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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Levítico»
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Mensaje 54

LAS FIESTAS

(3)

  Lectura bíblica: Lv. 23:23-44

  El Señor Jesús, después de vivir en la tierra como Dios-hombre durante treinta y tres años y medio, murió en la cruz como cumplimiento y realidad del tipo de la Pascua. Por medio de Su muerte en la cruz, Él efectuó la redención y puso fin a todas las cosas negativas del universo. El resultado de esta muerte fue la resurrección, de la cual emanó la vida divina, que es la realidad del Dios Triuno consumado como nuestra porción. En la resurrección de Cristo, todos tenemos una porción en este Dios Triuno consumado.

  Después de Su resurrección, el Señor Jesús ascendió a los cielos. En Su ascensión, Él se derramó a Sí mismo como consumación del Dios Triuno procesado en forma del Espíritu económico.

  Aunque nuestro Dios es eternamente perfecto, Él aún necesitaba llegar a una consumación. Antes de Su encarnación, Él era únicamente Dios y no había alcanzado Su consumación. Pero, como resultado de los procesos por los cuales pasó, Él alcanzó Su consumación. La consumación del Dios Triuno procesado es el Espíritu todo-inclusivo, vivificante y compuesto. Como tal consumación, Él se derramó a Sí mismo sobre nosotros, y nos hizo así parte de Su agrandamiento. Esto es lo que significa el Pentecostés.

  El Pentecostés es el resultado de la resurrección de Cristo, y Su resurrección es el resultado de Su muerte todo-inclusiva. Todo esto ha llegado a ser una maravillosa fiesta para Dios y para nosotros.

  El resultado máximo del Dios Triuno procesado es el Pentecostés. Para cuando llegamos a la Fiesta de Pentecostés, todas las cosas negativas han sido desechadas, y todas las cosas positivas han sido liberadas. El Dios Triuno procesado, quien alcanzó Su consumación, se ha derramado sobre nosotros con el fin de introducirnos en Sí mismo a fin de hacernos Su extensión, agrandamiento, aumento y expansión. Ahora somos el Cuerpo de Cristo, y en este Cuerpo se da la mezcla del Dios Triuno procesado y consumado con el hombre tripartito escogido, redimido, regenerado y transformado. El universo entero existe para este propósito, y esto permanecerá para siempre. A la postre, el Cuerpo de Cristo llegará a ser la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva como un testimonio completo y eterno del Dios Triuno consumado junto con Sus redimidos.

  Después de haber abarcado las primeras cuatro fiestas, en este mensaje abordaremos las últimas tres: la Fiesta del Toque de Trompetas, la Fiesta de la Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos.

  El primer grupo, compuesto por cuatro fiestas, se celebraba durante la primera mitad del año. El segundo grupo, compuesto por tres fiestas, se celebraba durante la segunda mitad del año. Las primeras cuatro fiestas apuntan al pasado y al presente. Estas fiestas se cumplieron en Cristo, pero las seguimos experimentando y disfrutando. Disfrutamos la Fiesta de la Pascua, y seguimos en la Fiesta de los Panes sin Levadura y en la Fiesta de las Primicias. Además, seguimos en la Fiesta de Pentecostés, que de hecho es una fiesta de la iglesia.

  El segundo grupo de fiestas apunta al futuro, a los días venideros, al tiempo de la venida del Señor. Cuando el Señor Jesús regrese, se cumplirán estas tres fiestas.

5. La Fiesta del Toque de Trompetas

  Levítico 23:23-25 nos habla de la Fiesta del Toque de Trompetas. Esta fiesta significa que Dios convoca a Su pueblo que estaba esparcido (los israelitas dispersos) y les recuerda que les haría tal llamado (Mt. 24:31; cfr. Is. 27:13; Sal. 81:3).

a. El primer día del séptimo mes, al inicio de la segunda mitad del año

  “Habla a los hijos de Israel, diciendo: En el séptimo mes, al primer día del mes, tendréis reposo completo, un memorial celebrado al toque de trompetas, una santa convocación” (Lv. 23:24). Aquí vemos que la Fiesta del Toque de Trompetas se celebraba el primer día del séptimo mes, al inicio de la segunda mitad del año. Esto representa la segunda mitad de la redención efectuada por Dios, que sería realizada con Israel, habiendo sido realizada la primera mitad con la iglesia. Aunque la segunda mitad de la obra redentora de Dios se aplicará a Israel, aún estará relacionada con nosotros.

  Entre la cuarta fiesta, Pentecostés, y la quinta fiesta, la Fiesta del Toque de Trompetas, aparentemente no ocurre nada. En realidad, este intervalo corresponde a la era de la iglesia, que es llamada la era de misterio. La era de la iglesia abarca desde el día de Pentecostés, cuando la iglesia comenzó a existir, hasta el día en que Dios haga un llamado para reunir a Su pueblo esparcido.

  La Fiesta de Pentecostés y la Fiesta del Toque de Trompetas podrían compararse a las cumbres de dos montañas que parecen estar cerca la una a la otra pero que, de hecho, están muy separadas. Podríamos comparar la distancia que hay entre estas dos cumbres al tiempo que transcurre entre la Fiesta de Pentecostés y la Fiesta del Toque de Trompetas. De este periodo ya han transcurrido más de mil novecientos años. Este extenso período de tiempo constituye la era de la iglesia, la era de misterio.

b. Hay reposo completo

  La Fiesta del Toque de Trompetas representaba un reposo completo (v. 24b). Esto significa que el pueblo de Dios, el cual ha sido convocado, es introducido en el genuino y completo reposo de Dios.

  Durante los dos mil setecientos años que han transcurrido desde que los judíos fueron llevados cautivos a Babilonia, ellos han sido un pueblo que no ha tenido reposo. Ellos perdieron su tierra natal porque rechazaron al Dios del reposo. Sólo parte de su tierra natal ha sido recobrada, y hoy en día los judíos siguen luchando, pues son un pueblo que no tiene reposo. Cuando suene la trompeta, Dios llamará a Su pueblo disperso, el cual ha vivido sin reposo durante tanto tiempo, para que regrese a la tierra de sus padres. Entonces ellos reposarán junto con Dios; ellos disfrutarán a Cristo como el reposo absoluto y completo. Para los judíos, esto será una gran fiesta.

c. Un memorial celebrado al toque de trompetas

  Esta fiesta era un memorial celebrado al toque de trompetas (v. 24c). Esto significa que desde la época en que los hijos de Israel dieron muerte al Señor Jesús y fueron dispersos, entre ellos no ha habido nada que sea un memorial delante de Dios. Pero a la venida del Señor, el llamado que Dios les hará para que regresen de su diáspora a la tierra de sus padres será un verdadero memorial para ellos.

d. Una santa convocación

  El reposo completo que se proclamaba al toque de trompetas era una santa convocación. Tener esa santa convocación significa retornar a Dios y llegar a ser un solo pueblo corporativo.

e. No hacen ningún tipo de trabajo, sino que presentan ofrenda por fuego a Jehová

  “Ningún tipo de trabajo haréis, sino que presentaréis ofrenda por fuego a Jehová” (v. 25). Esto significa que sin necesidad de realizar ninguna labor humana, el pueblo que ha sido reunido por Dios podrá ofrecer Cristo a Dios como alimento para satisfacción tanto de Dios como del hombre.

6. La Fiesta de la Expiación

  La sexta fiesta es la Fiesta de la Expiación. El Día de la Expiación venía poco después que Israel se arrepentía para con Dios (vs. 26-32). Esto significa que el día de la redención del hombre sigue después del anuncio que, a manera de toque de trompetas, se hace del evangelio con el correspondiente arrepentimiento del hombre en reacción a dicha proclamación.

a. Una santa convocación

  La Fiesta de la Expiación era una santa convocación (v. 27b). Esto significa que no era una fiesta para individuos, sino para una congregación.

b. Afligen sus almas y presentan una ofrenda por fuego a Jehová

  En el Día de la Expiación, las personas debían afligir sus almas y traer una ofrenda por fuego a Jehová (vs. 27c, 29). Esto representa su lamentación, arrepentimiento y pena por su pecado, así como el hecho de ofrecer Cristo a Dios como alimento para satisfacción tanto de Dios como del hombre. Según Zacarías 12, esto es lo que harán los judíos cuando retorne el Señor Jesús.

c. No hacen ningún trabajo, sino que es Sábado de reposo completo para ellos

  En el Día de la Expiación, el pueblo no debía hacer ningún trabajo, sino que debía tener un Sábado de reposo (vs. 28, 30-32a). Esto significa que el pueblo redimido por Dios no tiene necesidad de labor alguna para lograr su redención, sino que debe reposar en la redención que Dios logró para ellos a fin de que, así, Dios también pueda reposar en Sus redimidos.

d. El noveno día del mes al anochecer, de tarde a tarde, el pueblo que retorna a Dios guarda el Sábado

  “El noveno día del mes al anochecer, de tarde a tarde, guardaréis vuestro Sábado” (v. 32b). Esto significa que el reposo del pueblo redimido por Dios es un reposo pleno y completo.

  En el primer día del séptimo mes se celebraba la Fiesta del Toque de Trompetas, y la Fiesta de la Expiación se celebraba el décimo día del mismo mes. La Fiesta del Toque de Trompetas se cumplirá cuando el Señor Jesús regrese, y la trompeta sonará para llamar al disperso pueblo de Dios, esto es, llamará a los judíos dispersos para que regresen a la tierra de sus padres. Después que el Señor Jesús haya descendido del aire a la tierra, los judíos se arrepentirán, se lamentarán y retornarán a Dios, y recibirán a Cristo como su Salvador. Éste será el cumplimiento literal de la Fiesta de la Expiación.

  Sin embargo, la tipología de esta fiesta ya se cumplió espiritualmente con respecto a nosotros. En la cruz, Cristo efectuó la propiciación; usando el término neotestamentario, Él efectuó la redención. Cuando nos arrepentimos, creímos y recibimos a Cristo como nuestro Salvador, experimentamos esta fiesta. Por consiguiente, la Fiesta de la Expiación es de doble aplicación: en términos espirituales, dicha fiesta ha sido aplicada a los creyentes neotestamentarios, y literalmente, se aplicará en el futuro a los judíos.

7. La Fiesta de los Tabernáculos

  Levítico 23:33-43 habla de la Fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta representa el milenio venidero, el cual será una bendición dispensacional jubilosa que el pueblo redimido por Dios disfrutará juntamente con Dios por un período completo en la vieja creación de Dios. Esto no se llevará a cabo en el cielo nuevo y en la tierra nueva, sino en la tierra restaurada.

a. Por siete días

  “Habla a los hijos de Israel, diciendo: El día quince de este mes séptimo se celebrará la Fiesta de los Tabernáculos a Jehová por siete días” (v. 34). Estos siete días significan que la Fiesta de los Tabernáculos no durará sólo un día, sino un período completo de días. Este período completo será de mil años.

b. El primer día hay santa convocación y no hacen ningún tipo de trabajo

  “El primer día habrá santa convocación; ningún tipo de trabajo haréis” (v. 35). Esto significa que desde el primer día esta fiesta no era para individuos, sino para que una congregación disfrutara del reposo sin necesidad de hacer ninguna labor humana.

c. Siete días presentan ofrenda por fuego a Jehová

  “Siete días presentaréis ofrenda por fuego a Jehová” (v. 36a). Esto representa el hecho de ofrecer un día tras otro a Cristo como alimento para Dios a fin de satisfacer tanto a Dios como al hombre. Según esta tipología, durante el milenio todos los días se le presentará una ofrenda a Dios representando que Cristo es alimento para Dios en nuestras experiencias, el cual le es ofrecido a Dios para Su satisfacción a fin de que Él y nosotros disfrutemos mutuamente de reposo.

d. El octavo día tienen santa convocación, asamblea solemne, para presentar ofrenda por fuego a Jehová, y no hacen ningún tipo de trabajo

  “El octavo día tendréis santa convocación, y presentaréis ofrenda por fuego a Jehová. Es asamblea solemne; ningún tipo de trabajo haréis” (v. 36b). Esto significa que en la resurrección de Cristo, el pueblo de Dios, una congregación sagrada, ofrece Cristo como alimento para Dios a fin de satisfacer a Dios y al hombre, sin necesidad de realizar labor alguna sino en reposo. Esto indica que durante los mil años del milenio tanto Dios como Su pueblo redimido disfrutarán de reposo.

e. Presentan ofrenda por fuego a Jehová: holocaustos y ofrendas de harina, sacrificios y libaciones, cada cosa en su propia día

  “Éstas son las fiestas señaladas de Jehová, las cuales proclamaréis por santas convocaciones, para presentar ofrenda por fuego a Jehová, holocaustos y ofrendas de harina, sacrificios y libaciones, cada cosa en su propio día, además de los Sábados de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos y de todas vuestras ofrendas voluntarias que daréis a Jehová” (vs. 37-38). Esto significa ofrecer Cristo a Dios como distintas ofrendas, cada una en su correspondiente día, para que Dios lo disfrute junto con Su pueblo. Aquí vemos que lo que está en el corazón de Dios para Su disfrute y satisfacción es el Cristo que lo es todo. En diferentes aspectos, Cristo es la satisfacción y el disfrute de Dios.

f. Cuando hayan recogido el producto de la tierra

  “Luego en el día quince del mes séptimo, cuando hayáis recogido el producto de la tierra, celebraréis la fiesta de Jehová por siete días” (v. 39a). Esto significa que el milenio vendrá después de la cosecha de aquello que Dios desea obtener en la tierra.

  Después de haber creado la tierra, Dios opera en cuatro dispensaciones principales. La primera es la dispensación de los padres, llamada también la dispensación anterior a la ley, de Adán a Moisés; la segunda es la dispensación de la ley, desde Moisés hasta la primera venida de Cristo; la tercera es la dispensación de la iglesia, desde Pentecostés hasta la segunda venida de Cristo; y la cuarta es la dispensación del milenio, el reino de mil años. En estas cuatro dispensaciones, Dios hace muchas cosas en pro de Su nueva creación. En Su vieja creación, Dios creó el universo. El centro de la vieja creación es el hombre creado por Dios. En Su plan eterno, Dios tiene un propósito con el hombre, y este propósito consiste en producir un pueblo que sea Su expresión, el cual alcanzará su consumación en la Nueva Jerusalén.

  Durante las cuatro dispensaciones, Dios labora con el hombre en la vieja creación. Dios se imparte a Sí mismo en el hombre para hacerlo una nueva creación. Al final, después de las cuatro dispensaciones, esta nueva creación alcanzará su consumación en la Nueva Jerusalén, la cual será el resultado final de toda la obra que Dios habrá realizado en la vieja creación para obtener la nueva creación. Hoy en día nos encontramos en la tercera dispensación, la dispensación de la iglesia. En la era venidera estaremos en la cuarta dispensación, la dispensación del reino, ya sea como vencedores o como aquellos que serán disciplinados.

  El reino milenario será la cosecha completa de lo que Dios ha estado haciendo en las últimas tres dispensaciones. Por tanto, el reino milenario será una fiesta tanto para Dios como para Sus redimidos. Si leemos detenidamente el Nuevo Testamento, nos daremos cuenta de que en el milenio, el pueblo redimido por Dios estará conformado por dos pueblos: la iglesia y el reino de Israel. Ambos pueblos disfrutarán esta fiesta.

g. Toman para sí el producto de árboles majestuosos, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo, y durante siete días se regocijan delante de Dios

  “El primer día tomaréis para vosotros el producto de árboles majestuosos, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo; y durante siete días os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios” (v. 40). Esto retrata la rica, hermosa, nutritiva e imperecedera escena conformada por la humanidad de Cristo, la cual es expresada en las vidas del pueblo redimido de Dios.

  Los árboles pertenecen a la vida vegetal, y en tipología, las plantas representan la humanidad de Cristo. En el versículo 40, los árboles representan diversos aspectos de la humanidad de Cristo. Cristo no solamente está lleno de fruto, sino también de hojas, las cuales muestran de modo particular la belleza de Su humanidad.

  “Durante siete días os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios (v. 40b). Esto representa la humanidad de Cristo expresada en el vivir del pueblo redimido de Dios durante el milenio. Incluso hoy, mientras vivimos en la vida de iglesia, nuestros parientes pueden ver en nosotros algo verde, hermoso y triunfante. Algunos padres han testificado haber visto tal expresión en sus hijos. Durante el milenio, todos los vencedores expresarán en su vivir la rica, hermosa, nutritiva e imperecedera escena conformada por la humanidad de Cristo.

h. El pueblo redimido de Dios habita bajo enramadas siete días

  “La celebraréis como fiesta a Jehová durante siete días cada año. Será estatuto perpetuo por todas vuestras generaciones; en el séptimo mes la celebraréis. Habitaréis bajo enramadas siete días —todo nativo de Israel habitará bajo enramadas—” (vs. 41-42). Esto significa que el milenio venidero será la conclusión de todo lo que Dios hizo con Su pueblo redimido durante el curso completo de todas las eras, las dispensaciones, en Su vieja creación.

  Durante las cuatro dispensaciones, el hombre no podrá tener una morada firme. Incluso hoy en día seguimos morando en tabernáculos, en tiendas. Al final, los presentes tabernáculos portátiles se convertirán en un tabernáculo firme: la Nueva Jerusalén, la cual posee un cimiento de doce capas.

II. EL CUMPLIMIENTO DISPENSACIONAL DE LAS SIETE FIESTAS COMO TIPOS

  Después de haber abarcado las siete fiestas, quisiera decir algo en cuanto al cumplimiento dispensacional de las siete fiestas como tipos.

A. La Fiesta de la Pascua

  La Fiesta de la Pascua se cumplió el día de la muerte de Cristo (Mt. 26:2, 17-19, 26-28; 1 Co. 5:7).

B. La Fiesta de los Panes sin Levadura

  La Fiesta de los Panes sin Levadura se cumple durante la era de la iglesia (1 Co. 5:7-8).

C. La Fiesta de las Primicias

  La Fiesta de las Primicias se cumplió el día de la resurrección de Cristo (1 Co. 15:20).

D. La Fiesta de Pentecostés

  La Fiesta de Pentecostés se cumplió cincuenta días después de la resurrección de Cristo, el día del derramamiento del Espíritu Santo (Hch. 2:1-4; cfr. Hch. 1:3).

  Las cuatro fiestas anteriores se cumplieron en el aspecto dispensacional en el mismo año, incluso durante la primera mitad del año, cuando Cristo murió, resucitó y ascendió para derramar el Espíritu Santo. Todo eso está relacionado con la redención efectuada por Dios y ya nos ha sido aplicado a nosotros como cristianos.

E. La Fiesta del Toque de Trompetas

  La Fiesta del Toque de Trompetas se cumplirá en la segunda venida de Cristo (Mt. 24:31).

F. La Fiesta de la Expiación

  La Fiesta de la Expiación se cumplirá el día que Israel retorne a Dios, después de haber regresado a la tierra de sus padres (Ro. 11:26-27; Zac. 12:10-14). El retorno de Israel a Dios no sólo conllevará regresar físicamente a la tierra de sus padres, sino también regresar espiritualmente a Dios mismo.

G. La Fiesta de los Tabernáculos

  La Fiesta de los Tabernáculos se cumplirá en el milenio venidero, por mil años (Ap. 20:4-6), y será la conclusión de todas las eras correspondientes a la vieja creación de Dios con miras a la venida del cielo nuevo y la tierra nueva, cuyo centro es la Nueva Jerusalén (Ap. 21:1-2). El milenio conducirá la nueva creación de Dios al cielo nuevo y la tierra nueva, donde ésta permanecerá por la eternidad como la Nueva Jerusalén, la cual será la totalidad de la nueva creación que Dios ha producido a partir de Su vieja creación.

  Así pues, las últimas tres fiestas se cumplirán en el “séptimo mes” del año, cuando Cristo volverá.

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