
Algunos de los que han servido en la iglesia por muchos años no saben cómo guiar o ayudar a los hermanos que recién comienzan a servir a tiempo completo a que aprendan las lecciones delante del Señor y sean equipados adecuadamente. Por consiguiente, los tres puntos que mencionaremos a continuación pueden considerarse instrucciones en cuanto a cómo guiar a los jóvenes en su servicio.
Si una persona joven se gradúa de la universidad y desea aprender a servir a tiempo completo, lo primero que debe aprender es la verdad. Cada mañana, los que sirven a tiempo completo deben dedicar mucho tiempo a aprender la verdad usando la Versión Recobro del Nuevo Testamento con sus notas de pie de página y referencias paralelas, y también valiéndose de los mensajes del Estudio-vida. Si ellos dedican cuatro horas cada mañana para hacer esto, podrán estudiar el Nuevo Testamento una vez en dos años. Esta manera de equiparse es muy necesaria.
En segundo lugar, los que sirven a tiempo completo deben aprender a predicar el evangelio. No solamente ellos deben saber cómo predicar el evangelio, sino que además deben ayudar a los santos a que abran sus hogares para la predicación del evangelio, incluso al grado de “obligarlos” a que todos abran sus hogares. Para hacer esto de una manera adecuada se requiere que estos hermanos que sirven a tiempo completo usen sabiduría. Tenemos que encontrar la manera de ayudar a los santos a fin de que abran sus hogares, sin importar si ellos son fuertes, débiles o si han dejado de reunirse por un buen tiempo. Luego, tenemos que ayudarlos a que inviten a sus parientes, vecinos, colegas y compañeros de clase, y también darles orientación en cuanto a cómo predicar el evangelio. Ellos no deben pedirle a los ancianos y colaboradores que vayan y prediquen el evangelio, sino que ellos mismos deben realizar esta labor. Una vez que hablen, serán vitalizados y sentirán interés por proseguir, aprender y ser equipados. La mejor forma de recobrar a los santos, en especial a aquellos que han dejado de reunirse por algún tiempo, es pedirles que prediquen el evangelio a otros. Una vez que hablen, sus corazones fríos serán avivados, y espontáneamente asistirán a las reuniones.
Tercero, los que sirven a tiempo completo deben aprender a tener reuniones de grupos pequeños. La iglesia debe dividirse en pequeños grupos de ocho a doce santos por grupo. Los hermanos que sirven a tiempo completo deben aprender a dirigir un grupo pequeño. El secreto para ello es que usted no sea quien hace todo; más bien, únicamente debe ayudarlos a formar el grupo. Luego, debe discutir con ellos cómo cuidar de la reunión de grupo y cómo cuidar de los santos. En cuanto al principio de cómo formar los grupos, no se debe agrupar a los santos según su condición espiritual; antes bien, agrúpelos según sus límites geográficos. Por ejemplo, si hay ocho santos que viven en el vecindario de cierto hermano, usted puede decirles que se reúnan juntos para formar un grupo. En cuanto a dónde deben reunirse, ellos podrían rotarse entre los diferentes hogares una vez que hayan decidido entre ellos y llegado a un acuerdo en cuanto a qué secuencia apropiada tener para efectuar la rotación.
Lo mejor es no usar el título “el responsable del grupo”. Tampoco le pida a nadie en particular que asuma el liderazgo. En lugar de ello, deje que todos los que conforman el grupo tomen la iniciativa y asuman la responsabilidad del grupo. Aunque el hermano que sirve a tiempo completo es quien brinda ayuda al grupo pequeño, él no es quien convoca la reunión ni el que asume el liderazgo. Todos los miembros del grupo deben encargarse y asumir la responsabilidad de todos los asuntos y decisiones que competan al grupo.
Hay por lo menos mil santos en el área metropolitana de Manila. Estos mil santos deberían establecer cien grupos pequeños. Primero, ustedes deben tomar un “censo” apropiado, localizando a todos los santos según las tarjetas de información de cada uno de ellos. Luego, sin importar cuál sea la condición espiritual de ellos, debe acomodarlos en grupos. El contenido de este vivir de los grupos pequeños puede incluir la predicación del evangelio, la alimentación y la edificación. Si el número de personas en un grupo aumenta, pueden dividirse en dos grupos. De esta manera, la iglesia espontáneamente se multiplicará y crecerá.
Por lo tanto, los que sirven a tiempo completo principalmente tienen que hacer estas tres cosas: aprender la verdad, predicar el evangelio y conducir los grupos pequeños. Conducir los grupos pequeños es, de hecho, alimentar a los corderos. En Juan 21 cuando el Señor habló de alimentar a los corderos, Él usó diferentes palabras, para mostrarnos que debemos edificar de manera diferente a las diferentes clases de personas. En el versículo 15 dijo: “Apacienta Mis corderos”; en el versículo 16 dijo: “Pastorea Mis ovejas”, y en el versículo 17 resumió todo, diciendo: “Apacienta Mis ovejas”. La palabra corderos denota corderitos, refiriéndose específicamente a corderos cada uno por separado, mientras que la palabra ovejas denota un rebaño, lo cual se refiere a la iglesia (Jn. 10:14, 16; Hch. 20:28). Alimentar significa brindar a otros el suministro de vida, nutriéndolos con las riquezas de la vida divina; pastorear, por su parte, está relacionado con la edificación. Nosotros pastoreamos a los santos alimentándolos con miras a la edificación de la iglesia (Mt. 16:18; 1 P. 2:2-5). Hoy en día hay muchos corderos en la iglesia. En particular, todos los hermanos y hermanas que no se están reuniendo de forma regular son corderos. Hay también algunos que se han estado reuniendo regularmente durante veinte años, pero no han crecido; éstos son los “corderos viejos”. Todos los hermanos que sirven a tiempo completo deben aprender a pastorear estos corderos, a recobrarlos y a suministrarles la leche de la palabra dada sin engaño para que poco a poco puedan crecer en la vida divina. Luego, aquellos que sirven a tiempo completo deben seguir pastoreándolos hasta que puedan ser edificados para morada de Dios en el espíritu (Ef. 2:22).
Estas tres cosas que ya mencionamos, no solamente los que sirven a tiempo completo deben aprenderlas, sino también todos los santos. En primer lugar, todos ustedes deben aprender la verdad. Esto requiere que ustedes paguen un precio y se esfuercen por estudiar detenidamente. Una vez les pregunté a los ancianos cuál era el significado de Jesús y el significado de Cristo. Parecía como si todos ellos fueran neófitos, pues ninguno fue capaz de darme una respuesta clara. Puesto que todos nosotros hemos estado sirviendo en la iglesia por muchos años, no debiéramos tener entre nosotros algunos que todavía son neófitos. Supongamos que usted enseña inglés a un grupo de estudiantes, pero al final algunos de ellos no han aprendido nada, mientras que otros sólo han aprendido la mitad de todo. ¿Seguiría usted enseñándoles? La mayoría de las iglesias en el recobro del Señor se encuentran actualmente en esta situación. La mayoría de los santos ha aprendido sólo la mitad de las verdades, así que al final nadie ha aprendido las verdades de una manera completa. Por consiguiente, no hay forma de edificar el servicio ni tampoco hay forma de que el Señor pueda avanzar.
Ahora que se han publicado todos los mensajes del Estudio-vida del Nuevo Testamento, espero que todas las iglesias usen este juego de libros como base para su estudio y que promuevan en gran manera el aprendizaje de la verdad. En todas las iglesias tenemos que ayudar a todos los santos a que estudien la Versión Recobro del Nuevo Testamento, en especial las notas de pie de página, de una manera concienzuda y cabal. Esto sin duda será una gran tarea. En el pasado nos parecía que no teníamos nada que hacer. En realidad era porque no hacíamos nada ni queríamos hacer nada. Y aun cuando realmente queríamos hacer algo, no encontrábamos la forma de hacerlo, y perdíamos el interés de hacer cualquier cosa. Sin embargo, ahora se nos ha presentado claramente el camino que debemos seguir; todo depende de si estamos dispuestos a pagar el precio o no. Si estamos dispuestos a pagar el precio, les aseguro que en tres o cinco años toda la iglesia habrá progresado muchísimo en el aprendizaje de la verdad.
En segundo lugar, tenemos que alentar a todos los santos a que prediquen el evangelio de casa en casa. Esto será muy eficaz. Todos los que sirven a tiempo completo deben aceptar la carga de hacer esto. Cuando vayan a hablar a los santos al respecto, no hablen con los hermanos primero porque la mayoría de ellos les dirán que no tienen tiempo. Así que, deben contactar a las hermanas, quienes probablemente aceptarán la carga con mas facilidad debido a que tienen un corazón más tierno y sensible. Lo mismo se aplica al asunto de los grupos pequeños: es mejor trabajar primero con las hermanas. Una vez que el fuego en ellas arda, éste se propagará a los hermanos, y finalmente todos los hogares estarán abiertos.
También, debemos realizar una buena obra en las universidades. Debe haber algunos que prediquen el evangelio a los estudiantes universitarios de todas las universidades. Ésta es una obra crucial. Asimismo debemos realizar la obra con los niños de una manera muy seria, por cuanto los niños son el futuro de la iglesia. Podríamos considerar predicar el evangelio primero a los niños. Luego, además de ganar los niños de los santos, debemos también ganar algunos incrédulos. Esta obra es muy valiosa. Si se establecen apropiadamente estos cinco asuntos —promover la enseñanza de la verdad, predicar el evangelio de casa en casa, pastorear en las reuniones de grupo, realizar la obra en las universidades y llevar a cabo la obra con los niños—, la vida de iglesia será viviente y saludable, y ciertamente crecerá y se multiplicará.
A fin de servir, todos debemos ser equipados con la verdad, y en particular, todos debemos familiarizarnos con el Nuevo Testamento. Todos los que tienen el deseo de servir a tiempo completo deben equiparse por completo estudiando a fondo los mensajes del Estudio-vida. De lo contrario, cuando vayan a establecer la obra, a pastorear a las personas y a hablarles, no tendrán nada que decir.
En este asunto los colaboradores deben tomar la iniciativa. No obliguen a los santos a que lean los Estudios-vida; no obstante, todos los colaboradores deben leer a fondo los mensajes del Estudio-vida. En los Estados Unidos todos los doctores y enfermeras de los hospitales tienen que dar exámenes cada año. En Taiwán algunas organizaciones también les exigen a sus empleados dar exámenes anuales. Nosotros nunca le hemos dado exámenes a los colaboradores, por lo que, nadie sabe a ciencia cierta si ellos son competentes en el asunto de la verdad. Parece que una vez que una persona llega a ser un colaborador, obtiene un trabajo muy seguro, del cual nadie puede despedirlo. Algunos colaboradores incluso piensan que por el hecho de servir a tiempo completo son una clase especial de personas y que todo el mundo tiene que escucharlos. Es inapropiado y está mal que piensen de esta manera. De ahora en adelante no permitiremos que esta situación continúe. Todo el que desee ser un colaborador o que desee continuar siendo un colaborador debe pasar un examen completo cada año.
Muchos cristianos reconocen que las iglesias del recobro del Señor son las que mejor conocen la verdad. Sin embargo, tenemos que preguntarnos cuántos de nosotros somos así. De hecho, la mayoría de los santos no conocen mucho de la verdad. Por consiguiente, espero que el Señor en Su gracia despierte las iglesias de todo el mundo para que se levanten y busquen la verdad. Tengo la certeza de que si durante tres o cinco años nos esforzamos para que esto suceda, los santos serán avivados como resultado de estudiar la Palabra. Esto traerá un gran avivamiento a toda la tierra.
Espero que podamos fomentar en la vida de iglesia una atmósfera en la que todos busquemos la verdad. De ahora en adelante, no debe haber más conversaciones vanas en los hogares de los santos. Aun cuando ellos conversen, deberán también estudiar la verdad. Por ejemplo, si uno va a la casa de alguno de los santos, en lugar de saludarlo y preguntarle: “¿Cómo estas?”, debería preguntarle: “¿De qué habla la genealogía de Mateo 1?”. Quizás podríamos hacerle otra pregunta: “¿Sabías que hay tres nombres muy importantes en la genealogía de Mateo 1? Son Abraham, David y María. Éstas son las tres personas cruciales que produjeron a Cristo”. Asimismo, al encontrarnos con algún otro santo en la calle, en vez de hablar con él de otras cosas, deberíamos preguntarle: “¿Qué versículo del Evangelio de Juan dice que el Señor es comestible?”. De este modo, en una conversación de sólo dos minutos ambos refrescarán la memoria, serán abastecidos y se nutrirán el uno al otro. Tenemos que cambiar la atmósfera y animar a los hermanos y hermanas a leer los Estudios-vida. Aun cuando estén ocurriendo eventos que nos afecten como nación, como por ejemplo, el tiempo de elecciones, debemos evitar hablar de ello. Los que pertenecen a César que se ocupen de los asuntos de César. Como aquellos que pertenecen a Dios, nosotros debemos ocuparnos de los asuntos de Dios (Lc. 20:25).
Una vez una pareja de casados me hospedaron en su casa. Ellos eran chinos que vivían fuera de China y jamás habían estudiado en una escuela china, pero hablaban muy bien el chino. La hermana me dijo que al reunirse y haber escuchado los mensajes en el recobro del Señor durante un buen tiempo, ella había aprendido muy bien el idioma chino. Sin embargo, al escuchar su comunión, me di cuenta de que ella no conocía muy bien la verdad. Finalmente, cuanto tuve la oportunidad le dije: “Me siento muy agradecido por haberme dado hospitalidad y por haberme mandado a hacer tres o cuatro trajes, pero al mismo tiempo me siento muy preocupado por su condición espiritual. Espero que la próxima vez que venga podamos compartir acerca de la verdad”. Todos debemos hacer esto para estimular a los corderos de nuestro grupo pequeño. No tengan temor de ofender a los demás. Tal vez ofendamos a alguien hoy o mañana, pero a la postre él o ella se sentirá agradecido con nosotros.
Alguien podría preguntar si es necesario seguir cierta secuencia al procurar la verdad o si el método de enseñar, memorizar, examinar y orar, que hemos usado en el pasado es la manera apropiada de estudiar. Otros podrían preguntar si es apropiado que los que sirven a tiempo completo estudien materiales relacionados con el evangelio, como por ejemplo, Gospel Outlines [Bosquejos sobre el evangelio], a fin de predicar el evangelio. En realidad, con respecto a procurar la verdad lo importante no es qué libro estudiemos. Podríamos estudiar Mateo, Romanos o Apocalipsis. Básicamente, cada uno de los libros del Nuevo Testamento es todo-inclusivo, pues todos ellos hablan principalmente acerca de Cristo y la iglesia. Por consiguiente, al procurar la verdad no necesitamos seguir una secuencia definida. Lo más crucial es que estemos dispuestos a dedicar el debido tiempo para estudiar. Los que sirven a tiempo completo deberían dedicar cuatro horas cada mañana para estudiar. Entonces podrían terminar todo el Nuevo Testamento en dos años. Los santos que tienen el corazón para buscar la verdad pueden dedicar al menos una hora al día, con lo cual podrían terminar todo el Nuevo Testamento en ocho años. Tal vez a algunos les parezca que ocho años es demasiado tiempo, pero una vez que terminen, no sentirán que fue tan largo. Recuerden que ustedes pueden empezar con cualquier libro. Lo más importante es que estén dispuestos hacer un esfuerzo y a continuar con perseverancia.
En cuanto a libros tales como Gospel Outlines, podemos estudiarlos si les sobra el tiempo. No obstante, sí tienen que poner todo empeño en el estudio de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los Estudios-vida. Después que hayan terminado todos los Estudios-vida, podrían empezar a estudiar los materiales relacionados con la predicación del evangelio. Si han estudiado a fondo los Estudios-vida, podrán ocuparse de todos los servicios de la iglesia. En cuanto a cómo guiar a los santos, deben concentrarse en cómo hacer que los santos lleguen a estar constituidos de la verdad y sean capaces de presentar la verdad de una manera clara y lógica. Tomemos por ejemplo el libro de Romanos. Todo este libro se puede dividir en cuatro estaciones, de cuatro capítulos cada una. Esto ha sido presentado claramente en los Estudios-vida, y ustedes deben aprovechar estos mensajes para que los ayuden a memorizar estos puntos principales.
El libro de Romanos tiene cuatro estaciones. Los capítulos del 1 al 4 componen la primera estación, que es la justificación. Los capítulos del 5 al 8 componen la segunda estación, la estación de la santificación. Los capítulos del 9 al 12 componen la tercera estación, la estación del Cuerpo de Cristo, porque el capítulo 12 dice que los creyentes, en su condición de miembros, llegan a ser un solo Cuerpo. Los capítulos del 13 al 16 conforman la última estación, la estación de la vida de iglesia, porque el capítulo 16 habla de las iglesias locales en distintos lugares, tales como la iglesia en Cencrea, la iglesia en la casa de Prisca y Aquila, y las iglesias de los gentiles.
En los pasados diecinueve siglos muchos han estudiado Romanos, pero ninguno llegó a decir que la última estación de este libro trata de las iglesias locales. El libro de Romanos es acerca del evangelio de Dios (1:1-4). Como pecadores que somos, necesitamos la justificación y luego la santificación. La santificación es la transformación, que nos constituye en el Cuerpo de Cristo. Este Cuerpo se expresa como iglesias en diferentes localidades. Éste es el tema de Romanos. El Estudio-vida de Romanos se centra en esta línea y habla de numerosas verdades con mucha claridad. Ahora todo el Estudio-vida del el Nuevo Testamento ha sido completado. Tenemos que alentar a las iglesias de todo lugar a que estudien detenidamente estos mensajes del Estudio-vida, ya que dichos mensajes contienen muchísimos diamantes.
Por ejemplo, aunque todos hemos leído Romanos 8, tal vez no estemos claros de que tema trata. Ahora, tenemos el Estudio-vida de Romanos, que nos dice claramente que el tema de Romanos 8 es el Dios Triuno que se imparte a Sí mismo en el hombre tripartito. Si le preguntáramos a Martín Lutero cuál es el tema de Romanos, nos diría que Romanos habla acerca de la justificación. Su explicación no iría más allá de la primera estación. Es por esto que todos tenemos que aprender diligentemente la verdad. Esto es lo que quieren decir los chinos cuando dicen: “Leer es siempre beneficioso”. Mientras abramos los mensajes del Estudio-vida y los estudiemos cada día, no importa qué capítulos o versículos abarquen, ciertamente recibiremos beneficio.
Por la gracia del Señor, ya hemos traducido los mensajes del Estudio-vida a muchos idiomas. Ésta es la manera apropiada de propagar la verdad. Sin embargo, no sólo debemos propagar los mensajes del Estudio-vida como literatura a otros países, sino que además debemos propagarlos a los hogares de los santos. Todos los santos entre nosotros deben tener los Estudios-vida exhibidos en algún lugar de su casa, como por ejemplo en la mesa de la sala o en su mesa de noche. De esta manera florecerá entre los santos la atmósfera de buscar la verdad.
Hoy en día la razón por la cual el evangelio del Señor no ha podido propagarse es que no conocemos la verdad. La verdad es el evangelio. Si exponemos la verdad en todo lugar, en realidad estaremos predicando el evangelio en todo lugar. Toda la Biblia es el evangelio de Dios, pero pareciera que no entendemos esto. Ahora tenemos que cambiar esta situación, de manera que todos los santos entre nosotros sepan presentar la verdad y predicar el evangelio. Esto le proveerá al Señor un camino amplio para llevar a cabo Su deseo.
Los colaboradores en especial tienen que estar constituidos de la verdad a tal grado que se “olviden” de los cielos, de la tierra, de quiénes son y de cuántos hijos tienen. Únicamente deben conocer la Biblia, los mensajes del Estudio-vida y las explicaciones que dan las notas de pie de página de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Si entre nosotros hubiera cien colaboradores que verdaderamente conocieran la verdad y la expusieran todos los días en las reuniones y en los hogares de los santos, esto no sólo cambiaría la atmósfera de la iglesia, sino que incluso sacudiría toda la sociedad. Si lo santos tienen los mensajes del Estudio-vida por todas partes en sus hogares, su condición espiritual será reavivada notablemente. Si ellos tienen la palabra del Señor, les será imposible no ser reavivados. Esta clase de situación no es difícil de lograr. Mientras estemos dispuestos a tomar la iniciativa de alentar a toda la iglesia a que lea y absorba lo que han leído, definitivamente se producirá un avivamiento.
Algunas personas dicen que no es fácil leer la Palabra porque a menudo se olvidan de lo que han leído. Además dicen que si tuvieran que leer los mensajes del Estudio-vida, les resultaría aún más difícil. No están equivocados en lo que dicen; a fin de llegar a estar constituidos de la verdad definitivamente hay que pagar un precio. No obstante, la manera en que una persona estudia, puede diferir de la manera en que otra lo hace. Si queremos estar constituidos de la verdad, tenemos que aprender ciertos secretos. Tomemos, por ejemplo, aprender el idioma inglés. A pesar de que yo estudié inglés por sólo dos o tres años en mi juventud, tuve un método apropiado para estudiarlo. Como resultado, obtuve una gran ventaja a cuanto al aprendizaje del inglés. Por ello, pude entender la Biblia en inglés. Ahora puedo entender cualquier libro en inglés. Si encuentro algunas palabras que no conozco, únicamente busco esas palabras en el diccionario. Todo esto se debe al estudio apropiado que aprendí en mi juventud. Lo mismo se aplica al hecho de estudiar la verdad. Cada uno de los libros de la Biblia contiene el espíritu de su escritor. Por un lado, tenemos que estudiar a fondo el significado de las palabras; por otro, tenemos que conocer el espíritu del escritor.
En segundo lugar, mientras estudiamos la verdad no debemos aislarnos de los demás. Tenemos que salir a visitar y debemos tener comunión con las iglesias. Hay un proverbio chino que dice: “Viajar diez mil millas es mejor que leer diez mil libros”. La comunión amplía nuestros horizontes. Por ejemplo, si estudiamos Romanos, y la iglesia en Taipei también está estudiando Romanos, entonces podemos ir a visitar a los santos y por medio de la comunión recibimos ayuda de ellos.
En tercer lugar, tenemos que aprender a usar libros de referencia y concordancias que sean apropiados. Por ejemplo, la Concordancia exhaustiva de la Biblia de Strong’s ha identificado y le ha asignado un número a más de 5,600 palabras griegas que se usan en el Nuevo Testamento. Hasta la fecha, casi todos los expositores de la Biblia y aquellos que procuran conocer más la verdad usan este libro. El Theological Dictionary of the New Testament [Diccionario teológico del Nuevo Testamento] de Gerhard Kittel y el New Testament Word Study [Estudio de palabras del Nuevo Testamento] de Henry Alford, contienen un profundo análisis del significado y uso de todas las palabras más importantes del Nuevo Testamento. Tenemos que aprender a usar estos libros de referencia. Cuarto, si es posible, es mejor aprender griego, que es el idioma en que fue escrito el Nuevo Testamento. Si podemos entenderlo, esto nos ayudará mucho en nuestro estudio de la verdad.
El Señor Jesús dijo que la verdad nos hará libres (Jn. 8:32). Hay luz en la verdad, y una vez que recibimos la luz, somos liberados. En la época del Señor Jesús, los fariseos y los intérpretes de la ley también leían el Antiguo Testamento, pero estudiaban únicamente la letra sin recibir la luz de la verdad. Sin embargo, una vez que el Señor Jesús daba la explicación, la verdad era revelada. Por ejemplo, hubo un grupo de saduceos que no creían que hubiera tal cosa como la resurrección, y fueron a hacerle una pregunta al Señor. El Señor les dijo que en Éxodo 3:6, en la sección que habla sobre la zarza ardiente, Moisés dijo claramente que Dios es el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. El Señor luego añadió diciendo que Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos (Mr. 12:18-27; Lc. 20:27-38). Puesto que Dios se hacía llamar el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, esto demuestra que Abraham, Isaac y Jacob, quienes murieron, resucitarán. Este ejemplo nos muestra que el conocimiento que el Señor Jesús tenía de la verdad y la luz de las Escrituras era muy completo, y que la manera en que exponía las Escrituras no era según la letra, sino según la vida y el poder implícitos en ellos. Esto es también el enfoque de los Estudios-vida. Así pues, debemos hacer todo lo posible por leer la Biblia y estudiar los Estudios-vida a fin de conocer la verdad.
Así que, no debemos preocuparnos por la falta de material ni por la mejor manera de buscar la verdad. Lo único que necesitamos es estar dispuestos a dedicar el debido tiempo y esfuerzo a este asunto. Si todos nos levantamos a estudiar la verdad y a conocer al Señor e ir en pos de Él, esto producirá un avivamiento en la iglesia, que será grandioso, verdadero y perdurable.