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Mensajes del libro «Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales»
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COMUNION EN CUANTO A LA URGENTE NECESIDAD DE LOS GRUPOS VITALES

MENSAJE SIETE

LOS GRUPOS VITALES EN LA VIDA DE IGLESIA

(1)

  Lectura bíblica: Hch. 2:46-47; Ef. 4:12; Hch. 13:52; 4:31b; Jn. 13:34-35

  Oración: Señor, gracias por Tu recobro en esta tierra. Pon carga en nosotros por la oración. Danos las palabras adecuadas y sálvanos de nuestras oraciones ordinarias. Deseamos que nuestras oraciones sean algo viviente, deseamos orar Tu oración con Tus mismas palabras. Señor, límpianos con Tu preciosa sangre y úngenos con Tu ungüento para que te podamos disfrutar. Tú eres el verdadero avivamiento que causa una aspiración diaria en nuestro interior por ser avivados. Señor, te rogamos que estimules nuestros espíritus, y también queremos avivar nosotros el fuego en nuestros espíritus.

LA SITUACION ANORMAL DE LA IGLESIA

  Después de los tiempos de los apóstoles, la iglesia llegó a ser anormal. Esta es la razón por la cual debemos tomar medidas para formar los grupos vitales. Hoy en día la iglesia está por debajo del nivel normal. El hermano Nee dio una serie de mensajes que fueron publicados en un libro titulado La vida cristiana normal. El dio estos mensajes con el objeto de elevar al nivel normal la condición de los cristianos. Si un cristiano es elevado y vive una vida al nivel descrito en los mensajes del hermano Nee, ya no será anormal sino un cristiano normal. Debemos admitir honestamente y con arrepentimiento que la situación de nuestra iglesia está por debajo del nivel normal. Por lo tanto, debemos hacer algo para elevar el nivel de la vida de iglesia.

  El asunto del aumento ha llegado a ser un problema molesto entre nosotros. Por un largo período la tasa de crecimiento entre nosotros ha sido muy baja, especialmente entre los estadounidenses típicos. Estados Unidos fue formado principalmente por caucásicos del norte de Europa. Estos caucásicos pueden ser considerados los estadounidenses típicos. Cuando yo vine a los Estados Unidos por primera vez, no tenía ninguna intención de trabajar entre la población china. El Señor me había dado la comisión de traer Su recobro a este país, y determiné no establecer una obra particular entre la población china.

  Sin embargo, hoy en día la situación de las iglesias ha sido dañada. Cuando yo empecé a trabajar en los Estados Unidos, dos tercios de los santos eran caucásicos y un tercio era de otras razas. Esa situación era muy normal. En 1970 unos trescientos santos emigraron de Los Angeles a varias ciudades grandes en los Estados Unidos. Aquellas migraciones fueron un éxito prevaleciente. Antes de empezar las migraciones, los que estaban fuera del recobro nos prestaban poca atención. Pero dos años más tarde, en 1972, el número entre nosotros comenzó a aumentar. Esto causó que aquellos que no estaban en el recobro fueran provocados.

  El recobro del Señor empezó en los Estados Unidos en 1962 con unos veinticinco santos que se reunían en una casa. Ocho años más tarde, en 1970, nos reuníamos con más de mil santos en el hotel Embassy en Los Angeles. Este fue el año que tuvimos las migraciones. Para el año 1972 nuestro número subió a unos mil doscientos y nos dimos cuenta de que no podíamos continuar reuniéndonos en dicho hotel, porque nuestro número era muy grande. Por lo tanto, nos preparamos para reunirnos en el Centro de Convenciones de Los Angeles, que tenía una capacidad de tres mil. El año siguiente, en 1973, nos reunimos en el Centro de Convenciones y nuestro número llegó a más de tres mil. En esas reuniones, teníamos varios cuartos adicionales con televisores. Esto fue una indicación de cómo el mover del Señor en Su recobro había llegado a ser prevaleciente.

  En ese tiempo las personas que no estaban en el recobro fueron incitadas por el diablo y empezaron a oponérsenos. Al principio, algunos distribuyeron volantes reproducidos en mimeógrafo con el fin de manchar nuestra reputación, hacernos daño y difamarnos por completo. Con el tiempo, nuestros opositores publicaron dos libros perversos, The Mindbenders [Los torcedores de mente] y The God-men [Los Dios-hombres]. Después que nos mudamos de Los Angeles al condado de Orange en 1974, dos grandes organizaciones cristianas del condado de Orange comenzaron a oponérsenos. Pero a pesar de que respondimos públicamente a las acusaciones hechas en contra de nosotros y logramos que los dos libros difamatorios fueran quitados de las librerías, nuestro nombre ya había sido dañado. Hasta cierto punto nuestros opositores lograron bloquearnos. Por aproximadamente diez años, desde 1976 hasta 1986, nos fue difícil ganar caucásicos especialmente en el condado de Orange. La tasa de crecimiento en otras partes de los Estados Unidos ha sido mejor, pero en el condado de Orange la tasa ha sido muy baja. En los últimos cuarenta meses, desde abril 1989 hasta hoy, muy pocos caucásicos han sido ganados, y un buen número de los que han sido ganados han sido dañados por nuestros opositores.

  Esta situación ha hecho que yo me pregunte: “¿Realmente no hay ninguna manera de seguir adelante?”. Mi respuesta a esta pregunta ha sido: “Yo no puedo creer que no haya manera”. Se puede, si se quiere. Querer es poder. En octubre de 1984 fui a Taipéi con el propósito de estudiar nuestra situación. Mientras estudiaba junto con otros hermanos, el Señor nos mostró la manera bíblica, la manera ordenada por Dios. Pero no fue sino hasta estos últimos días que sentí la carga de practicarla directa y personalmente. En estos días el Señor me ha guiado a tomar la decisión firme de practicar directamente la nueva manera.

  Debemos darle gracias al Señor por haber preservado Su recobro y haber alentado a las iglesias a seguir adelante a pesar de la confusión causada por la oposición. Aunque las iglesias continúan bien, su condición y su moral aún no han llegado al nivel normal. Por lo tanto, yo no estoy contento. Necesitamos salirnos de este bloqueo. No creo que tenemos que permanecer aquí. Al contrario, creo que por la misericordia del Señor, por Su gracia y en Su poder, hay una manera de saltar este bloqueo.

  Nuestra intención al formar los nuevos grupos es tener grupos de vencedores. Esta es la razón por la cual los grupos son llamados “grupos vitales”. Nosotros ya tenemos algunos grupos y los respetamos, pero aún hay necesidad de que algunos grupos vitales lleven a cabo el propósito de los grupos y que liberen nuestra carga. Los grupos que llenan los requisitos deben estar al nivel normal revelado en la Biblia.

EL PROPOSITO: EL AUMENTO, EL PERFECCIONAMIENTO Y LA EDIFICACION DE LA IGLESIA

  El propósito de los grupos vitales es el aumento, el perfeccionamiento y la edificación del Cuerpo de Cristo (Hch. 2:46-47; Ef. 4:12). El fin de los grupos es tener el aumento, terminar el perfeccionamiento y completar la edificación.

  Primero, necesitamos el aumento no sólo de caucásicos sino de todas las razas. Hechos 2:46-47 dice: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo, y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. Este es el patrón normal de la vida cristiana. En estos versículos hay varios puntos importantes. El primer punto es “cada día”, el segundo “perseverando unánimes”, el tercero “partiendo el pan en las casas”, y el cuarto “comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Los creyentes en estos versículos no sólo disfrutaban su comida, sino que comían juntos con alegría. Con alegría significa alabar dando gritos de júbilo. El quinto punto es que alababan a Dios y tenían favor con todo el pueblo, y el último es que el Señor añadía los que habían de ser salvos. El aumento proviene de esto. Si deseamos ese aumento necesitamos tener las cosas mencionadas en estos dos versículos.

  En el mover de los grupos vitales, no hay lugar para ninguno que tenga sus propios conceptos o ideas. Todos necesitamos orar hasta que dejemos todos nuestros conceptos y opiniones. En el mover de los grupos vitales, no hay conceptos ni ideas; sólo existe la unanimidad. Esta unanimidad no es mi sentir ni el sentir suyo; es el sentir del Señor. Tenemos únicamente un Señor. Por lo tanto, no debemos tener opiniones diferentes. En el Cuerpo hay millones de miembros pero hay una sola Cabeza. No solamente hay una Cabeza sino también un Cuerpo. Es imposible que un Cuerpo que tiene una sola Cabeza tenga diferentes opiniones.

  La debida manera de ser cristianos es perseverar unánimes reuniéndonos en las casas, teniendo la mesa del Señor y comiendo con alegría y exultación, regocijándonos y gritando, sin opiniones ni divisiones. Todos necesitamos estar fuera de nosotros mismos. El hermano Nee dijo una vez que si un cristiano nunca había estado fuera de sí, no tiene los debidos requisitos para ser cristiano. Como cristianos debemos estar fuera de nosotros mismos, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Estas son las condiciones para el aumento apropiado. En tal condición el Señor puede añadir cada día a la iglesia.

  Efesios 4:12 nos habla del perfeccionamiento de los santos para que cada uno pueda hacer la obra única del ministerio, la cual es edificar el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito del mover vital de tener los grupos.

LA NATURALEZA: ESPIRITUAL

  La naturaleza de los grupos vitales es espiritual (Hch. 13:52; 4:31b). Ser espiritual significa estar lleno del Espíritu Santo, por dentro y por fuera. Necesitamos ser llenos cada día, cada mañana y aun cada tarde. Necesitamos orar: “Señor, lléname contigo mismo”. La oración que acostumbro hacer cada mañana es: “Señor, gracias que pude dormir bien y que tuve un buen descanso anoche. Gracias por mi seguridad, y gracias por la paz. Gracias que Tú me has perdonado por medio de Tu gracia y te agradezco por la limpieza efectuada por Tu preciosa sangre. Gracias, Señor, que esta limpieza me trae a Tu presencia y que Tu ahora me estás ungiendo contigo mismo como el Espíritu todo-inclusivo, quien es el ungüento compuesto. Señor, lléname ahora”. Esta oración regular no es repetición vana. Yo como tres comidas diarias, y cada comida es una comida regular. De la misma manera, yo oro cada día para que el Señor me llene y me sature completamente. Todos nosotros, jóvenes y viejos, necesitamos orar de tal manera. Esto resultará en que estemos activos, frescos y nuevos.

  Yo no puedo descansar hasta que vea a los santos estimulados por el Espíritu y el fuego en sus espíritus avivados. Todos debemos ser estimulados por el Señor, y también necesitamos avivar el fuego de nuestro espíritu (2 Ti. 1:6). Un cristiano normal es uno que está lleno del Espíritu. No debemos ser “llantas desinfladas”. Debemos ser un pueblo lleno del Espíritu por dentro y por fuera, esencial y económicamente. La Biblia nos dice que cuando el pueblo de Dios se reúne, ellos no deben venir meramente con voz de júbilo sino que aun con una algarabía (Sal. 100:1). Cuando algunos de los santos hablan, lo hacen en una forma muy solemne. Pero si hablaran con exultación, serían normales. Para esto necesitamos ser llenos interiormente del Espíritu Santo.

  Hechos 13:52 dice que los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo. Ellos estaban llenos del Espíritu por dentro. Después, Hechos 4:31b indica que ellos también estaban llenos del Espíritu por fuera. En ese momento varios oraron juntos en unanimidad. Finalmente, todos fueron llenos por fuera. Ellos volvieron a experimentar el derramamiento del Espíritu. En Hechos, los discípulos experimentaron el derramamiento del Espíritu una y otra vez (2:1-4; 4:31; 9:17; 10:44; 13:9; 19:6).

LA CONDICION: NOS AMAMOS UNOS A OTROS EN UNIDAD Y EN UNANIMIDAD

  La condición de los grupos vitales es que nos amemos unos a otros en unidad y en unanimidad (Jn. 13:34-35). Amarse unos a otros parece ser muy común. Sin embargo, debemos admitir que a pesar de que nos amamos unos a otros, puede ser que no nos amemos mucho. Debido a que nos reunimos día tras día y año tras año, con seguridad sentimos afecto el uno por el otro, pero la condición de amarnos los unos a otros en los grupos vitales debe ser mucho más que esto. Necesitamos amarnos unos a otros, reuníendonos en amor mutuo.

  No sólo nos amamos unos a otros, sino que nos amamos unos a otros en unidad y en unanimidad. En Juan 17 el Señor Jesús dijo que cuando Sus discípulos fueran uno en el Dios Triuno, todo el mundo creería que El fue enviado por el Padre (vs. 21, 23). Así se gana la gente. Algunas veces cuando vamos a visitar en grupos de dos o tres, los que visitamos se den cuenta de que no hay unidad entre nosotros. Y el resultado es una falta de impacto. Pero si dos o tres de nosotros vamos como un solo hombre, se darán cuenta de que hay un poder dinámico entre nosotros. Será un impacto, y serán convencidos.

  En Juan 13:34-35 el Señor Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos con los otros”. Al amarnos unos a otros todo el mundo sabrá que somos los discípulos del Señor. Este es un verdadero impacto. Sin que digamos nada, la gente se convencerá porque verá el amor que tenemos los unos a los otros en unidad y unanimidad. En toda la tierra, en cada sociedad todos sabemos que dondequiera que las personas se agrupan, hay luchas y peleas. Dondequiera que hay un grupo de personas, habrá debates, argumentos y disputas. Pero cuando otras personas están entre nosotros y somos verdaderamente uno, se preguntarán que es lo que nos hace uno. El Señor Jesús es la persona viviente que nos ha hecho uno. Nuestra unidad es el testimonio más firme de que somos el pueblo de Jesús. Somos los discípulos de Aquel que nos ha hecho uno.

  Estos son los términos y condiciones para que ganemos gente. Sin importar lo mucho que otros se nos opongan, si somos tales personas, nada puede impedirnos que ganemos el crecimiento adecuado.

COMUNION PRACTICA EN CUANTO A LOS GRUPOS VITALES

La necesidad del liderazgo

  Al formar los grupos, no debe haber más de siete u ocho miembros en cada grupo. A pesar que no me gusta el asunto del liderazgo, después de muchos años descubrí por experiencia y con la confirmación de la Biblia que sin el liderazgo nadie puede ser agrupado con otros adecuadamente. El liderazgo es necesario. Debido a esto, el Señor Jesús nombró a los doce apóstoles (Mt. 10:1-4; Mr. 3:13-19; Lc. 6:12-16). Después de la ascensión del Señor, los doce apóstoles permanecieron en la tierra. La única manera en que ellos pudieron permanecer en la tierra para ver el testimonio del Señor fue ser agrupados orgánicamente.

  El apóstol Pablo era una persona muy espiritual y actuaba de manera orgánica en todo, pero en la práctica él nombró ancianos en cada ciudad para cada iglesia (Hch. 14:23; Tit. 1:5). Luego, en 1 Timoteo 3 él enseñó acerca del nombramiento de los ancianos y los diáconos. Por lo tanto, según lo que hemos aprendido, los líderes son necesarios. No debemos tener un rey, pero es necesario tener dos líderes por grupo. Dos líderes acoplados traerán más provecho.

La necesidad de un arreglo práctico

  También necesitamos el debido arreglo práctico. Como principio en esta tierra, dondequiera que algo es arreglado debidamente, habrá un buen resultado. Tenemos las verdades más elevadas. Si no tenemos éxito en nuestra práctica, será una vergüenza. Por supuesto, debemos orar mucho. Debemos depender de Dios, del Señor, del Espíritu Santo y de la vida divina, pero al mismo tiempo no debemos olvidar el principio neotestamentario de la encarnación. El principio de encarnación consiste en que todo lo relacionado con los intereses de Dios tiene que ser hecho por Dios a través del hombre y por el hombre con Dios. Nuestro agrupamiento tiene como fin cumplir nuestras responsabilidades humanas.

  Nos hemos entregado totalmente al recobro del Señor. Por lo tanto, tenemos que encontrar la manera de satisfacer las necesidades del Señor. Si no lo hacemos, le deberemos algo al Señor. Nuestra práctica de los grupos vitales no significa que estamos cambiando nuestra manera. Todavía confiamos en el Señor, y todavía creemos en el Espíritu, en la Palabra y en la vida divina. Confiamos en estos tres para la edificación de la iglesia, pero se necesita la parte humana.

  Cuando Dios creó al hombre, formó su cuerpo de barro (Gn. 2:7). Ese cuerpo era una organización, ya que en ese momento no había vida en el cuerpo. Entonces Dios sopló en este cuerpo el aliento de vida, haciendo el cuerpo orgánico. Entonces el hombre llegó a ser un organismo viviente. Este organismo tiene un aspecto físico y visible. Hoy en día la iglesia como entidad tiene al Dios Triuno por dentro como el elemento orgánico, y también tiene un arreglo exterior apropiado como su aspecto físico y visible. Aunque yo enseñé mucho en cuanto a las reuniones de grupo, durante los últimos tres años no he visto suficiente resultado en nuestra práctica. Después de estudios adicionales me di cuenta de que estamos cortos por el lado físico, el de tener un arreglo práctico apropiado.

Principios para el agrupamiento de los santos

  Al agrupar a los santos, no necesitamos seguir legalidades. Podemos agrupar a los santos conforme al Espíritu y según la situación. En ciertas ocasiones podría ser más conveniente agrupar a los santos geográficamente. Sin embargo, puede ser que en algunas situaciones esa manera no dé el mejor resultado. Podría ser mejor agrupar a los santos según la situación, tomando en consideración factores tales como geografía, edad, rango, carácter y condición espiritual. En algunas situaciones agrupar a los jóvenes con los mayores tal vez no ayude a los jóvenes, pero en otras circunstancias agrupar a los jóvenes con algunos santos mayores ayudará a vivificar a los más jóvenes. No sería bueno agrupar siete personas de carácter débil, tampoco sería bueno agrupar a muchas personas de carácter fuerte. Al agrupar a los santos, los ancianos necesitan estudiar la situación de todos los santos.

  Todas las preferencias deben ser anuladas al formar los grupos. Según nuestra experiencia, algunos de los santos tienen una marcada preferencia a estar juntos. Sin embargo, debemos darnos cuenta de que un grupo en particular puede estar junto por sólo seis meses. Después de seis meses los grupos deben aumentar al grado que necesiten dividirse en dos. Por lo tanto, debemos olvidar nuestras preferencias. En algunos casos si un esposo y su esposa son puestos en diferentes grupos, serán reavivados y estarán más capacitados para ayudar a otros. Necesitamos considerar todos estos asuntos, y necesitamos aprender. En cierto sentido, en la vida de iglesia los esposos y las esposas no son parejas sino miembros individuales del Cuerpo. Necesitamos estar coordinados basados en el simple hecho de que somos miembros del Cuerpo y no en las relaciones naturales que tengamos. En la casa, los esposos y las esposas son parejas, pero en la iglesia son miembros individuales, independiente de su estado civil. En nuestras casas disfrutamos de nuestra vida de casados, pero cuando venimos a la iglesia, todos somos miembros del Cuerpo. En la iglesia disfrutamos de la vida de iglesia. Este debe ser el principio que tomemos. De lo contrario, los grupos no prevalecerán.

  Es mejor que los caucásicos se agrupen con otros caucásicos. Aquellos de otras razas pueden también ser agrupados conforme a la raza y al idioma. Además, podemos tener un grupo general de habla inglesa, incluyendo aquellos de diferentes razas que puedan hablar bien el inglés. Como sea posible sería mejor mantener a los caucásicos separados para servir el propósito particular de ganar más caucásicos.

La relación de los grupos vitales con la vida de iglesia actual

  Debemos entender claramente que las reuniones de los grupos vitales no deben interferir con la vida de iglesia actual. Respetamos y honramos la vida de iglesia actual. Si es posible aquellos que están en los grupos vitales deben asistir a las reuniones de la iglesia, principalmente a la mesa del Señor y a la reunión de profecía en la mañana del día del Señor, y a la reunión de oración. Sin embargo, puede ser que no sea práctico que aquellos que están en los grupos vitales asistan a las reuniones de grupos existentes, porque se estarán reuniendo por lo menos una vez por semana en los grupos vitales.

EL ENTRENAMIENTO PARA LOS GRUPOS VITALES

  Aquellos que asisten a las reuniones de entrenamiento para los grupos vitales deben ser puntuales. Además, cuando vengan a las reuniones deben orar en forma audible. No deben venir a las reuniones a sentarse y a permanecer callados. Tendremos mucha oración; ésta es nuestra verdadera necesidad. En nuestra vida cristiana, nada puede tocar nuestra vida, abrir nuestros ojos e introducirnos a la realidad de lo que Cristo es tanto como la oración. Necesitamos orar. Entre nosotros no hay escasez de la Palabra de Dios. Sin embargo, me molesta continuamente nuestra falta de oración. En las reuniones de entrenamiento cada miembro debe funcionar orando. El tercer requisito de un aprendiz es que cada uno debe hablar en las reuniones de entrenamiento.

  Después de cuatro meses de entrenamiento en cuanto a las reuniones de grupo, cada grupo estará listo para actuar. Cada grupo será un pequeño ejército. Lo primero que debemos hacer es salir a ganar nuevos creyentes. Sin nuevos, no tenemos en quién laborar. Esta vez no ganaremos los nuevos de una manera rápida, ni tampoco los bautizaremos apresuradamente. Como mencioné antes, cada día del Señor los grupos pueden juntarse para tener una reunión a una hora distinta, separada de la reunión regular de la iglesia. Durante esas reuniones podemos bautizar los nuevos en el bautisterio de la iglesia. Esto hará que el bautismo de los nuevos sea algo más sublime y lleno de peso espiritual. Después del bautismo, podemos tener la mesa del Señor.

  Nuestro éxito en tener un comienzo definitivo en la práctica de los grupos vitales dependerá de nuestra fidelidad. Necesitamos ser fieles en coordinar con el Señor con el objeto de estar a Su nivel. Entonces el Señor tendrá una vía libre para obrar. Si en todas las iglesias un buen número de santos son adiestrados para tomar esta manera y seguir adelante en una manera entrenada, con seguridad ganaremos el aumento adecuado.

  Oración final: Señor, gracias porque podemos estar a Tu mismo nivel en Tu mover. Señor, danos una rica bendición y envíanos la lluvia que necesitamos. Vamos a cultivar el suelo y a sembrar la semilla. Ciertamente, necesitamos Tu lluvia, la lluvia tardía y la lluvia temprana en su debido tiempo. Amén.

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