Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de Génesis»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 102

La madurez: el aspecto reinante del Israel maduro

(5)

  En este mensaje llegamos al tercer grupo de los doce hijos de Jacob. Como ya vimos claramente, la profecía con bendición de Gn. 49 describe no solamente las vidas de las doce tribus de Israel en el Antiguo Testamento, sino también la vida espiritual de los cristianos del Nuevo Testamento. Esto se basa en el hecho de que las doce tribus de Israel tipifican a la iglesia con todos sus creyentes. Por tanto, todo lo que contiene el capítulo cuarenta y nueve es un tipo, una figura, un cuadro, y nuestra experiencia actual es la realidad, el cumplimiento, de la profecía con bendición que dio Jacob.

  La profecía con bendición que pronunció Jacob se presenta en poesía. Es difícil entender el lenguaje que se usa en poesía. El lenguaje poético es significativo y descriptivo, pero no es fácil examinar las profundidades de su significado. Si usted puede sondear las profundidades del lenguaje poético de este capítulo, se dará cuenta de cuán significativo, rico y profundo es.

  Otra razón por la cual muchas personas que leen el capítulo cuarenta y nueve tienen dificultades para entenderlo, es la escasez de experiencia cristiana que tienen. Aunque podamos entender el lenguaje poético de este capítulo, quizá nos falte la experiencia necesaria para saber aplicarlo. Si deseamos entender este escrito profético, debemos conocer el lenguaje usado, la historia de las doce tribus de Israel, el significado de las figuras poéticas y además tener experiencia. Jacob usó muchas figuras poéticas en este capítulo: un león joven, un león que se echa, una leona, un pollino, un hijo de asna, el vino, la vid, los vestidos, los puertos, las naves, la serpiente y la víbora con cuernecillos. Nosotros necesitamos cierta medida de experiencia para conocer el significado de estas figuras y saber interpretar estos tipos y aplicarlos a nuestra situación. Este capítulo ha estado cerrado durante siglos por esta falta de experiencia.

  Hace más de cincuenta años estuve a los pies de un gran maestro de la Asamblea de los Hermanos. El dio muchos mensajes en los que explicaba Génesis 49 y mostraba cómo esas profecías se habían cumplido en los siguientes libros de la Biblia. Sin embargo, él mismo escaseaba en la experiencia. Todo lo que tenía era el conocimiento del lenguaje y de los textos. Pero debido a que no conocía el significado espiritual de las figuras, no aplicó ninguna de ellas a la experiencia cristiana de hoy. Por consiguiente, no recibí de él ninguna ayuda en vida ni en las experiencias espirituales. Aun así, le doy gracias al Señor porque oí de ese hermano la interpretación y la explicación de este capítulo de una manera histórica y bíblica. Más adelante, al ligar este capítulo con mi experiencia espiritual, pude entrar en las profundidades del significado de esta profecía que está llena de bendición.

  Este relato acerca de los doce hijos de Jacob empieza con Rubén, un pecador. Nadie ha sido más pecaminoso que Rubén. Aunque Pablo dijo que él era el peor de los pecadores, yo diría que Rubén en realidad fue peor, mucho más pecador que Saulo de Tarso. ¡Qué pecado tan abominable cometió él! Al principio de nuestra experiencia cristiana, nosotros también éramos pecadores. ¡Cuánto agradecemos al Señor por Su misericordia! Yo antes era un Rubén, pero ahora soy salvo. Esta profecía llena de bendición empieza con un pecador, y termina con los dos hijos que Jacob amaba: José y Benjamín. Empieza con un pecador y termina con un rey, alguien que gobierna y que tiene poder y autoridad. Entre Rubén y José, tenemos a Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser y Neftalí.

  Ya vimos que este relato profético empieza con un grupo de pecadores: Rubén, Simeón y Leví. El pecado de Rubén fue la lujuria, el pecado de Simeón y Leví fue la ira que brotó de su manera de ser. El capítulo cinco de Mateo también habla de los pecados de la lujuria y la ira. Después de este grupo de pecadores, que están llenos de lujuria y de ira, vino Cristo como el león. Judá es Cristo, nuestras buenas nuevas. Después de El aparecen Zabulón, el puerto que propaga el evangelio, e Isacar, el disfrute de la vida de iglesia. ¡Cuán maravilloso es esto! ¿Existen todavía algunos Rubén entre nosotros hoy? Debemos declarar que en la iglesia no hay ningún Rubén ni ningún Simeón y que todos los Leví se han convertido en sacerdotes. Por tanto, ya no hay pecadores. Cristo está aquí y El lo es todo. Puesto que Cristo está aquí, tenemos las buenas nuevas que son promulgadas por la predicación del evangelio, y tenemos la vida de iglesia. ¡Aleluya, ya no somos pecadores! ¡Estamos en la vida de iglesia! Por una parte, somos el puerto que propaga a Cristo, y por otra somos las tiendas que permanecen con Cristo disfrutándole plenamente.

(9) En cuanto a Dan

(a) Un cachorro de león que lucha por más tierra

  En Deuteronomio 33:22 leemos: “A Dan dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán”. La alusión a un cachorro de león en este versículo une el segundo grupo con el tercero de los doce hijos, lo cual indica que el tercer grupo es la continuación del segundo. En el segundo grupo, la figura importante es el león; y Dan, el primero del tercer grupo, también es llamado león. Como cachorro de león, Dan no lucha por la presa, sino por más tierra (Jos. 19:47; Jue. 18:27-29). Así vemos que el cachorro de león ha pasado de la lucha por la presa a la lucha por la tierra. En tipología, luchar por más tierra significa luchar por obtener más de Cristo. El cachorro de león, en Judá, captura la presa. Pero el león joven aquí mencionado lucha por adquirir más tierra, por ganar más de Cristo. En Jueces 18 vemos a Dan como un león joven que procura conseguir más tierra.

(b) Una serpiente, una víbora con cuernecillos en el camino, que muerde los talones de los caballos y hace caer al jinete

  Después de que Dan obtuvo la ciudad que lleva su nombre, en Jueces 18, erigió en ella un ídolo hecho por Micaía (Jue. 17:4-5; 18:30-31). En ese entonces, el tabernáculo de Dios estaba en Silo. Pero en la ciudad de Dan había un ídolo. Hoy en día, tenemos luz suficiente para entender el significado espiritual de eso. Indica que algunos cristianos han podido obtener más de Cristo, pero después de ganar más de El, establecen otro centro de adoración. Según el libro de Deuteronomio, en la buena tierra debe haber un solo centro de adoración para el pueblo de Dios (Dt. 12:11, 13-14, 21; 14:23-26). En ese único centro estaban el nombre de Dios y Su morada. En la época abarcada en Jueces, el centro de adoración se hallaba en Silo, donde estaban el tabernáculo de Dios y los sacerdotes. Dan obtuvo la victoria, pero esta victoria lo hizo independiente. Toda independencia procede del orgullo. No se imagine que la ganancia espiritual no puede hacer que usted se jacte. Inclusive ganar más de Cristo puede hacer que nos enorgullezcamos. Esto es lo que llamamos orgullo espiritual. Los que tienen este orgullo espiritual no se someten a los demás. Dirán: “¿Por qué debemos ir a Silo? Podemos establecer algo nosotros mismos”. Inmediatamente después de la victoria de Dan, se estableció en la ciudad de Dan otro centro de adoración con el ídolo que había hecho Micaía.

  Si usted examina la historia del cristianismo, se dará cuenta de que estas cosas se han repetido continuamente. Cierto individuo o grupo de creyentes ha sido victorioso al ganar más de Cristo. Sin embargo, ganar de Cristo los hizo orgullosos e independientes y, por no estar dispuestos a someterse a los demás, establecieron otro centro de adoración. Debían haber ido al centro de adoración de Silo, pues los sacerdotes ordenados por Dios estaban allí. Sin embargo, establecieron algo hecho por el hombre y ordenado por él. Esta es la serpiente, el sutil enemigo, que se infiltra.

  La serpiente de Génesis 3 reaparece en Jueces 18. De manera que Dan, el cachorro de león, se convierte en una serpiente. Leemos en Génesis 49:17: “Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo, y hace caer hacia atrás al jinete”. Esta serpiente es peor que la serpiente de Génesis 3, pues aquí es una víbora con cuernos. Si no conocemos la historia del Antiguo Testamento, el significado espiritual, y la aplicación práctica, resulta difícil entender este versículo. No obstante, si conocemos todas estas cosas, veremos que debe de haber muchos Dan en la historia cristiana. Primero, estos Dan eran cachorros de león que ganaban más de Cristo, pero con el tiempo se convirtieron en serpientes, o peor aún en víboras con cuernos, y establecieron otro centro de adoración. Todavía hoy, muchas personas espirituales que han ganado algo de Cristo han establecido otro centro de adoración aparte del único centro ordenado por Dios y establecido por El. Debemos aplicar esto a nosotros mismos y preguntarnos si estamos estableciendo otro centro de adoración. Es una lástima decir que durante estos últimos quince años, por lo menos dos o tres personas que estuvieron con nosotros han hecho esto. Recibieron algo, pero aquello que obtuvieron los enorgulleció, y se independizaron debido a que no estaban dispuestos a someterse a lo que el Señor determinó. Como resultado, establecieron otros centros. Por culpa de ellos, algunos cayeron hacia atrás.

  En Génesis 49 se dio esa profecía. Pero nosotros vemos su cumplimiento en la historia pasada y en la situación presente. Una vez más, esto nos convence de que la Biblia es verdaderamente inspirada por Dios. ¡Qué gran impresión nos deja este cuadro de Dan! Ahora vemos centros de adoración con ídolos e imágenes supuestamente espirituales. El ídolo y el centro de adoración separado se convirtieron en una gran piedra de tropiezo para la nación de Israel. Al leer los libros históricos del Antiguo Testamento, vemos que al erigir este ídolo, Dan se convirtió verdaderamente en una víbora con cuernos. Esta víbora mordía los talones de los caballos y hacía caer hacia atrás a los jinetes. Eso significa que la víbora llega a ser un gran obstáculo y detiene al pueblo. Mientras ellos montaban a caballo, Dan mordía los talones de los caballos y los hacía caer hacia atrás, es decir, él les impedía seguir adelante.

(c) Jacob esperó la salvación del Señor

  Entonces Jacob dijo: “Tu salvación esperé, oh Jehová” (v. 18). Después de hablar de Dan como serpiente junto al camino y víbora con cuernecillos que en la senda muerde los talones de los caballos, Jacob clamó al Señor pidiendo salvación. Si vemos la situación de los Dan de hoy, también nosotros clamaremos: “Oh Señor, sálvanos. Sálvanos de Dan, de los ídolos y de los demás centros de adoración. Señor, sálvanos de la serpiente y de la víbora provista de cuernos. Oh Señor, sálvanos de la mordedura de la serpiente”. Jacob no sólo oró, sino que también invocó el nombre del Señor. En este versículo no leemos: “Estoy esperando tu salvación”, ni: “Esperaré tu salvación”; sino que afirma: “Esperé tu salvación”. Jacob parecía decir: “Señor, por esta situación con Dan, sólo Tu salvación puede ayudar. Sólo Tu salvación nos puede salvar de este perjuicio. Señor, ya esperé Tu salvación. Señor, a Ti clamé. Te invoqué. Señor, necesitamos Tu salvación”.

  A lo largo de la historia, muchos Dan se han convertido en serpientes que han establecido ídolos para estorbar a los demás. Esto nos duele profundamente en nuestro corazón. En 1969 se estableció otro centro de adoración, el cual se ha convertido en un obstáculo para muchos jóvenes. Los talones de muchos caballos fueron mordidos, y muchos jinete jóvenes cayeron hacia atrás. Lo único que podemos hacer ante una situación así es invocar al Señor y decir: “Señor, esperé Tu salvación”. Vimos anteriormente la salvación que realiza el Señor y la seguimos viendo. Puedo testificar que muchos han sido salvos de la mordedura de la serpiente.

  Vimos que primero Dan es la continuación de Judá, la continuación de la victoria de Cristo. Luego Dan cayó en el culto a los ídolos. Cuando se introduce el culto a los ídolos, allí está la serpiente. Detrás de cada imagen, hay un espíritu maligno. Detrás de cada ídolo se halla el enemigo sutil que busca adoración. Por tanto, cuando se estableció aquella imagen, Dan se convirtió en serpiente. En otras palabras, puesto que Dan llegó a ser uno con el ídolo, vino a ser Satanás. Después de esta terrible caída, vino de Dios la salvación. ¡Alabado sea el Señor por Su salvación! La historia atestigua esto, y nuestras circunstancias lo confirman. Ya vimos la caída y presenciamos una situación en la cual la serpiente se infiltró. Pero también vimos la salvación que efectúa el Señor. ¡Aleluya, muchos han sido salvos! ¡Oh Señor, hemos esperado Tu salvación!

(d) Sigue siendo una de las tribus (los cetros) que juzga a su pueblo

  Jacob profetizó que Dan juzgaría a su pueblo como una de las tribus de Israel (v. 16). Esta profecía con bendición, indica que Jacob estaba preocupado porque Dan podría ser exterminado. Según la ley mosaica, todo el que erigía un ídolo o lo adoraba debía ser cortado del pueblo (Dt. 13:5-18). De las doce tribus, fue la tribu de Dan la que erigió un ídolo. Por consiguiente, según la ley, esta tribu debía ser cortada. Por consiguiente, Jacob, con el deseo de que ninguno de sus hijos fuese eliminado, lo bendijo proféticamente con un corazón amoroso. Esta fue la razón por la cual Jacob dijo que Dan seguiría siendo una tribu que juzgaría a su pueblo. Esta palabra se cumplió particularmente en Sansón, quien pertenecía a la tribu de Dan (Jue. 13:2, 24; 15:20).

  Jacob dijo que Dan juzgaría a su pueblo como una de las tribus de Israel. La palabra hebrea traducida tribu significa en primer lugar rama, o también palo, bastón o cetro. Un cetro denota autoridad. Así que, la palabra hebrea traducida tribu significa en realidad cetro. Cada tribu tiene un cetro, tiene autoridad. Las doce tribus eran doce cetros, doce potestades. En los días de Sansón, la tribu de Dan se convirtió en un cetro. En el caso de Sansón, la tribu de Dan era un poder, una verdadera autoridad. Este es el significado de la bendición profética de Jacob acerca de Dan en el versículo 16. Lo dicho por Jacob no significaba solamente que Dan permanecería como tribu, sino que también sería un cetro, una autoridad. Esta profecía se cumplió.

(e) Esta tribu se omite en 1 Crónicas y Apocalipsis, pero se incluye en el milenio

  En 1 Crónicas 2—9 se omite la tribu de Dan en el registro del pueblo santo de Dios. En 1 Crónicas 2:2 se menciona el nombre de Dan, pero el relato subsiguiente omite dicha tribu. Además, el relato de Apocalipsis 7 tampoco menciona la tribu de Dan. No aparecer en el registro que tiene Dios de Su pueblo es algo grave. Encontramos esta advertencia en el Nuevo Testamento, en Apocalipsis 3:5, donde vemos que al que venza no se le borrará el nombre del libro de la vida. Esto implica que los nombres de los creyentes vencidos serán borrados del libro de la vida durante la era venidera del milenio. Esto no significa que los creyentes vencidos perecerán. La tribu de Dan no pereció. Sin embargo, puesto que cayó y se unió con el enemigo de Dios, convirtiéndose en la serpiente y en una piedra de tropiezo para el pueblo de Dios, se omite su nombre en el relato de 1 Crónicas y el de Apocalipsis.

  Muchos cristianos de hoy se han convertido en Dan. Se han unido con Satanás y se han vuelto una piedra de tropiezo que estorba al pueblo de Dios, pero no parecen preocuparse por lo que han hecho, ni tienen el menor remordimiento al respecto. Efectivamente, Dios les perdonará, pero sus nombres no se encontrarán en el registro durante la edad del reino. Se producirá cierta situación en la cual se omitirán sus nombres. Dan no fue asentado en el registro de 1 Crónicas ni en el de Apocalipsis a causa de su maldad. Aun así, seguirá siendo una tribu en el milenio por la bendición de su padre (Ez. 48:1). En esto vemos la misericordia de Dios.

  No debemos leer el relato de Dan como una simple historia. Debemos leerlo como una sombra o una figura de nuestra experiencia como cristianos. Nosotros podemos ser la continuación de Judá y la victoria de Cristo, pero debemos tener cuidado. Muchas veces, después de una victoria, existe el peligro de que lo obtenido de Cristo nos enorgullezca, nos haga independientes, y no estemos dispuestos a someternos a los demás. En tal circunstancia es posible que establezcamos otro centro de adoración y por tanto lleguemos a ser uno con Satanás, el enemigo de Dios. Esto nos causará una gran pérdida. No vamos a perecer, puesto que ya fuimos salvos, y lo somos para siempre. No obstante, existe la clara posibilidad de que en cierto período y en ciertas circunstancias, podamos ser omitidos del registro del pueblo de Dios.

(10) En cuanto a Gad

(a) Es acometido por un ejército, y él ataca sus talones

  Por el fracaso de Dan, Jacob clamó al Señor pidiendo salvación. El Señor oyó su clamor. Por consiguiente, después de Dan, tenemos a Gad como su continuación. El versículo 19 dice: “Gad, ejército lo acometerá; mas él acometerá al fin [lit., mas él los atacará por sus talones]”. En Dan vemos el fracaso, pero en Gad vemos nuevamente la victoria. No piense que Dan y Gad están separados. Ellos conforman un conjunto. Dan termina con un fracaso, pero Gad, que ataca los talones del ejército, recobra la victoria.

(b) Ensanchado por Dios

  Leemos en Deuteronomio 33:20: “Bendito el que hizo ensanchar a Gad”. Con esta victoria, Gad fue ensanchado por Dios. Sucede exactamente lo mismo en nuestra experiencia espiritual. Hace algún tiempo, quizá estábamos vencidos, pero por la misericordia de Dios mediante la oración de algunos santos, la salvación del Señor llegó a nosotros. Por consiguiente, volvimos a ganar la victoria. Ya no somos Dan; somos Gad, aquel que hiere al enemigo por los talones. Mediante esta victoria, somos ensanchados por Dios. Muchos de nosotros podemos testificar que Dios nos ha ensanchado.

(c) Reposa como leona, y arrebata el brazo y aun la coronilla de la presa

  Deuteronomio 33:20 declara también: “El reposa como leona, y arrebata el brazo y aun la coronilla” (heb). Aquí vemos que Gad es una leona. Gad no se agazapa, sino que reposa. Esta es una mejoría sobre Judá, que era como león encorvado. Gad, quien reposa como leona, arrebata los brazos y aun la coronilla de la presa. En el lenguaje poético que usa Moisés, la coronilla se refiere al cráneo. Por supuesto, esta presa no es un animal, sino una persona. Gad arrebata el brazo de su presa y aun la coronilla, el cráneo, de su presa. Esto significa que Gad es tan fuerte que no sólo vence a su enemigo, sino que lo despedaza y desmenuza su cráneo. Esta poesía describe el aniquilamiento supremo del enemigo. Nosotros como Gad partimos a Satanás en pedazos. En Deuteronomio 33 la leona no se recuesta para disfrutar, sino que habita, se establece, y parte al enemigo en pedazos. Parece que Gad podía decir: “Enemigo, no me molestes. Quiero morar aquí en paz. Pero si me molestas, no sólo arrebataré tu brazo, sino que también partiré tu cabeza en pedazos. Después de eso, nadie volverá a ver tu rostro”.

(d) Escoge lo mejor de la tierra para sí

  Dice en Deuteronomio 33:21 acerca de Gad: “Escoge lo mejor de la tierra para sí, porque allí le fue reservada la porción del legislador”. La victoria siempre nos da ensanchamiento, que es la ampliación del espacio. Por consiguiente, este versículo afirma que Gad escogió lo mejor de la tierra para sí. Durante años no podía entender esto. Según la historia del Antiguo Testamento, la mejor porción se refiere a la primera porción de la buena tierra que estaba al oriente del río Jordán. En el recorrido que hicieron las doce tribus, entraron primeramente en esta sección que se encontraba en al oriente del Jordán. Rubén, Gad y la mitad de Manasés deseaban esta tierra rica y fértil y rogaron a Moisés que se la concediera. Moisés asintió, pero les pidió que no se quedaran allí disfrutando la buena tierra, mientras sus hermanos todavía no habían obtenido su respectiva porción de la tierra. Por tanto, Moisés les exhortó a pelear en la batalla para obtener el resto del país (Nm. 32:1-32). Después de eso, dividirían la tierra con justicia. Si dos tribus y media se hubiesen quedado allí y no hubieran ido a luchar por el resto del país, no habrían obrado justamente. Por tanto, Gad escogió la mejor porción para sí. Allí se reservaba una porción para el legislador. Esto alude al hecho de que Moisés, el legislador, fue sepultado allí (Dt. 32:48-52; 34:1-6).

(e) Vino en la delantera del pueblo; con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová

  El versículo 21 declara también: “Y vino en la delantera del pueblo; con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová”. Gad se congregó con los jefes, los líderes, del pueblo para tomar el resto de la buena tierra y ejecutar la justicia del Señor al dividir la tierra y al ejecutar Sus decretos (Jos. 22:1-5). El fracaso de Dan fue su orgullo. Cuando obtuvo más tierra, se enorgulleció y estableció otro centro de adoración. El no se preocupó por sus hermanos. Cuando uno obtiene más tierra, más Cristo, en la experiencia espiritual, debe tener cuidado con el orgullo. Nunca establezca otro centro de adoración. Más bien, debe cuidar a sus hermanos. No diga: “He obtenido la victoria; tengo más tierra, más Cristo. No me preocupan los demás. Me quedaré aquí para disfrutar mi victoria”. Si usted hace eso, será vencido. Aunque usted haya ganado la tierra, debe seguir adelante y ocuparse de la necesidad de sus hermanos. Usted ya obtuvo su porción, pero ¿qué de la porción de sus hermanos? Usted debe pelear la batalla para obtener el resto de la tierra a fin de que todos sus hermanos tengan su propia porción. Disfrutar su porción de la tierra sin ayudar a los hermanos a obtener su porción sería injusto; no ejecutaría la justicia de Dios. Usted debe seguir adelante con los demás líderes para pelear la batalla por el resto de la tierra. Entonces todos sus hermanos tendrán una porción. Hacer eso significa ejecutar la justicia del Señor y guardar Sus preceptos para con Israel.

  Gad tenía muchos puntos en su favor. El recobró la victoria, fue ensanchado y despedazó al enemigo. Además, escogió una parcela para sí mismo, mas no la disfrutó antes de ayudar a sus hermanos a que obtuvieran su propia porción. El avanzó con ellos para luchar hasta que todos hubieron obtenido una porción. Esto fue la ejecución de la justicia del Señor y de Sus preceptos para con Israel. Repito que Dan es una advertencia sobre el peligro de ser orgullosos, independientes y de establecer otro centro de adoración. Gad nos ayuda a ver que aún después de haber ganado la victoria y de haber sido ensanchados, no debemos olvidarnos de nuestros hermanos. No debemos descansar en nuestra porción hasta que hayamos ayudado a nuestros hermanos a conseguir la suya. Ganar una victoria espiritual y ganar a Cristo es algo verdaderamente maravilloso. Sin embargo, se debe tener cuidado con el orgullo. Usted podría establecer un centro de adoración separado y descuidar a sus hermanos. Jamás haga tal cosa. No disfrute de la porción que ha ganado antes de haber ayudado a sus hermanos a obtener la suya. No sea orgulloso y no se olvide de sus hermanos. Escuchar esto debe ser una ayuda para todos nosotros. Ahora sabemos lo que debemos hacer después de obtener la victoria de Cristo. No debemos establecer otro centro, sino que debemos cuidar a nuestros hermanos, luchando para que obtengan su porción.

(11) En cuanto a Aser

(a) Los ricos manjares y los deleites reales

  Después de Gad viene Aser. Esta secuencia indudablemente la inspiró Dios. Leemos en el versículo 20: “El pan de Aser será substancioso, y él dará deleites al rey”. El pan de Gad es substancioso, es decir, su comida es rica. Cuando tenemos la victoria de Cristo y ayudamos a nuestros hermanos a obtener su porción antes de disfrutar la nuestra, tenemos una comida rica, la cual se convierte en delicias reales, en manjares de rey. No es alimento para la gente común, sino para los reyes, para la familia real. Lo que disfrutamos en la vida victoriosa no es solamente comida habitual, sino manjares reales. No se puede negar que la comida que hay en la vida de iglesia es rica. De hecho, es tan rica que se convierte en manjares de rey. No somos solamente una familia de leones, sino también una familia de reyes. Somos una familia real, y nuestra mesa es real. Todo lo que comemos en estos mensajes de estudio-vida son manjares reales.

(b) Más bendecido que los hijos y más favorecido que sus hermanos

  Dice en Deuteronomio 33:24: “Bendito sobre los hijos sea Aser; sea el amado de sus hermanos”. Usted se preguntará cómo puede ser más bendecido Aser que Judá o que José. El hecho de que Aser sea más bendecido que los hijos se refiere a que es más bendecido con riquezas de alimento y de minerales.

(c) Moja su pie en aceite

  Deuteronomio 33:24 declara también: “Y moje en aceite su pie”. Judá lavaría su vestido en vino, pero aquí Aser debe mojar su pie en aceite. Apocalipsis 6:6 habla de no hacer daño al aceite ni al vino. En tiempo de hambre, escasean el aceite y el vino. Indudablemente, aquí el aceite es aceite de oliva. Según la historia y la geografía, hay abundancia de olivos en esta región de la buena tierra, y por esta razón, es rica en aceite. El hecho de que Aser moje su pie en aceite indica que en cuanto a la comida, es más rico que las demás tribus.

(d) Hierro y bronce son sus cerrojos

  En Deuteronomio 33:25 leemos: “Hierro y bronce serán tus cerrojos”. El hierro y el bronce se usan para pelear la batalla y para edificar. El aceite es comida que nutre, pero el bronce y el hierro son materiales con los cuales se combate y se edifica el reino. Por ser tan rico, el más favorecido en alimento y en minerales, Aser es más bendecido que las demás tribus. El tiene la comida con la cual alimentarse y los minerales que se usan en la fabricación de armas y como materiales de construcción.

(e) Su reposo es como sus días

  Deuteronomio 33:25 declara también: “Y como tus días serán tus fuerzas [lit., será tu reposo]”. La palabra hebrea que aquí se traduce reposo no es lo que entendemos generalmente como descanso. Esta palabra es muy difícil de traducir. Significa seguridad, fuerza, paz y tranquilidad. Denota una vida sosegada, en la cual hay abundancia y no hay ni preocupaciones ni prisa. Por consiguiente, Aser había de tener una vida tranquila, segura, y con abundancia garantizada. Esto significa que en toda la vida, él no carecería de nada. El tendría la rica comida para su alimento, las armas para defenderse, y los materiales para edificar. En lugar de escasez, habría abundancia, descanso, paz y tranquilidad. El disfrutaría continuamente la vida.

  Si usted no ha llegado a esta etapa de la vida espiritual, es posible que no entienda lo que estoy diciendo. Pero esta etapa existe. Si usted todavía no ha llegado allí, le aliento a seguir adelante. Un día usted llegará a esta esfera. Allí uno no tiene que apresurarse ni afanarse, pues hay seguridad y paz. Allí no carecemos de nada; tenemos comida, armas y materiales de construcción. Cuando uno llega a esa etapa, no necesita preocuparse por el mañana, y no hay ansiedad. Por el contrario, hay un continuo descanso en las riquezas de alimento y en el hierro y el bronce. Por lo menos algunos de nosotros hemos llegado a este punto. Esta es la madurez de la vida.

(12) En cuanto a Neftalí

(a) Una cierva suelta

  En Génesis 49:21 leemos: “Neftalí, cierva suelta”. Inmediatamente después de Aser viene Neftalí, quien no es ni un cachorro de león ni una leona, sino una cierva. Según el texto hebreo, el título del salmo 22 habla de la cierva de la mañana, indicando que el Cristo resucitado del salmo 22 es una cierva suelta. En Neftalí no tenemos solamente al Cristo victorioso como león, sino al Cristo resucitado como cierva liberada que salta sobre las cimas de los montes. Nada puede detenerlo a El, y no necesita que nadie le prepare el camino. El es la cierva resucitada. Por estar en resurrección, El puede brincar sobre los montes altos.

(b) Pronuncia dichos hermosos

  El versículo 21 declara también: “Pronunciará dichos hermosos”. La cierva resucitada de Génesis 49 corresponde al Señor resucitado de Mateo 28. Mateo 28 revela primeramente que Cristo resucitó, y luego nos dice que cuando los discípulos estaban reunidos con El, los exhortó, diciendo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones ... enseñándoles que guarden todo cuanto os he mandado” (Mt. 28:19-20). Esto implica que deben pronunciar dichos hermosos. En resurrección podemos pronunciar dichos hermosos. Esta es la madurez de la vida en resurrección. Si queremos decir algo hermoso por Cristo, debemos estar en resurrección. Cuando estamos en resurrección, nos resulta fácil pronunciar dichos hermosos para el Señor.

(c) Saciado de favores, y lleno de la bendición de Jehová

  Dice en Deuteronomio 33:23: “Neftalí, saciado de favores, y lleno de la bendición de Jehová”. Aquí vemos que Neftalí estaba saciado de favores. El favor del Antiguo Testamento equivale a la gracia del Nuevo. Por tanto, Neftalí estaba saciado de gracia. Cuando estamos en resurrección y pronunciamos dichos hermosos, también estamos saciados de gracia. A menudo cuando yo hablo, estoy saciado de favores, de gracia. Este versículo también afirma que Neftalí estaba lleno de las bendiciones del Señor. El estaba colmado de gracia y lleno de bendiciones. Esta es la vida victoriosa y madura en resurrección. Mientras hablamos por Cristo para alimentar a los demás, nosotros mismos somos saciados de gracia y llenos de bendiciones.

(d) Posee el occidente y el sur

  Deuteronomio 33:23 añade: “Posee el occidente y el sur”. Pronunciar dichos hermosos en resurrección y estar saciado de favores y lleno de bendiciones da por resultado la posesión del occidente y del sur. El hecho de que Neftalí posea el occidente significa que posee el mar Mediterráneo, que estaba en el occidente de la porción de Neftalí de la buena tierra. Algunas versiones traducen la palabra hebrea que en este versículo significa occidente como mar. En realidad, denota el mar, porque el mar se encontraba al occidente de la buena tierra. La palabra sur denota la tierra. El mar, el occidente, representa el mundo gentil, y el sur, la tierra, representa el mundo judío. Por consiguiente, el hecho de poseer el mar y la tierra equivale a poseer tanto el mundo gentil como el mundo judío. En otras palabras, Neftalí había de poseer toda la tierra.

  Para tomar posesión de la tierra, debemos empezar con Rubén, y seguir con Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser hasta llegar a Neftalí. Cuando lleguemos a Neftalí, poseeremos el occidente y el sur, o sea, el mar y la tierra. Seremos aptos para poseer la tierra y tendremos potestad para hacerlo. ¡Cuán maravilloso es esto! Cuando somos Neftalí, nos resulta fácil tomar la tierra porque estamos en resurrección pronunciando dichos hermosos, y estamos saciados de favores y llenos de bendiciones. Por tanto, estamos listos para poseer el mar y la tierra, es decir, el mundo gentil y el mundo judío. Estamos listos para tomar posesión de la tierra.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración