Mensaje 4
Lectura bíblica: Dn. 2
En este mensaje quisiera decir algo más con respecto a la visión de la gran imagen en Daniel 2. Como veremos, esta visión es la visión rectora en el libro de Daniel.
En la interpretación del sueño de Nabucodonosor en el capítulo 2, únicamente la cabeza de la gran imagen humana fue designada como Babilonia. Sin embargo, si la cabeza es Babilonia, toda la imagen deberá ser también Babilonia.
La Biblia revela que la imagen humana vista por Nabucodonosor en Daniel 2 en realidad no comenzó con Nabucodonosor, sino con Nimrod, quien fundó la ciudad de Babel (Gn. 10:9-10). La edificación de Babel realizada por Nimrod fue el inicio de Babilonia. Desde entonces, Babilonia ha continuado a través del Imperio medo-persa, el Imperio griego y el Imperio romano. Finalmente, ella incluirá al último césar del Imperio romano, el anticristo, con sus diez reyes, representados por los dedos de los pies de la gran imagen (Dn. 2:41-44). El libro de Apocalipsis dice que bajo el liderazgo del anticristo, quien es también el último césar, el Imperio romano será tanto la Babilonia política como la Babilonia religiosa. Apocalipsis 18 se refiere al imperio del anticristo como la Babilonia política y material, esto es: “Babilonia la Grande” (v. 2). Más aún, por intermedio de Constantino el Grande, quien aceptó al cristianismo como la religión estatal, la naturaleza del cristianismo fue mudada, con lo cual se convirtió en la Iglesia Católica, que en Apocalipsis 17 es llamada “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE” (v. 5). Ésta es la Babilonia religiosa. Por tanto, con base en la Biblia podemos ver que no solamente Babilonia misma es Babilonia, sino que incluso el Imperio romano es Babilonia.
Desde nuestra perspectiva, existen muchos países, naciones e imperios diferentes. Pero a los ojos de Dios, la totalidad del gobierno humano, desde Nimrod hasta el anticristo, es Babilonia. Este gobierno humano, Babilonia, siempre ha hecho tres cosas: rebelarse contra Dios, exaltar al hombre y adorar ídolos (Gn. 11:4, 9). Adorar ídolos es, en realidad, adorar al diablo que está detrás de los ídolos. Dondequiera que vayamos, veremos que el gobierno humano se rebela contra Dios, exalta al hombre y adora ídolos.
Cuando Babilonia llegue a su consumación, la piedra cortada no con manos aparecerá para desmenuzar la gran imagen, comenzando por los dedos de los pies y los pies mismos (Dn. 2:34-35, 44-45; 7:13-14). En Mateo 21, dirigiéndose a los fariseos, el Señor les indicó que Él es una piedra. Primero, en el versículo 42, les preguntó: “¿Nunca leísteis en las Escrituras: ‘La piedra que rechazaron los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte del Señor fue esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos’?”. Después, en el versículo 44, les dijo: “Y el que caiga sobre esta piedra se despedazará; y sobre quien ella caiga, le hará polvo y como paja le esparcirá”. Aquí vemos que Cristo es la piedra que hiere. ¿Qué es lo que será herido por Él y esparcido como paja? Según Daniel 2, la totalidad del gobierno humano, cuyo nombre es Babilonia y que será aplastada y desmenuzada por Cristo, la piedra cortada no con manos.
En lo que concierne al gobierno humano, debemos considerar en qué sección del gobierno humano nos encontramos en la actualidad. Como resultado de estudiar la Biblia así como la situación mundial durante más de sesenta años, creo que en la actualidad nos encontramos en la sección que corresponde a los pies de la imagen, muy cerca de los diez dedos de los pies. La situación mundial, especialmente la situación en Europa, ha sufrido modificaciones a fin de coincidir con las profecías en la Biblia. Si entendemos esto claramente, sabremos dónde estamos y qué debemos hacer.
Aunque la forma y apariencia del Imperio romano se ha desvanecido, su cultura, espíritu y esencia continúan existiendo hoy en día. No obstante, la forma y apariencia del Imperio romano serán restauradas bajo el liderazgo del anticristo. Toda la tierra está lista para la restauración del Imperio romano así como para el surgimiento de los diez dedos de los pies, lo cual conlleva la venida de Cristo como piedra que desmenuzará la totalidad del gobierno humano e introducirá el reino eterno de Dios sobre la tierra.
La visión presentada en el capítulo 2 es la visión rectora de todo el libro de Daniel. El capítulo 1 es simplemente una introducción, mientras que el capítulo 2 nos muestra una visión rectora, una visión que es la clave para entender las visiones de Daniel presentadas en los capítulos del 7 al 12.
Los cuatro imperios descritos en Daniel 2 corresponden a las cuatro bestias mencionadas en Daniel 7. En el capítulo 2, Nabucodonosor vio una gran imagen humana, pero en el capítulo 7 Daniel vio cuatro bestias. Las cuatro secciones principales de la imagen en la visión de Nabucodonosor corresponden a las cuatro bestias en la visión de Daniel. La cabeza de oro (2:37-38), que representa a Nabucodonosor, corresponde a la primera bestia, la cual “era como un león, y tenía alas de águila” (7:3-4). El pecho y los brazos de plata (2:32, 39a), que representan a Medo-Persia, corresponden a la segunda bestia, la cual era semejante a un oso (7:5). El vientre y los muslos de bronce (2:32, 39b), que representan a Grecia, corresponden a la tercera bestia, la cual era semejante a un leopardo (7:6). Las piernas de hierro y los pies que son en parte de hierro y en parte de barro cocido (2:40-43), que representan al Imperio romano y sus últimos diez reyes, corresponden a la cuarta bestia, la cual es distinta de las anteriores y tiene dientes grandes de hierro así como diez cuernos (7:7-8).
Detalles adicionales con respecto a estos imperios son hallados en los capítulos 8 y 11. En el capítulo 8 vemos que la segunda sección de la gran imagen humana —Medo-Persia—, que es representada por un carnero (8:3-4), fue derrotada por la tercera sección de la imagen —Grecia—, que es representada por un macho cabrío que tenía un cuerno muy notorio (vs. 5-8). El versículo 8 dice: “Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero en cuanto llegó a ser poderoso, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron cuatro cuernos muy visibles hacia los cuatro vientos del cielo”. Estos cuatro cuernos representan a los sucesores de Alejandro Magno. Para ver más detalles con respecto a estos cuatro cuernos, debemos leer el capítulo 11, el cual tiene mucho que decir sobre el rey del sur (Egipto) y el rey del norte (Siria). En particular, este capítulo nos habla sobre Antíoco Epífanes, un destacado descendiente del sucesor de Alejandro en Siria.
Antíoco Epífanes fue un tipo del anticristo. El primer tipo del anticristo fue Nimrod, en Génesis; el segundo fue Antíoco Epífanes, en Daniel; y el tercero fue Tito, el príncipe de Roma que destruyó Jerusalén el año 70 d. C. Por tanto, si queremos ver un cuadro completo del anticristo, tenemos que estudiar no solamente el libro de Apocalipsis, sino también estos tres tipos del anticristo. Con Nimrod, Antíoco Epífanes y Tito tenemos el cuadro, y en el libro de Apocalipsis tenemos la definición. Al considerar en su conjunto el cuadro y su definición, tenemos una visión completa con respecto al anticristo.
Espero que todos veamos la visión rectora presentada en Daniel 2 y que, a la luz de esta visión, tengamos una clara visión con respecto al gobierno humano. A los ojos de los seres humanos, existen diferentes clases de gobierno, algunos de ellos buenos y otros malos. Pero a los ojos de Dios, todo gobierno humano es una bestia. Babilonia, Persia, Grecia, el Imperio romano: todos ellos son bestias. Puedo testificar que esta visión me ha guardado del mundo por más de sesenta años. Todos necesitamos recibir tal visión. Si nosotros, como pueblo de Dios, vemos esta visión rectora, seremos guardados del mundo y preparados para la venida de Cristo como piedra que hiere, la cual desmenuzará la totalidad del gobierno humano y se convertirá en un gran monte —el reino eterno de Dios— que llenará toda la tierra.