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Mensaje 129

Las vestiduras sacerdotales

(14)

  Lectura bíblica: Éx. 28:30; Lv. 8:8; Nm. 27:21; Dt. 33:8-10; Esd. 2:63; 1 S. 23:6, 9-12; 28:6

  En el mensaje pasado mencionamos que el Urim es un tipo de Cristo como el iluminador que arde con el fuego (el Espíritu), del altar (la cruz). También vimos que el Tumim tipifica a Cristo como el perfeccionador. Como el Tumim, Cristo es el alfabeto que se usa para grabar y completar. Muchos cristianos en la actualidad no tienen a Cristo grabado dentro de ellos de una forma clara y definitiva. Pero aun cuando tengamos la experiencia de Cristo definida y el grabado claro de Cristo, todavía estamos incompletos. Por lo tanto, necesitamos que Cristo se añada a nosotros para que nos complete. En este mensaje veremos más acerca de la aplicación actual del Urim y del Tumim.

LA APLICACION ACTUAL

  Las doce piedras transparentes del pectoral indican que los santos deben ser transparentes a fin de que Cristo brille a través de ellos para que la voluntad de Dios sea manifestada. Supongamos que las doce piedras del pectoral estaban opacas en vez de transparentes. Además, supongamos que no había nada grabado sobre ninguna de estas piedras y que la luz no estaba brillando. Entonces las piedras hubiesen sido opacas, sin grabado y sin el brillo de la luz. En tal caso sería imposible utilizar el pectoral para conocer la voluntad de Dios, Su dirección. Esta es la situación en la mayoría de los grupos cristianos hoy. No existe la transparencia, ni el grabado, ni la luz. Es muy posible que ésta sea la condición de algunas de las iglesias locales.

  Hace muchos años en la China continental visité algunas de las llamadas iglesias. Me pareció que todos en estos grupos estaban opacos, y les faltaba la transformación y la transparencia. Además, tenían muy poco de Cristo grabado dentro de ellos. Tal parecía que tenían a Cristo sólo de nombre, pero carecían de la experiencia de El. Aún más, no existía la luz entre ellos. Necesitaban una ayuda muy básica y elemental. La voluntad de Dios no se daba a conocer por medio de ellos.

  Si considera la situación de la mayoría de los cristianos hoy en relación con lo que hemos abarcado en estos mensajes, se dará cuenta de que muchos de ellos son opacos en lugar de transparentes. No tienen nada del grabado de Cristo. En vez de tener la luz brillando, tienen tinieblas.

  Si como iglesia local queremos ser usados por Dios como el pectoral, debemos ser transparentes, y debemos tener a Cristo grabado dentro de nosotros. Esto quiere decir que debemos tener experiencias definitivas de Cristo como las letras del alfabeto espiritual de Dios. Nuestra experiencia de Cristo no debe ser nebulosa. Más bien, debe ser clara y definitiva. Sin embargo, la situación entre la mayoría de los cristianos, incluyéndonos a nosotros, es muy diferente a ésta.

  Si el Señor nos ha alumbrado y si llevamos la carga por los intereses del Señor, seremos contrariados con la situación del pueblo de Dios. Cuanto más analizamos la situación y condición tanto de los santos como de las iglesias, más nos preocupamos. Debemos estar muy preocupados en cuanto a la carencia de la transparencia, del grabado y de la luz.

AL RECIBIR LA DIRECCION DEL SEÑOR PARA LA IGLESIA

  La aplicación actual del pectoral con Urim y el Tumim también requiere que los hermanos encargados llevan a los santos y a Cristo en sus corazones para que puedan conocer la condición en que se encuentran y lo completo de Cristo para recibir la dirección de Dios. En todas las iglesias locales debe haber un grupo de hermanos dirigentes que lleven a los santos y a Cristo en sus corazones. Estos hermanos necesitan ver el alumbrar del Señor y leer a los santos. Entonces podrán recibir la dirección de Dios relacionada con la iglesia en su localidad.

LA MANERA EN QUE DIOS HABLA

  El hablar de Dios a través del pectoral con el Urim y el Tumim, es diferente a lo que esperaríamos. Dios no habla por medio de las piedras que estaban brillando, sino por medio de las piedras que se oscurecían. Esto quiere decir que Dios habla en medio de situaciones negativas. Normalmente las doce piedras del pectoral se encontraban bajo el brillo del Urim. De repente una de las piezas grabadas con alguno de los nombres se oscurecía. El oscurecer de una de las piedras era el hablar instantáneo de Dios. Nuestro concepto natural sería que el hablar de Dios por medio del pectoral provenía de las piedras que brillaban. En realidad, EL hablaba por medio de las piedras que se oscurecían.

  Las epístolas de Pablo y también en las siete epístolas del Señor Jesús a las siete iglesias en Asia estaban escritas conforme a este principio. Fueron escritas de acuerdo a la situación negativa de las iglesias. Tomemos, por ejemplo, la primera epístola de Pablo a los corintios. Si no hubiese habido cosas negativas en la iglesia en Corinto, dudo que se hubiese escrito 1 Corintios. Pablo escribió esta epístola de acuerdo con su lectura de la situación negativa que había en Corinto. Al considerar esa situación, el supo que escribir. Aunque sus escritos se basaban en las cosas negativas, en esta epístola el ministró cosas positivas: las riquezas de Cristo, la iglesia.

  El problema existente entre los cristianos hoy se debe a que hay tantas tinieblas y no hay la manera para que Dios lo exponga. Cuando todo está tinieblas, es difícil demostrar algo en ellas. Supongamos que en un salón hay muchas filas de luces en el techo. Si todas están brillando, sera fácil encontrar alguna que esté fundida. Esto demuestra como Dios hablaba por medio del pectoral. El oscurecer de alguna piedra era el hablar instantáneo de Dios.

  La situación actual de los cristianos es anormal. En lugar de luz, están en tinieblas. Como resultado, Dios no tiene la manera de hablar. A fin de que se den a conocer las tinieblas se debe tener la luz primero. Si no hay luz en un salón, no hay forma de demostrar las tinieblas. Pero cuando todas las luces están brillando, inmediatamente podemos notar cuando una de las luces se oscurece. Esta oscuridad indica que algo anda mal. Si en una iglesia se descubren fácilmente las cosas que están mal, esta es una iglesia normal. Pero si este no es el caso, esto indica que esta iglesia se encuentra en tinieblas. Cuando las tinieblas prevalecen, los asuntos negativos no pueden ser expuestos. Para esto se necesita la luz. Lo que es expuesto bajo el brillo de la luz es el hablar de Dios. Dios habla cuando las cosas se pongan negativas. Este tipo de situación negativa indica que hay una carencia de Cristo. Al leer las situaciones negativas de esta manera, llegamos a conocer la dirección de Dios. Entonces en nuestra localidad conocemos lo que Dios quiere que hagamos, y debemos seguir Su dirección.

EL JUICIO Y EL SUMINISTRO

  La guianza que se obtiene a través del pectoral siempre conlleva un juicio. Esto quiere decir que el hablar del Señor a través del pectoral es en medio de las situaciones negativas. Si este hablar sucediera sólo en situaciones positivas, no habría necesidad de juicio, ya que todo sería positivo y justo. Pero debido a que el hablar del Señor se lleva a cabo en medio de las situaciones negativas, éste es un juicio. El apóstol Pablo estaba verdaderamente brillando. Bajo el brillo de Pablo, las tinieblas eran expuestas. Pablo escribió algunas epístolas conforme a la oscuridad, o sea, a la condición negativa, de los santos en las iglesias. Debido a que Pablo vio algunas áreas oscuras en la iglesia en Corinto, áreas que eran las letras del juicio de Dios, escribió Corintios como un libro de juicio. Pero junto con todo el juicio que esta epístola contiene, hay muchas cosas positivas: las riquezas de Cristo ministradas en los creyentes de Corinto. Esta es la forma en que Dios habla. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, el hablar de Dios depende de la situación negativa, pero incluye las riquezas de Cristo como el suministro para Su pueblo.

LA NECESIDAD DE TENER UNA EXPERIENCIA ADECUADA DE CRISTO

  Si nosotros como la iglesia queremos ser el pectoral del juicio, debemos satisfacer ciertos requisitos. En primer lugar, necesitamos ser transformados y transparentes. Luego Cristo como las letras del alfabeto espiritual debe estar grabado dentro de nosotros de forma clara y definitiva. Esto es tener una experiencia adecuada de Cristo.

  Recientemente un hermano testificaba que cuando los hermanos encargados le hablan a los nuevos creyentes o a los jóvenes acerca de la experiencia de Cristo, se dan cuenta de ellos mismos no tienen una experiencia de Cristo clara y definitiva. Si no tratamos de ministrar Cristo a otros, no nos daremos cuenta de cuanto carecemos en cuanto a la experiencia de Cristo. Cuando tratamos de hablarle a otros acerca de esto, tal vez encontramos que nosotros mismos estamos muy carentes de experiencia. Tal vez tengamos muy poco que ministrar a otros en cuanto a la verdadera experiencia de Cristo. Como aquellos que quieren pastorear a los santos, necesitamos la experiencia de Cristo. De lo contrario no tendremos el vocabulario espiritual adecuado que se requiere para ministrar a Cristo. Tal vez queramos ministrar Cristo en otros, pero ¿qué experiencia de Cristo tenemos? Hasta cierto punto, podemos enseñar acerca de la Biblia, ya que la hemos leido y estudiado por años, pero cuando se trata de ministrar a Cristo, estamos carentes. No tenemos lo suficiente de El grabado dentro de nuestro ser. Tal vez sólo tengamos parte de una letra grabada. Esta es la situación de muchos cristianos en la actualidad. Por lo tanto, es muy difícil conocer la dirección del Señor por medio del pectoral.

  Debido a que estamos faltos de la transformación, la transparencia y el alumbrar, necesitamos orar para que lleguemos a ser transparentes, tengamos más de Cristo grabado dentro de nosotros y experimentemos más del alumbrar. Entonces nos daremos cuenta de que aún si estamos llenos de Cristo, todavía nos falta algo, ya que nos falta algo de las riquezas de Cristo. Esto es lo que indica el cuadro maravilloso del pectoral con el Urim y el Tumim.

RECONOCER NUESTRA NECESIDAD DE MAS EXPERIENCIA

  En el pectoral con el Urim y el Tumim vemos dos tipos de alfabetos. Uno es para el grabado y el otro es el que completa. Si no estamos llenos de Cristo todavía, lo que necesitamos es el grabado. Cristo debe ser grabado en nosotros hasta que estemos llenos de El. Cuando estamos llenos de El nos damos cuenta de que necesitamos ser completados. Por ende, si no estamos llenos de Cristo, lo necesitamos como el alfabeto para el grabado. Pero cuando estamos llenos de El, lo necesitamos como el alfabeto que completa. Los creyentes como el apóstol Pablo, que están llenos de Cristo se dan cuenta de que aún necesitan de El. Sin embargo, los que están faltos de Cristo no sienten esta necesidad. Muchos de los cristianos tibios no se dan cuenta de cuanto necesitan a Cristo. Es cuando tenemos a Cristo grabado dentro de nosotros que nos damos cuenta de que todavía estamos faltos de El. Entonces buscamos de El para que nos complete.

  Indudablemente es la misericordia del Señor que podamos hablar acerca de Cristo grabado dentro de nosotros y completándonos. No es fácil encontrar cristianos que hablen acerca de esto. Lo que necesitamos ahora es más experiencia. Solamente por medio de la experiencia podemos entender lo que es tener a Cristo grabado dentro de nosotros y que nos complete. Por lo tanto, todos debemos orar en relación con estas cosas. Espero que toda iglesia local llegue a ser un pectoral conforme al cuadro que Exodo 28 presenta.

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