Mensaje 48
Este mensaje abarca los dos temas principales que vemos en Ap. 14: la cosecha (Ap. 14:14-16) y el gran lagar (Ap. 14:17-20). La cosecha será la siega del pueblo de Dios, y el lagar será la siega de los malvados. Hay tres pueblos en la tierra hoy: los judíos, los creyentes y los incrédulos. Los judíos y los creyentes son el pueblo de Dios, pero los incrédulos son mayormente los hacedores de maldad. El sello del remanente judío se mencionó en la visión de Ap. 7:1-8. Por lo tanto, en el capítulo 14 no se mencionan los judíos, sino sólo los creyentes y los incrédulos. Las primicias, los que maduran primero, serán llevadas al monte de Sion que está en los cielos, antes de la gran tribulación. Sin embargo, la mayor parte de la cosecha de Dios, es decir, la mayoría de los creyentes, todavía estará sobre la tierra después del arrebatamiento de las primicias y finalmente vendrán a ser la cosecha.
Los versículos 15 y 16 dicen: “Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube arrojó Su hoz en la tierra, y la tierra fue segada”. La cosecha de la tierra es el pueblo de Dios que está en la tierra, es decir, los que creen en Cristo (1 Co. 3:4). El Señor en Su primera venida a la tierra se sembró en Sus creyentes (Mt. 13:3-8, 24). Todos los creyentes que desde entonces le han recibido como la semilla de vida han venido a ser la labranza de Dios en la tierra. Aquellos que maduren antes, serán segados como las primicias para Dios antes de la gran tribulación, según lo indican los versículos del 1 al 5. La mayoría de los creyentes madurará con la ayuda de los sufrimientos que experimentarán en la gran tribulación, y serán recogidos casi al final de la tribulación. Por consiguiente, la siega mencionada en el versículo 16 será el arrebatamiento de la mayoría de los creyentes que habrán quedado en la tierra para pasar la mayor parte de la gran tribulación, ya que la recolección de esta cosecha ocurrirá después de que el anticristo obligue a la gente a adorarlo a él y a su imagen (v. 9).
La recolección de la cosecha depende de su madurez. Los que maduren primero serán las primicias, y la mayoría, los que maduren luego, será la cosecha. En Mateo 13:39 el Señor Jesús dio a entender que la cosecha sería recogida al final de esta era. Nosotros no hemos llegado allí todavía; esta era sigue su curso. Cuando concluya, el campo de Dios será segado. Las primicias madurarán y serán arrebatadas antes de la siega.
En el tipo del Antiguo Testamento, las primicias eran recogidas y llevadas al templo de Dios para el deleite Suyo (Ex. 23:19). Pero cuando la cosecha, es decir, la mayoría de los creyentes, es segada, se lleva al granero, que está entre el campo y la casa del agricultor. Vemos entonces que las primicias serán llevadas a la casa de Dios (el monte de Sion que está en los cielos), y la cosecha a los aires. Poco después de que son recogidas las primicias y llevadas al Señor en el tercer cielo, El saldrá de los cielos y descenderá a los aires, donde permanecerá por cierto lapso. Según la profecía de 1 Tesalonicenses 4, la cosecha será arrebatada a los aires. La mayoría de los cristianos sólo entienden el arrebatamiento de un modo general, según 1 Tesalonicenses 4. Ellos no ven el arrebatamiento del hijo varón ni de las primicias.
Apocalipsis 14 habla de dos clases de arrebatamiento, el de las primicias y el de la cosecha. El cuadro que vemos en la tipología muestra esto vívidamente. En la antigüedad el trigo que maduraba primero, o sea las primicias, era segado primero, y la cosecha entera se recogía después. Como es sabido, una imagen vale más que mil palabras. En este cuadro no hay ninguna ambigüedad ni razón para discutir. Sencillamente vemos la palabra pura según el cuadro de las primicias y la cosecha. Esperamos el arrebatamiento de las primicias. Los que no participen de él, probablemente serán incluidos en la cosecha.
Según el capítulo 14, el arrebatamiento de la cosecha ocurrirá después de que el anticristo persiga a la religión. Después de que las primicias sean arrebatadas, la bestia, o sea, el anticristo, obligará a la gente a adorarlo a él y a su imagen. También perseguirá a los creyentes. Esto será la gran tribulación. El arrebatamiento de las primicias sucederá antes de la gran tribulación, mientras que el arrebatamiento de la cosecha sucederá hacia el final de ese mismo período. Por lo tanto, todos los santos incluidos en el arrebatamiento de la cosecha deben pasar por la mayor parte de la gran tribulación.
El versículo 14 dice: “Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda”. La cosecha será recogida por Cristo el Hijo del Hombre. El vino como Hijo del Hombre a sembrar la semilla, y volverá como Hijo del Hombre a recoger lo que sembró.
Cuando el Señor Jesús regrese, seguirá siendo el Hijo del Hombre, y como tal, está calificado para llevar a cabo el juicio de Dios sobre todos (Jn. 5:27). En ese entonces ya no estará cubierto ni velado en la nube, sino que estará sentado sobre ella. Esto indica que ya no está escondido y que Su venida se hará manifiesta. Antes de esto, Su venida está velada, pero entonces se hará visible. En 10:1 Cristo todavía está vestido con la nube, pero aquí está sobre la nube. Esto corresponde a 1 Tesalonicenses 4:17 e indica que el regreso del Señor ahora se hace manifiesto.
El versículo 14 también dice que El tendrá en la cabeza “una corona de oro, y en la mano una hoz aguda”. La corona de oro que lleva el Señor en la cabeza indica que es coronado de gloria (He. 2:9). La hoz aguda que tiene en la mano indica que recoge la cosecha en el campo de Dios.
El versículo 15 dice: “La mies de la tierra está madura”. Se está maduro cuando toda el agua terrenal se seca. El sufrimiento de la gran tribulación será como el sol ardiente, que seca el agua terrenal en los creyentes que quedaron en la tierra para que maduren. Antes de eso, la cosecha todavía está verde. Ningún agricultor recoge la cosecha cuando todavía está verde. Todo el campo debe madurar. Cuando el campo madura, ha llegado el tiempo de la cosecha.
En el versículo 15 un ángel dice: “Mete tu hoz, y siega”, y el versículo 16 añade: “Y el que estaba sentado sobre la nube arrojó Su hoz en la tierra, y la tierra fue segada”. La hoz mencionada en estos versículos se refiere a los ángeles enviados por el Señor a segar la mies (Mt. 13:39). Cuando el Señor Jesús regrese, enviará a Sus ángeles al campo para recoger a los creyentes.
La cosecha será arrebatada cuando suene la séptima trompeta, la trompeta final (1 Co. 15:51-52; 1 Ts. 4:15-17). El sonido de la séptima trompeta perdurará por la eternidad. Este arrebatamiento ocurrirá cuando empiece a sonar esta trompeta.
Después de oír acerca de los primeros vencedores y de los vencedores tardíos, aquellos que llegan a serlo en un breve lapso, se podría pensar que todos los creyentes serán vencedores y tal vez se pregunte uno quién estará incluido en la cosecha. Recientemente oí que en los Estados Unidos hay cincuenta millones de cristianos regenerados. Así que habrá decenas de millones solamente en los Estados Unidos, a quienes el Señor Jesús recogerá.
No es fácil entender la Biblia. ¿Cree usted que toda la tierra, incluyendo a Asia, Africa, América del Norte, América del Sur, Australia y Europa, estará bajo el gobierno del anticristo? No, ése en realidad no será el caso. El anticristo será el césar del Imperio Romano, y éste no abarca toda la tierra. Probablemente incluirá la mayor parte de Europa occidental y posiblemente parte de Africa septentrional y de Asia oriental. Indudablemente Rusia no estará bajo el gobierno del Imperio Romano, ni Australia ni Nueva Zelandia, ni China, ni India, ni Estados Unidos.
Tengo la carga de compartir con ustedes algunos asuntos acerca de los cuales, en realidad, no hallo base en la Biblia. Aunque no me gusta afirmar nada que no tenga fundamento bíblico, hay ciertas cosas en mi corazón que creo sinceramente que vienen de Dios, pero no aparecen en la Biblia. Según la profecía bíblica, el anticristo tendrá dominio solamente sobre las tierras de Europa, Asia Menor, Palestina y el norte de Africa. Además, el anticristo no será comunista. Una prueba de esto se ve en Apocalipsis 18, donde se nos muestra que la capital del anticristo, Roma, será el centro del capitalismo. El relato que consta en dicho capítulo, donde se habla incluso de vender almas de hombres, o personas, muestra una característica del capitalismo, no del comunismo. Toda la tierra está bajo el control soberano de Dios. Creo que Estados Unidos será totalmente preservado por Dios hasta que el Señor regrese. Como ya dije, creo que Estados Unidos es el desierto del que habla Apocalipsis 12. Será un lugar de salvaguardia y protección para muchos refugiados. De las decenas de millones de cristianos que hay en los Estados Unidos, pocos serán vencedores. Sin lugar a dudas no serán muertos por el anticristo, porque Estados Unidos no será parte del territorio del anticristo. Los cristianos de los Estados Unidos no llegarán a ser vencedores en un breve tiempo, porque este país será un lugar de salvaguardia y seguridad. Ellos serán la cosecha.
Cuando usted oiga esto, podría preguntarse cómo madurarán los cristianos estadounidenses. Usted podría pensar que por el hecho de que los Estados Unidos es un lugar seguro, los cristianos seguirán siendo descuidados e irresponsables. Supongamos que usted es un cristiano que vive en Estados Unidos durante la gran tribulación. Si usted está presenciando el cumplimiento de las profecías que hemos visto en estos mensajes, ¿seguirá siendo usted tan obstinado y tan necio que rehúse amar al Señor? Las primicias serán arrebatadas, y dicho acontecimiento aparecerá en la primera plana de los periódicos. El anticristo perseguirá a los judíos y a los cristianos en Europa. A la luz de todo esto, ¿seguirá considerando usted a los Estados Unidos como su tierra de complacencia? Además, muchos cristianos de Europa huirán a los Estados Unidos para escapar de la persecución del anticristo. Las alas de la gran águila los conducirán al desierto. Los que no escapen serán mártires y, por ende, vencedores en corto tiempo. Con seguridad para entonces los cristianos de toda la tierra serán sobrios y estimulados a amar al Señor. Muchos de los que nos critican ahora, recibirán ayuda entonces de nuestro testimonio actual.
Al final de esta era se peleará una batalla en Armagedón. Según las profecías relacionadas con la batalla de Armagedón, y según la situación actual del mundo, las fuerzas militares vendrán de cuatro direcciones: una del norte, Rusia; otra del oriente, la tierra del sol naciente; otra de Europa, el terreno del anticristo; y otra de los Estados Unidos. Los ejércitos de tres fuerzas militares se reunirán en Armagedón, pero los ejércitos de los Estados Unidos probablemente no estarán allí. El mundo entero tiende a prepararse para la batalla de Armagedón. Pero Estados Unidos será un lugar seguro, un desierto, para el pueblo de Dios.
Durante la gran tribulación los cristianos serán perseguidos y muchos morirán como mártires. Pero una gran parte del pueblo de Dios huirá a los Estados Unidos y, en consecuencia, será incluida en la cosecha. El conocimiento del cumplimiento de las profecías y el informe de lo que esté aconteciendo motivará a los cristianos a buscar al Señor y a amarle intensamente, pues se darán cuenta de que el Señor Jesús vendrá en menos de tres años y medio. Por lo tanto, todos crecerán en vida y madurarán.
En Apocalipsis 16:15 leemos: “He aquí, Yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza”. Este pasaje será proclamado cerca del tiempo en que se derrama la séptima copa. Aun a esas alturas, el Señor advertirá que vendrá como ladrón. Esto demuestra que, incluso después del arrebatamiento de la cosecha, que sucede antes de que se viertan las primeras seis copas, todavía habrá algunos creyentes en la tierra. Estos serán la rebusca (Lv. 23:22). Según el tipo que vemos en Levítico, existen las primicias, la cosecha y una pequeña porción del cultivo que queda en el campo, llamada la rebusca. Los eventos del capítulo 16 suceden después de que se recoge la cosecha en el capítulo 14. El capítulo 16 nos dice que las siete copas se derramarán principalmente sobre el reino del anticristo. Después de derramarse la sexta copa, el Señor dará una advertencia a los creyentes que queden en la tierra después de la cosecha: que velen y guarden sus ropas. Estos serán parte del cultivo que quedará en la tierra después de la siega. De modo que algunos cristianos serán las primicias, la mayoría será la cosecha, y unos cuantos serán la rebusca.
Debemos ubicar en su lugar los diversos pasajes de la Palabra como piezas de un rompecabezas, para poder entender la Biblia. Cuando lo hacemos, vemos un cuadro completo y claro. La Biblia usa ciertos símbolos que representan las naciones. Por ejemplo, Persia es representada por un carnero, y la antigua Grecia por un macho cabrío. Incluso el mar Egeo es representado por un mar de cabras. La antigua Babilonia era simbolizada por un león. Recientes descubrimientos arqueológicos en Babilonia incluyen reliquias que tienen figuras de leones. Apocalipsis 12 habla de la gran águila. Puesto que la Biblia usa animales como símbolos de diferentes naciones, podríamos preguntarnos cuál nación representa el águila. Obviamente, la respuesta es Estados Unidos. Esto no es casualidad, sino, sin duda, la soberana sabiduría de Dios. Por la soberanía de Dios los padres de esta nación escogieron el águila como símbolo nacional. Aunque no hay ningún versículo en la Biblia que diga que el águila simboliza Estados Unidos, creo que, debido a la soberanía de Dios, el águila de este capítulo se refiere a los Estados Unidos. Esta es la razón por la cual creo que Estados unidos será el desierto del que habla Apocalipsis 12 y servirá de refugio al pueblo de Dios que logre escapar.
En la actualidad es mucho más fácil entender la profecía bíblica que hace cincuenta años. Hace muchos años estudié el restablecimiento de la nación de Israel que había sido profetizado. En 1948 vi este evento ocurrir ante mis propios ojos. Como es sabido, en 1967 la ciudad de Jerusalén fue devuelta a los judíos. Hoy día la situación del mundo está enfocada en el Medio Oriente. Yo vivo ahora en el país de la gran águila. Aunque hay muchas cosas pecaminosas en los Estados Unidos, de todos modos, exceptuando a Israel, no hay ningún otro país que se haya formado conforme a la Palabra de Dios. Tengo una copia de la constitución original de los Estados Unidos. Fue redactada usando versículos del libro de Exodo. Además, cada sesión del Congreso se inicia con una oración. Yo estuve presente en una iniciación así en 1958. Aunque la oración fue bastante formal, de todos modos fue una buena oración. Además, las palabras In God We Trust “Confiamos en Dios” están inscritas en la moneda de este país. En la Biblia todas las demás naciones están representadas por bestias. Pero solamente un país, los Estados Unidos, no es una bestia pues es representado por un águila.
Cuando hablamos del capítulo 8, vimos que la tercera parte de la tierra será destruida por una serie de catástrofes sobrenaturales (8:7-12). No creo que dichas calamidades afecten a los Estados Unidos. La tercera parte de la tierra es la región en la cual la gente blasfema a Dios y se opone a El. Menciono esto porque creo que Dios usará los Estados Unidos para preservar a Su pueblo débil. ¡Cuán grande es Su misericordia!
¡Qué feliz estoy de que el Señor haya enviado Su recobro a este país! Tengo la confianza de que se establecerán iglesias locales en las principales ciudades de los cincuenta estados. Estas iglesias genuinas conducirán al pueblo de Dios de nuevo a Su economía. Primero, las iglesias producirán las primicias vivientes. En segundo lugar, serán usadas para cuidar a los cristianos durante la gran tribulación. Muchos refugiados huirán a los Estados Unidos. Entonces, nadie se opondrá a las iglesias locales ni las criticará, sino que la gente vendrá a ellas.
Hay dos asuntos que son fruto de la soberanía del Señor. El primero es que El preparó a los Estados Unidos como la gran águila, y el segundo es que envió Su recobro a este país. Durante la gran tribulación los cristianos indudablemente no pondrán atención a la Iglesia Católica, ni a las denominaciones, ni a los grupos independientes, sino que dirán: “No hay tiempo que perder; sigamos el camino de Dios”. El camino de Dios es las iglesias locales. ¡Aleluya, estamos en las iglesias locales! ¡Aleluya, estamos en los Estados Unidos! Estamos en la vida genuina de la iglesia y estamos en el país de la gran águila. Me dolió profundamente la pérdida de China. Sinceramente me agradaba laborar allí. Pero ahora alabo al Señor porque me trajo al país de la gran águila, y estoy en la vida genuina de iglesia aquí. ¡Alabamos a Dios por enviar Su recobro a este país!
Los versículos 18 y 19 dicen: “Y salió del altar otro ángel, que tenía potestad sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están bien maduras. Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la vid de la tierra, y la echó en el gran lagar de la ira de Dios”. En la Biblia los judíos son comparados con la higuera (Mt. 24:32), los creyentes con el trigo (Mt. 13:25, 30), y los gentiles malvados con la vid (Ap. 14:19), la vid falsa, que es la imitación de la vid verdadera constituida por Cristo y Sus miembros (Jn. 15:1-6). El Señor Jesús dijo que El era la vid verdadera, debido a que los incrédulos son la vid falsificada hecha por Satanás.
Vimos ya que Dios usa la higuera como símbolo de la nación de Israel. Aunque la higuera no tiene belleza externa ni flores ni gloria, está llena de frutos nutritivos. Esto es lo que Israel debe ser en la economía de Dios. Sin embargo, en la actualidad Israel no tiene fruto alguno. Cuando el Señor Jesús fue a Jerusalén por última vez, se acercó a una higuera. El tenía hambre y deseaba comer. Como no halló nada de comer en la higuera la maldijo (Mr. 11:12-14). Aquello fue sombra de que el Señor maldecía la infructuosa nación de Israel.
En la sabiduría de Dios el trigo representa los cristianos, la iglesia. El propio Señor Jesús, el Hijo del Hombre, sembró la semilla de trigo directamente en la tierra. El trigo echa una flor muy pequeña, pero cuando madura, está lleno de grano con el cual se hace la harina fina que se ofrece para satisfacer a Dios y al hombre. ¡Gloria al Señor que nosotros los cristianos somos el trigo que crece en el campo!
Después de que el trigo sea recogido, los incrédulos, que para Dios son como uvas, serán segados. Esto sucederá al final de la gran tribulación.
El gran lagar será el juicio que se llevará a cabo en el valle de Josafat (Jl. 3:9-16). El tercer capítulo de Joel nos dice claramente que el Señor reunirá todos los ejércitos de las naciones en el valle de Josafat (también llamado Cedrón), el cual está adyacente al valle de Hinom y está entre Jerusalén y el monte de los Olivos. En tiempos antiguos allí enterraban cosas inmundas. El rey Asa, de Judá, quemó en ese sitio el ídolo que tenía su madre (1 R. 15:13). Por lo tanto, lo inmundo y los objetos de idolatría eran quemados en dicho valle.
El gran lagar de la ira de Dios (v. 19) será la batalla de Armagedón (16:12-16), donde todas las fuerzas del mundo serán reunidas y donde el Señor y su ejército de santos vencedores pelearán contra ellos y los destruirán (19:11-21; Jl. 3:9-13; Is. 63:1-6). El término Armagedón se compone de dos palabras: la primera, Ar, significa “monte”, y la segunda, Magedon, es el nombre de Meguido, y significa “matanza”.
Ya hicimos notar que, según la Biblia y según la condición actual del mundo, los ejércitos vendrán de tres partes diferentes y se concertarán en Armagedón. Estas partes son Europa, Rusia y el Oriente. Rusia y el Oriente ya fueron identificadas, pero Europa y Asia Menor no se han definido todavía. Los países de dicha región esperan que surja un líder firme, que llegará a ser el anticristo. Tengo la certeza, por el estudio que he hecho de las profecías, de que el anticristo vendrá de Grecia y Macedonia o será de ascendencia griega. Este poderoso líder se moverá en dirección a Egipto, Siria e Israel, la tierra hermosa. Por la vasta reserva de petróleo que hay en el Medio Oriente, dicha área ya se ha convertido en el centro de las relaciones internacionales. Por la soberanía del Señor, ésta podría ser una de las causas de la batalla de Armagedón.
En Zacarías 14 se da a entender que cuando venga de nuevo el Señor Jesús, pondrá Sus pies sobre el monte de los Olivos, y partirá dicho monte en dos, lo cual abrirá el camino para que los judíos sitiados puedan escapar (Zac. 14:4-5). En Hechos 1 se nos dice que el Señor Jesús, quien ascendió del monte de los Olivos, regresará del mismo modo que ascendió. Esto significa que regresará al monte de los Olivos, ubicado cerca del valle de Josafat. La concentración de las fuerzas militares del mundo se compara con la recolección de las uvas maduras recogidas en el gran lagar. Cuando el Señor vea todos los ejércitos del mundo reunidos para la batalla de Armagedón, será el momento en el que pisará el lagar.
Antes de que las uvas sean reunidas en el gran lagar, estarán bien maduras (v. 18). Para que el trigo madure, se le debe secar toda el agua. Pero las uvas maduras son todo lo contrario: las uvas deben estar llenas de agua. Estar lleno del agua terrenal o estar seco, determina si uno es trigo o es uva. Si usted ambiciona obtener más agua terrenal, entonces estará viviendo como las uvas, y no como el trigo.
Las uvas serán recogidas y arrojadas en el gran lagar del furor de la ira de Dios (v. 19; 16:12-16). El Señor reunirá las fuerzas malignas en un solo lugar para poder hollar el gran lagar. El Señor destruirá los ejércitos malignos del mundo al hollar dicho lagar.
El gran lagar será hollado por Cristo (Is. 63:1-6). En el versículo 20 leemos: “Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios”. Esta es la ciudad de Jerusalén, y los caballos corresponden a lo mencionado en 19:18. La sangre que sale del lagar formará un río de mil seiscientos estadios de largo (unos doscientos noventa kilómetros). Esta es la distancia que hay entre Bozra (Is. 63:1) y Meguido (Ap. 16:16). Este río de sangre será tal que llegará hasta los frenos de los caballos. La palabra hebrea traducida “sangre” en Isaías 63:3 significa “jugo”. Hasta las vestiduras de Cristo estarán manchadas de esta sangre. Desde Bozra hasta Meguido habrá un largo río de sangre. La holladura del lagar será el juicio que el Señor traerá sobre el anticristo y sus ejércitos. Los ejércitos del norte, del occidente y del oriente se reunirán como uvas maduras en el lagar. Esta es la clara palabra de la profecía.
La holladura del gran lagar concluirá la gran tribulación y también pondrá fin a esta era. Esto es algo muy importante.