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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Apocalipsis»
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Mensaje 55

LA BATALLA DE ARMAGEDON

  En este mensaje llegamos a la batalla de Armagedón (Ap. 19:11-21). Después de la fiesta de bodas, Cristo como un General vendrá con Su novia, los creyentes vencedores, los cuales son Su ejército, para pelear contra el anticristo, los reyes que éste conduce y sus ejércitos en Armagedón. Aunque la ramera ya ha sido aniquilada, el Señor todavía tendrá tres enemigos: Satanás, que es el dragón; el anticristo, que es la bestia que sale del mar; y el falso profeta, el cual es la bestia que sale de la tierra. Estos tres continuarán oponiéndose al Señor. Bajo la instigación del anticristo, el hombre aún hará guerra directamente contra el Señor de señores y Rey de reyes. El anticristo, el falso profeta, y los diez reyes con sus ejércitos harán guerra contra el Cordero. ¡Qué terrible! Si esto no constara en la Biblia, yo no creería que el hombre le declarara la guerra a Dios.

  En Apocalipsis 19:11-21 vemos que el Novio viene a pelear en contra de Sus enemigos con la ayuda de Su novia. El Novio es el Comandante en jefe, y la novia es el ejército. ¡Qué luna de miel será ésta! Durante la luna de miel, Cristo despejará el universo. El anticristo y el falso profeta serán lanzados al lago de fuego, y Satanás será atado y lanzado al abismo. En ese entonces Cristo se alegrará, y nosotros, Su novia, también nos alegraremos al disfrutar de una maravillosa luna de miel con nuestro Novio.

  Antes de la batalla de Armagedón, ocurrirán varios eventos importantes en un breve lapso. Estos eventos incluirán el arrebatamiento de las primicias, del hijo varón, de los vencedores tardíos, de la mayoría de los santos y de la rebusca; la destrucción del catolicismo y la terminación del judaísmo; el juicio ante el tribunal de Cristo en los aires para determinar quién será apto para constituir la novia durante el milenio, entrar a la fiesta de bodas y pelear al lado de Cristo contra el enemigo; las bodas en los aires; y posiblemente la destrucción de la Babilonia material. Después de que estas cosas se hayan cumplido, quedará otro evento: la batalla de Armagedón. Los enemigos de Cristo se volverán más malignos, al punto de declararle la guerra. Por lo tanto, Cristo, el Novio, vendrá con Su desposada para pelear contra ellos.

I. DESPUES DE LAS BODAS DEL CORDERO

  En el capítulo diecinueve las bodas y la batalla se mencionan juntas. Podríamos darle a este capítulo el título de “La boda y la batalla”. Inmediatamente después de la boda, Cristo vendrá a pelear contra el enemigo. El no esperará ni un solo día.

II. ANTES DEL MILENIO

  La batalla de Armagedón quitará de en medio todo lo que impide que venga el reino milenario. Antes de que podamos celebrar una fiesta, debemos limpiar la sala donde la vamos a hacer. El universo es la sala para la boda, y Cristo con Su desposada trabajarán juntos, barriendo toda la basura y poniéndola en el “basurero”, el lago de fuego. La depuración del universo que Dios está realizando comenzó en el capítulo uno de Génesis. En primer lugar, Dios barrió la basura y la arrojó al mar (Gn. 1:2); en ese entonces el mar era el “basurero” del universo. Al final, toda la basura será arrojada en el último “basurero”, el lago de fuego. En Mateo 25:41 el Señor Jesús dice: “Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Como los “cabritos” siguieron al diablo, serán echados al lago de fuego preparado para él y sus ángeles. Dios preparó el lago de fuego como “un basurero” para arrojar allí toda la basura del universo. El anticristo, el falso profeta y sus ejércitos serán arrasados y recogidos para luego ser echados en el lago de fuego. Después del milenio, el mismo Satanás se les unirá allí. Después del juicio ante el gran trono blanco, todos los incrédulos que hayan muerto también serán lanzados al lago de fuego. Desde entonces, no habrá más polvo. En la Nueva Jerusalén no habrá polvo; sólo habrá oro, perlas y piedras preciosas. La lucha del Señor en Armagedón será en realidad barrer la basura y arrojarla en el “basurero” del universo. Es posible que el Señor diga al anticristo: “¿Qué haces aquí? ¿Me has declarado la guerra? Esto me da la oportunidad perfecta para eliminarte. Mi desposada cooperará conmigo en llevar esto a cabo”.

  Gloria al Señor porque nosotros no somos basura, sino que somos un tesoro. En vez de ser lanzados al lago de fuego, seremos congregados en la Nueva Jerusalén. Para que el Señor pueda disfrutar de Su luna de miel placentera y los mil años del reino, toda la basura debe ser eliminada. Anhelo participar en esta tarea de limpieza. Cuán agradable será.

III. EL GUERRERO

A. Monta un caballo blanco

  El versículo 11 dice: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y Aquel que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace guerra”. Aquí Cristo, el Novio que es el Comandante en jefe, se presenta sobre un caballo blanco. El caballo mencionado en el primer sello también es blanco y representa la predicación del evangelio (6:2). Por lo tanto, tanto Cristo como la predicación del evangelio montan un caballo blanco. En el libro de Apocalipsis, el color blanco indica pureza, brillo, justificación y aprobación. Esto es muy diferente de lo que representan los colores de los otros tres caballos del capítulo seis: rojo, negro y verde claro. Hoy en día vamos en el caballo blanco. Nuestra predicación del evangelio es pura, resplandeciente, justa y totalmente aprobada por el Señor. Cristo montará este caballo cuando pelee contra Su enemigo.

B. Es llamado Fiel y Verdadero

  En el versículo 11 Cristo es llamado “Fiel y Verdadero”. Cristo es fiel tanto a Dios como a aquellos que creen en El. En Su fidelidad El derrota y destruye a quienes se oponen a Dios y persiguen a los creyentes. El es verdadero en realizar la economía de Dios y en cuidar a los que creen en El. El es fidedigno, y en El no hay falsedad alguna.

C. Juzga y combate con justicia

  El versículo 11 también dice: “Con justicia juzga y hace guerra”. Cristo juzgará y peleará con justicia. El juzga peleando. Hoy en día los delincuentes no aceptarían los fallos judiciales si el gobierno no tuviera la policía para respaldar y garantizar el cumplimiento de la sentencia. Las condenas solamente pueden ser ejecutadas por la fuerza policiaca. Cuando Cristo venga a juzgar al anticristo, éste se rebelará al máximo. Por consiguiente, será necesario que Cristo pelee para someter esta rebelión y juzgar a los rebeldes con justicia. El juicio que ejecuta al combatir no sólo corresponde a la justicia, sino que también la preserva.

D. Con ojos como llama de fuego

  El versículo 12 dice: “Sus ojos son como llama de fuego”. Esto se refiere a los ojos de juicio de Cristo. El juzgará de acuerdo con lo que ve. Sus ojos como llama de fuego llevarán a efecto Su juicio.

E. Coronado con muchas diademas

  Cristo como guerrero tiene muchas diademas en Su cabeza (v. 12). Cada diadema es una especie de gloria. Cristo ha sido coronado y glorificado. Ya que ha sido coronado con muchas clases de glorias (He. 2:9), lleva muchas diademas.

F. Tiene un nombre escrito, que sólo El conoce

  Por ser el que monta el caballo blanco, el Señor “tiene un nombre escrito que ninguno conoce sino El mismo” (v. 12). Lo que podemos experimentar de Cristo es inagotable. Cuando le experimentamos, conocemos un aspecto particular de El. Sin embargo, hay ciertos aspectos de Cristo que no experimentaremos. Solamente El conoce esos aspectos. Esto indica que el Cristo a quien experimentamos es inagotable. Lo conocemos como el Redentor debido a que hemos experimentado Su redención. Lo conocemos como luz, vida, maná, poder, fortaleza, santidad y consuelo por haberle experimentado en todos estos aspectos. Hemos experimentado muchas facetas de las riquezas de Cristo. Sin embargo, debido a que hay algunos aspectos de El que no hemos experimentado, tiene un nombre que solamente El conoce. Es por eso que no conocemos este nombre. No importa cuánto hayamos experimentado a Cristo, siempre habrá algo de El desconocido para nosotros debido a que no lo hemos experimentado.

G. Vestido de una ropa teñida en sangre

  El versículo 13 dice: “Está vestido de una ropa teñida en sangre”. Las vestiduras de Cristo están teñidas en sangre y se vuelven rojas porque El ha pisado el lagar del vino del furor de la ira de Dios (v. 15; Is. 63:1-3) en Armagedón (16:14-16), donde la sangre subirá hasta los frenos de los caballos (14:20).

H. Su nombre es el Verbo de Dios

  El versículo 13 también dice: “Su nombre es el Verbo de Dios”. El Verbo de Dios es la definición, la explicación y la expresión de Dios. Como Verbo de Dios, Cristo habla por Dios no solamente impartiendo vida como gracia a los escogidos de Dios, según el Evangelio de Juan (Jn. 1:1, 4, 14), sino también ejecutando el juicio de Dios sobre la gente rebelde en el Apocalipsis de Juan. Cuando el Señor pelea, habla por Dios y expresa a Dios. La lucha de Cristo equivale al hablar del Verbo de Dios. Dios es justo y soberano. También es un Dios de orden y no tolera desorden ni rebeldía. Mientras Cristo guerrea contra el enemigo, proclama que Dios es soberano, justo y ordenado. El declarará que Dios está sobre todos y que no tolerará ninguna rebelión contra Su autoridad. Por consiguiente, el Guerrero es el Verbo. El lucha hablando la Palabra de Dios.

  Supongamos que yo entro al salón de reunión y encuentro todo en caos. Sin proferir palabra comienzo a limpiar y ordenar el salón. Mi actitud demostrará que soy una persona pulcra y ordenada y que no tolero el desorden. No tengo necesidad de hablar porque mi acción de limpiar dice mucho de mí. De igual manera, el combate del Señor en Armagedón será unas poderosas palabras. Le dirá a Satanás, al anticristo, al falso profeta y al universo entero que Dios es soberano y que nadie puede rebelarse contra El. El es un Dios de orden y eliminará toda rebelión.

  El Verbo de Dios se menciona en Juan 1:1 y en el Apocalipsis de Juan. En el Evangelio de Juan el Verbo de Dios no dice nada que se relacione con guerrear, sino que habla de redención, luz, vida y edificación. En el Evangelio de Juan el Verbo de Dios habla de vida y edificación. En el Apocalipsis de Juan el Verbo de Dios no solamente habla de vida y edificación, sino también de hacer guerra. Antes de que Dios pueda obtener el edificio que El desea, El debe limpiar Su universo. En este libro, la pelea de Cristo también consiste en hablar por Dios. Como Verbo de Dios, Su lucha proclama a todo el universo qué clase de Dios es El. Dios no es un Dios de confusión; El es el Dios soberano, un Dios de orden, que no tolera la rebeldía. Cristo al hacer la guerra, declara esto al universo.

I. De Su boca sale una espada aguda

  El versículo 15 dice: “De Su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones”. La espada que sale de la boca de Cristo, quien es el Verbo de Dios, es la palabra que juzgará a los rebeldes (Jn. 12:48). Cuando el Señor Jesús venga a pelear contra el anticristo, no necesitará armas nucleares. Le bastará con decir una sola palabra. Si El dice: “Anticristo, vete al lago de fuego”, el anticristo inmediatamente será lanzado allí. Las palabras del Señor son más poderosas que cualquier arma nuclear. Cuando el Señor hable, nosotros diremos “Amén”. Cuando El diga: “Anticristo, vete al lago de fuego”, nosotros los que le siguen diremos “Amén”, y el anticristo inmediatamente será lanzado al lago de fuego. Es así como pelea el Señor. Indudablemente, el anticristo usará las armas más modernas, pero Cristo lo derrotará con la espada aguda, la palabra todopoderosa que procede de Su boca.

J. Pastorea las naciones con vara de hierro

  El Señor no solamente herirá las naciones, sino que también las pastoreará con vara de hierro (v. 15). Este pastoreo significa regir, y la vara de hierro significa un poder severo. Cristo primero herirá las naciones con Su palabra de juicio; y luego pastoreará con Su firme poder a los que queden. Al regir con poder pastorea. El regirá a las naciones pastoreándolas. Hoy, los ancianos pastorean la iglesia con amor, no con vara de hierro. Sin embargo, debido a que las naciones todavía tendrán la naturaleza humana rebelde, el Señor las pastoreará durante el milenio con vara de hierro. La prueba de que las naciones todavía tendrán una naturaleza rebelde es el hecho de que seguirán a Satanás para hacer guerra contra Cristo al final del milenio (20:7-9).

K. Pisa el lagar del ardor de la ira de Dios

  El versículo 15 también dice: “Y El pisa el lagar del vino del ardor de la ira del Dios Todopoderoso”. La batalla del Señor en Armagedón será pisar el gran lagar. Todas las uvas, las fuerzas militares gentiles, serán reunidas en el lagar y serán pisadas por el Señor Jesús.

L. El nombre Rey de reyes y Señor de señores escrito en Sus vestiduras y en Su muslo

  El versículo 16 dice: “Y en Su vestidura y en Su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. El hecho de que Cristo sea Rey de reyes y Señor de señores ya no estará escondido ni será misterioso. Este nombre estará escrito sobre Su vestidura y sobre Su muslo; de modo que será revelado, y todos lo conocerán. La vestidura representa los atributos de Cristo, especialmente Su justicia en Su humanidad. Su muslo representa Su poderío y estabilidad. El título “Rey de reyes y Señor de señores” se exhibe en Su justicia y estabilidad.

IV. LOS EJERCITOS

  El versículo 14 dice: “Y los ejércitos de los cielos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos”. Estos ejércitos son los creyentes llamados y escogidos a los que se alude en 17:14. Ellos también son la novia y los invitados a la cena de las bodas del Cordero (vs. 7-9). Los invitados a la fiesta de bodas y la novia son los mismos. La novia está constituida de los invitados, y éstos conforman la novia. Después de la boda, todos ellos serán el ejército.

  El versículo 14 dice que los ejércitos están vestidos de lino finísimo, blanco y limpio. En el mensaje anterior vimos que los santos vencedores tienen dos vestiduras, una de salvación y otra de recompensa. El lino fino aquí mencionado es el segundo vestido. El segundo vestido de los vencedores los hace aptos para participar de la cena de las bodas del Cordero (vs. 8-9) y para pelear junto con el Señor contra el enemigo. Por consiguiente, el vestido de boda se convierte en el vestido para la batalla. El segundo vestido nos faculta no solamente para entrar a la fiesta, sino también para unirnos al ejército. Ya vimos que este vestido es Cristo expresado por nosotros como nuestra justicia diaria. En la actualidad estamos peleando por medio de Cristo como nuestro vestido. Efesios 6 indica que toda la armadura de Dios es Cristo, Además, el ejército del Señor montará en caballos blancos. No seremos guerrilleros, sino un ejército celestial legítimamente formado. ¡Aleluya!

V. LA GRAN CENA DE DIOS

  De acuerdo con los versículos 17 y 18, un ángel gritará a gran voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de generales, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes”. La lucha del Señor en Armagedón preparará una gran cena para todas las aves. La gran cena de Dios contrasta con la cena de las bodas del Cordero. Esta es para los vencedores, los invitados; aquélla es para las aves convocadas. Aunque las aves comerán las carnes de los reyes, no comerán al anticristo ni al falso profeta, debido a que ellos serán lanzados al lago de fuego.

VI. LOS ENEMIGOS

  En el versículo 19 vemos a los enemigos de Dios. Este versículo dice: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra Aquel que montaba el caballo, y contra Su ejército”. De acuerdo con este versículo, los enemigos de Cristo son la bestia, el anticristo (indudablemente incluyendo a su compinche, el falso profeta), y los reyes de la tierra con sus ejércitos. Entre los reyes de la tierra (16:12-16) especialmente se incluyen los diez reyes que están sometidos al anticristo (17:12-14), y los ejércitos incluyen los doscientos millones de soldados de caballería que vienen “de donde sale el sol” (9:16; 16:12).

VII. LA DERROTA DEL ANTICRISTO Y SUS EJERCITOS

  En los versículos 20 y 21 vemos la derrota del anticristo y sus ejércitos. El versículo 20 dice: “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro del lago de fuego que arde con azufre”. El anticristo y el falso profeta serán los primeros en perecer en el lago de fuego. Al resto se le dará muerte “con la espada que salía de la boca de Aquel que montaba el caballo” (v. 21), y todas las aves se saciarán devorando una gran cena.

VIII. LA BATALLA DEL VALLE DE JOSAFAT

  La batalla mencionada en este capítulo sucede en el valle de Josafat (Jl. 3:9-12; Zac. 14:2-3, 12-15). Esto sucederá muy cerca de Jerusalén (mensaje cuarenta y ocho, pág. 544).

IX. PISA EL GRAN LAGAR

  La pelea de Cristo en Armagedón será pisar el gran lagar. Este será el juicio de todas las fuerzas malignas del mundo, la muerte de todos ellos.

  Tenemos que observar la situación mundial de hoy a la luz de la profecía relacionada con la batalla de Armagedón. Cuando yo estudié estas profecías por primera vez hace cincuenta años, la situación mundial era muy diferente a la de hoy. En ese entonces la nación de Israel no había sido restablecida, Jerusalén no había sido devuelta a los judíos, y casi nadie prestaba atención al Medio Oriente. Después de la segunda guerra mundial, la nación de Israel fue restablecida en 1948, y la atención pública volvió a centrarse en el Medio Oriente. Cuando leí en los periódicos sobre el restablecimiento de Israel, quedé sorprendido y me emocioné. En 1967 nuevamente me llené de emoción al enterarme de que Jerusalén había sido devuelta a los judíos. Hoy, la situación mundial está concentrada en el Medio Oriente.

  La Unión Soviética está haciendo secretamente todo lo posible por derrotar a Israel. Como veremos en otro mensaje, esto concuerda con las profecías de Ezequiel 38 y 39. Dichos capítulos revelan que la Unión Soviética tomará la iniciativa en destruir a Israel. Todos los países árabes de la región están conspirando contra Israel. Ninguna nación del Medio Oriente está en favor de Israel. Casi todo está preparado para la batalla de Armagedón. Sin embargo, la situación de Europa, continúa siendo inestable. Tarde o temprano algo pasará allá, ya que tanto en Europa como en el Medio Oriente la gente busca un líder sólido.

  Los judíos también buscan la oportunidad de reconstruir el templo. En la actualidad el sitio donde debería estar el templo lo ocupa una mezquita musulmana, la segunda en importancia religiosa para los musulmanes. El sitio del templo es el lugar exacto donde Abraham ofreció a Isaac. No muy lejos de esta mezquita está el muro de las lamentaciones, la única porción del templo que queda. Esperamos con ansia la recuperación del sitio, para que el templo pueda ser reconstruido. Creo que dentro de poco el sitio del templo será recobrado.

  La situación mundial de hoy no tiene precedente. Aun el problema del petróleo puede ser usado por el Señor para que se cumpla la profecía relacionada con la batalla de Armagedón. Cuando esté a punto de comenzar la batalla de Armagedón, matarán dos terceras partes del pueblo judío. El tercio que sobreviva será probado por fuego y preservado (Zac. 13:8-9). En ese entonces, el Señor descenderá del cielo y posará Sus pies en el monte de los Olivos (Zac. 14:4). El monte de los Olivos se dividirá en dos, y se producirá un valle al cual huirán los judíos perseguidos. Es posible que un gran terremoto suceda en ese momento. Según Zacarías 14, los ejércitos del anticristo serán destruidos. “La carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca” (Zac. 14:12).

  La Biblia revela el destino de la nación de Israel. Ya que muchos israelitas siguen siendo incrédulos, antes de que venga el Señor, Jerusalén será como Sodoma a los ojos de Dios (Ap. 11:8). Por consiguiente, Dios usará al anticristo y sus diez reyes con sus ejércitos para purgar y purificar la nación de Israel. Aquellos que permanezcan serán preservados por Dios para el reino milenario. Como lo revelan claramente Isaías 2:2-3 y Zacarías 8:20-23, en el reino los judíos preservados y salvos será los sacerdotes que enseñarán a las naciones a que conozcan y sirvan a Dios.

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