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Mensajes del libro «Watchman Nee — Un siervo que recibió la revelación divina en esta era»
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CAPITULO VEINTE

REVELACIONES QUE RECIBIO WATCHMAN NEE

  Watchman Nee creía plenamente en la fe bíblica fundamental que sostienen los creyentes auténticos. El creía que la Biblia es inspirada por Dios y es Su Palabra santa; que Dios es trino: Padre, Hijo y Espíritu; distintamente tres, y a la vez uno; que los tres existen simultáneamente y moran el uno en el otro de eternidad a eternidad; que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que es Dios encarnado como hombre con vida humana y también vida divina, que murió en la cruz para efectuar la redención, que al tercer día se levantó corporalmente de entre los muertos, que ascendió a los cielos y fue entronizado, coronado de gloria, y hecho Señor de todos; que regresará por segunda vez para recibir a Sus seguidores, salvar a Israel y establecer Su reino por mil años sobre la tierra. El creía que todo el que cree en Jesucristo es perdonado por Dios, lavado por Su sangre redentora, justificado por la fe, regenerado por el Espíritu Santo y salvo por gracia; que todo creyente es hijo de Dios y miembro del Cuerpo de Cristo; que el destino de cada creyente es formar parte integral de la iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo y la casa de Dios.

  Aparte de estos cinco aspectos básicos de la fe cristiana, Watchman Nee recibió más luz y una revelación clara del Señor acerca de cincuenta y tres otras enseñanzas bíblicas, las cuales son decisivas para entender la fe cristiana y practicarla plenamente.

DE 1920 A 1932

1. La certeza de ser salvo

  Una de las primeras revelaciones que recibió Watchman Nee fue la certeza que el creyente tiene de ser salvo. En esos días en toda China, los grupos cristianos en raras ocasiones enseñaban que la salvación era segura. No obstante, Watchman Nee entendía perfectamente este tema y predicaba el evangelio a los creyentes para ayudarles a tomar consciencia de que eran salvos. Pudo demostrar basándose en la Palabra escrita que el creyente puede estar absolutamente seguro de su salvación. Ayudaba a los que dudaban, conduciéndoles a que tomaran Juan 3:16 y lo digirieran hasta entenderlo claramente y hasta que supiesen con certeza que nunca perecerían. También les indicaba que el Espíritu de Dios moraba en ellos y les daba testimonio junto con su espíritu de ser hijos de Dios (Ro. 8:16). Les demostraba usando 1 Juan 3:14 que uno podía tener la seguridad de la salvación; dicho versículo dice: “Sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos”.

2. La distinción entre la gracia y la ley

  En aquellos días, la mayoría de los creyentes no sabían con certeza que eran salvos, porque no conocían la diferencia entre la gracia y la ley. Watchman Nee recibió una clara revelación de parte del Señor de que la salvación se recibe por gracia solamente, no por las obras de la ley. Si la salvación dependiese de ley, estaría supeditada a nuestras obras. Pero la salvación proviene de la gracia del Señor, y depende solamente de lo que El es y lo que El hizo por nosotros.

3. La diferencia entre la salvación y la victoria

  Algunos creyentes no conocían la diferencia entre la salvación y la victoria, lo cual les causaba incertidumbre con respecto a su salvación. En el momento en que uno cree en el Señor Jesucristo, su salvación es segura. Pero la victoria se relaciona con vencer el pecado, el mundo, la carne, el yo y las demás cosas negativas de nuestra vida diaria. Nuestro destino eterno como hijos de Dios está asegurado eternamente por la fe en que Jesucristo es nuestra salvación. Pero la victoria se relaciona con nuestra vida cotidiana y se relaciona con la recompensa limitada a una era.

4. La diferencia entre la salvación y la recompensa

  Los creyentes que no entienden la diferencia entre la salvación y la recompensa difícilmente se sienten seguros de que son salvos. Esta diferencia le fue revelada claramente a Watchman Nee. La salvación se recibe por gracia y mediante la fe (Ef. 2:8), mientras que la recompensa se obtiene al laborar conforme a la voluntad del Señor (Mt. 16:27; 1 Co. 3:14).

5. La diferencia entre el reino de los cielos y la vida eterna

  Algunos cristianos estaban renuentes a afirmar que eran salvos, porque no entendían la diferencia entre recibir la vida eterna y entrar en el reino de los cielos. Cuando una persona cree que el Señor Jesús es su Salvador, recibe vida eterna. Pero si uno desea entrar en el reino de los cielos, debe llevar una vida sujeta al gobierno celestial. La vida diaria es un ejercicio en esta era, la era de la iglesia, y nos hace aptos para participar en el gobierno milenario del Señor en la era del reino. Esta participación es una recompensa por haber llevado una vida sujeta al gobierno celestial y no tiene relación con la salvación eterna. Watchman Nee recibió una revelación clara y completa al respecto.

6. Las verdades del reino

  Watchman Nee también vio la verdad neotestamentaria del reino en su panorama completo. Comprendió que el Nuevo Testamento hace distinción entre el reino de los cielos y el reino de Dios. El reino de Dios incluye el reinado de Dios desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura, pero el reino de los cielos es un ámbito que se halla dentro del reino de Dios; es el gobierno celestial entre los creyentes durante la era de la iglesia (Mt. 5:3, 10) y una recompensa en la era del reino venidero (Mt. 5:20; 7:21). Todos los creyentes regenerados están en el reino de Dios (Jn. 3:5), pero sólo los que viven sujetos al gobierno celestial recibirán la era del reino como recompensa. El reino de Dios se relaciona con la salvación, pero el reino de los cielos tiene que ver con el galardón.

7. El arrebatamiento

  Junto con la revelación del reino, el Señor también dio a Watchman Nee la revelación acerca del arrebatamiento. La teología fundamentalista tradicional enseña que todos los creyentes, los salvos, participarán de un arrebatamiento general, cuando regrese el Señor y se lleve a toda la iglesia antes de la tribulación. Pero Watchman Nee comprendió que no todos los creyentes serán arrebatados al mismo tiempo. Algunos creyentes llegarán a ser vencedores maduros antes de la tribulación y, por ende, serán los primeros en ser arrebatados. Sin embargo, la mayoría de los creyentes madurarán más tarde; así que, serán arrebatados más tarde. El reino se relaciona con la recompensa, y el arrebatamiento con la madurez. Podemos comparar el arrebatamiento con una cosecha. No se cosecha nada que no haya madurado. Primero debe llegar a la madurez. Todos los creyentes deben madurar en la vida espiritual. Cuando hayan madurado, el Señor los recogerá y los introducirá en el granero celestial. Debemos tener en mente estos dos factores: 1) el reino es un galardón para los creyentes que venzan, y 2) el arrebatamiento requiere la madurez de los vencedores.

8. La desviación del cristianismo

  Poco después de ser salvos, Watchman Nee y otros creyentes que todavía eran estudiantes empezaron a entender, al estudiar la Biblia, que el cristianismo actual se halla en una condición anormal. El Señor les mostró que el cristianismo según se practica ahora se desvió muchísimo de los caminos que Dios ordenó en Su Palabra santa.

Ecclesía,

  El Señor dio a Watchman Nee una revelación de lo que es la iglesia. El hermano Nee predicaba y enseñaba que la iglesia no es un edificio ni una organización ni una misión, sino un organismo vivo, un Cuerpo. En otro sentido, es la ecclesía, la congregación de los llamados a salir.

10. Los dos aspectos de la iglesia

  El hermano Nee vio que la iglesia es tanto universal como local. En todo el universo existe una sola iglesia, la iglesia de Dios (1 Co. 10:32). Ella se expresa en muchas localidades sobre la tierra, y en cada localidad hay una sola iglesia local. La iglesia universal se compone de todas las iglesias locales, y las iglesias locales son la expresión práctica de la iglesia universal. En Mateo 16:18, descubrimos la iglesia universal, mientras que en Mateo 18:17, vemos la iglesia local. Sin las iglesias locales, no se puede participar de la iglesia universal, ni tener una vida de iglesia práctica. En el libro de Hechos, en las epístolas y en Apocalipsis, la iglesia se expresa en iglesias locales, o sea, la iglesia en Jerusalén, la iglesia en Antioquía, la iglesia en Efeso y así sucesivamente. El gobierno de la iglesia no es universal sino local.

11. Las denominaciones

  Mientras recibía revelación acerca de la iglesia, Watchman Nee también vio el error que es defender la existencia de las denominaciones. Estas dividen el Cuerpo de Cristo en muchas organizaciones, pero las Escrituras censuran tal cosa (1 Co. 1:11-13).

12. El sistema clerical y la jerarquía

  Watchman Nee también recibió luz acerca del sistema de clero y laicado. Este sistema incluye jerarquía, rango y posición, que expresan un cristianismo reducido a la organización del hombre. La Iglesia Católica Romana tiene sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales y el Papa. La Iglesia Anglicana tiene sacerdotes, obispos, arzobispos y su cabeza es el soberano de Inglaterra. Las iglesias protestantes tienen sus pastores. Este sistema clerical claramente se opone a la revelación del Nuevo Testamento y anula la función de los miembros del Cuerpo de Cristo. El denominacionalismo fracciona el Cuerpo de Cristo, y el clero destruye la función de todos los miembros del Cuerpo de Cristo.

13. El sacerdocio universal

  El sacerdocio universal fue otra verdad revelada a Watchman Nee. El vio que el sacerdocio neotestamentario es diferente al sacerdocio del Antiguo Testamento. El sacerdocio del Antiguo Testamento era ejercido por los hijos de Aarón y, espontáneamente, produjo una clase clerical diferente al laicado. Pero el sacerdocio del Nuevo Testamento es concedido a todos los creyentes (Ap. 1:6; 1 P. 2:5, 9), y no deja lugar para clero ni laicado, ya que todos son sacerdotes.

14. El presbiterio, el cuerpo de ancianos

  Watchman Nee recibió la revelación en las Escrituras de que la iglesia debe ser gobernada por un presbiterio, o sea, un grupo de ancianos. Cada iglesia local necesita un grupo de hermanos experimentados que tomen la iniciativa y velen por las actividades de la iglesia. En la Biblia, a este grupo de hombres se les llama el presbiterio, los ancianos, los obispos, los que vigilan.

15. La diferencia entre los oficios y los dones

  Al escudriñar la Biblia, Watchman Nee vio que los oficios de la iglesia no son lo mismo que los dones. Los oficios de la iglesia incluyen a los ancianos y los diáconos, y son locales (Fil. 1:1), mientras que los dones incluyen a los profetas, evangelistas, pastores y maestros, y son universales (Ef. 4:11).

16. El bautismo y la mesa del Señor

  El Señor le reveló a Watchman Nee que el modo correcto de bautizar en agua es la inmersión. También le mostró la manera bíblica de practicar la reunión de la mesa del Señor. Mediante el bautismo, el creyente testifica que su vida vieja llega a su fin y que se separa del mundo para el Señor y para Su Cuerpo. En la mesa del Señor se hace memoria del Señor y se da testimonio de la unidad y la comunión de Su Cuerpo.

17. El cubrirse la cabeza y la imposición de las manos

  Watchman Nee vio también el significado bíblico de la imposición de manos y de la práctica en la cual las hermanas se cubren la cabeza. El cubrirse la cabeza es una expresión de sumisión y de obediencia a Cristo como Cabeza de la iglesia, y la imposición de manos es un acto de identificación, e indica que se imparte algo del Cuerpo a otros miembros del mismo. Mediante la imposición de manos, se imparten los dones espirituales a los miembros, y se lleva a cabo la comunión entre los miembros del Cuerpo de Cristo.

18. Vivir por la fe en Dios

  Watchman Nee vio que el verdadero siervo de Dios debe vivir por la fe en Dios, y no depender de un salario como empleado de una organización religiosa. La práctica de vivir por fe era virtualmente desconocida en China cuando el hermano Nee comenzó su ministerio. Las Asambleas de los Hermanos no daban salarios a los siervos del Señor entre ellos, pero cuando los hermanos fueron a China, pensaban que sería imposible enseñar a los creyentes chinos a vivir por la fe en Dios. Vivir por fe no formaba parte del concepto del creyente chino; no obstante, Watchman Nee enseñaba este método, y él mismo lo practicaba.

19. La sanidad divina

  Watchman Nee no sólo creía en la sanidad divina por haber leído las Escrituras, sino que él mismo la experimentó. Para él no se trataba simplemente de un don milagroso, sino de una experiencia interior que produce la edificación en la vida espiritual.

20. La muerte y la resurrección de Cristo

  El Señor dio a Watchman Nee una revelación específica acerca de la muerte y resurrección de Cristo. Comprendió que la muerte de Cristo tiene dos aspectos: un aspecto objetivo, que pone fin a nuestro pecado, a nuestros pecados, al mundo, a Satanás y a los poderes de las tinieblas; y un aspecto subjetivo o aplicable, que da muerte a nuestra carne, a nuestro yo y a nuestro viejo hombre. También descubrió que la muerte de Cristo puso fin a la vieja creación. Este fue un aspecto de la obra de la cruz. Por otro lado, la vida divina de Cristo fue liberada para gestar la nueva creación. En la resurrección de nuestro Señor, Su vida divina fue liberada para regenerar a los creyentes y hacerlos miembros del Cuerpo de Cristo. A partir de la resurrección, la iglesia llegó a existir, y también en la resurrección se edifica el Cuerpo de Cristo. Además, en el poder de la resurrección los creyentes pueden llevar la cruz, y en la comunión de los padecimientos de Cristo, son conformados a Su muerte (Fil. 3:10). Mientras disfruta la vida de resurrección, el pueblo del Señor recibe el poder de llevar una vida santa y celestial mientras viva en la tierra. La resurrección no es más que el Cristo resucitado, y el Espíritu de Cristo es su realidad.

21. La ascensión de Cristo

  Watchman Nee descubrió que Cristo ascendió a los cielos, muy por encima de todo. Nada pudo detenerlo, ni la fuerza de la gravedad ni los demonios ni el príncipe de las potestades del aire, ni todos los poderes de las tinieblas. Todo eso se encuentra ahora debajo de Sus pies. Por la ascensión El fue hecho Señor de todos (Hch. 2:36), y también por Su ascensión todos Sus seguidores fueron llevados a los lugares celestiales (Ef. 2:6). Ahora Su posición, Su ministerio y Su vida son celestiales. El lleva a cabo la obra de ministrar la vida celestial y los cielos mismos a Su pueblo para hacerlo un pueblo celestial, que lleva una vida celestial sobre la tierra.

22. La venida de Cristo

  Watchman Nee adquirió una visión completa de la venida de Cristo. El vio que la venida del Señor (la parusía) tiene un aspecto secreto y un aspecto público. Para los que velan, los que lo buscan y anhelan Su regreso, El vendrá secretamente como un ladrón (Mt. 24:43; Ap. 3:3) desde los cielos a los aires, antes de la gran tribulación. Mas para los que se han contaminado con el mundo, El vendrá como un relámpago (Mt. 24:27, 30) desde los aires y bajará a la tierra después de la gran tribulación. En Su venida secreta, los creyentes serán arrebatados a los aires, mientras que Su venida pública traerá juicio al mundo, a los que están sobre la tierra.

23. El morar del Espíritu Santo

  Watchman Nee ministró mucho acerca del Cristo crucificado, resucitado y ascendido que mora como Espíritu de vida en el espíritu de los Suyos y hace que Cristo sea real para ellos. Enseñaba que el Espíritu de Cristo, el cual mora en nosotros, es el Espíritu Santo y también el Espíritu de Dios, y que la función principal del Espíritu divino es impartir la vida divina en el pueblo de Dios, regenerándolo, ungiéndolo, santificándolo y transformándolo al llenarlo del elemento de Dios.

24. La enseñanza de la unción

  Junto con la revelación que Watchman Nee recibió acerca del Espíritu Santo, también recibió luz acerca de la enseñanza de la unción. La unción es el mover y la obra que el Espíritu Santo lleva a cabo en nuestro espíritu. La unción nos enseña todas las cosas desde nuestro interior (1 Jn. 2:27). La ley de vida reemplaza la ley del Antiguo Testamento, y la enseñanza de la unción sustituye a los profetas del Antiguo Testamento. Mediante la enseñanza de la unción permanecemos en el Señor.

25. El derramamiento del Espíritu Santo

  Watchman Nee vio dos aspectos acerca del Espíritu Santo: el Espíritu Santo mora en el creyente como su vida, y El se derrama en éste para infundirle poder. El mismo día en que el Señor se levantó de entre los muertos, infundió el Espíritu Santo en los discípulos (Jn. 20:22). En ese momento, el Espíritu entró en los discípulos y moró en ellos con el propósito de impartirles vida. Pero en el día de Pentecostés, el Espíritu Santo fue derramado sobre ellos (Hch. 2:4, 33). Este derramamiento tenía el propósito de impartirles poder. Esta segunda experiencia del Espíritu es lo que la Biblia llama el bautismo en el Espíritu Santo. Los cristianos en su mayoría no ven la diferencia entre estos dos aspectos del Espíritu, la cual Watchman Nee vio claramente. Aunque él nunca habló en lenguas, experimentó repetidas veces el derramamiento del Espíritu Santo.

26. El hombre tripartito

  En los primeros años de su vida cristiana, Watchman Nee descubrió que el hombre consta de tres partes: el espíritu, el alma y el cuerpo (1 Ts. 5:23). Descubrió que el alma es la personalidad del hombre, que el cuerpo es la parte exterior del hombre con la cual se relaciona con el mundo físico, y que el espíritu es la parte más profunda con la cual toca el mundo espiritual. Dios es Espíritu; por esta razón, debemos adorarlo y servirle en nuestro espíritu (Ro. 1:9; Jn. 4:24). Es en el espíritu donde los creyentes son regenerados por el Espíritu de Dios; el Espíritu de Dios da testimonio con el espíritu de ellos (Ro. 8:16); el Señor Jesús está con el espíritu de ellos (2 Ti. 4:22), y son un solo espíritu con el Señor (1 Co. 6:17). Debe haber una separación entre el espíritu y el alma (He. 4:12) para que los creyentes caminen, vivan, y laboren en el espíritu (Gá. 5:16, 25) y sean personas espirituales (1 Co. 2:14-15).

27. La santificación por la fe

  Antes del año 1925, Watchman Nee pudo comprender lo que es la santificación por la fe. Recibió luz acerca de la enseñanza de santidad que proclamaba Juan Wesley y dijo que éste no enseñaba realmente la santidad sino una vida de perfección sin pecar. Al estudiar la Biblia, comprendió que la Asamblea de los Hermanos tenía una visión de la santidad más clara que la de Wesley. Aun así, pese a que estas enseñanzas sobre la santidad eran correctas, seguían siendo demasiado ajenas al creyente y la explicaban como un cambio de posición. Los Hermanos enseñaban que el oro que hay en el mundo es inmundo, mientras que el oro usado en el templo era santificado. Los Hermanos usaban el ejemplo de las ovejas y el ganado, los cuales son inmundos mientras estén en sus rebaños y manadas, pero son santificados al ser ofrecidos en el altar (Mt. 23:17, 19). También explicaban la santificación con el ejemplo de la comida del mercado, la cual es inmunda, mas no la comida que se halla en la mesa de los creyentes, la cual es santificada por la oración. Watchman Nee hizo notar que todos estos ejemplos se refieren a un cambio de posición, pero que ninguno involucra un cambio en su constitución interior. El enseñaba que la santificación no es solamente un cambio de posición, sino también de carácter (Ro. 6:19, 22).

28. Cristo como vida

  Para los que creen en Cristo, El es vida (Col. 3:4), y esta vida es el Espíritu de vida (Ro. 8:2) que está en su espíritu. Todo lo que hace el creyente debe proceder de esta vida interior. Todo creyente debe vivir por esta vida divina que tiene dentro de sí (Gá. 2:20).

29. La ley del Espíritu de vida

  La vida divina que los creyentes reciben del Señor está en el Espíritu Santo, quien es llamado el Espíritu de vida (Ro. 8:2). Esta vida, la vida divina, tiene su propia ley y sus propias características, y su función consiste en regularnos y abastecernos con el elemento de Dios. Esta no es la letra de la ley, sino la ley de vida (He. 8:10) apoyada por el Espíritu de Dios que está en nosotros. Watchman Nee recibió una revelación completa acerca de esta ley. Mediante la ley interior, la ley de vida, somos librados de la ley de pecado y de la muerte y podemos llevar una vida recta y santa.

30. La ley del pecado y de la muerte

  En las Escrituras Watchman Nee vio que pecar y morir son una ley (Ro. 8:2), la cual se halla en los miembros de nuestro cuerpo (Ro. 7:23) y se deriva de la vida maligna de Satanás. El hombre caído está bajo el poder de dicha ley. Pero la ley del Espíritu de vida es más poderosa que la ley del pecado y de la muerte, y puede librarnos de ella.

31. Un mejor pacto

  El mejor pacto que el Señor Jesús estableció por nosotros con Su sangre es mejor que el antiguo pacto (He. 7:22; 8:6), el cual concuerda con la ley del Antiguo Testamento, con un sacerdocio según la ley de mandamientos carnales, mientras que el nuevo pacto corresponde a la ley de vida, y su sacerdocio está en concordancia con el poder de una vida indestructible (He. 8:10; 7:16).

32. La vida vencedora de Cristo

  La vida de Cristo es vencedora porque ya venció a Satanás y todo lo negativo en el universo. Si vivimos por Cristo, Su vida vence por nosotros todo lo negativo.

33. El llamado a los vencedores

  Watchman Nee recibió la revelación acerca del llamado que se hace a los vencedores. El Señor vino a llamar a algunos creyentes a vencer porque toda la iglesia ha sido derrotada, y no pudo satisfacer el propósito del Señor. Esto queda claramente demostrado en las siete epístolas que constan en Apocalipsis 2 y 3. El Señor llama a los que lo aman a que venzan la iglesia degradada, pues toda la iglesia ha errado al blanco.

34. La guerra espiritual

  En 1925 Watchman Nee ya había visto lo que es la guerra espiritual y comprendió que el cumplimiento del propósito de Dios en el universo requiere la consumación de una batalla entre Dios y Su enemigo, Satanás. Esta batalla incluye a todos los hijos de Dios. Si ellos se ponen del lado de Satanás, están en rebelión contra Dios; pero si se ponen del lado de Dios, están luchando contra Satanás. Todos los creyentes que venzan deben entender que están en el campo de batalla y que luchan por la realización del propósito de Dios. Combatir en esta guerra exige que el creyente esté consciente de su posición celestial. Efesios 2 nos muestra claramente que estamos sentados en los lugares celestiales, y Efesios 6 indica que luchamos contra las potestades que se hallan en los lugares celestiales. Los creyentes deben conservar su posición celestial para vencer a los enemigos de Dios en los lugares celestiales. Si los creyentes se encuentran en la tierra, su posición está debajo del enemigo, y pierden la posibilidad de vencer.

DE 1933 A 1937

35. Los límites de la iglesia local

  En 1933 y 1934 Watchman Nee vio que los límites de la iglesia local son los límites de la ciudad donde se encuentra. Indicó que dentro de los confines de la ciudad no debe haber más de una iglesia. Esto elimina la división automáticamente.

36. La centralidad y la universalidad de Cristo

  En 1933 y 1934 Watchman Nee también comprendió que Cristo es el centro y la universalidad del propósito eterno de Dios. El vio que tanto en el universo como en la vida cristiana, Cristo debe tener la preeminencia (Col. 1:18); y vio que Cristo lo es todo en todos en el nuevo hombre, el cual es la iglesia (Col. 3:10-11).

37. La base de unidad de la iglesia

  En 1937 Watchman Nee empezó a ver la base de unidad de la iglesia local. Es un paso más allá de ver los límites de la localidad e indica que nada debe dividir a los creyentes. La base local de la iglesia es la base de la unidad. Adondequiera que vayamos y dondequiera que estemos, debemos ser uno con los creyentes de ese lugar. Una ciudad debe tener una sola iglesia, la cual no es la iglesia de una casa ni de una empresa ni de una universidad ni de una calle determinada ni de algún otro distintivo. La iglesia local es la iglesia de la ciudad. Si hay más de una iglesia en una localidad, allí los creyentes estarán divididos.

38. Emigración

  En el libro de Hechos Watchman Nee vio claramente que hay dos maneras de propagar el evangelio: el envío de apóstoles y la emigración de los creyentes (Hch. 8:4). Durante su ministerio, se usaron ambos métodos para propagar el evangelio.

DE 1938 A 1942

39. La vida de iglesia es práctica

  En 1939 Watchman Nee recibió más luz acerca de lo que es la iglesia, y esta vez con respecto a lo práctica que es la vida de iglesia. El recibió una luz clara en el Nuevo Testamento acerca de la manera en que los ancianos deben ejercer su función en la práctica y la manera en que los diáconos y diaconisas deben servir a los santos y a la iglesia. También ayudó a los miembros de la iglesia a participar en los asuntos prácticos de ésta.

40. La realidad de la iglesia

  Junto con el aspecto práctico de la iglesia, Watchman Nee vio la realidad de la iglesia. Recalcó que el contenido de la iglesia debe ser el Cristo que vive en todos los miembros y se expresa por ellos. Todo lo que no sea Cristo no es la iglesia. En la práctica, la iglesia es Cristo. Por consiguiente, Cristo es la realidad de la iglesia, y ella debe ser la expresión de El.

41. La unidad de la iglesia

  La verdadera unidad de la iglesia es la unidad del Espíritu (Ef. 4:3), y no la unidad de doctrinas, opiniones ni de prácticas; la verdadera unidad es el Espíritu mismo. Aunque seamos uno en doctrina y en nuestra manera de actuar, si no estamos en el Espíritu no tenemos la verdadera unidad.

42. La visión del Cuerpo

  Entre 1939 y 1942, Watchman Nee expresaba continuamente la urgencia de recibir la revelación del Cuerpo de Cristo. Sentía la carga de ayudar a los creyentes a ver el Cuerpo, no como una doctrina, sino de una manera práctica. Recalcaba que la visión del Cuerpo imposibilitaba el individualismo. Cuando uno ve lo que es el Cuerpo, actúa y se conduce de manera corporativa.

43. La autoridad del Espíritu Santo en el Cuerpo

  Watchman Nee tuvo la visión de que el Espíritu Santo debe tener autoridad en todas las cosas y en todas partes, porque el Cuerpo de Cristo es un organismo. Toda actividad del Cuerpo debe llevarse a cabo bajo la autoridad y la dirección del Espíritu Santo.

44. La realidad del Espíritu Santo

  El Espíritu Santo es la realidad de todo lo espiritual. La expresión “las cosas espirituales” es vana y carece de sentido si el Espíritu Santo no es el contenido ni la realidad de todo ello. El Espíritu Santo es la realidad de la vida de los creyentes y la realidad de la vida que llevan. Todo lo que son y hacen debe tener como realidad al Espíritu Santo.

45. La autoridad de la iglesia

  Watchman Nee también comprendió que es necesaria la autoridad en la iglesia para que la vida de iglesia sea práctica. La autoridad que Cristo como Cabeza imparte a ciertos miembros de Su Cuerpo es la autoridad delegada. Las iglesias locales deben estar bajo dicha autoridad, lo cual produce un orden maravilloso. La autoridad delgada es vital para la edificación de la iglesia local. Así la iglesia llega a ser una vasija [con una relación] vertical, para lo cual se requiere la sumisión.

46. La edificación de la iglesia

  El Señor reveló por medio de Watchman Nee que los creyentes deben ser edificados con otros de manera práctica en las iglesias locales bajo la autoridad de la iglesia. Tal edificación es una evidencia que revela la verdadera espiritualidad. Si una persona no puede ser edificada con otros en la iglesia local, su espiritualidad es incierta.

47. La coordinación en la vida de iglesia

  Watchman Nee recibió otra revelación estrechamente relacionada con la autoridad y la edificación, lo cual se relaciona con la coordinación en la iglesia. Los miembros de la iglesia local no sólo deben ser edificados con otros, sino que también deben coordinar con ellos. El servicio de la iglesia no puede llevarse a cabo individualmente. Todos los miembros deben servir de manera coordinada.

48. El Cuerpo y la guerra espiritual

  En los primeros años de ministerio, Watchman Nee pensaba que la guerra espiritual era un combate personal. Pero a partir de 1939, empezó a entender que no era solamente una lucha personal, sino también un combate del Cuerpo. El guerrero descrito en Efesios 6 no es un creyente individual sino el Cuerpo completo. Watchman Nee recalcó firmemente que si los creyentes son individualistas, les resultará difícil combatir contra las potestades de los lugares celestiales. Para pelear contra el enemigo, necesitamos el Cuerpo. No solamente debemos estar en los lugares celestiales sino también en el Cuerpo.

DE 1942 A 1948

49. La disciplina del Espíritu Santo

  El período comprendido entre 1942 y 1948 fue un lapso de sufrimiento para Watchman Nee. Durante ese tiempo, él descubrió que es necesario que la disciplina del Espíritu Santo cambie la constitución de nuestro ser y quebrante nuestro hombre exterior. El vio que Dios dispone providencialmente nuestras circunstancias para nuestro bien por medio de la disciplina del Espíritu Santo. El Espíritu Santo hace eso mismo para cambiar el elemento nuestro por el elemento divino.

50. El quebrantamiento del hombre exterior y la liberación del espíritu

  Mientras Watchman Nee padecía entre 1942 y 1948, vio lo que es el quebrantamiento del hombre exterior y la liberación del espíritu humano. El Espíritu de Cristo mora en nuestro espíritu. Si nuestro hombre exterior no es quebrantado, nuestro espíritu y, por ende, el Espíritu de Cristo, queda confinado en la cáscara de nuestro hombre exterior. Por esta razón, es crucial que nuestro hombre exterior sea quebrantado para que nuestro espíritu junto con el Espíritu de Cristo sea liberado, a fin de impartir vida a los demás. La disciplina del Espíritu Santo consiste en derribar algunos aspectos de nuestra vida natural y en quebrantar nuestro hombre exterior.

51. Usar el espíritu

  Además de la luz que recibió acerca de la liberación del espíritu, Watchman Nee también entendió que el creyente debe aprender a usar su espíritu humano. Al ministrar la Palabra, al predicar el evangelio, al relacionarse con otras personas y en la vida diaria, los creyentes debemos usar en primer lugar nuestro espíritu, y no la mente ni las emociones ni el conocimiento. El espíritu siempre debe precedernos. Con nuestro espíritu podemos tocar el de otros. El creyente comunica el Espíritu de vida e imparte vida a los demás únicamente por su espíritu.

ENTRE 1948 Y 1950

  En 1948 Watchman Nee recibió la revelación de que la iglesia es local, mientras que la obra es regional. La iglesia se limita a la localidad, pero la obra se extiende a una región o un distrito. Las iglesias en las que Pedro laboraba se encontraban en localidades específicas, pero la obra que él llevaba a cabo se extendía a un distrito que incluía todas esas localidades. Lo mismo se puede decir de la obra de Pablo y las iglesias establecidas por medio de su labor.

53. Entregó todas sus bienes

  Watchman Nee vio que todos los creyentes que eran parte del recobro del Señor no solamente debían entregarse ellos mismos sino también todas sus posesiones para la obra, a fin de que ésta se extendiese y de que las iglesias locales fuesen edificadas de una manera práctica. Al hacer esto los creyentes son librados del egoísmo y del individualismo y les ayuda a someterse a la autoridad del Señor. Además, le proporciona al Señor la oportunidad de usar las posesiones de ellos para cumplir Su propósito y para concederles más bendiciones físicas.

  Además de todo esto, Watchman Nee recibió mucha luz en las Escrituras sobre muchas otras verdades y muchos asuntos prácticos, tales como el día del Señor, el matrimonio, el vestido, el dinero... Mencionaremos esto más detenidamente en el capítulo veintisiete.

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