Mensaje 145
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Lectura bíblica: Éx. 29:29-46
Necesitamos ser impresionados con el significado de los tipos del Antiguo Testamento. Especialmente, necesitamos un entendimiento apropiado de las ofrendas diarias para la santificación de los sacerdotes. Durante siete días se ofrecían a diario un becerro para la ofrenda por el pecado, dos corderos para los holocaustos; uno en la mañana y otro en la tarde, y con esto una ofrenda de harina y la libación. La ofrenda de harina estaba compuesta de harina y de aceite. La libación se hacía con el vino que se obtenía de las uvas. Si analizamos todos estos tipos a la luz de nuestra experiencia, nos daremos cuenta de que su significado es maravilloso.
Algunos maestros cristianos, incluyendo a algunos profesores de seminarios y de escuelas bíblicas, y otros pastores de las denominaciones, no le prestan mucha atención a los tipos que se presentan en el Antiguo Testamento. Para muchos el Antiguo Testamento sólo contiene la historia de los hijos de Israel y que no tiene nada que ver con nosotros, los creyentes neotestamentarios. Por lo tanto, una de las actitudes es la de prestar muy poca atención, ninguna a los tipos bíblicos.
Otra actitud es un poco diferente. Esta se caracteriza por pensar que ya que los tipos del Antiguo Testamento han sido cumplidos en el Nuevo Testamento, por lo cual no tenemos que prestarles atención. Los que adoptan tal actitud piensan que lo que tenemos en el Nuevo Testamento es suficiente y que no necesitamos prestar mayor atención a los tipos del Antiguo Testamento.
La tercera actitud hacía la tipología bíblica se relaciona con la interpretación de estos tipos. Esta actitud es sostenida por los que creen que hay tipos que merecen nuestra atención. Sin embargo, ellos dicen que es muy difícil que alguien los pueda interpretar. Ellos aseguran que algunos los interpretan de una forma y otros de otra. Debido a los diferentes entendimientos de estos tipos, los que tienen esta actitud nos aconsejan que es mejor que nos olvidemos de estos y no tratemos de interpretarlos.
No debemos adoptar ninguna de estas actitudes, ya que ninguna es apropiada. La Biblia dice: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra instrucción se escribieron a fin de que por medio de la perseverancia y de la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Ro. 15:4). Esto indica claramente que lo que fue escrito en el Antiguo Testamento es para ayudarnos a nosotros hoy. Además en 1 Corintios 10:6 cuando Pablo se refirió a los hijos de Israel dijo: “Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros”. En el versículo 11 de ese mismo capítulo Pablo dijo también: “Y estas cosas les acontecieron en figura, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Estos versículos sin duda alguna demuestran que los tipos del Antiguo Testamento son para nuestro beneficio.
Aún más, el escritor del libro de Hebreos cuando habla acerca de algunos tipos del Antiguo Testamento indica que no tiene el tiempo suficiente para analizarlos cabalmente. Por ejemplo, luego de hablar del Lugar Santo con el candelero y la mesa, y del Lugar Santísimo con el arca del pacto, el habla de los querubines de gloria que cubrían con su sombra el propiciatorio. Luego el dice que de esas cosas “no es hora de hablar en detalle” (He. 9:5). Esto indica que el autor tenía mucho más que decir acerca de los tipos, pero que no tenía el tiempo adecuado para ello. Sin embargo al escribir el libro de Hebreos el estableció un ejemplo a fin de ayudarnos a interpretar los tipos que aparecen en el Antiguo Testamento. Por medio de leer Hebreos encontramos un modelo que nos ayuda en nuestro estudio de los tipos del Antiguo Testamento. Debido a que el Nuevo Testamento nos muestra el valor que tienen estos tipos para nosotros actualmente, debemos considerar que estas actitudes no son bíblicas y constituyen una herejía.
Consideremos ahora la cuarta actitud, la cual es en cierta medida conforme a las Escrituras. Sin embargo, como veremos, este tipo de visión está muy limitada en su certeza. Esta visión plantea que lo que aparece en el Antiguo Testamento sólo se debe considerar como un tipo si se identifica como tal explícitamente en el Nuevo Testamento. Según este entendimiento, si el Nuevo Testamento no indica que algo es un tipo, no lo debemos considerar como tal. Los que sostienen esta visión en cuanto a la tipología hacen referencia a las palabras de Pablo acerca de Sara y Agar en Gálatas 4. En este capítulo Pablo dice claramente que estas dos mujeres son tipos de dos pactos, ellos alegan que no debemos interpretar nada mencionado en el Antiguo Testamento como un tipo ni aplicarlo a menos de que aparezca como tal en el Nuevo Testamento. Aún más, según esta visión, no debemos aplicar ningún asunto perteneciente al Antiguo Testamento a la persona de Cristo.
Si embargo, los que sostienen esta actitud se permiten ciertas excepciones. Una de las más imperantes es la de José en Génesis. Muchos maestros de la Biblia, incluyendo a los que sostienen esta cuarta actitud, admiten que José es un tipo de Cristo. Pero en el Nuevo Testamento no se menciona que José tipificara a Cristo. No obstante, durante siglos los maestros de la Biblia lo han considerado como tal.
Cuando joven yo aceptaba esta actitud en cuanto a los tipos del Antiguo Testamento. También estaba de acuerdo en cuanto a permitir excepciones como la de José. Pero comencé a preguntarme si podrían haber más excepciones. En todos los casos el principio sería el mismo. Por un lado, los que sostienen este pensamiento han levantado una pared que limita sus interpretaciones; por otro, ellos habían abierto una puerta con una excepción. Entonces ¿por qué no se podrían abrir otras puertas, hasta cien más? Al considerar este asunto a través de los años, concluyo que esta actitud hacia la tipología no es muy certera.
También existe una quinta actitud en cuanto a la tipología del Antiguo Testamento. Esta establece que estos tipos sólo pueden ser aplicados al Nuevo Testamento parcialmente. Tomemos por ejemplo la historia de los hijos de Israel. Casi todos los maestros fundamentalistas entienden que la Pascua relatada en Exodo 12 es un tipo de Cristo quien es nuestra Pascua. Pablo expone esto claramente el 1 Corintios 5:7, donde nos dice que nuestra Pascua, Cristo, ha sido crucificado por nosotros. Por lo tanto, en cuanto a este tipo, no hay lugar a dudas. También, aunque no de manera clara y explicita, hay indicios en el Nuevo Testamento acerca del maná como un tipo, esto es en Juan 6 donde el maná tipifica a Cristo como nuestra comida diaria. En Juan 6 el Señor Jesús dijo que El era el pan que descendió del cielo, el pan de vida, el pan vivo, el pan que descendió para darle vida al mundo. A la luz de esto, los que aplican de manera parcial los tipos del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento concuerdan en que el maná es un tipo de Cristo. Debido a que Pablo nos dice en 1 Corintios 10 que la roca que seguía a los hijos de Israel por el desierto es Cristo, un gran número de maestros de la Biblia también afirman que la roca que fluía agua viva es también un tipo de Cristo. Muchos consideran el cruce del mar Rojo como un tipo del bautismo (1 Co. 10:1-2). Pocos entienden que el cruce del río Jordán tiene un significado tipológico. El cruce del río Jordán es interpretado a menudo como un cuadro de la muerte física de un creyente. Hasta los que no están de acuerdo con una interpretación tipológica del Antiguo Testamento pueden considerar el cruce del río Jordán como la muerte de un creyente y su ida al cielo. Se han compuesto algunos himnos en cuanto a esto. Un himno en particular dice que tarde o temprano todos los creyentes tienen que pasar por la corrientes frías del río Jordán. Sin embargo, hay un serio problema con respecto a esta interpretación. Si el cruce del río Jordán es un tipo de la muerte física, ¿cómo entonces la tierra de Canaán puede representar al cielo? Canaán, como recordaremos, estaba llena de enemigos con los cuales debían pelear los hijos de Israel. Si Canaán tipifica al cielo, esto quiere decir que habrán enemigos en el cielo. Por supuesto este no es el caso. Por lo tanto, esta interpretación del cruce del río Jordán no es correcta.
Muchos maestros de la Biblia consideran la historia de los hijos de Israel como un tipo. Pero no interpretan desde un punto de vista tipológico el cautiverio babiblonico y el regreso de la cautividad. Algunos maestros entre la Asamblea de los Hermanos y tal vez algunos otros también, han considerado estos dos aspectos como tipos.
Debemos considerar el Antiguo Testamento de la misma forma en que consideramos el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es como un libro de cuadros, y el Nuevo Testamento es la explicación de éste. Por lo tanto, no debemos tomar sólo la explicación y dejar a un lado la presentación de los mismos. Tampoco debemos tomar solamente algunos aspectos o partes de este libro de cuadros. No es adecuado tomar al Antiguo Testamento como un libro de cuadros sólo por parte. Al contrario, nosotros debemos ser absolutos. Esto quiere decir que debemos ser absolutos al tomar el Antiguo Testamento como un libro de cuadros para nosotros hoy.
Por supuesto esto no significa que tomamos el Antiguo Testamento sin tener el entendimiento apropiado de la dispensación de Dios. Por ejemplo, no debemos tomar la ley, particularmente los Diez Mandamientos, con el mismo sentido en que estos fueron dados a los hijos de Israel. En cuanto a esto, los Adventistas del Séptimo Día tienen problemas acerca del séptimo día. Ellos alegan que la ley en cuanto al sábado todavía se aplica a los creyentes neotestamentarios. Actualmente, yo no deseo entrar en esta controversia. Mi meta es exponer que nuestra actitud hacia el Antiguo Testamento es la manera en que tratamos la impartición de Dios. Por lo tanto, esta debe ser nuestra actitud y nuestro entendimiento cuando estudiamos los tipos que aparecen en Exodo 29.
Considere el cuadro presentado en este capítulo. Tenemos un carnero para la ofrenda por el pecado, dos corderos para el holocausto, el aceite y la harina para la ofrenda de harina y el vino para la libación. A medida que reflexiona acerca de estas cosas, ¿no tiene la impresión de que éstas están llenas de significado e importancia? Para mi, estos cuadros tienen mucho significado. Sin embargo, quiero hacer firme mención de que mi interpretación de estos cuadros, de estos tipos, no es el producto de la imaginación natural de la mente humana. En Exodo 29 tenemos un cuadro. El becerro de la ofrenda por el pecado, los dos corderos del holocaustos, la harina el aceite y el vino: todos estos son parte del cuadro. A menos de que usted tenga algo de conocimiento y experiencia, no sabrá como interpretar este cuadro. Con certeza una persona que no ha sido salva ni regenerada y que no tiene el conocimiento apropiado de la Biblia no tiene la manera para entender este cuadro. El puede que vea el becerro, los corderos, la harina y el vino, pero no conocerá su significado. No puede hacer más que una lista de estas cosas mencionadas en Exodo 29. Sin embargo, debido a que estas cosas están descritas en las Sagradas Escrituras, debemos considerarlas seriamente y darnos cuenta de que este cuadro presenta algo muy significativo en cuanto a nosotros como los creyentes en Cristo.
Si hemos experimentado la salvación del Señor y tenemos alguna experiencia de la vida cristiana y luego leemos Exodo 29, nos daremos cuenta de que el becerro, los corderos, la harina, el aceite y el vino representan diferentes aspectos del Cristo todo-inclusivo. Hemos mencionado muchas veces que el becerro tipifica a Cristo como nuestra ofrenda por el pecado. En este universo nadie aparte de Cristo puede ser nuestra ofrenda por el pecado. Según Exodo 29, los corderos son para el holocausto. Estos corderos tipifican a Cristo como nuestro holocausto. Solamente El está calificado para ser el holocausto.
Es más difícil entender el significado de la harina mezclada con el aceite y del vino que se vertía como libación. La harina fina mezclada con el aceite era la ofrenda de harina. Esta ofrenda, por supuesto, se podía comer, el vino se bebe. Si somos fieles y escudriñamos la Palabra, finalmente aprenderemos el significado de la ofrenda de harina y de la libación. Sin duda alguna, la harina es un cuadro de Cristo como nuestra comida. Primero El fue un grano de trigo. Luego fue molido para llegar a ser comida. Además, con la Biblia, el Espíritu Santo y nuestras experiencias, podemos descifrar el significado de la harina, el aceite y el vino. La Biblia y el Espíritu Santo se pueden comparar con dos rieles. Podemos viajar sobre estos rieles hasta que lleguemos a nuestro destino; en este caso, un entendimiento apropiado de los tipos presentados en Exodo 29. Tampoco hay duda de que la harina representa a Cristo como la vida productiva la cual llega a ser el suministro de vida como nuestra comida diaria. Como ya mencionamos, el aceite representa al Espíritu. ¿Pero qué del vino? El vino satisface a Dios. Este se derramaba para Dios como su bebida.
A medida que estudiamos todos estos asuntos, nos damos cuenta de que están agrupados de forma muy significativa. Son como piezas de un rompecabezas. Cuando todas las piezas están armadas, tenemos un cuadro. De igual forma, cuando juntamos todas las cosas mencionadas en el Antiguo Testamento, podemos ver un cuadro de Cristo en nuestro espíritu. Lo que se revela en este cuadro va más allá de lo que puede describirse con palabras. Por ejemplo, al mirar la foto de una persona, nos damos cuenta de cómo es su cara. Sin embargo, si tratamos de describir su cara con mil palabras, no tendremos un conocimiento preciso de su apariencia. La cara de una persona sólo puede ser demostrada por medio de un cuadro, y no con palabras. Uso este ejemplo para exponer la importancia del estudio de los tipos mencionados en el Antiguo Testamento. Estos representan cosas que no se pueden presentar con palabras.
Como alguien que ha sido cristiano y ha estudiado la Biblia por más de cincuenta años, quisiera testificar que si no tuviéramos el Antiguo Testamento; careceríamos de mucho entendimiento espiritual. No podemos entender las cosas espirituales de manera adecuada por el simple hecho de leer el Nuevo Testamento. Necesitamos los cuadros presentados en el Antiguo Testamento tanto como las definiciones, las palabras, del Nuevo Testamento. Por lo tanto, todos debemos apreciar de forma apropiada al Antiguo Testamento. Necesitamos ser impresionados con la importancia de los cuadros mencionados en el Antiguo Testamento a fin de que los apreciemos más. Según mi entendimiento, la mayoría de los cristianos, incluyéndonos a nosotros, no tienen tal apreciación por el Antiguo Testamento. Esto se debe primeramente a la influencia de nuestro trasfondo religioso.
Muchos cristianos ni siquiera usan el Nuevo Testamento de una manera o sentido espiritual en realidad. Por el contrario, lo usan de forma religiosa, de forma natural, ética o cultural. Por ejemplo, el Nuevo Testamento nos dice que necesitamos fe. Sin embargo, algunos toman esto de forma natural y declaran que si tenemos fe, obtendremos éxito en lo que hagamos. ¿Es esta la clase de fe que se revela en el Nuevo Testamento? Por supuesto que no. El Nuevo Testamento también nos exhorta a amarnos unos a otros. Pero este mandamiento puede ser interpretado de forma natural o religiosa en lugar de genuinamente espiritual. Cuando joven, escuché muchos sermones en los cuales se usaban versículos de la Biblia como base para que una persona expresara su opinión desde el punto de vista cultural. Esta práctica es muy común todavía. Muchas veces, se citan versículos de las Escrituras con algún propósito usurpador. Pocos saben como usar la Biblia según la mente de Dios.
Incluso si conocemos el Nuevo Testamento conforme a la mente de Dios, todavía necesitamos el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no es adecuado por sí solo. Las palabras no son precisas para que comprendamos la revelación de Dios. Junto con las descripciones y las definiciones del Nuevo Testamento, necesitamos los tipos, los cuadros del Antiguo Testamento.