes clases de personas participaron en la preparación del Salvador-Hombre. Les animo a ustedes a que estudien estos tres capítulos y medio de Lucas otra vez y que presten atención a los diferentes aspectos del Salvador-Hombre revelados en ellos.

DIOS TIENE LA INTENCION DE OBTENER UN DIOS-HOMBRE

El hombre creado por Dios

  En el Evangelio de Lucas vemos la clase de hombre que Dios quería obtener en Génesis 1 y 2. Esto significa que Dios tenía la intención de obtener un Dios-hombre. En Génesis 1 tenemos el hombre creado por Dios a Su imagen. Que el hombre fuese creado a la imagen de Dios significa que el hombre fue creado conforme a los atributos de Dios. Dios es amor y luz, y también es santo y justo. El amor, la luz, la santidad y la justicia son los atributos de Dios, y Dios creó al hombre conforme a ellos. Sin embargo, el hombre creado por Dios en Génesis 1 llevaba meramente la imagen de Dios. No contenía a Dios. Por lo tanto, él era meramente un hombre creado por Dios; pero aún no era un Dios-hombre.

El árbol de la vida

  Puesto que Dios quería que el hombre creado por El llegase a ser un Dios-hombre, le puso, después de crearle, delante del árbol de la vida. El árbol de la vida denota a Dios. Dios tenía la intención de que el hombre creado por El le recibiera, como lo muestra el árbol de la vida y así llegar a ser un Dios-hombre.

  En Génesis 1 tenemos el hombre creado por Dios. En Génesis 2 se da a entender que Dios quería que el hombre creado por El le recibiera comiendo del árbol de la vida. Sin embargo, el hombre creado fracasó, pues no recibió el árbol de la vida. Ya que el hombre no comió del árbol de la vida, permaneció simplemente como un hombre creado por Dios.

El fracaso del hombre creado por Dios

  En Génesis 3 el enemigo, el tentador, vino a tentar al hombre que Dios había creado. Ya que el hombre no había llegado a ser un Dios-hombre, puesto que en realidad no contenía a Dios, no podía resistir la tentación del enemigo. Adán no pudo resistir la tentación porque él era simplemente un hombre creado por Dios y no un Dios-hombre. Es muy importante que veamos esto.

El hombre equipado por Dios y con Dios

  En Génesis 1 y 2 tenemos al hombre creado por Dios, un hombre que no podía resistir la tentación del enemigo de Dios. Si hubiéramos sido Adán y si hubiéramos sabido lo que sabemos hoy, tal vez habríamos comido inmediatamente del árbol de la vida con el fin de equiparnos con el Dios Triuno. Dios mismo es el equipo del hombre. Cuando nos equipamos con el Dios Triuno comiendo del árbol de la vida, llegamos a ser Dios-hombres.

  Como Dios-hombre, el Señor Jesús no esperó que el tentador fuese a El. Más bien, guiado por el Espíritu, el Señor salió al encuentro del tentador. En Génesis 3, el tentador vino al hombre no equipado. Pero en Lucas 4 el hombre equipado salió al encuentro del tentador.

  En Génesis 3 el hombre creado por Dios no estaba equipado por Dios y con Dios. Al contrario, él era un hombre que no tenía a Dios como su equipo. Al llegar a este punto, me gustaría referirles a lo que Pablo dice en cuanto a la armadura de Dios: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las estratagemas del diablo” (Ef. 6:11). Vestirse con la armadura de Dios simplemente quiere decir vestirnos de Dios como nuestra armadura, o sea, equiparnos con Dios. En Efesios 6 la iglesia como el nuevo hombre corporativo se equipó con Dios como su armadura. Cada pieza de esta armadura es un atributo de Dios.

  En contraste con Adán, que no se equipó con Dios, el Señor Jesús nació como Dios-hombre. Ya que fue concebido por el Espíritu Santo, El tenía la esencia de Dios. En Su mismo ser El tenía la esencia divina como Su elemento. Vivió en esta esencia divina por treinta años. Fue concebido con esta esencia, nació de esta esencia, creció en esta esencia y vivió en ella. ¡Qué maravilla! El Señor no solamente estaba lleno de Dios; El era Dios. Puesto que era Dios en el hombre, era el Dios-hombre.

  Cuando el Señor Jesús salió a ejercer Su ministerio a los treinta años de edad, se negó a Sí mismo y se bautizó. Cuando Adán estaba en el huerto, no se negó a sí mismo. Por esta razón Adán fracasó.

  Cuando el Señor Jesús se negó a Sí mismo en el momento de Su bautismo, el Espíritu económico descendió sobre El para ungirle. Como resultado, en el aspecto esencial, El era un hombre de Dios y en el aspecto económico, era un hombre entregado a Dios. Era una persona saturada con Dios mismo esencialmente, y ungida con Dios económicamente. Interiormente tenía a Dios como Su elemento intrínseco, y externamente estaba cubierto de Dios como Su poder. El Salvador-Hombre estaba interiormente lleno de Dios y exteriormente vestido de Dios. Como tal, El estaba equipado y listo para luchar contra el enemigo de Dios y derrotarle.

  En vez de esperar que el enemigo viniera a El, el Señor Jesús, guiado por el Espíritu, fue al lugar donde estaba el enemigo. El enemigo fue al huerto para atacar a Adán, pero Jesús fue al desierto a atacar al enemigo. Cuando fue guiado por el Espíritu al desierto, El estaba lleno de Dios esencial y económicamente. De esta manera estaba listo y equipado para hacer frente al enemigo. Fue al desierto como un guerrero y, teniendo el más alto nivel de moralidad, derrotó a Satanás.

  Cuando el Señor Jesús fue al desierto para ser tentado por el diablo, El era un hombre de la más alta clase. No era solamente el hombre creado por Dios, sino también un hombre equipado con Dios. Era un Dios-hombre, Aquel que tenía el más alto nivel de moralidad.

Aquel que tenía el más alto nivel de moralidad

  Esta moralidad es un asunto de tener las virtudes humanas fortalecidas y enriquecidas por los atributos divinos. Cuando las virtudes humanas creadas por Dios son fortalecidas y enriquecidas por los atributos divinos, esto es el más alto nivel de moralidad. Dios es expresado en la vida que concuerda con el más alto nivel de moralidad. Si entendemos este asunto, entenderemos los principios básicos y cruciales que Lucas siguió al escribir su evangelio.

  Vivir conforme al más alto nivel de moralidad es el principio fundamental del Evangelio de Lucas. En este evangelio, vemos que el Señor Jesús como el hombre equipado con Dios llevaba una vida que expresaba a Dios. Ya que expresaba a Dios, llevaba una vida conforme al más alto nivel de moralidad.

  La moralidad vista en el Evangelio de Lucas es mucho más elevada que la moralidad enseñada por cualquier clase de filosofía. Por ejemplo, Confucio enseñó sobre la moralidad, pero lo que enseñó no era el más alto nivel de moralidad. Al contrario, era como mucho un asunto del desarrollo de las virtudes humanas. Las virtudes humanas no fueron fortalecidas ni enriquecidas con los atributos divinos.

  Es necesario que en el aspecto esencial, Dios esté en nosotros y que en el aspecto económico, esté sobre nosotros, a fin de que nuestras virtudes humanas sean fortalecidas y enriquecidas con los atributos divinos. Esto quiere decir que debemos nacer de Dios a fin de poseer la esencia de Dios. También necesitamos ser ungidos con Dios a fin de que El sea nuestro poder. Cuando hayamos nacido de Dios para obtener Su esencia y hayamos sido ungidos por El para que El sea nuestro poder, entonces llegamos a ser Dios-hombres, listos para vivir en conformidad con el más alto nivel de moralidad. En esta clase de vida, las virtudes humanas son fortalecidas y enriquecidas por los atributos divinos.

Capacitado para llevar a cabo el ministerio que Dios le había dado

  En 4:1-13 vemos que el Salvador-Hombre, quien había sido equipado completamente, fue guiado por el Espíritu al desierto donde se enfrentó al tentador y le derrotó. Su victoria le capacitó para llevar a cabo el ministerio que Dios le había dado. Por esta razón, en 4:14 empezó a ejercer Su ministerio. Por lo tanto, la preparación del Salvador-Hombre fue completada al ser El puesto a prueba. Después de ganar la victoria sobre la tentación del diablo, El estaba completamente preparado y equipado para llevar a cabo el ministerio que Dios le había dado.

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