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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Los Salmos»
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Mensaje 20

EL DISFRUTE INTENSIFICADO QUE LOS SALMISTAS TIENEN DE DIOS EN LA CASA Y LA CIUDAD DE DIOSPOR MEDIO DEL CRISTO SUFRIDO,EXALTADO Y REINANTE

(2)

ALABAN A CRISTO COMO REY

(1)

  Lectura bíblica : Sal. 45:1-8

  En este mensaje veremos el salmo 45, el salmo más elevado y más profundo de los ciento cincuenta salmos. No es nada fácil penetrar el sentido de este salmo. Los diecisiete versículos que componen el salmo 45 no tienen ninguna característica particular; sin embargo, este salmo presenta a Cristo en una manera muy especial.

  En el título vemos que este salmo es una canción de amor. La palabra amor en el título, siendo el género femenino de la palabra hebrea, se refiere al amor de una pareja, y no al amor de un padre para con su hijo. Por lo tanto, el amor en el salmo 45 es un amor femenino.

  Si queremos entender este salmo, necesitamos ir al Cantar de los Cantares (el libro de la Biblia que especialmente trata del amor). El salmo 45 es un salmo de amor, y el Cantar de los Cantares es un libro de amor, en el cual la palabra “amor” es usada tanto en el género masculino como en el femenino. En el Cantar de los Cantares, el Señor Jesús es llamado “el Amado”; pero en el original hebreo esta palabra es simplemente amor en género masculino. Y asimismo a la persona que va en pos del Señor, El la llama “Mi amor”; palabra cuyo género es femenino en hebreo. Además Salmos 45:2a dice: “Eres el más hermoso de los hijos de los hombres”. Esto es similar a Cantar de los Cantares 5:10, donde la buscadora habla de su amado como “señalado entre diez mil”. Esto confirma que el Cantar de los Cantares nos ayuda a entender el salmo 45.

  En uno de los mensajes del Estudio-vida de Oseas 11-14, hicimos notar que en todo el libro de Oseas, se describe a Israel como la esposa de Jehová. Sin embargo, cuando se trata del amor eterno de Dios, Israel es llamado hijo de Dios (Os. 11:1), lo cual indica que Israel tiene la vida del Padre. El amor eterno de Dios es un amor que procede de la vida, tal como el amor de un padre para con su hijo, y no un amor que procede de los sentimientos afectivos como el amor de un esposo para con su esposa. Este tipo de amor no transforma, mientras que aquel tipo de amor sí transforma. Es el amor del Padre, el amor en vida, el que transforma a Israel. Un esposo que ama a su esposa la consiente, mientras que un padre que ama a su hijo nunca lo consiente. Al contrario, el amor del padre, un amor que procede de la vida, perfecciona al hijo.

  No estoy diciendo que Cristo nos puede consentir en Su amor por nosotros, los que somos vírgenes, o sea que somos mujeres en nuestra relación con El (2 Co. 11:2). A la luz de la verdad bíblica, vemos que el amor de Cristo no consiente a los creyentes. Los cristianos de nombre, los falsos cristianos, no conocen al amor de Cristo. Los cristianos genuinos, los que tienen un corazón para el Señor, disfrutan el amor de Cristo, pero puede ser que lo disfruten conforme a sus propios conceptos o sentimientos. Entonces se vuelven consentidos por su aplicación errónea del amor de Cristo, y no por el amor de Cristo en sí. Por ejemplo, si usted les habla de la verdad del reino, del castigo dispensacional y del hecho de que ciertos creyentes serán echados a las tinieblas de afuera (Mt. 22:13; 25:30), ellos le pueden contestar: “¡Usted está enseñando una herejía! ¡Jesús me ama! El no es cruel, y no me echaría a las tinieblas de afuera. Mientras Jesús me ame, todo está bien”. Esto demuestra que aun los creyentes verdaderos son consentidos cuando aplican el amor de Cristo en una manera equivocada.

  Estos creyentes deberían examinar el libro de Hebreos. Este libro trata del reino y no del amor de Cristo. En cuanto al reino, el libro de Hebreos nos da cinco advertencias; y cada una de ellas se refiere a una recompensa o a un castigo. Además, en este libro encontramos dos clases de palabras. Primero vemos la buena palabra de Dios (6:5), la palabra del principio de Cristo (v. 1). Esta palabra es la leche de la cual participan los creyentes cuando creen en el Señor (5:13). La segunda clase de palabras que encontramos es la palabra de justicia (v. 13), la cual es el alimento sólido (v. 14). Esta palabra encarna el pensamiento de la justicia y rectitud de Dios en Sus tratos con Su pueblo, tratos que son tanto dispensacionales como gubernamentales. Hebreos 12:5-7 confirma esta palabra de justicia: “Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportaís la disciplina, Dios os trata como a hijos”. Hoy en día los creyentes no quieren oír la palabra de justicia; prefieren escuchar mensajes endulzados.

  El salmo 45 no trata del amor del Padre, es decir, no trata del amor basado en vida sino del amor que procede de los afectos. Esta es la razón por la cual este salmo es considerado como una canción de amor.

  En este mensaje vamos a abarcar los primeros ocho versículos de este salmo. El tema de estos versículos es alabar a Cristo como Rey, considerando cuatro aspectos: Su hermosura, Su victoria, Su reino y Sus virtudes. Primero, el salmista alaba al Rey por Su hermosura (v. 2a), por Su belleza. Cristo es realmente hermoso; El es verdaderamente bello.

  No obstante, la hermosura de Cristo es equilibrada por Su victoria (vs. 3-5). Muchos maridos que aman a sus esposas tienen hermosura, pero no tienen victoria. Al contrario, acumulan fracaso tras fracaso. Por lo tanto no son equilibrados. Pero Cristo, por tener hermosura y victoria a la vez, sí es equilibrado. El nos ama, ¡claro que sí! pero también ejerce Su victoria con los requisitos de ella, como lo revelan los cuatro Evangelios. Por causa de Su victoria El tiene altos requisitos.

  Vemos la victoria de Cristo y Sus requisitos no solamente en el Evangelio de Mateo, sino también en el de Juan. Por ejemplo, en el capítulo 15 de Juan, el cual nos exhorta a permanecer en Cristo, el Señor Jesús nos dice que si no llevamos fruto, seremos echados y perderemos el disfrute de Cristo (vs. 2, 6). A todos los creyentes les gusta Mateo 1:21 y 23; sin embargo, puede ser que no aprecien Mateo 5:20, el cual dice que a menos que nuestra justicia sea mayor que la de los escribas y los fariseos, jamás entraremos en el reino de los cielos. De la misma manera, los creyentes de hoy no suelen prestar atención a la parábola que trata de la fidelidad en Mateo 25:14-30. El versículo 30 declara: “Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes”. Aquí lo importante es que la hermosura de Cristo es equilibrada por Su victoria con los requisitos de ésta. Por lo tanto, en el Salmo 45 vemos que la hermosura y la victoria van a la par.

  En este salmo, se encuentra un segundo par que tiene que ver con el reino de Cristo (vs. 6-7) y Sus virtudes (v. 8). El reino es más elevado que la victoria. El reino de Cristo es el resultado de Su victoria. Si no hubiese victoria, tampoco habría reino. Es la victoria la que produce el reino. Puesto que Cristo ganó la victoria, el reino le pertenece. Sin embargo, este asunto de Su reino está equilibrado por la dulzura de Sus virtudes. Por consiguiente, podemos ver dos pares equilibrados en la alabanza de Cristo como Rey en el salmo 45, que son: la hermosura y la victoria, y el reino y las virtudes.

  Ahora examinaremos este salmo más detenidamente.

I. UNA CANCION DE AMORSEGUN LA MELODIA DE LOS LIRIOS

  En el título de este salmo leemos: “una canción de amor”. Este amor es femenino. Se trata del amor entre nosotros y el Señor. Este amor nos convierte en Su amor. Esto significa que si nosotros amamos verdaderamente al Señor, llegaremos finalmente a ser Su amor, Su predilecta. De la misma manera que El es nuestro amor, nosotros también llegamos a ser Su amor.

  El tema de este salmo es el amor, y el tono, la melodía, es llamada “los lirios”. Aquí tanto el amor como los lirios se refieren a los santos. Cada uno de los que aman al Señor es femenino y también es un lirio. Un lirio representa una vida en la que se confía en Dios de una manera completa, pura y sencilla. Nuestro amor por el Señor Jesús debería ser un amor lleno de cariño. No sólo deberíamos llevar una vida de pureza y de sencillez como lo denota el lirio, sino que además deberíamos tener siempre un sentir afectuoso para con el Señor. Según el salmo 45, todos necesitamos llevar una vida pura y llena de cariño para el Señor.

  John Nelson Darby, quien vivió hasta los ochenta y cuatro años y nunca estuvo casado, tenía un amor lleno de cariño. Una noche, cuando era de edad avanzada, se había quedado solo en un hotel, y justo antes de acostarse, él dijo: “Señor, te sigo amando”. Cuando leí esto, quedé muy impresionado, y quise tener mucho amor para el Señor Jesús. Como persona de edad, puedo testificar que ahora lo amo mucho más que cuando yo era joven. Hace poco, tuve un tiempo de oración íntima y afectuosa con el Señor en la cual le presenté cierto asunto, y en mi oración yo le dije: “Señor Jesús, Te amo”. Mientras oraba, me enamoré del Señor Jesús una vez más.

II. UN SALMO QUE REBOSADE UN BUEN TEMA ACERCA DEL REY,EXPRESADO POR LA LENGUA, O LA PLUMA,DE UN ESCRITOR DISPUESTO

  El versículo 1 dice: “Rebosa mi corazón palabra buena; hablo de lo que escribí acerca del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero”. Este versículo muestra que el corazón del salmista rebosa; también se puede decir que el salmo mismo rebosa. En realidad los dos llegan a ser uno.

  El hecho de que la lengua del salmista sea la pluma de un escritor dispuesto, significa que el salmista no necesita hacer un borrador de lo que va a decir acerca del Rey. Cuando uno ama verdaderamente al Rey, no necesita hacer un borrador. Tal vez precisemos hacer un borrador para muchas cosas, pero hacerlo para lo que queremos decirle a alguien que amamos resultaría demasiado mecánico; no sería genuino. No obstante, si tenemos un amor afectuoso para el Señor Jesús, tendremos la lengua de un escritor dispuesto. Entonces no necesitaremos hacer un esquema, sino que estaremos listos para expresar nuestro amor y nuestra alabanza.

III. ALABAN AL REYEN SU HERMOSURA

  En el versículo 2 el salmista alaba al Rey (es decir a Cristo) en Su hermosura. Cuando el Señor Jesús viene a nosotros, primero viene en Su hermosura. Esta es la razón por la cual debemos predicar principalmente la hermosura de Cristo. Cuando predicamos el evangelio, es importante que declaremos cuán bueno es Cristo y cuánto nos ama. Podemos decir que esta clase de predicación del evangelio es un anzuelo con un cebo sabroso. Todos los que creen y aman al Señor Jesús han sido pescados por El. ¡Bienaventurados los que han sido pescados por Cristo! Puesto que he sido atrapado por el Señor, le digo muchas veces: “Señor Jesús, Tú me has atrapado. Tú me has capturado. Si no hubiera sido apresado por Ti, yo sería una persona diferente y llevaría una vida distinta”.

  Ahora Aquel que ha venido a nosotros en Su hermosura, Aquel que nos ha atrapado y que nos ama, quiere que correspondamos a Su amor. Es necesario que lo amemos y que lleguemos a ser Su amor. Este es el resultado de la hermosura de Cristo que El nos revela y del disfrute que tenemos de El en Su hermosura. Nos resultaría imposible hablar de la plenitud de la hermosura de Cristo.

A. Más hermoso que los hijos de los hombres

  Conforme al versículo 2a, Cristo como Rey es más hermoso que los hijos de los hombres.

B. La gracia se derrama en sus labios

  El versículo 2b dice: “La gracia se derramó en Tus labios”. Esto indica que la gracia procede continuamente de Su boca. Lo vemos confirmado en Lucas 4:22, donde se nos relata cómo la gente se maravillaba de las palabras de gracia que salían de la boca del Señor Jesús.

C. Dios le bendijo para siempre

  En el versículo 2b del salmo 45, el salmista sigue alabando al Rey: “Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre”. Puesto que el hombre Jesús es hermoso, dulce, y está lleno de gracia, Dios se conmovió y le bendijo. Con razón Romanos 9:5 habla de Cristo como del “Dios bendito para siempre”.

IV. ALABAN AL REY EN SU VICTORIA

  En Salmos 45:3-5 vemos al salmista alabar al Rey en Su victoria. Adán y todos sus descendientes han sido derrotados, incluyéndonos a nosotros. Sólo Cristo es el Victorioso. Los Evangelios revelan que El lo ha vencido todo y que ha ganado la plena victoria.

A. Como valiente ciñesu espada sobre su musloen Su majestad y en Su esplendor

  El versículo 3 dice: “Ciñe Tu espada sobre el muslo, oh Valiente, en Tu majestad y en Tu esplendor”. A los ojos de Satanás y de todos los ángeles caídos, Cristo es el Valiente que ha ceñido Su espada sobre Su muslo, Aquel que tiene majestad y esplendor. Tanto Su majestad como Su esplendor son señales de Su victoria.

B. En Su esplendor cabalga victorioso por causade la verdad, la mansedumbre y la justicia

  El versículo 4a agrega: “Y en Tu esplendor cabalga y triunfa por causa de la verdad, de la mansedumbre y de la justicia”. El esplendor es la expresión de la gloria. Cuando Cristo estuvo en la tierra, El mostró Su esplendor una sola vez cuando se transfiguró en el monte (Mt. 17:1-2). Pero después de Su resurrección y ascensión, El se mostró a Sí mismo a Pablo (Hch. 26:13-15) y a Juan (Ap. 1:9-20) en Su esplendor y majestad.

C. Su diestra obra maravillas

  Salmos 45:4b dice: “Y Tu diestra te enseñe cosas tremendas”. Entendemos que aquí la palabra enseñe significa obrar. Cristo ha obrado muchas maravillas, incluyendo Su crucifixión, resurrección y ascensión. La crucifixión fue la obra más tremenda cumplida por Cristo. La crucifixión de Cristo fue un acontecimiento de gran importancia, el cual amedrentó a Satanás, a los demonios y a los ángeles caídos, que son las potestades de las tinieblas en el aire. La cruz de Cristo es lo más tremendo del universo. Mientras que nosotros apreciamos la cruz, Satanás huye de ella.

  El Señor Jesús hizo muchas cosas asombrosas durante Su vida y ministerio sobre la tierra. En realidad, todo lo que El hizo fue asombroso. Por ejemplo, fue asombroso Su valor cuando rechazó la relación natural con Su madre (Mt. 12:46-50). De la misma manera, fue asombroso cómo trató a Pedro en Mateo 17:24-27. Pedro se adelantó en una manera presuntuosa en cuanto al pago del impuesto del templo, el cual equivalía a medio estatero (vs. 24-25a). Después de eso, el Señor corrigió a Pedro. Finalmente, como parte de la corrección a Pedro, el Señor le dijo: “Vé al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que suba, tómalo. Cuando abras su boca, hallarás un estatero. Tómalo y dalo por mí y por ti” (v. 27). Puesto que Cristo es el Creador, El podía hacer una cosa tan maravillosa. Todo lo que el Señor hace es maravilloso, ya sea una cosa grande o pequeña.

D. Sus saetas son agudas,y son halladasen el corazón de sus enemigos

  Salmos 45:5 habla también de que las saetas del Rey son agudas y que los pueblos caen debajo de El. Sus saetas son halladas en el corazón de Sus enemigos.

V. ALABAN AL REY EN SU REINO

  En los versículos 6 y 7, el salmista alaba al Rey en Su reino. Ya hemos resaltado el hecho de que el reino es el resultado de la victoria. Por lo tanto, antes de que uno sea rey, primero tiene que ser victorioso. Conforme a la costumbre antigua, la persona que vencía a sus enemigos llegaba a ser el rey.

A. Como Dios, Su trono es para siempre

  Como Dios el trono de Cristo es eterno y para siempre (v. 6a; He. 1:8a).

B. El cetro de Su reino es recto

  “Cetro de equidad es el cetro de Tu reino” (Sal. 45:6b). El cetro representa la autoridad. Hoy en día, la autoridad de muchos altos oficiales no es recta, pero la autoridad de Cristo es completamente recta.

C. El ha amado la justicia y aborrecidola impiedad

  Como Rey Cristo ha amado la justicia y aborrecido la impiedad (v. 7a; He. 1:9a). Cuanto más justos seamos, más autoridad tendremos. No obstante, cuanto más estemos involucrados con la impiedad, más perderemos nuestra autoridad.

D. Dios, el Dios Suyo, le ungiócon óleo de alegría más que a Sus compañeros

  Salmos 45:7b añade: “Por tanto, Dios, el Dios Tuyo, te ungió con óleo de alegría más que a Tus compañeros”. El óleo de alegría representa el Espíritu de Dios, y los compañeros representan a los creyentes en Cristo. Dios el Padre ungió a Cristo con el Espíritu Santo más que a todos Sus compañeros, más que a todos Sus creyentes. Esto indica que la autoridad y el reino de Cristo son un asunto completamente espiritual. El fue ungido por causa del reino. La autoridad de Cristo, Su trono, Su cetro y todo lo relacionado con Su reino están bajo la unción del Espíritu y, por ende, son espirituales.

VI. ALABAN AL REYEN LA DULZURA DE SUS VIRTUDES

  En el versículo 8, el salmista alaba al Rey en la dulzura de Sus virtudes. En cuanto a las virtudes de Cristo, 1 Pedro 2:9 nos exhorta a anunciar “las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable”. Cuando predicamos el evangelio, le decimos a la gente lo que Cristo ha hecho y sigue haciendo por nosotros hoy. En realidad predicar el evangelio es anunciar las muchas virtudes de Cristo, incluyendo Su amor, Su bondad y Su perdón.

  Las virtudes de Cristo son la expresión de los atributos divinos. Por ejemplo, con respecto a Dios el Padre, el amor divino es un atributo de la Deidad. Este atributo se encuentra en la vida divina. Mientras Cristo expresa la vida divina en Su vivir, El expresa el atributo divino de amor. En el vivir de Cristo está la virtud de amor, y esta virtud es la expresión del atributo divino de amor. Cuando predicamos el evangelio, deberíamos anunciar a la gente los atributos de Dios expresados en las virtudes de Cristo.

A. Todos Sus vestidos exhalanmirra, áloe y casia

  En Salmos 45:8a se hace referencia a Cristo el Rey: “Mirra, áloe y casia exhalan todos Tus vestidos”. Los vestidos de una persona representan las virtudes de ésta, porque la manera en que nos vestimos expresa la clase de persona que somos e indica nuestra actitud y conducta. Por esta razón, podemos saber algo acerca de una persona por la manera en que se viste. En realidad, como seres humanos estamos bajo dos clases de coberturas: nuestro vestido y nuestra morada. Ambas expresan la clase de persona que somos. Aquí en el salmo 45 los vestidos representan las virtudes de Cristo; la mirra y el áloe representan la dulzura de la muerte de Cristo; y la casia representa la fragancia de la resurrección de Cristo.

B. Desde los palacios de marfille han recreado los instrumentos de cuerda

  El versículo 8b dice: “Desde palacios de marfil te recrean”. En este versículo los palacios representan las iglesias locales; el marfil representa la vida de resurrección de Cristo (Jn. 19:36); y los instrumentos de cuerda representan las alabanzas. Las iglesias locales, que son hermosas a los ojos del Señor y son Su expresión, son edificadas con la vida de resurrección de Cristo, y de ellas salen las alabanzas que lo recrean. Cuando alabamos al Señor, debemos apreciar lo que El es en Sus virtudes y lo que El ha hecho para producir la iglesia a fin de que ella sea Su expresión. En efecto, los vestidos de Cristo, Sus virtudes, han producido la iglesia como Su expresión, y tanto Sus vestidos como la iglesia están llenos de dulzura. Aprendamos a alabarle más, especialmente en la mesa del Señor.

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