Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de Habacuc»
1 2 3
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 3

EL SEGUNDO DIÁLOGO ENTRE EL PROFETA Y JEHOVÁ Y EL CÁNTICO DEL PROFETA A JEHOVÁ

  Lectura bíblica: Hab. 2:5-20; 3:1-19

  En este mensaje continuaremos considerando el segundo diálogo entre el profeta y Jehová, y después procederemos a considerar el cántico del profeta a Jehová.

4. Los cinco ayes con respecto a los caldeos

  Después de la indagación hecha por el profeta ante Jehová (1:12—2:1), Jehová le respondió a Habacuc (2:2-20) revelándole Su juicio sobre los caldeos (vs. 5-20). En Su respuesta al profeta, Jehová le habló acerca de los cinco ayes con respecto a los caldeos.

a. El primer ay

  Primero, debido a que los caldeos habían saqueado a muchas naciones, los caldeos mismos serían saqueados y hechos despojo para las naciones (vs. 5-8). Después de poco más de setenta años, Dios le dio su retribución a Babilonia. Mientras el rey, nieto de Nabucodonosor, celebraba un banquete en su palacio usando los utensilios traídos del templo de Dios, vio la visión de una mano que escribía en la pared (Dn. 5). Esa misma noche, Darío el medo derrotó a Babilonia y mató al rey.

b. El segundo ay

  Segundo, Jehová juzgó a los caldeos debido a que obtuvieron mala ganancia para su casa con violencia, con lo cual pecaron contra su propia alma (vs. 9-10). Como resultado de este juicio, la piedra clamaría desde el muro de sus casas, y la viga contestaría desde el armazón de sus casas (v. 11).

c. El tercer ay

  Tercero, los caldeos recibirían la justa retribución por haber edificado ciudades mediante derramamiento de sangre y haber fundado aldeas con iniquidad (v. 12). Procedía de Jehová el que los pueblos trabajasen fatigosamente por lo que es vanidad y que la tierra fuese llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar (vs. 13-14). Esto es algo misterioso. Mientras suceden todas estas cosas, algo particular, algo misterioso, sucede en la tierra, esto es: la tierra se llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

d. El cuarto ay

  Cuarto, debido a que los caldeos embriagaron a sus prójimos con veneno para mirar su desnudez e hicieron violencia y causaron destrucción y derramamiento de sangre en sus ciudades, ellos serían llenos de vergüenza, pues la copa de la mano derecha de Jehová vendría hasta ellos y la ignominia caería sobre su gloria (vs. 15-17).

e. El quinto ay

  Quinto, los caldeos hicieron el ídolo grabado, el ídolo fundido, y los ídolos mudos, para después decirles a estos ídolos: “¡Despiértate!” y “¡Levántate!”. Por tanto, ellos serían engañados por los ídolos, y éstos no les servirían de nada (vs. 18-19). El versículo 20 concluye diciendo: “Jehová está en Su santo templo: / ¡Calla delante de Él, toda la tierra!”.

IV. EL CÁNTICO DEL PROFETA A JEHOVÁ

  Habacuc 3:1-19 es el cántico del profeta a Jehová.

A. En oración

  Primero, tenemos el cántico del profeta en oración (vs. 1-2). En su oración, el profeta le pidió a Jehová que avivase Su obra en esos años (vs. 1-2a); además, le pidió que hiciera a conocer Su obra en esos años de modo que, en la ira, Él se acordase de la compasión.

B. En alabanza

  Al alabar, el profeta alaba a Dios en Su majestad y esplendor (vs. 3-4), en Su juicio que aterroriza a las naciones (vs. 5-12) y en la salvación que Él efectúa a favor de Su pueblo y Su ungido (vs. 13-15).

C. Con su confianza puesta en Jehová

  En los versículos del 16 al 19 el profeta declara haber puesto su confianza en Jehová.

1. El profeta tiembla en su lugar

  El versículo 16a dice que al oír la voz de Jehová, el profeta tembló allí donde estaba y que sus labios temblaron ante tal sonido, y la pudrición entró en sus huesos. Lo escrito por Habacuc aquí es bastante poético.

2. El profeta espera el día de la angustia

  En el versículo 16b el profeta procede a decir que él tenía que esperar quieto el día de la angustia cuando los caldeos, quienes atacaban (o invadían) Israel, subieran contra el pueblo.

3. El profeta exulta en Jehová y se regocija en el Dios de Su salvación, y Jehová el Señor es su fuerza

  “Por cuanto la higuera no echará brotes, / ni en las vides habrá fruto; / fallará la cosecha del olivo / y los campos no producirán alimento; / las ovejas serán quitadas de la majada, / y no habrá vacas en los corrales; / con todo, yo exultaré en Jehová, / me regocijaré en el Dios de mi salvación. / Jehová el Señor es mi fuerza; / Él hace mis pies como de ciervas, / y en mis alturas me hará andar” (vs. 17-19a). Estos versículos indican que en tiempos tenebrosos, un tiempo en el que no había nada, Habacuc confiaba en Jehová.

  Todos estos versículos parecen ser muy buenos, pero en su mayor parte expresan el concepto natural de Habacuc y no contienen mucha revelación de Cristo. Incluso el concepto que tenía Habacuc de poner su confianza en Jehová en tiempos de necesidad era un concepto natural. Ciertamente, no hay comparación entre estos versículos y los escritos de Pablo. El concepto de Pablo era distinto. Cuando él estuvo en angustia, oró tres veces, pero el Señor le dijo que Él no quitaría el aguijón y que debía bastarle Su gracia (2 Co. 12:7-10). Cuando Pablo carecía de alimentos, él no “confió” en el Señor como lo hizo Habacuc; más bien, aprovechó dicha oportunidad para ayunar. En un sentido muy real, él no necesitaba confiar en el Señor de ese modo, pues él ya estaba en el Señor y el Señor estaba en él. Además, en lugar de esforzarse por guardar la ley, Pablo vivía a Cristo (Gá. 2:20; Fil. 1:21a).

  Mientras muchos cristianos sienten gran aprecio por versículos tales como Habacuc 3:17-19a, nosotros debemos ser llevados a otra esfera, la esfera de Cristo. Estos versículos no concuerdan con la revelación divina acerca de Cristo, sino que concuerdan con el concepto natural, humano y religioso del profeta. Si somos introducidos en la esfera de Cristo, no sentiremos aprecio por el pensamiento natural y religioso expresado en gran parte del Antiguo Testamento; más bien, atesoraremos la revelación divina contenida en la Palabra. Además, en lugar de “confiar” en el Señor como lo hizo Habacuc, veremos que el asunto crucial no es simplemente confiar, sino comprender que estamos en Cristo y que Cristo está en nosotros.

  En nuestra lectura del libro de Habacuc, no debemos sentir aprecio por aquellas cosas que encajan con nuestro concepto religioso y natural pero que no concuerdan con la revelación divina. Por eso recalco el hecho de que lo único que debemos atesorar en Habacuc es lo hallado en 2:4b: el justo tendrá vida y vivirá por la fe.

  Hace más de sesenta años leí algo escrito por el hermano Nee donde se afirmaba que es equivocado orar pidiéndole al Señor que nos ayude. En aquel entonces no entendí lo que él quería decir con esto. Sin embargo, he aprendido por experiencia que la única oración que me da gozo es ésta: “Te alabo, Señor. Tú eres uno conmigo. No importa cuán débil y pobre sea, estoy en Ti y Tú estás en mí”. Pero supongamos que orase diciendo: “Señor, todavía necesito Tu ayuda. Soy débil y pobre, y no tengo nada. Te pido que vengas a ayudarme”. Si oro de este modo, perdería mi gozo.

  Con respecto a la oración, debemos tomar a Pablo como nuestro modelo, y no a Habacuc. Pablo no oraba por cosas comunes; al contrario, él oró pidiendo que “el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de Él” (Ef. 1:17). Es necesario que nuestra visión sea elevada.

D. El cántico fue compuesto para el director del coro

  La última parte del versículo 19 nos dice que el cántico fue compuesto para el director del coro, con los instrumentos de cuerda del profeta.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración