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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Rut»
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Mensaje 6

BOOZ Y RUT TIPIFICAN A CRISTO Y LA IGLESIA

  Lectura bíblica: Rt. 2:1, 14-16; 3:15; 4:9-10, 13

  En todos los mensajes sobre Josué, Jueces y Rut he recalcado que debemos ganar a Cristo, experimentarle y disfrutarle para poder ser la iglesia. En este mensaje consideraremos cómo Booz y Rut tipifican a Cristo y la iglesia. Booz tipifica a Cristo, y Rut no solamente tipifica a los santos buscadores, sino a la iglesia. En último análisis, Rut tipifica a la iglesia.

I. BOOZ TIPIFICA A CRISTO

A. Dos personas prominentes que tipifican a Cristo

  Tanto al inicio como al final del período de la historia de Israel relatado en estos libros —desde Josué hasta Rut— encontramos dos personas prominentes que tipifican a Cristo (Jos. 1:1; Rt. 4:21). Estas personas son Josué y Booz, los cuales representan dos aspectos de una misma persona.

1. Josué está al comienzo

  Al comienzo está Josué, quien tipifica al Cristo que introduce al pueblo escogido de Dios en las bendiciones ordenadas por Dios (Jos. 1:2-4; Ef. 1:3-14). Según lo tipificado por Josué, Cristo nos ha introducido en la buena tierra, ha tomado posesión de dicha tierra para nosotros y nos ha asignado la tierra a fin de que sea nuestra heredad para que la disfrutemos. Cristo ha ganado la buena tierra para nosotros y, a la postre, Él es la buena tierra que nosotros disfrutamos.

2. Booz está al final

  Al final está Booz, quien tipifica a Cristo en varios otros aspectos. En particular, él tipifica a Cristo como nuestro Marido, quien nos trae satisfacción.

B. Los aspectos en los cuales Booz tipifica a Cristo

  Booz tipifica a Cristo en dos aspectos.

1. Como hombre de abundantes riquezas y generoso al dar

  Como hombre de abundantes riquezas y generoso al dar (Rt. 2:1, 14-16; 3:15), Booz tipifica a Cristo, Aquel cuyas riquezas divinas son inescrutables y que atiende a los necesitados del pueblo de Dios con Su abundante suministro (Ef. 3:8; 2 Co. 12:9; Fil. 1:19b).

  Lamentablemente, muchos de los cristianos hoy en día no experimentan a Cristo en Sus riquezas ni lo poseen como su Marido. En la iglesia tenemos a Cristo como nuestras riquezas y también como nuestro Marido. En Efesios Pablo habla de las inescrutables riquezas de Cristo (3:8). Él también habla de Cristo como Marido de la iglesia (5:23-32). En Apocalipsis, nuestro Marido es revelado como el Cordero, el Dios redentor (21:2, 9). La Biblia revela, por tanto, que Cristo con Sus riquezas inescrutables es nuestro Marido. En los últimos dos capítulos de la Biblia vemos que Cristo, el Cordero, es nuestro Marido y que nosotros, los creyentes en Cristo, somos la esposa del Cordero.

2. Como pariente cercano de Mahlón

  Como pariente cercano de Mahlón, el difunto esposo de Rut, que redimió los derechos perdidos sobre las propiedades de Mahlón y que tomó a la viuda de Mahlón, Rut, por esposa a fin de producir los herederos necesarios (Rt. 4:9-10, 13), Booz tipifica a Cristo, Aquel que redimió a la iglesia e hizo de ella Su complemento para producir Su aumento (Ef. 5:23-32; Jn. 3:29-30).

II. RUT TIPIFICA A LA IGLESIA

A. Rut, una mujer en Adán según la creación de Dios y una moabita según la caída del hombre, representa al viejo hombre en estos dos aspectos

  Rut, una mujer en Adán según la creación de Dios y una moabita según la caída del hombre, representa al viejo hombre en estos dos aspectos conforme a los cuales ella tipifica a la iglesia, antes de su salvación, como hombres según la creación y pecadores según la caída del hombre, que conforman “nuestro viejo hombre” (Ro. 6:6). Rut llegó a ser una moabita no debido a la caída del hombre, sino en la caída del hombre. Los moabitas, un pueblo nacido del incesto, tipifican a todos los pecadores, pues todos los pecadores nacieron de un incesto (Jn. 8:41, 44a). Esto quiere decir que Rut no es la única con un antecedente incestuoso. Todos tenemos ese mismo pasado. Adán y Eva se unieron a Satanás, es decir, se casaron con Satanás. Como seres humanos creados por Dios, nosotros deberíamos habernos casado con nuestro Hacedor, tomándolo a Él como nuestro Marido (Is. 54:5), pero en lugar de ello, nos casamos con otra criatura, con Satanás. Esto es incesto.

B. Rut, una viuda redimida por Booz, el cual saldó las deudas contraídas por el difunto esposo de Rut a fin de recobrar el derecho que éste tenía sobre sus propiedades

  Rut —la viuda del difunto esposo— fue redimida por Booz, quien saldó las deudas contraídas por el difunto esposo de Rut a fin de recobrar los derechos que éste tenía sobre sus propiedades; en este aspecto, Rut tipifica a la iglesia —cuyo viejo hombre es su esposo crucificado (Ro. 7:4a)—, la cual fue redimida por Cristo, quien quitó todo pecado cometido por el viejo hombre a fin de recobrar los derechos que había perdido el hombre natural creado por Dios y caído.

  Debemos comprender que el viejo hombre de los creyentes consiste de una parte natural, la cual fue creada por Dios, y de una parte caída, la cual ha sido corrompida por el pecado. Según la creación de Dios, nosotros somos buenos, esto es, somos “palomas”; pero según la caída de Adán somos malignos, esto es, somos “serpientes”. La parte natural de nuestro ser es buena y desea practicar el bien, mientras que la parte caída de nuestro ser practica lo malo (Ro. 7:19, 21). A raíz de esto podemos ver que en el viejo hombre tipificado por Rut se hallan dos naturalezas, una de las cuales es buena y la otra mala. La naturaleza maligna, actuando juntamente con la buena, asumió la posición del esposo, con lo cual ambas en conjunto se convirtieron en el viejo hombre, nuestro esposo incestuoso.

  Nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo (Ro. 6:6). La crucifixión de Cristo destruyó la parte caída de nuestro viejo hombre, pero redimió la parte creada por Dios. Cristo no redimió la parte caída de nuestro viejo hombre; por el contrario, Él la aniquiló. Sin embargo, Él redimió nuestra parte creada a fin de recobrarnos. Por tanto, la muerte de Cristo en la cruz aniquiló la parte caída de nuestro viejo hombre y redimió la parte creada por Dios.

C. Rut, después de ser redimida por Booz, se convierte en su nueva esposa

  Rut, después de ser redimida por Booz, se convirtió en su nueva esposa; en este aspecto, ella tipifica a la iglesia, la cual, después de ser salva, llegó a ser el complemento de Cristo mediante la regeneración del hombre natural de la iglesia (Ro. 7:4b). Así como la redimida Rut llegó a ser para Booz su nueva esposa, también la iglesia salva y regenerada ha llegado a ser para Cristo Su nueva esposa, Su complemento, en la unión orgánica con Él.

D. Rut es unida a Booz

  Rut fue unida a Booz, lo cual tipifica que los pecadores gentiles han sido unidos a Cristo a fin de tener parte en la herencia de la promesa de Dios (Ef. 3:6).

  Cuanto más consideremos estos aspectos de Rut como tipo de la iglesia, más conoceremos cuál es nuestro estatus como creyentes en Cristo hoy. En primer lugar, fuimos creados por Dios. En segundo lugar, nos convertimos en personas caídas. En tercer lugar, fuimos redimidos por Cristo. En cuarto lugar, fuimos regenerados por el Cristo pneumático como Espíritu vivificante. Por tanto, nuestro estatus puede resumirse en cuatro palabras: creados, caídos, redimidos y regenerados.

  Ahora procederemos a considerar cómo, en tipología, los diversos aspectos de la situación de Rut se aplican a nosotros hoy en día. Según la creación de Dios, Rut era buena, pero en Adán su condición se tornó caída. Al volverse a Israel, ella creyó en el Dios salvador y fue redimida. Entonces, habiendo llegado a ser una nueva persona, ella se casó con Booz y se convirtió en su nueva esposa.

  Tal como está tipificado por Rut y su difunto esposo, la parte natural de Rut —la cual fue creada por Dios— y su parte caída cooperaron para asumir la posición que le correspondía al esposo, con lo cual abandonaron a Dios como el Marido. Este esposo constituye la parte principal del viejo hombre de ella, el cual está compuesto por su parte creada por Dios y su parte caída. El viejo hombre, como esposo ilegítimo, cometió muchos errores y contrajo una gran deuda, al punto que —a causa de sus pecados— se vendió a sí mismo y perdió los derechos que tenía como ser creado por Dios. Después que el esposo de Rut murió, ella no solamente era una viuda, sino que además había contraído una gran deuda. La única manera en que ella podía salir de tal condición consistía en contraer matrimonio con la persona apropiada. Cuando Rut se casó con Booz, ella fue redimida de toda deuda y se convirtió en su nueva esposa con miras a producir los herederos necesarios.

  Éste es un cuadro de nuestra situación actual. Cristo, nuestro Marido, murió para redimirnos y para saldar toda deuda causada por los pecados de nuestro viejo hombre. Luego, en resurrección, Él, como Espíritu vivificante, nos regeneró para hacer de nosotros —personas creadas por Dios, que cayeron y fueron redimidas— una nueva creación unida a Él en matrimonio. Ahora, en la unión orgánica que existe entre Cristo y nosotros, podemos dar a luz a Cristo y propagarlo con miras a Su aumento.

  En esta coyuntura, quisiera hacerles notar cinco cosas relacionadas con el hecho de que Rut tipifica a la iglesia. Espero que estas cinco cosas nos ayuden a captar el significado intrínseco de Rut como tipo de la iglesia.

  1) El viejo hombre de los creyentes está compuesto de dos partes: la parte natural creada por Dios y la parte caída que fue corrompida por el pecado. Este viejo hombre nuestro ha sido crucificado con Cristo. La crucifixión de Cristo ha redimido nuestra parte natural, la parte creada por Dios, ha destruido nuestra parte caída y ha quitado el pecado que cometimos con nuestra parte caída.

  2) Nuestro hombre natural fue creado por Dios para ser el complemento de Dios al tomar a Dios como Marido y Cabeza; pero en la caída, nuestro hombre natural desechó a Dios y asumió él mismo la posición de esposo y cabeza, con lo cual se convirtió en la parte principal de nuestro viejo hombre.

  3) Después de ser redimido y regenerado, nuestro hombre natural —sin incluir nuestra parte caída— se convierte en nuestro nuevo hombre y toma a Cristo como nuevo Marido en la unión orgánica y divina que tenemos con Él (Ro. 7:4).

  4) El viejo esposo de Rut tipifica la parte caída de nuestro viejo hombre, y la deuda contraída por él tipifica el pecado cometido por la parte caída de nuestro ser. Rut tipifica nuestro hombre natural creado por Dios y que fue redimido y regenerado para llegar a ser el nuevo hombre como complemento de Cristo.

  5) El primer pariente en línea del esposo de Rut tipifica a nuestro hombre natural, que no puede redimirnos de las deudas (el pecado) contraídas por nuestro viejo hombre y tampoco lo hará. Booz, el segundo pariente en línea del esposo de Rut, tipifica a Cristo, quien participó de carne y sangre (He. 2:14) para ser el Pariente cercano que puede redimirnos de nuestro pecado, recobrar los derechos perdidos que le correspondían a nuestro hombre natural según la creación de Dios, ser nuestro nuevo Marido en Su unión divina y orgánica con nosotros y tomarnos como Su complemento con miras a obtener Su aumento.

  Tal vez algunos digan que Cristo ha redimido nuestro hombre caído, pero esta clase de hablar es ambiguo. En realidad, Cristo no redimirá nada que sea caído. Dentro del hombre caído hay una parte que fue creada por Dios y que todavía puede ser usada por Él. Cristo redimió esta parte de nuestro viejo hombre que fue creada por Dios al destruir la parte caída del viejo hombre y quitar el pecado cometido con dicha parte caída. Por tanto, con respecto al viejo hombre de los creyentes, la crucifixión de Cristo realizó tres cosas: redimió la parte de nuestro ser que fue creada por Dios, destruyó la parte de nuestro ser que es caída y quitó nuestro pecado, el cual cometimos con esta parte caída.

  Cristo puede ser considerado nuestro Pariente cercano debido a que Él, como hombre, participó de sangre y carne. Sin embargo, Él —en calidad de Pariente cercano— no es tan cercano a nosotros como lo es nuestro yo, nuestro hombre natural, es decir, el primer pariente en línea. El hombre natural creado por Dios es el primer pariente en línea, y Cristo es el segundo pariente en línea. Debido a que el primer pariente en línea, tipificado por el pariente más cercano a Rut, no podía redimirnos, Cristo vino como el segundo pariente en línea para redimirnos, para recobrar los derechos de primogenitura que habíamos perdido, para convertirse en nuestro nuevo Marido en la unión orgánica y divina con nosotros y para tomarnos como Su complemento con miras a obtener Su aumento.

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